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15 novembre 2005

La crisis en la izquierda luego del fiasco electoral

¿De qué habla la izquierda en Argentina ?

Uno, dos, muchos debates críticos

 

El PO presentó a sus electos en Salta y habló de que "las masas" votaron. El resto del arco está en un proceso de fuertes discusiones y cuestionamientos. Las depresiones.

Por Miguel Jorquera
Página 12
. Buenos Aires, 14 de noviembre de 2005

Aunque ya ensayaron los primeros argumentos, los partidos de izquierda comienzan a analizar "en profundidad" la derrota electoral del 24 de octubre, en medio de serios cuestionamientos internos. Primero fueron las reuniones de comités centrales y ejecutivos, y ahora vendrán conferencias y hasta congresos nacionales para debatir tácticas y estrategias. Sus respectivas direcciones apuntan a ratificar las "líneas partidarias" que van desde insistir en una política de alianzas que aún no alcanzaron hasta la consolidación de partidos vanguardistas, pasando por estructuras más flexibles que "permitan romper la lógica que de cada crisis interna surjan dos nuevas agrupaciones". Sin embargo, las reflexiones siguen cargadas de reproches y acusaciones mutuas entre los distintos partidos que dicen buscar "la unidad". La dispersión sigue siendo el dilema.

El Partido Obrero (PO) realizó el viernes un acto en la Federación de Box donde "presentó a sus diputados y concejales electos" en Salta, la única provincia donde consiguió representación legislativa con un promedio del 20 por ciento de los votos, que para senadores provinciales trepó hasta el 24 y en la capital salteña lo convirtió en "árbitro de las fuerzas mayoritarias" en el Concejo Deliberante. Con los números en la mano, el PO calificó ese resultado como "votaciones de masas". Un término que extendió a la banca constituyente alcanzada en Río Negro ; el 7 % logrado en el "propio feudo presidencial" (Santa Cruz) y algunos resultados similares en varios distritos bonaerenses.

Pero el exitismo que reinó inicialmente entre sus dirigentes y militantes -mirándose a su propio espejo y del resto de la izquierda- ya cedió en intensidad. "Es un análisis complejo, no es unívoco, tiene luces y sombras con votaciones excelentes y otros lugares donde no lo fueron tanto", reconoció a este diario Jorge Altamira, uno de sus referentes que estuvieron lejos de repetir la experiencia salteña.

El PO reunirá a fin de mes a su Comité Nacional para evaluar el resultado electoral, aunque se descuenta la ratificación del rumbo partidario. Allí arreciarán las críticas a "los dirigentes" del PC y el MST que de acuerdo con su visión "ataron su suerte electoral poniéndose a la cola de elementos clericales, ex aliancistas y patronales" ; insistirán en un frente "ciento por ciento de izquierda" que lo tendrá como eje ; y evaluarán la inserción gremial y territorial de sus dirigentes piqueteros que encabezaron muchas de sus boletas. Incluso en Salta.

Una visión que no comparten los dirigentes del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). Allí la "reflexión" no sólo será interna sino que abarcará a sus aliados en Unite, tras la fractura de Izquierda Unida. El jueves pasado siguieron las reuniones que comenzaron en la Cumbre de los Pueblos en Mar del Plata, para analizar el tema. "Queremos una nueva izquierda que salga del esquema de los dos proyectos existentes : el sectario y autoproclamativo del PO y el PTS ; y el oportunista que se corre al centro abandonando el proyecto de izquierda como el PC", afirman.

La iniciativa apunta a reeditar una experiencia similar a la del brasileño P-SOL (Partido Socialismo y Libertad), que comenzó a aglutinar a los desilusionados grupos que desertaron del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y tomaron distancia del gobierno del presidente Lula da Silva. "La idea es aprender a convivir con las divergencias en un proyecto común", agregan.

"Hay mucha gente que está cansada de las aparateadas partidarias por sus discrepancias aunque nunca dejó de pertenecer a la izquierda. Son más afuera que adentro de los partidos", insiste un alto dirigente del MST ante Página/12. Del debate participarán los independientes como Patricia Walsh, peronistas como Mario Cafiero y ex zamoristas como los hermanos Tomás y Rubén Devoto, actuales legisladores porteños. Las conversaciones también continúan con personalidades como Héctor Bidonde y el abogado Marcelo Parrilli ; la intersindical de los subterráneos y el grupo Praxis que se alejó del PTS ; "Comunistas disconformes" y "numerosos" grupos sueltos.

Pero el MST tendrá que afrontar su primer desafío interno : "La diversidad". Las dos grandes corrientes que conviven dentro del partido acordaron un respeto mutuo que incluso llegó a la edición de dos periódicos partidarios. Sin embargo, las dos "líneas" confrontaron en listas separadas en varias facultades y universidades en las recientes elecciones para centros de estudiantes. "Es una forma de romper la lógica que de cada crisis surjan dos nuevos partidos", se justifican dentro del MST. Desde los otros sectores de la izquierda afirman que el partido "ya está fracturado".

