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10 février 2006

Diez ideas falsas sobre la riqueza

 

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Moneda, crecimiento, rareza, productividad… Todos estos concenptos que creemos dominar pueden marearnos y justifican a veces el inmovilismo.

 1. El PBI es un buen indicador de la riqueza creada.
Ya sea con la vaca loca o el naufragio del Erika, la tormenta de diciembre del 1999 o los accidentes de la ruta, o incluso la explosión de la fábrica AZF en Toulouse, todas las veces nos olvidamos un elemento común paradójico : ¡todas estas catástrofes son verdaderas bendiciones de dios para nuestro producto bruto interno ! Los centenares de miles de millones de francos que le cuestan a la colectividad no se cuentan como destrucciones, sino como creaciones de riqueza : basta con que haya que pagar garajistas para reparar los autos dañados, cementistas para quemar las harinas animales o médicos para curar a las víctimas de la contaminación para que los valores añadidos se registren en las cuentas. Lo cual contribuye al aumento del PBI (producto bruto interno).

 2. Sólo las empresas producen riqueza.
Nuestro sistema económico estriba en la separación estricta entre, por un lado, unas empresas consideradas los únicos productores de riqueza y, por otro, unas actividades sociales y ecológicas finanzadas gracias a deducciones realizadas sobre esa riqueza. Este mito condena las asociaciones a mendigarle medios de existencia al Estado o a buscarlos en el mercado, dado que no disponen de recursos directamente vinculados con las riquezas sociales que ayudan a crear o preservar. En términos de contabilidad nacional, las asociaciones provocan la baja del PBI al desarrollar actividades benévolas antes que remuneradas. Este sistema perverso convierte los servicios públicos en un sector permanentemente sospechado de parasitismo.

 3. Los indicadores de productividad de la era industrial siguen siendo válidos.
Hoy en día, disponemos de instrumentos de medida de la productividad forjados con el fin de favorecer un crecimiento material de tipo industrial. Sin embargo, éstos se tornan contraproducentes si se aplican a los tres grandes desafíos del futuro : la entrada en la era de la información, las cuestiones ecológicas y el papel de los servicios relacionales (educación, salud…) en nuestro desarrollo. Así pues, en materia sanitaria, lo que cuenta no es la cantidad de visitas al médico, sino el hecho de saber si uno está curado o, aún más importante, si se evita un riesgo dado. Y en la contabilidad actual, ¡cuanta más prevención se hace, tanto más se aminora el crecimiento (puesto que se consumen menos medicamentos y horas de hospital) !

 4. La moneda sirve para facilitar el intercambio.
Sí, pero sólo parcialmente. La palabra "pagar" proviene del latín pacare, que significa pacificar. Montesquieu elaboró la teoría del "comercio suave" como alternativa a la guerra. Pero si bien la moneda cumple con esa función cuando facilita los intercambios entre distintos agentes comerciales, se transforma en factor de violencia al volverse el instrumento de dominación de un capitalismo guiado por la voluntad de potencia antes que por el deseo de intercambio. Y el que algunas personas que desean intercambiar y crear actividades no puedan hacerlo porque son insolventes está en contradicción con la teoriá de la moneda como herramienta de intercambio.

 5. El dinero es el fundamento de todo sistema de intercambio.
El sistema de intercambio más universal entre los seres humanos es en realidad el del tiempo. En efecto, este es más eficaz en su papel de unidad de cuenta y medio de intercambio, tradicionalmente atribuido al dinero, puesto que sus unidades (horas, minutos, segundos) tienen la ventaja de ser universalmente reconocidos e invariables, al contrario del dinero. Así pues, lo que llamamos dinero, que en realidad es sólo la "moneda del mercado", es únicamente un caso particular del intercambio de tiempo. Sería más juicioso decir que "el dinero es tiempo" antes que "el tiempo es dinero".

