Accueil > Argentine > Économie > HSBC : Denuncia judicial en Argentina por evasión fiscal y asociación ilícita
Opéracion conjunta con Francia
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La AFIP recibió la información del fisco francés. Son datos referidos a empresarios, banqueros, políticos, jueces y futbolistas con cuentas en el HSBC de Ginebra, Suiza, no declaradas.
La AFIP denunció al HSBC y sus directivos por evasión fiscal y asociación ilícita. La autoridad fiscal acusó al banco de facilitar la apertura y ocultamiento de cuentas de argentinos en una sucursal suiza del holding financiero. Las 4 040 sociedades e individuos titulares de las cuentas no declaradas por más de 3 000 millones de dólares –bonos, acciones y depósitos– también fueron demandados junto con los contadores, apoderados, abogados y economistas encargados de montar las redes societarias offshore para imposibilitar el acceso a los datos de los verdaderos dueños de los fondos y minimizar ilegalmente el pago de impuestos. Las empresas del Grupo Clarín, Cablevisión y Multicanal, el Deutsche Bank, la distribuidora eléctrica Edesur, la generadora termoeléctrica Central Puerto, la cementera Loma Negra, la petrolera Bridas, la firma Mastellone, que comercializa los alimentos de La Serenísima, son algunas de las compañías denunciadas (ver cuadro aparte). La causa quedó a cargo del Juzgado Nacional en lo Penal Tributario Nº 3, de la jueza María Verónica Straccia. Cablevisión, la subsidiaria local del Hong Kong and Shanghai Banking Corporation (HSBC) y el presidente de la filial argentina, Gabriel Martino, rechazaron enfáticamente las acusaciones en su contra realizadas por la AFIP.
La grieta del secreto bancario suizo la abrió Hervé Falciani, un ingeniero que trabajó en la sucursal del holding asiático-inglés en la ciudad de Ginebra (ver más abajo). El ex empleado del HSBC Private Geneva extrajo entre 2006 y 2008 información referida a 130 000 clientes de la sucursal helvética que terminaron en poder de las autoridades tributarias francesas. Desde entonces los franceses comenzaron a reclamar los impuestos evadidos –recuperaron 1 200 millones de euros– y compartieron los datos con sus pares en Italia, España y, recientemente, Argentina.
La AFIP obtuvo así datos referidos a empresarios, banqueros, políticos, jueces y futbolistas argentinos. Si bien se recibió información de 4040 clientes, hasta el año 2013, sólo 125 contribuyentes declararon ante la AFIP cuentas abiertas en la entidad helvética. La dirección en Argentina, números de contacto, actividades desarrolladas, profesión, tipo de vínculo con el banco, mails intercambiados, visitas al paraíso europeo, comunicaciones personales, saldos y movimientos de las cuentas y las relaciones con los intermediarios, apoderados así como los beneficiarios efectivos (familiares), son algunos de los detalles que figuran en las « fichas ».
La información ofrece « solamente » una foto de las cuentas en 2006 en el HSBC de Ginebra, un registro contundente pero limitado de empresas e individuos de altos ingresos que, por lo menos, adeudan en concepto de bienes personales de ese año más de 700 millones de pesos. El cálculo no es preciso, pero la AFIP estimó que los impuestos evadidos (no sólo bienes personales sino también Ganancias e IVA por incremento patrimonial), las multas y los intereses adeudados entre 2007 y 2013 rondarían los 61 910 millones de pesos.
