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6 août 2013

Controversias en Argentina sobre el acuerdo YPF-Chevron y Adolfo Pérez Esquivel y Maristella Svampa

 

Bajo el título « ¿Desarrollo o Semicolonia ? Acuerdo YPF - Chevron », el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel escribió un artículo de opinión sobre las consecuencias que para la soberanía nacional tiene el reciente contrato que YPF Argentina firmó con la petrolera estadounidense Chevron. Dado el prestigio adquirido por el autor de la nota, es probable que su reflexión sea del agrado de un vasto espectro de lectores. Sin embargo, por la importancia del tema, debatido a izquierda y derecha –y por la cantidad de elementos erróneos que contiene–, vale la pena rebatir varios aspectos, en tanto su prestigiosa trayectoria nada tiene que ver con el conocimiento del sector energético, a la vez que no contribuye a ningún debate fundado siquiera sobre temas calientes como soberanía, medio ambiente o desarrollo.

En primer lugar, la Argentina recién comienza a incursionar en el área de los recursos no convencionales. La cuantificación efectuada por el Departamento de Energía de los Estados Unidos y por la Sociedad de Ingenieros en Petróleo (SPE por sus siglas en inglés) es precisamente eso, una cuantificación de recursos. Como tales, potenciales. Los recursos deben ser convertidos en reservas comprobadas. En Argentina sólo se ha certificado el uno por mil de esos recursos no convencionales. Por lo tanto, el primer error muy grueso es llamar reservas a lo que sólo son recursos.

La conversión de recursos en reservas requiere de un largo proceso que implica no sólo cuantiosas inversiones, sino además de un tiempo de maduración del conocimiento que, según se estima, puede rondar los cinco años o más, dado que las etapas de concepto, pruebas piloto, determinación de la curva de aprendizaje y finalmente la explotación comercial no pueden llevar menos que eso. Adicionalmente, mientras ello ocurre se debe disponer de la infraestructura y logística de agentes de sostén y suministro de agua. Una sola fractura hoy implica transportar alrededor de 50 camiones cisterna al pozo donde se realizará la fractura. Cada pozo puede requerir varias fracturas en el tiempo. La etapa de aprendizaje requiere de la perforación de un número considerable de pozos por año. Para producir hidrocarburos en forma comercial e inyectar el agua se requiere construir una red de suministro de agua, infraestructura de producción y almacenamiento de agentes de sostén (proppants), productos químicos para tratar las aguas e instalaciones, abastecerse de múltiples equipos de presión y obtener los de perforación de pozos en cantidades muy significativas. Estos últimos son provistos por empresas de servicios petroleros, todas multinacionales. Muy pocas empresas petroleras integran en su cadena estos servicios a pesar de que con los actuales precios del petróleo podría convenirles y algunas piensan en ello.

Toda esta logística es muy distinta en cantidad –y a veces en tipo– de la requerida para la explotación convencional. Del mismo modo, el uso posible de aproximadamente el 30 por ciento del agua utilizada, que es de reflujo, debe ser tratada y el sobrante depositado de modo seguro para cumplir las normas ambientales vigentes, todo lo cual debe analizarse experimentalmente, precisamente para que la explotación sea sustentable.

Ninguna empresa de servicios traería la cantidad de equipos necesarios antes de terminar la etapa de piloto y ramp-up. La Argentina hoy se halla entre la etapa de concepto y la de piloto y debe poder conocer el potencial de explotación y la forma de hacer la explotación viable en términos económicos y ambientales. El acuerdo firmado entre YPF y Chevron sólo afecta al 1,3 por ciento de la superficie de la formación Vaca Muerta.

El país requiere de forma urgente despejar la incógnita y sobre todo poder incrementar la producción de petróleo y gas. Un aspecto que también hace a la soberanía es el autoabastecimiento, dado lo degradado del término en tiempos de un mundo global. Los yacimientos de hidrocarburos comerciales conocidos en Argentina entraron en declinación en 1998 y los de gas en 2004. Puede ser que algo de esta declinación se desacelere con mayores inversiones, pero la tendencia es clara y podría afirmarse irreversible. La búsqueda de recursos convencionales deberá continuar, pero ello es una apuesta a más de diez años, pues la actividad exploratoria declinó desde las privatizaciones. Esta realidad enfrenta al país con importaciones crecientes de gas y derivados, lo que a su vez tiene tal importancia macroeconómica que nadie puede desconocer, dado que afecta directamente la sostenibilidad del crecimiento y del empleo y, por consiguiente el tema de la posibilidad de combatir la pobreza. Resta la cuestión implícita de un estilo de desarrollo alternativo, pero eso transita un andarivel de pensamiento y prácticas complejas en un mundo global. Nadie quema su casa en pos de mudarse a un palacio imaginario a menos que desee vivir en la calle o bien las circunstancias lo obliguen. Siendo así, la alternativa real es ser importador –lo que implica, en el caso argentino, disminuir en puntos poco imaginables el PBI– o bien luchar por recuperar el autoabastecimiento.