 6. La rareza es lo que le da valor a un bien.
Solemos definir el valor, en el sentido económico, por medio de la rareza. Pero esta intuición se vuelve falsa si le quita todo valor a bienes no raros pero cuya pérdida sería irreparable : el aire es abundante y gratuito, pero su desaparición supondría el final de la especie humana. Esto demuestra que el valor mercantil es un subconjunto de valores más elevado, del que basta con simular la pérdida para descubrir la importancia.

 7. Los recursos planetarios no bastan para satisfacer las necesidades humanas.
La "guerra económica" actual, que según se nos dice, está vinculada con una lógica de rareza y supervivencia, tiene lugar en un contexto en el que pueden satisfacerse las necesidades fundamentales de seis mil millones de seres humanos. Las estadísticas del Pnud (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) son elocuentes : harían falta unos cuarenta mil millones de dólares por año para erradicar el hambre, brindar acceso al agua potable a todos los humanos, alojarse decentemente y combatir las grandes epidemias. Y éstos cuarenta mil millones la comunidad internacional no consigue encontrarlos. ¡Lo cual no le impide hallar cada año hasta diez veces más dinero para los gastos de publicidad !

 8. La economía nació de la necesidad de afectar recursos raros.
En la mayoría de los casos, no es la rareza sino la abundancia la que caracteriza la naturaleza : basta con pensar en la abundancia de las especies, de las células, y en términos más generales, en la increíble profusión que supone el fenómeno de la vida … Si bien al principio la economía era la actividad básica, la condición de toda superviviencia, hoy en día y a partir de su reinvención moderna, en el siglo 19, se convirtió en la ideología dominante de la sociedad industrial.

 9. La economía desempeña un papel central en todas las sociedades humanas.
Si es que existe un punto común entre la mayoría de las civilizaciones, éste puede ser la subordinación del trabajo, de la producción y, más generalmente, de la esfera económica a actividades o valores consideradas más fundalmentales, como la política, la cultura, la filosofía. El mismísimo Adam Smith, padre de nuestra economía política, estimaba que el verdadero papel de la economía consistía en organizar la abundancia, reunir las condiciones para construir una "república filosófica ". Keynes, por su lado, consideraba que, a largo plazo, la economía tenía que ocupar un lugar reducido y que los economistas habían de aceptar que su papel no fuera más importante que el de los "dentistas".

 10. A nivel internacional, no hay alternativa para estas cuestiones.
A partir de hoy cabe la posibilidad de basarse en una corriente de investigación internacional para facilitar la transformación de nuestros sistemas de representación de la riqueza. Ya lo demuestran los indicadores de desarrollo y pobreza elaborados por el Pnud, los de la Unión europea en materia medioambiental y social, el reciente debate sobre la "responsabilidad social de la empresa" y hasta algunos estudios del Banco Mundial y de la OCDE sobre "el capital social" y el "capital natural". Por último, lo más importante, la exigencia creciente de la sociedad civil lleva los agentes institucionales y económicos a tomar en cuenta esta cuestión : la cumbre de Quebec "globalizar la sociedad", organizada por los actores de la economía social y solidaria, y el Forum social mundial de Porto Alegre inscribieron todos la redefinición de la riqueza en su orden del día. Con lo cual será muy difícil que Francia aduja su soledad en la batalla de la transformación para justificar su inmovilismo.

Al margen de los circuitos comerciales y financieros tradicionales se están poniendo en marcha redes informales de solidaridad en todo el mundo, cuyas acciones, lejos de ser insignificantes, tienen en cuenta hoy en día las autoridades.


El trueque y los minicréditos invaden el Planeta

Se trata del método de intercambio económico más antiguo del mundo y ha vuelto a ponerse de moda como encarnación de cierto tipo de modernidad. Vuelve el trueque de la mano de la economía social. En la actualidad, no sólo se intercambian objetos, sino también tiempo, ayuda mutua, sabiduría, conocimientos y atención a los demás ; es decir, todo tipo de cosas menudas de la vida cotidiana que favorecen la solidaridad, alimentan las redes y nutren la camaradería, el "vivir juntos". Gracias a los sistemas compartidos de intercambio, se está desarrollando en todo el mundo una economía invisible que presta grandes servicios, sobre todo cuando se multiplica por medio de iniciativas originales de ahorro y crédito. A continuación, realizamos un recorrido no exhaustivo por el planeta solidario, a través de varios ejemplos.

