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14 mai 2003

Peligro : Doble derrota para el establishment en la crisis argentina

 

El empresariado reunido en el precoloquio de IDEA no oculta su identificación con López Murphy. Ya ven a Menem como una sombra del pasado y tienen reservas con respecto a Kirchner. Críticas a la opción de no competir en la segunda vuelta.
El precoloquio de IDEA volvió a reunir a un conglomerado empresario bastante homogéneo.

Por Cledis Candelaresi

La mayoría de los empresarios reunidos ayer en el precoloquio de IDEA admite haber votado a Ricardo López Murphy. Carlos Menem era la segunda opción pero, en algún sentido, pasada de moda. "No me conviene que alguien tan cuestionado tome mis banderas", se confesaba ante este diario el alto ejecutivo de una empresa de telecomunicaciones. Néstor Kirchner es, finalmente, el dato político impuesto por la realidad, al tiempo que una gran incógnita para las empresas. Tan inquietante como el propio presidente Eduardo Duhalde, tutor político del santacruceño en estos comicios presidenciales.

La convocatoria en Rosario fue prevista para debatir acerca de la integración de Argentina en el mundo, con la presencia de los protagonistas de la segunda ronda electoral o, en su defecto, sus equipos técnicos. Pero la estrategia kirchneriana de reducir al mínimo posible su exposición antes del domingo hizo que declinara el convite, al igual que su ya designado ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el resto del staff ligado al gobernador santacruceño.

Fuera de los paneles de expositores, el debate y el interés no pudo sustraerse de la noticia de que Menem se retirase del ballottage, paso al costado que los ejecutivos congregados ayer en la Bolsa de Comercio rosarina no veían con mucha simpatía. "Hay que respetar las reglas y seguir hasta el final, para dar la impresión de que somos un país serio", opinó Oscar Vicente, vice de Pérez Companc. "No le conviene bajarse, porque los votos que consiga serán propios y con ellos puede disputar el gobierno del Partido Justicialista a Duhalde : no hay dudas que la interna peronista la ganó él", especulaba al mediodía ante este diario Orlando Salvestrini, titular de Pago Fácil (Socma), antes de que se confirmara la renuncia anticipada de Menem.

Antes de que cobrara cuerpo el rumor de que el riojano declinaría su postulación, la tribuna patronal manejaba el dato de que Menem había acordado con Adolfo Rodríguez Saá una estrategia para retirarse de la segunda vuelta electoral argumentando fraude. El ardid habría quedado en el cajón. La hipótesis de que Kirchner pueda consagrarse como presidente con un magro 22 por ciento de votos no parece quitar el sueño a las empresas, ya que ven a la gobernabilidad como una cuestión más ligada a su capacidad de construir poder y a la solvencia técnica de los equipos que a otra cosa. Pero sí inquietaba la alternativa de que pudiera imponerse con una avalancha de sufragios. "Eso hubiera habilitado a cuestionar todo lo que se hizo durante los ’90, como si todo hubiera estado mal por el sólo hecho de que lo decidió Menem", se afligía ante Página/12 el máximo directivo de una telefónica.

El gobernador santacruceño es para la mayoría de los ejecutivos un político poco conocido y esquivo. Esas incógnitas dibujan su costado más temible, de supuesto anticapitalista y ultrarregulador. Las prestadoras de servicios públicos privatizados figuran entre las más preocupadas por esos supuestos rasgos del eventual triunfador del domingo, sobre quien proyectan la misma inacción duhaldista para resolver, por ejemplo, el problema del congelamiento tarifario.

La gran mayoría, sin embargo, piensa que Kirchner podría finalmente recorrer el mismo camino que Inácio Lula da Silva, quien a pesar de su discurso combativo hasta ahora resultó casi un dirigente capitalista clásico. "Acá no cabe la opción estatismo vs. capitalismo : sólo es posible un equilibrio", filosofa Jorge Aguado, hombre de confianza de Francisco Macri y director de Socma. "Una cosa es lo que se dice desde el Congreso y otra lo que se puede hacer desde la Presidencia. No me asustan las ideologías. Sí me preocupa la corrupción : también puede querer reestatizarse una empresa pública para hacer negocios", sentencia un ejecutivo con gran poder en TGN. Pero es quizás Juan Manuel Forn, presidente de Molinos, quien desnuda por qué Kirchner, aunque es una opción poco simpática, tampoco desvela. "La Argentina tiene un problema de gestión más que de confrontación de modelos : él (por el gobernador santacruceño) reconoció que el equilibrio fiscal es fundamental para cualquier política."