La segunda falacia se refiere a las empresas estatales latinoamericanas, lo que textualmente deviene de esta frase de la nota en cuestión : “¿Es tan difícil pensar en una YPF ciento por ciento pública y nacional que haga convenios estratégicos de unidad latinoamericana con las petroleras Pdvsa (Venezuela), Petrobras (Brasil), YPFB (Bolivia) y Ancap (Uruguay) ? ¿Es tan difícil pensar que los recursos naturales de los latinoamericanos sean de los latinoamericanos ? (http://www.adolfoperezesquivel.org/?p=3278).

Dado que el término demagogia suele aplicarse supuestamente a los políticos y gobernantes populistas de un modo despectivo, varios aspectos aquí merecen ser aclarados, porque la anterior afirmación no condice con ninguna realidad concreta :

  • a) Pdvsa se asocia con grandes multinacionales (BP, Chevron-Texaco, Total, Lukoil y CNPC) para la explotación de un tipo particular de recursos no convencionales : los crudos extrapesados de la Faja Petrolífera del Orinoco, cuya certificación de reservas como comprobadas, a partir de la iniciativa Magna Reserva lanzada en 2005, colocó a Venezuela en 2012 como el país de mayor cantidad de reservas comprobadas, superando a Arabia Saudita, lo que no significa que esas reservas estén en producción ;
  • b) Petrobras, empresa estatal capitalizada, líder en tecnologías para la exploración y explotación en aguas ultraprofundas, busca socios externos para desarrollar tanto recursos convencionales como no convencionales, en este último caso el PreSal, a pesar de que para su explotación ha creado un marco legal específico que se deriva de su absoluto liderazgo en el descubrimiento y pruebas iniciales de este potencial megayacimiento ;
  • c) YPFB se halla condicionada en su accionar, porque al igual que en Argentina, las privatizaciones dejaron en manos de transnacionales y de la propia Petrobras (una « Translatina »), el desarrollo de reservas comprobadas en forma previa y difícil de revertir y
  • d) Ancap no tiene experiencia alguna en la producción de hidrocarburos, dado que Uruguay es un importador absoluto de petróleo, gas y algunos derivados.

Es más, en este último caso la propia Ancap estudiaba cómo crear un marco atractivo para atraer capitales extranjeros privados a la exploración, dado que deseaba incursionar en el upstream petrolero. Recordemos además que Petrobras opera en Argentina como importante operador privado y en Bolivia opera los bloques San Alberto y San Antonio, que albergan las mayores reservas de gas natural del país.

Aunque existen más aspectos de la nota que son erróneos y falaces –entre ellos una mala lectura de los aspectos tributarios–, el espacio no permite extenderse pormenorizadamente sobre ellos.

Tal vez lo que este tipo de mensajes no le dice al público lector es qué le sucedería al país si tuviera que afrontar importaciones adicionales de 30 ó 40 mil millones de dólares por año y qué clase de vida deberían vivir los argentinos si ello ocurriese, como así también qué se le ocurre al autor para evitar enfrentar la demanda de combustibles, siendo que la Argentina presenta un indicador de consumo de energía por habitante que supera al de China y al promedio mundial (pero es cerca de la mitad del de los países desarrollados como Alemania y Japón, y cerca de un cuarto del de los de los Estados Unidos), siendo que a la vez el número de automóviles por habitante se halla en un valor que es 40 por ciento del de países como Alemania, España, Japón y Francia, bastante inferior al de casos como los de México, Hungría e Israel, pero aún supera al de China en cerca de cuatro veces.

Por eso, si la discusión es en torno de si « los argentinos debemos debatir para qué queremos nuestra energía y al servicio de quiénes, sin olvidar que no somos los dueños de la Madre Tierra, simplemente somos sus hijos y debemos cuidarla y honrarla », ello no puede ser llevado a cabo de modo honesto sin proponer una profunda discusión acerca de qué estilo tecnológico, de consumo, de producción y organización social política y económica se propone y con qué países debería la Argentina aliarse para poder lograrlo. Ello claro está, si es que alguno de ellos ha logrado resolver el equilibrio entre las diversas dimensiones del desarrollo sustentable en alguna parte del planeta o bien si un país puede, debe y desea aislarse totalmente del resto del mundo.