Francia
Los SEL de la Tierra

Grégoire inicia a Bernadette en Internet, Bernadette ayuda a Mélusine a descubrir la cocina provenzal y Mélusine, por su parte, cuida de los hijos de Bertrand. En la actualidad, alrededor de 40.000 franceses se prestan servicio a través de los Sistemas de Intercambio Locales, más conocidos como SEL, por sus siglas en francés. Los SEL, lanzados en 1983 en Ariège (sur de Francia), representan hoy en día cerca de 400 redes, presentes en 93 departamentos. El principio es sencillo : se trata de intercambiar bienes, servicios y conocimientos por medio de una "moneda" local. Nada de francos ni euros en circulación en estas nuevas redes ciudadanas, sino que los miembros disponen de una cuenta en el Banco de SEL en la que se contabiliza, en moneda ficticia, cada gesto de ayuda y cada enseñanza. Algunos cuentan en "granos de sal" y otros en "gorriones" o en "flores".

La mayoría de los grupos cuenta con un número de miembros que oscila entre los cien y los doscientos. Los SEL "rurales" suelen dirigirse a una población con pocos recursos, mientras que los "urbanos" están más bien orientados a los miembros deseosos de salir del anonimato de las grandes ciudades. Todos los SEL son diferentes, lo que constituye una ventaja y un inconveniente a la vez. Hace tres años, en Ariège, un grupo de artesanos de la construcción presentó una demanda contra varios miembros, alegando que la construcción de un tejado en el marco de los SEL había derivado en competencia desleal. Los demandantes perdieron en segunda instancia, pero el episodio hizo mella en el ánimo de los miembros. Para evitar otros contratiempos de este tipo, el SEL de París ha expresado su deseo de que se reconozca oficialmente por ley la existencia de estos nuevos sistemas de intercambio. No obstante, es evidente que todavía es demasiado pronto para fijar las reglas de un movimiento, evolutivo por definición, que aún no ha cumplido los diez años de existencia. Etienne Séguier

Contacto telefónico : (+33) 01 40 24 18 13.
Existe una lista actualizada de los SEL de Francia en Internet, en la dirección siguiente :
[www.selidaire.org/pgacc.html]

Italia
Los italianos también aprovechan el tiempo

A principios de la década de los noventa, un grupo de italianas de la región de Bolonia se planteó el siguiente reto : sacar partido a sus actividades cotidianas, no remuneradas. En 1991, se creó el primer Banco de Tiempo, basado en los mismos principios que los "Time Banks" norteamericanos : el banco organiza el horario de los voluntarios en función de la oferta, la demanda y los conocimientos de cada uno de ellos y, a continuación, contabiliza las horas en el debe o el haber. En la actualidad, existen en toda Italia más de 260 Bancos de Tiempo, que pueden agrupar entre 10 y 100 personas. Los Bancos de Tiempo italianos presentan una particularidad : un vínculo muy fuerte con la administración local, que, prácticamente en todos los casos, es responsable de su creación. Los ayuntamientos y los servicios sociales ofrecen financiación, en algunos casos local. De este modo, la administración responde a una reivindicación de los italianos surgida en un debate sobre "la mejora de las condiciones sociales" que se planteó a lo largo de la década de los ochenta. A pesar de que muchas asociaciones acaban de cerrar porque la "red de intercambio" no siempre funciona, el sistema de Bancos de Tiempo sigue siendo un medio excelente para reconstituir el tejido social y conceder importancia al tiempo de las mujeres italianas, en una sociedad que sigue relegando a la población femenina a un papel tradicional.
Dorothée Drevon