La AFIP denunció al HSBC y sus directivos por montar « una plataforma ilegal con el único fin y propósito de ayudar a contribuyentes argentinos a evadir impuestos ». El titular del organismo recaudador, Ricardo Echegaray, detalló que la demanda por asociación ilícita alcanza al HSBC Bank Argentina, autoridades del banco en el país (presidente, vicepresidente y un director), el HSBC Private Bank Suisse y el HSBC Bank USA National Association junto con sus apoderados en Argentina. La denuncia advierte que la filial local del HSBC contaba con autorización para intervenir en cuentas de sus clientes abiertas en la sucursal suiza del banco. « Esta plataforma montada por HSBC estaba inexorablemente destinada a la evasión fiscal donde los obligados tributarios encontraban la posibilidad de socavar su capacidad contributiva », afirma la denuncia que recibió la jueza Straccia. La hipótesis presentada en la demanda es que el HSBC no era un simple intermediario financiero sino un activo facilitador logístico y promotor de la interposición de sociedades offshore en guaridas fiscales.
Durante la conferencia de prensa de ayer, Echegaray afirmó además que el banco y su presidente poseen cuentas no declaradas en la sucursal suiza. « HSBC Argentina cumple con la ley argentina y todas las normas que regulan su actividad en el país. HSBC Argentina rechaza enfáticamente su participación en asociación ilícita alguna, incluyendo cualquier organización que permita la exteriorización de capitales con la finalidad de evadir impuestos », afirma el comunicado de la entidad. « Las declaraciones hechas por la autoridad de la AFIP en relación con la existencia de una cuenta en HSBC Suiza bajo mi nombre son absolutamente falsas », enfatizó ayer Martino, presidente del banco.
Los intermediarios
La segunda parte de la denuncia apunta directamente a « la plataforma facilitadora para la evasión » conformada por apoderados, abogados, economistas y contadores que colaboraron en la elaboración de la red de sociedades y fideicomisos extranjeros radicadas en paraísos fiscales como Panamá, Jersey, Guersney, Suiza, Uruguay, Bahamas e Islas Vírgenes. El objetivo de sus tareas es crear complejas estructuras para ocultar la identidad de los titulares de los fondos depositados en Suiza.
Uno de los casos denunciados es el de Alfonso Prat Gay. El ex presidente del Banco Central y ex diputado de la Coalición Cívica figura en los datos suministrados por las autoridades francesas como apoderado de una cuenta de 68 millones de dólares a nombre de Amalita Lacroze de Fortabat, empresaria fallecida en 2012, y su nieta Amalia Amoedo. Esos fondos no estaban declarados en su totalidad por las contribuyentes y la denuncia advierte que « quien posee la autorización delegada por las titulares para administrar los fondos depositados en el exterior no puede desconocer que no se encuentran exteriorizados en el país y el fin explícito de evadir el pago de impuestos sobre dichos fondos ». Aunque la denuncia lo señala por su rol de intermediario, Prat Gay difundió ayer un comunicado donde afirmó que « nunca fui titular o beneficiario de una cuenta en Suiza y desde siempre tengo todos mis activos debidamente declarados ante la AFIP ».
Página12. Buenos Aires, 28 de noviembre de 2014.
Razón social
Nombre y Apellido :
Fuente : demanda judicial de la AFIP.
La denuncia por evasión fiscal que realizó la AFIP contra ciudadanos argentinos con cuentas no declaradas en el Hong Kong Shanghai Bank Corporation (HSBC) de Suiza fue posible a partir de la información que el organismo fiscal obtuvo en septiembre de la agencia tributaria francesa. Sin embargo, la fuente clave en esta historia es Hervé Falciani, un ingeniero en sistemas francoitaliano que en el año 2000 ingresó a trabajar a la filial del HSBC de Mónaco y en 2006 fue trasladado a las oficinas del banco en Ginebra para trabajar en un proyecto que consistía en « migrar » la información sobre las cuentas bancarias a una base de datos más segura. El objetivo del banco evidentemente no se cumplió, porque lo que terminó haciendo Falciani fue filtrar el detalle de 130.000 cuentas a las autoridades francesas, las cuales comenzaron a investigar a sus titulares por evasión fiscal, lavado de dinero y/o financiamiento del terrorismo, despertando el interés de otras agencias tributarias, como las de Estados Unidos, España y Argentina.