Roberto Kozulj * para Página 12

Página 12. Buenos Aires, 6 de agosto de 2013.

* Roberto Kozulj Vicerrector A/C Sede Andina UNRN. Experto en energía y desarrollo, licenciado en economía, actualmente Director de la Escuela de Economía, Administración y Turismo de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro y Profesor Titular e Investigador Principal Adscripto a la Fundación Bariloche desde 2012, mientras que entre 1986 y 2011conformó la planta de investigadores y profesores permanente de dicha Institución. También es integrante del Comité Académico de la Maestría en Economía y Política Energética y Ambiental que dicta la FB junto a la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Nacional del Comahue y miembro del Comité evaluador en la carrera de economía del CONICET.

Se ha especializado en temas energéticos desde 1989 y ha desarrollado investigaciones, tareas de docencia y asesorías para el Consejo Mundial de Energía, CEPAL, PNUD y organismos de diseño de políticas energéticas y económicas en Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Ha realizado estudios para la Asociación Empresaria Argentina y otros actores del sector privado. En 2011 ha coordinado el proyecto Multi-agencias (CEPAL, CIER, OLADE, ARPEL, WEC y otras) “Diagnóstico para la Formulación de una Nueva Agenda Energética para La Región” financiado por la CAF y ejecutado por la Fundación Bariloche (Argentina) con apoyo del IEE-USP (Brasil).

Cuenta con numerosas publicaciones en el campo de aspectos económicos y de Regulación del Sector Energético, en el área de Energía y Desarrollo, en Teorías del Desarrollo y Escenarios, como así también ha sido responsable de documentos de proyecto publicados por la CEPAL y PNUD.

OTRAS VOCES

El acuerdo entre YPF y Chevron : Extractivismo 2.0

Emiliano Guido

BRECHA. Uruguay, 5 de agosto de 2013

La socióloga argentina Maristella Svampa advirtió en su momento que la sintonía entre los gobiernos progresistas del Cono Sur con el modelo productivo extractivista hacía pensar que la región había pasado “del consenso de Washington al consenso de los commodities”. Esa idea es mucho más palpable en Argentina tras el acuerdo de la petrolera recientemente renacionalizada (ypf) con la multinacional estadounidense Chevron, acusada además de cometer un “ecocidio” en el Amazonas ecuatoriano por utilizar una metodología de exploración, el fracking, que está prohibida o sufre una moratoria en diversos países por su gran impacto ambiental. Nacida y criada en una zona cercana a donde estarían las reservas que harían de Argentina la Arabia Saudita del gas shale, Svampa advierte sobre las consecuencias de la asociación ypf-Chevron.

Plataforma 2012, un colectivo de intelectuales de izquierda opositores al gobierno nacional, calificó el acuerdo con Chevron como la reprivatización de YPF. ¿Por qué utilizaron esta caracterización ?

 No, no es así. No hablamos de « reprivatización », sino de una vuelta de tuerca en el proceso de falsa estatización de ypf, que hoy concluye en la entrega a Chevron. En mayo de 2012, en un largo documento titulado « Por una verdadera estatización de los recursos energéticos. La crisis de ypf o el fracaso de una política energética », desde Plataforma 2012 sostuvimos que se trataba de una falsa estatización, ya que la anunciada « reconquista » de ypf no contemplaba los aspectos estructurales de la cuestión energética y carecía de una mirada estratégica de mediano y largo plazo. Por ejemplo, la ley no proponía cambio alguno del marco regulatorio ni política de nacionalización de los hidrocarburos ; no asistíamos a una verdadera estatización de la empresa, ya que no se había optado por una sociedad de Estado ; no existía una propuesta de largo plazo que apuntara a la diversificación de la matriz energética. También alertábamos que el país se aprestaba a ingresar de manera ciega e imprudente en una forma de extracción de gas y petróleo no convencional, a través de la fractura hidráulica o fracking, [Procedimiento que consiste en inyectar a presión en el terreno agua, arena y productos químicos para ampliar las grietas existentes en el subsuelo y así poder extraer más fácilmente los hidrocarburos. Este sistema es cuestionado ambientalmente, ya que, entre otros riesgos, los químicos inyectados para disolver la piedra suelen contaminar los acuíferos más profundos.] una metodología muy controvertida, prohibida en varios países, sin siquiera abrir debate o informar sobre sus gravosas consecuencias ambientales.