Italia
Los italianos también aprovechan el tiempo

A principios de la década de los noventa, un grupo de italianas de la región de Bolonia se planteó el siguiente reto : sacar partido a sus actividades cotidianas, no remuneradas. En 1991, se creó el primer Banco de Tiempo, basado en los mismos principios que los "Time Banks" norteamericanos : el banco organiza el horario de los voluntarios en función de la oferta, la demanda y los conocimientos de cada uno de ellos y, a continuación, contabiliza las horas en el debe o el haber. En la actualidad, existen en toda Italia más de 260 Bancos de Tiempo, que pueden agrupar entre 10 y 100 personas. Los Bancos de Tiempo italianos presentan una particularidad : un vínculo muy fuerte con la administración local, que, prácticamente en todos los casos, es responsable de su creación. Los ayuntamientos y los servicios sociales ofrecen financiación, en algunos casos local. De este modo, la administración responde a una reivindicación de los italianos surgida en un debate sobre "la mejora de las condiciones sociales" que se planteó a lo largo de la década de los ochenta. A pesar de que muchas asociaciones acaban de cerrar porque la "red de intercambio" no siempre funciona, el sistema de Bancos de Tiempo sigue siendo un medio excelente para reconstituir el tejido social y conceder importancia al tiempo de las mujeres italianas, en una sociedad que sigue relegando a la población femenina a un papel tradicional.
Dorothée Drevon

Quebec
Los sindicalistas capitalizan

¡Trabajador y accionista ! En Quebec, el principal fondo de pensiones está en manos del primer sindicato de la "Belle Province" : la Federación de Trabajadores de Quebec. Más de 400.000 trabajadores, es decir, prácticamente uno de cada nueve trabajadores en activo, le han confiado sus ahorros a fin de asegurarse una jubilación mejor. Los objetivos de este fondo siguen siendo los mismos desde 1983 : sacar rendimiento a los ahorros de sus accionistas y mantener el empleo. En diez años, este Fondo de Solidaridad - su nombre oficial - puede jactarse de haber conseguido una rentabilidad media del orden del 7%. En cuanto al empleo, 1.600 empresas se han beneficiado de sus inversiones, lo que se ha traducido en el mantenimiento o la creación de 90.000 puestos de trabajo. El fondo invierte tanto en las empresas clásicas como en las empresas prometedoras de reciente creación. A modo de ejemplo, este fondo fue el primero que creyó en el futuro de la biotecnología. Aunque en Francia, por el momento, no existe ninguna iniciativa de este tipo, el pasado otoño, la CFDT manifestó su intención de seguir el ejemplo con el fin de influir en la globalización desde adentro. Etienne Séguier

Japón
Los herederos del "yui" y el "ko"

A primera vista, se trata de asociaciones iguales a las demás. Sus miembros dedican su tiempo a personas mayores o discapacitadas y les brindan ayuda o cuidados ; hasta aquí, nada nuevo. Sin embargo, la originalidad del sistema reside en la "remuneración" de los "voluntarios". Éstos poseen una "libreta de ahorro-tiempo", similar a las libretas de los bancos, y en ella acumulan sus horas de trabajo en forma de puntos. A partir de ahí, cada cual puede utilizar su "crédito de tiempo" para beneficiarse de servicios similares o diferentes, para sí mismos o para su familia. En Japón, un país en el que la sociedad envejece rápidamente, los poderes públicos están fomentando estos sistemas de asistencia como complemento eficaz a los servicios que ofrece el Estado. Una comisión creada en 1999, formada por funcionarios y ciudadanos, establece el marco de las actividades que estarán a cargo de las asociaciones y las ayudas financieras que van a recibir. Desde marzo de 2000, el Consejo Nacional de Ayuda Mutua Ciudadana se encarga de formar a los voluntarios por grupos. Este tipo de redes de intercambio no es nuevo en Japón, ya que, en otra época, la sociedad tradicional funcionaba con el "yui" (red de ayuda mutua para el trasplante del arroz, por ejemplo) y el "ko" (financiación mutua basada en depósitos en efectivo y en especie).
Adélaïde Colin

