El canciller estuvo en Israel. Aclaró versiones sobre una componenda con Irán a expensas del caso AMIA. Fue nefasto que se reuniera con Benjamin Netanyahu y el canciller israelí, promotores de la violencia en la región.
El 26 de marzo el periodista Pepe Eliaschev, tiró un bombazo desde el diario Perfil. Lo tituló « Argentina negocia con Irán dejar de lado la investigación de los atentados » y sostenía que « el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner estaría dispuesto a suspender de hecho la investigación de los dos ataques terroristas que sufrió este país en 1992 y 1994, en los que fueron destruidas las sedes de la embajada de Israel y de la AMIA en Buenos Aires, según revela un documento hasta hora secreto, recientemente entregado por el ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Alí Akbar Salehi, al presidente Mahmud Ahmadinejad ».
Bomba mediática.
Eliaschev alegaba « un informe secreto al que ha accedido Perfil », aunque nunca lo mostró. No lo hizo a pesar que se lo pidieron pública y encarecidamente algunas -no todas- autoridades de la DAIA y AMIA, entidades de la comunidad judía.
La nota decía que tal informe había sido redactado tras una reunión que Héctor Timerman habría mantenido con su colega de Siria, Walid al-Mohalem, y con el presidente Bashar al-Assad en enero pasado en la ciudad de Alepo.
La noticia estuvo a punto de frustrar el viaje del canciller argentino a Israel, previsto para el 4 y 5 de abril. Eliaschev y su jefe Jorge Fontevecchia, declarados enemigos de Cristina Fernández, habían tirado la bomba mediática. Luego Clarín y La Nación la divulgaron lo más posible, revolviendo el cuchillo en la herida de la cancillería israelí. ¿Qué pensaban ? ¿Van a mantener la invitación a Timerman ?, espoleaban.
El portavoz de esa cancillería declaró que si la información fuera cierta sería algo gravísimo y un acto de infinito cinismo, de ofensa a las víctimas de los dos atentados en Argentina (1992 y 1994). Que esperaban aclaraciones de Argentina, tarea que encomendaron al embajador en Buenos Aires, Daniel Gazit.
Negociado fantasma.
En esos días calientes, Guillermo Cherashny se frotó las manos por un posible tropezón internacional del gobierno. « La preocupación crece en el Departamento de Estado y, con la actual tendencia, Washington y Tel Aviv reducirían al mínimo las relaciones con nuestro país, aislándonos aún más del mundo », escribió el 30 de marzo ese servicio, ex oficial de la SIDE, en « El Informador Público ».
Según Perfil, Argentina bajaría la bandera de investigación de los atentados a cambio de que Irán aumentara sus compras hasta 1.200 millones de dólares. Esa cifra ya traslucía la falsedad de la versión, pues el comercio bilateral entre Buenos Aires y Teherán ascendió a 1.197 millones de dólares en 2009, remontando los ridículos 30 millones del año 2007, cuando Néstor Kirchner culminaba su mandato.
Pero había otros motivos políticos para desconfiar de Perfil : Cristina Fernández tiene un compromiso con Israel y EE.UU. que no romperá por dinero. Lo primero, el compromiso, es cuestionable políticamente ; lo segundo, que no cambie convicciones por plata, es elogiable.
La conexión local.
El viaje del canciller se realizó, desairando los pronósticos más tremendistas. Ya cerca del Muro de los Lamentos deploró la versión de « una publicación sensacionalista » y la tildó de « provocación ».
Lo importante sería precisar de quién. Obviamente, de la dupla Eliaschev y Fontevecchia, íconos del periodismo agudo, serio e independiente, según la escala de valores de la liga porteña de la prensa monopólica.
Pero con el correr de los días se fue corriendo unos centímetros la cortina y se dejó ver la conexión local de la comunidad israelita. Esto fue marcado, por separado, por un dirigente de los familiares de AMIA, Sergio Burstein, y el periodista Raúl Kollman (de Página/12). Ambos sindicaron a un sector de la DAIA, ligado al ex presidente de la entidad, Rubén Beraja, como el promotor de este cortocircuito. El mismo había apuntado a frustrar el viaje de Timerman y, sobre todo, a afectar las relaciones del gobierno argentino con su par israelita.
Para CFK, tal relación es una gran cosa y no la cambia por nada del mundo, punto de vista con el que discrepa este cronista. Los adversarios y enemigos de aquélla, quisieron interrumpir ese valorado vínculo bilateral. Como se ilusionaba el ex oficial de la SIDE citado, esa afectación profundizaría el presunto « aislamiento del mundo ».
Provocación.