Las denuncias ambientales contra el fracking son conocidas en todo el mundo. Sin embargo, los técnicos de YPF aducen que la extracción en la zona conocida como Vaca Muerta será a mayor profundidad y por lo tanto será menos lesiva de la roca madre. Además, contraargumentan manifestando que esta técnica de exploración ya ha sido practicada en Argentina. ¿Ustedes cómo observan esta polémica ?

No me parece que haya polémica, pues no hay vocación por parte del oficialismo de debatir. Y tampoco el tema del fracking se limita a un solo punto, el de la contaminación del agua. Esto me hace recordar a la discusión sobre la megaminería, a la cual intencionalmente buscaban reducir a un solo tema : si se utilizaba cianuro o no.

Veamos qué sucede con los otros pozos de fracking. Primer ejemplo : Neuquén. En enero visité a la comunidad Gelay Ko, cerca de Zapala, donde se hizo el primer pozo de fracking del país. Allí, en ese territorio árido, la empresa estadounidense Apache entró sin autorización de las comunidades indígenas. No hubo consulta ni estudios previos de impacto ambiental. Apache está extrayendo agua del acuífero Zapala, mientras las comunidades carecen de ella. No hay que olvidar que el Estado neuquino es un violador serial de los derechos indígenas, lo cual incluye a la justicia provincial, que –salvo excepciones– falla sistemáticamente a favor de las corporaciones o de los grandes propietarios privados, cuando se trata de explotación hidrocarburífera, minería y emprendimientos turísticos.

Otro aspecto : la actividad sísmica. Hace unos días, cerca de Las Heras, provincia de Santa Cruz, donde ypf perforó tres pozos con técnicas de fracking, se registró el primer movimiento sísmico que podría estar ligado a esta actividad. Así apareció publicado en varios portales de noticias, tomando como fuente el Centro Nacional de Información de Terremotos del Servicio Geológico de Estados Unidos. El movimiento telúrico no se percibió, pero quedó registrado en los sensores de ese centro de alerta temprana.

Un último ejemplo : incompatibilidad con otras actividades productivas. En una localidad de la provincia de Río Negro, Allen, que tiene una matriz productiva centenaria ligada a la producción de peras y manzanas, Apache empezó a perforar, extrayendo tight gas, con el método de la « multifractura ». La población ignora si en algunos pozos están haciendo fracking o no, pues no hay información. Hay 300 pequeños chacareros en el lugar y más de 170 perforaciones, casi todas de gas convencional. Pero la incompatibilidad entre ambas actividades (sobre todo estamos hablando de peras de exportación) es algo que muchos vislumbran en un futuro cercano. Así que son muchos los aspectos o dimensiones que incluye la discusión sobre el tema del fracking, no solamente respecto de la contaminación del agua.

Con relación a la megaminería y al agronegocio, ¿qué particularidades presenta el gas de esquisto como el nuevo hit del extractivismo ?

Más allá de los impactos ambientales, a diferencia de la megaminería y el agronegocio, la explotación del shale gas se hace en nombre de la soberanía energética. Esta carrera desenfrenada por el autoabastecimiento rompe con la perspectiva neocolonial clásica ; esto es, con la idea de que en el Norte se consume y en el Sur se extrae, ya que en el Norte también hay países que apuestan por el shale gas. Las poblaciones de Holanda y Estados Unidos ya están padeciendo el sacrificio de sus territorios en nombre de la soberanía energética. En Canadá pasa lo mismo respecto de las arenas bituminosas. Entonces, lo que puede verse es que la opción por los combustibles « no convencionales » traerá profundas reconfiguraciones de los territorios, tanto en el Norte como en el Sur. Lo dicho puede ser visto también desde otra perspectiva. En mis incursiones europeas más recientes me di cuenta de que cuando hablo de megaminería me miran como si estuviera hablando de « un estudio de caso » y el Norte nada tuviera que ver con el tema ; pero cuando hablo de fracking los ojos de mis interlocutores se iluminan y entran en sintonía con lo que digo. Quizá entonces esto pueda generar mayores solidaridades en las luchas.

Otras petroleras estatales regionales, como Ancap y Pdvsa, se manifestaron interesadas en participar en Vaca Muerta. ¿Por qué los gobiernos suramericanos no objetan un modo de producción petrolero que tiene atrás a todo el lobby del Departamento de Estado estadounidense ?