Camerún
Ayuda a través del microcrédito

En Ekounou, un barrio popular situado en lo alto de una verde colina de Yaundé, el taller de costura de Estelle goza de una fama envidiable. Hace dos años, esta camerunesa de 23 años todavía se ganaba la vida como podía, zurciendo pantalones y túnicas o vendiendo buñuelos en compañía de su tía al borde de la carretera. Una mujer del barrio le aconsejó que se dirigiera a la oficina de Acción contra el Hambre que existe en Ekounou y que presta dinero a las mujeres que desean iniciar una actividad de producción o de venta. Con 15.000 francos CFA (150 francos franceses), Estelle pudo comprar una máquina de coser a pedal y crear su propio taller. Se trata de una habitación minúscula, de hormigón y chapa ondulada, pero con dos grandes ventanas que permiten la entrada de la luz a raudales. En la actualidad, Estelle fabrica ropa a medida, además de bolsos y muñecas. Su hermano trabaja con ella, en la máquina, y entre los dos han podido reembolsar rápidamente la pequeña cantidad de dinero del préstamo. Ahora, tienen capacidad para mantener a una gran familia : padre, madre, abuelos, primos, etc. Si Estelle no dudó en lanzarse a la aventura fue porque ya conocía el sistema de crédito : desde hace mucho tiempo, la práctica tradicional de la tontina permite que las mujeres africanas lleven a cabo sus proyectos gracias a la puesta en común de fondos, en los pueblos o en los barrios. Las instituciones públicas (el Ministerio de Asuntos Exteriores o la Agencia Francesa para el Desarrollo), las ONG y las empresas privadas se han interesado por el microcrédito desde el éxito de la iniciativa lanzada en Bangladesh en la década de los setenta. Este tipo de financiación cada día goza de mayor éxito en Camerún - y en el resto de África -, en particular en las ciudades. Sin embargo, son sabidas sus limitaciones : el microcrédito permite, efectivamente, combatir la pobreza, pero únicamente en las zonas en las que ya existe una actividad
diversificada. Dorothée Drevon

Argentina
El trueque, un arma contra la crisis

Igual que ocurre en el cuento, una simple calabaza ha cambiado su vida. En 1995, un grupo de vecinos solidarios de la periferia de Buenos Aires dio lugar, por casualidad, al nacimiento del trueque, al intercambiar un excedente de la quinta. La experiencia, que empezó siendo local, se extendió rápidamente por la región y, más tarde, por todo el país. En tres años, miles de familias argentinas, víctimas de la crisis y del desempleo, que no recibían ningún tipo de ayuda o subsidio, se unieron a los Clubes de Trueque. En la actualidad, más de 400.000 personas intercambian productos o servicios en los 500 Clubes de Trueque del país, conectados entre sí a través de la Red Global. Gracias a este elaborado sistema de centralización y contabilidad en microcréditos, la "moneda social" que materializa el trueque se ha convertido en una respuesta eficaz al deterioro de la calidad de vida. El gobierno no ha tardado en comprender la importancia de esta economía solidaria, por lo que, recientemente, ha declarado el sistema "de interés social". Camille Lamotte

Par Philippe Merlant* et Patrick Viveret
Place publique
, 2005


* Philippe Merlant es el jefe de la redacción de la revista Transversales science culture.
** Patrick Viveret, consejero referendario en la Cour des comptes, responsable de la Misión "Nuevos factores de crecimiento" bajo las órdenes de Guy Hascoët (secretario de estado para la economía solidaria), acaba de terminar un informe sobre esa cuestión (consultable en la página Internet del ministerio : economie-solidaire.gouv.fr o el de la asociación Place Publique : www.place-publique.fr). Patrick Viveret anima en Porto Alegre el seminario "Transformación personal, transformación social". El 2 de marzo, organiza en París un coloquio internacional sobre el tema "Redefinamos la riqueza".
Todos pensamos saber qué es lo que crea la riqueza y qué la destruye. Pero, ¿no seremos víctimas de ilusiones ópticas ? Aquí una decena de ellas, las principales.

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