El lector ya habrá tomado nota que tal « aislamiento » es la mercadería falsa que vende por buena la derecha doméstica, como Mauricio Macri, Eduardo Duhalde, Julio Cobos y Elisa Carrió, entre otros.
La provocadora noticia acuñada por Perfil podría no ser una mera creación suya y de una camarilla de la DAIA local. Quizás también metieron la cola agentes del Mossad y los servicios secretos israelíes, que al detonar aquella « bomba » obligaban al gobierno argentino a dar una dura desmentida. Si en el medio había habido alguna negociación efectiva entre Buenos Aires y Teherán -no en los términos de negocio infame sino para mejorar el comercio bilateral- la provocación en Buenos Aires ayudaría a aventarla...
¿Por qué tendría interés el Mossad en desacomodar el canciller argentino ?
Y, Timerman fue uno de los responsables del reconocimiento argentino a Palestina, que debería existir dentro de las fronteras existentes en 1967, según puntualizó esa decisión argentina. La Autoridad Nacional Palestina agradeció esa medida del Palacio San Martín, casi simultánea con reconocimientos de Brasil, Ecuador y otros países sudamericanos.
En Tel Aviv rechinaron muchos dientes de bronca por esa mano tendida a los palestinos. Negar a ese pueblo el derecho al Estado propio es la veta electoral que más explotan los políticos israelitas. Bloquear y matar en Gaza es su deporte favorito.
Balance del viaje
Timerman se entrevistó con el premier Benjamin Netanyahu ; el canciller Avigdor Lieberman ; el ministro de Inteligencia y Energía Atómica, Dan Meridor ; la jefa de la oposición Tzipi Livni ; el diputado del Likud Ofir Akunis, vicepresidente en ejercicio del Parlamento ; y el titular de la Comisión de Exteriores, Shaul Mofaz.
Con Netanyahu se reunió en dos oportunidades y a modo de balance estimó que había sido muy positivo. La misma calificación le sirvió para definir el intercambio con Lieberman, valorando que su colega no le había preguntado por la versión de Perfil.
En la rueda de prensa, el 5 de abril, Timerman manifestó :
« Nunca hubo ninguna nube en la relación de Argentina con Israel, que tiene relación profunda y lleva muchos años. Nos interesa intensificar el comercio con Israel y hacer una utilización más eficaz de todos los desarrollos tecnológicos que hay en este país, tener más intercambio cultural ». |
Las autoridades israelitas agradecieron las gestiones del gobierno argentino para que el Mercosur aprobara el « Tratado de Libre Comercio » con Israel, un tema que inició Kirchner en julio de 2006 y culminó su esposa en diciembre de 2007 en la reunión del bloque en Uruguay.
Desde la política, lo mismo que alegró al canciller argentino avergüenza a muchas personas. Timerman ve a Netanyahu como un estadista y en el mundo se lo visualiza como un genocida, por la actuación de Israel contra Gaza, Cisjordania y El Líbano, más la última masacre contra la flota humanitaria a Gaza.
Colonialistas.
El viajero le explicó el problema argentino por las Malvinas ocupadas. ¿Cree que un colonialista que se comporta como potencia ocupante en Jerusalén y Cisjordania, puede ayudar a Argentina a desembarazarse del colonialismo en las islas ?
Pensar que es muy bueno reunirse con Lieberman es olvidar que este canciller, de extrema derecha, llegó a plantear que cabía arrojar la bomba atómica a los palestinos en Gaza. ¿Qué prestigio y utilidad puede reportar a Argentina cultivar el vínculo con este neonazi ? Lo mismo vale para la cita con Mofaz, quien fue ministro de Defensa de Ariel Sharon y fue grabado aconsejándole asesinar a Yasser Arafat.
En los dos días de estadía de Timerman hubo dos noticias que confirman la esencia teocrática y represiva de Israel. El primer ministro y el ministro de Defensa, Ehud Barak, aprobaron la expansión de los asentamientos ilegales en Cisjordania. Ese mismo 4 de abril la Agencia Ria Novosti recogía declaraciones del portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, Christopher Gunness. « El número de viviendas palestinas en Cisjordania demolidas por las autoridades israelíes ya alcanzó una cifra récord ; así, un total de 158 personas, de ellas 64 niños, perdieron su domicilio el pasado marzo, otras 105 el mes de febrero y 70 en enero, indicó Gunness », afirmaba.
Al canciller argentino parece no importarle que sus anfitriones practiquen esas políticas propias del terrorismo de Estado.
A muchos argentinos, sí les importa.
La Arena. Santa Rosa, Argentina, 7 de abril de 2011.