Es una buena pregunta, pues por debajo de los discursos grandilocuentes acerca del retorno del Estado, los gobiernos suramericanos han aceptado que se mueven en un espacio de geometría variable, en el cual se insertan los imperativos de la globalización asimétrica. Por otro lado, no se olviden de que hablamos de gobiernos que viven bajo el influjo de la visión « eldoradista », que trajo aparejado el « consenso de los commodities ». Más aun, antes de objetar el lobby del Departamento de Estado estadounidense, son capaces de dar vuelta el argumento antimperialista, para responder que se trata de objeciones de « ong extranjerizantes », de reacciones « pachamamistas » o aun de un « fundamentalismo colonial » que le hace el juego a aquellos que no quieren el desarrollo autónomo de los países del Sur. Enclaustradas entre el pragmatismo y la ilusión desarrollista, estas políticas terminan por generar un punto ciego para estos gobiernos.

¿Cuál es, en líneas generales la reacción de la población local neuquina sobre el boom del gas de esquisto ? Es decir, más allá de la movilización de sectores ambientales o de los pueblos originarios, ¿el sentido común acompaña este nuevo imaginario eldoradista ?

Soy hija de esas tierras. Además, hace un mes fui invitada por la Legislatura de la provincia de Neuquén a un seminario sobre hidrocarburos « no convencionale ». Había mucha gente, muchos profesores y estudiantes de colegios secundarios. Me tocó hablar de los impactos sociales y ambientales del fracking, sobre todo vinculado a los pueblos indígenas. En el seminario había tres técnicos –entre ellos dos ingenieros en petróleo con vasta trayectoria en empresas, y uno de ellos asesor del oficialismo– y un geólogo. Los tres técnicos fueron contundentes y desaconsejaron la explotación mediante el fracking. El único que habló a favor fue el geólogo. Pero las empresas no estaban presentes ; no les interesa estar. Para ellos el tema ya está saldado. Tienen toda la prensa escrita a favor. Los legisladores del oficialismo aceptaron hacer el seminario para calmar a las voces críticas, pero lo hicieron pour la galerie [para la foto]. Más aun, los legisladores parecían no escuchar y hablaban extasiados una y otra vez del « segundo gran descubrimiento del petróleo » y del « clúster » que se generaría en Vaca Muerta. Por otro lado, tengo la impresión de que gran parte de la sociedad neuquina, que siempre fue petróleo-dependiente, sigue los avatares de YPF y Chevron como si fueran algo ajeno a su destino.

¿Qué opina de la estructura argumentativa del kirchnerismo defendiendo el acuerdo con Chevron ? ¿Es una nueva épica neodesarrollista o trasunta más pragmatismo de negocios ?

Cuesta creer que puedan transformar en gesta épica algo tan opaco como el acuerdo con Chevron, del cual ni siquiera la propia Legislatura de la provincia de Neuquén conoce el contenido. Mucho menos con el historial de Chevron, prófuga de la justicia ecuatoriana. En ese sentido, veo más un discurso de realpolitik, amparado en la demanda de autoabastecimiento energética. Y aunque se los ve empecinados en decir que sólo compran know-how [el saber hacer], es poco creíble, ya que se trata de un contrato de explotación que además de otorgar numerosas ventajas (el derecho a exportar el 20 por ciento a partir del quinto año sin pagar derechos de exportación y sin la obligación de liquidar las divisas en el país), es por 35 años y en el principal yacimiento de gas no convencional del país.

La matriz energética mundial se está reconfigurando. Si las fronteras del fracking son inestables, ¿dónde debería buscarse un nuevo mapa energético ?

En lo que respecta a Argentina, hay que diversificar la matriz energética, para romper con la dependencia exclusiva del patrón energético basado en la extracción de hidrocarburos. Hay que promover el desarrollo de energías alternativas no contaminantes (eólica y solar). E incluso, para poder pensar una transición, habría que explorar y desarrollar áreas hidrocarburíferas convencionales (que las hay, ya que Repsol en los últimos años no hizo exploración), antes que embarcarse ciegamente en los no convencionales.

Hay países, como Alemania, que abandonaron la energía nuclear [Abandono es progresivo y sería finalizado en 2022 y el costo según Siemens sería de 1 700 millardos de euros en 2030.] y se están orientando hacia otras matrices energéticas, basadas en la energía eólica y fotovoltaica. Sobre todo la energía eólica es limpia, tiene costos operativos menores que otras energías (como la que se produce a través del fracking) y una vida útil más larga. Pero estas no son discusiones fáciles, requieren de consenso social y político y de grandes cambios culturales en los patrones de consumo.

Argenpress. Buenos Aires, 5 de agosto de 2013

MAS INFORMACION :

Argentina : Recuperación (parcial) de YPF)

Alejandro Teitelbaum

Argenpress . Buenos Aires, 20 de abril de 2012

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