Falciani asegura que apenas comenzó a trabajar en el proyecto para fortalecer la seguridad de las cuentas bancarias del HSBC se dio cuenta de que la forma en que se gestionaban los datos favorecía el fraude fiscal. En ese momento, siempre según su relato, le propuso al banco un nuevo sistema informático, el cual fue rechazado. Su próximo paso supuestamente fue informar a las autoridades suizas de la situación, pero éstas no le habrían prestado atención porque el ingeniero pretendía declarar de manera anónima.
En febrero de 2008, Falciani viajó a Beirut junto a una mujer y se entrevistó con varios gerentes de bancos libaneses, presentándose como Ruben Al Chidiak. Según el HSBC, lo que intentó el informático en aquella ocasión fue vender los datos que había obtenido. En marzo de ese año, Beirut alertó a la banca suiza sobre la existencia de una persona que había ofrecido datos reservados de clientes del HSBC de ese país. Recién el 20 de diciembre de 2008, Falciani fue interrogado por ese viaje, pero no se lo detuvo y, al día siguiente, huyó a Francia. Las autoridades suizas insisten en que Falciani quiso vender los datos y como no pudo decidió colaborar con la Justicia de Francia.
« Yo nunca he pedido nada por los datos. Sólo he tratado de ayudar a la Justicia. Estoy harto de escuchar infundios procedentes de Suiza. La Justicia de ese país dice una y otra vez que lo intenté porque es la única manera que tienen de acusarme del delito de espionaje industrial que me imputan. Sólo si demuestran que yo intenté lucrar con la información podrían achacarme ese delito », aseguró Falciani en una entrevista al diario español El País publicada el 21 de abril del año pasado. Más allá de sus intenciones iniciales, lo cierto es que una vez que llegó a Francia, Falciani fue detenido por la policía de ese país e inmediatamente ofreció la información que tenía disponible sobre los clientes del HSBC. El fiscal francés Eric de Montgolfier confirmó eso y agregó que Falciani en ningún momento pidió dinero a cambio.
El 1º de julio de 2012 Falciani viajó a España y fue detenido por la policía de ese país a pedido de la Justicia suiza. Este ingeniero informático aseguró que viajó a Barcelona, aun sabiendo que lo iban a detener, porque su vida corría peligro en Francia. Una vez allí, también se mostró dispuesto a colaborar con el fisco español. Primero España solicitó los datos bancarios a Francia, país con el que tiene un acuerdo de cooperación fiscal, y una vez que obtuvo el detalle de las cuentas, le pidió ayuda a Falciani para interpretar la información. Suiza reclamó su extradición y lo acusó de cuatro delitos : espionaje financiero, violación del secreto bancario, violación del secreto comercial y apropiación de datos relativos a clientes. No obstante, en mayo del año pasado la Audiencia Nacional rechazó el pedido al argumentar que los delitos de los que se acusa a Falciani en Suiza no están tipificados como tales en la legislación española. La sala concluyó que en el derecho español “no existe una protección penal específica del secreto bancario como tal, y menos tratando su quebrantamiento como un mero delito formal”.
La información que consiguió Falciani resultó clave en el país ibérico. De los 1500 nombres que envió Francia, Hacienda identificó a 659 y pudo recuperar 260 millones de euros aportados por personas que se mostraron dispuestas a « colaborar » cuando la evidencia en su contra se reveló irrefutable, entre ellos el entonces presidente del Banco Santander, Emilio Botín, y su familia. Falciani también fue un informante fundamental del Departamento de Justicia de Estados Unidos, organismo que acusó al HSBC de blanquear dinero de carteles narcos mexicanos y de países como Corea del Norte e Irán. Finalmente, en diciembre de 2012 el banco aceptó pagarle al gobierno de Estados Unidos la cifra record de 1900 millones de dólares para poner fin a la investigación.
Página12. Buenos Aires, 28 de noviembre de 2014.