En su exposición matinal sobre la suerte de la industria láctea, el directivo destacó que la producción de ese bien creció un 70 por ciento durante los ’90, empuje que también se registró en las exportaciones. "No quiero meterme en camisa de once varas hablando del tipo de cambio. Pero eso demuestra todo lo que pueden hacer los argentinos en estabilidad", añadió el hombre fuerte de Molinos quien, sin embargo, aclaró que no es necesario un tipo de cambio fijo para conseguir ese orden. "En la medida que los gobernantes entiendan que el equilibrio fiscal es clave, estará todo en orden."

La pelea se da en el corazón político

Ante la incertidumbre creada por el candidato Carlos Menem sobre su participación en el ballottage, se consultó a un grupo de economistas para que analicen la repercusión de una eventual renuncia. Lo que sigue son sus respectivas evaluaciones.

- Martín Hourest, economista de la CTA : "La agenda del poder económico es conocida, incluye la privatización de la banca pública, apurar los pagos de deuda y el ajuste de las tarifas de los servicios públicos. A esta agenda se le enfrenta otra que incluye la reindustrialización y la redistribución del ingreso. La capitulación de Menem apunta a evitar que una coalición social no parida por acuerdos con el sistema político le dé legitimidad a una agenda distinta de la del poder. La renuncia empuja a Kirchner a dos acuerdos. Uno con el actual sistema político para conseguir gobernabilidad, y otro con el poder económico, también por la baja legitimidad. Dicho de una manera brutal, el abandono permite cerrar de una forma conservadora todos los elementos de la crisis política. El nuevo gobierno podrá contar como propios sólo los votos del aparato del PJ. Para mantener el control habrá que hacer acuerdos con los socios del poder durante los últimos 10 años. La alternativa de Kirchner puede ser buscar una suerte de plebiscito para sostener sus políticas".

- Mercedes Marcó del Pont, economista de FIDE : "En principio, la verdadera repercusión no será en la economía sino en el plano político institucional. La continuidad de Lavagna y de su política económica estaba descontada. Lo que estaba en juego no eran las visiones de los candidatos, sino un planteo antimenemista. Los votos que Kirchner habría conseguido este domingo, entonces, no serían estrictamente propios. El nuevo presidente tendrá que basar su legitimidad sobre su programa de gobierno. Es claro que el ballottage argentino era bien distinto al brasileño. Kirchner no es Lula y él mismo es consciente de que su ascenso es fruto de una circunstancia. De todas maneras, la de Menem no deja de ser una jugada de gran irresponsabilidad. Su estrategia es comenzar a pivotear sobre la escasa legitimidad que, al menos inicialmente, tendrá el nuevo gobierno. Ahora Kirchner tendrá que ganar una expectativa favorable. Es de esperar que Lavagna siga con algunas líneas interesantes que planteó en este último período, como la crítica al Consenso de Washington, la reforma de la seguridad social, el carácter de acreedores privilegiados de los organismos internacionales y la crítica a los ajustes procíclicos".

- Orlando Ferreres, consultor de empresas : "Hoy o el domingo igual ganaba Kirchner, por lo tanto, en términos económicos no cambia nada. Lavagna va a seguir, lo mismo que su gente en el Ministerio de la Producción y en Relaciones Exteriores, a lo que hay que agregar las buenas relaciones con el Banco Central. Creo que en el terreno económico Kirchner tiene que ser como Lula. No tiene que hacer cosas muy raras. Y me parece que ya dio pasos en esa dirección cuando viajó a Brasil y a Chile, cuyos gobiernos demostraron lo que es posible hacer. Y en la Argentina de hoy, con una pobreza que alcanza al 58 por ciento de la población, no hay margen para experimentos. Tampoco cambiará nada en materia de construcción de poder, pues con prescindencia de los votos que hubiese obtenido este domingo, Kirchner debe comenzar a construir desde ahora. Lo que hoy tiene deriva de Duhalde, pero también de Lavagna, que según los encuestadores aportó entre el 4 y el 5 los votos que, en la primera vuelta, fueron los que marcaron la diferencia".

Página 12, 14 de mayo 2003

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