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La Fundación de PUPI (Por Un Piberío Integrado) está destinada a contener chicos con alto riesgo social. Actualmente hay 40 varones y mujeres que reciben las necesidades básicas de alimentación, educación, asistencia médica y psicopedagógica.
La dirección del establecimiento es :
Bouchard 35, Lanús Oeste.
Hay cuatro maneras de participar en esta obra :
como miembro benefactor, adherente, voluntario o por adopción a distancia.
Para sumarse o dar cualquier ayuda :
Llamar al + 54 4241-9100.
Pupi, por un partido increíble
A beneficio de la Fundación que dirige Zanetti, en Banfield hubo un cuadrangular de locos : la rompió Ludueña.
Por Federico Ladron de Guevara
flguevara@ole.com.ar (
Y sí, es un partido increíble. O dos, o tres, o cuatro. Un cuadrangular en el que, a beneficio de la Fundación que dirige el Pupi Zanetti, se combina la destreza del Chino Recoba con el, cómo explicarlo : ahí viene Luis Ventura, fiel ladero de Rial en Intrusos. Quincho firme, Ventura la pide, la amasa y -no son rumores- la tira a la calle.
La popu cuesta tres pesos y la platea, seis. La gente -unas 5.000 personas, la mayoría hinchas de Banfield- grita, aplaude, se ríe, se codea con cierta sorpresa cuando repara en el tomala vos, dámela a mí de Matías Martín ("¿le pegará alguna patadita a Echarri ?") o en el ahogo casi permanente de Ciro, el cantante de Los Piojos (¿usó los botines que le regaló Maradona en aquel acalorado recital en Obras ? Si lo hizo, se los puso alvesre).
"Poné a Francella, la... ", ruge la tribuna. Enseguida, poco después de que el bigote-fantasista de Bebotas le clava al ángulo un penal al Chavo Araña Negra Fucks, la gente profundiza el delirio : "Para Francella, la Selección". ¿Por el penal o por la sobrina de Palito y Evangelina ? No queda del todo claro.
El vértigo -y el dame agua que me desmayo- es constante. Los partidos duran unos 30 minutos. En el equipo de Zanetti, la gran figura de la tarde, juegan Lucchetti, Sanguinetti, Garrafa Sánchez, la Vieja Reinoso, Wensel y el Jardinero Cruz. Al final, tras vencer al equipo de Recoba-Chanchi Estévez y al de D’’Alessandro-Eber Ludueña, los de Zanetti -por qué no, Banfield- dan la vuelta olímpica.
Ahí, claro, la tribuna aprovecha para multiplicar el dale Bonfil, dale Bon, el que esta campaña volveremos a estar contigo y, también, el 1, 2, 3, 4, 5 con sorna, picante picantón y dedicado a D’’Alessandro por el 5-0 en el último Apertura.
Gran producción gran, hay unos 50 jugadores invitados. Ahora se buscan -y no se encuentran- Matías Camissani y Zamorano (fue compañero de Zanetti en el Inter y viajó especialmente para este cuadrangular). El Profe Córdoba, DT del equipo de Sessa y Clemente Rodríguez, da indicaciones con entusiasmo, vos andá por la banda izquierda, vos vení por la derecha.
Hay batucada. Y banderas de la filial Pupi Zanetti de Puerto Madryn. Y chicas que enloquecen por un besito de D’’Alessandro, de Camissani o de cualquiera que asuma cara de pantalla, como Tamir, por ejemplo, aquel joven mexicano que conoció la fama y el talle de corpiño de alguna compañerita en el reality El Bar. Con camisetas de la Fundación ("Por Un Piberío Integrado"), se multiplican los chicos que alcanzan las pelotas, que les piden a los fotógrafos que no salten a la cancha. Paula, la mujer de Zanetti, acompaña cada movimiento. Y siguen los amistosos, y las patadas de Roberto Leto a Cruz, y la Boba de D’’Alessandro, y la Pavota de Ludueña, héroe.
Por allá, invitado de honor, anda el Ancho Rubén Peucelle. Seguramente, y más ahora que arranca la vuelta olímpica, los mejores brazos para levantar a Zanetti.