En el Partido Comunista (PC) hubo varias reuniones de balance "crítico y autocrítico" sobre las elecciones. Allí, la conclusión de la derrota electoral también fue "la dispersión de la izquierda". Aunque "rescata" su actitud dialoguista para conseguir un frente "lo más amplio posible", la proclamada "unidad en dos planos" (desde la izquierda para ampliarla a otros sectores progresistas) terminó en una alianza electoral aún más endeble que la disuelta IU. "Debo admitir el fracaso. No prosperaron las propuestas de unidad a pesar de nuestro esfuerzo individual", reconoció a Página/12 su secretario general, Patricio Echegaray.

El PC buscará también ratificar su rumbo. Consagrará sus esfuerzos en las jornadas previstas por el llamado Encuentro de Rosario, que comparte con otros sectores "progresistas" a los que ya se niega a mencionar como de "centroizquierda" ; el congreso de la CTA que se realizará en 2006 en el que "centrará el trabajo sindical" ; el encuentro antiglobalización que se prepara en Venezuela para enero y las actividades por el 30º aniversario del golpe de Estado del ’76.
Pero aquí el debate tampoco será fácil. Aunque Echegaray justificó la cohesión partidaria con la "importante movilización" que realizaron para la anticumbre marplatense, el magro resultado electoral ya provocó críticas internas de un grupo de militantes del sur del conurbano. Desde el PC afirman que sólo es un núcleo de Avellaneda que se negó a votar los candidatos municipales que acompañaron la gestión del ex comunista y ex frepasista Oscar Laborde, ahora alineado con el kirchnerismo.

En el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) decidieron cerrar filas. Bajo el lema "qué revolución y qué partido necesitamos", el secretariado nacional del PTS se plantea la "construcción de un verdadero partido de trabajadores revolucionario" y de "carácter leninista" porque "con la lucha reivindicativa no alcanza".

Con fuertes críticas a los demás partidos de izquierda y hasta con quienes simpatizan con "el chavismo" venezolano, el PST prepara una conferencia nacional para diciembre y un congreso para abril próximo donde delineará "las tareas" para confluir en un partido único con distintos sectores de militantes y activistas. Un convite que ya sufrió la deserción de un sector del grupo Praxis, con los que venían trabajando muy de cerca. "Según dónde se haga el corte -aseguró uno de los dirigentes partidarios a Página/12- los votos de la izquierda van desde 800 mil a un poco más de un millón." Una cuenta que está presente en cada uno de los análisis que se plantean los distintos partidos. La suma de votos de las múltiples agrupaciones "afirma -según sus propios análisis- que el conjunto de la izquierda no está muy lejos de aquellos partidos que se proclaman como terceras fuerzas" nacionales "aunque la dispersión la presenta como una derrota", que incluye la pérdida de bancas y de representación institucional.

Pero la definición encierra su propio dilema. Todos hacen "cortes" distintos de hasta dónde llega la representación de la izquierda, a partir de donde se plantean su política frentista y de alianzas electorales. Allí surgen las diferencias que arrastran a la dispersión que todos cuestionan. Pero nada hace pensar que por ahora el debate cambie las tácticas asumidas por cada uno de los partidos.

***
MIGUEL LIFSCHITZ, INTENDENTE DE ROSARIO
"¿Alianza con Kirchner ? Dependerá de su modelo"

Referente del socialismo que acaba de arrasar en su ciudad en una votación donde ganó en el barrio más rico y también en el más pobre, el intendente habla del nuevo rol de su partido y de Hermes Binner. Alianzas, planteos y el temor a ser un "socio menor" del PJ.

Por Horacio Vargas
Rosario, 14 de noviembre de 2005

Hace 15 años que los socialistas vienen ganando las municipales en Rosario. El 23 de octubre, aunque no se elegía intendente, el socialismo arrasó como nunca en toda la ciudad. Ganó en el centro, rico y residencial, y en el barrio más pobre de la ciudad, Las Flores. "Tenemos un partido que sin abandonar sus ideas ha logrado establecer un buen vínculo con todos los sectores de la sociedad", dice Miguel Lifschitz, intendente y uno de los referentes nacionales del Partido Socialista. A partir del triunfo electoral del electo diputado nacional Hermes Binner, dice, se abre un espacio importante en el país para la consolidación de una fuerza progresista con capacidad de gobierno y gestión, reservándole al socialismo -por primera vez- el lugar de socio mayor. Pero Lifschitz descarta tajantemente que el PS se convierta "en un aliado menor" del PJ. Para el rosarino, el presidente Néstor Kirchner tiene dos caminos : "Hacerse fuerte en el justicialismo o apuntar a la construcción de una nueva organización política".

El socialismo superó el fantasma de ser sólo un partido municipal.

Estamos jugando fuerte en una de las provincias más importantes del país, con presencia en el escenario político nacional, que sin dudas no tiene antecedentes en las últimas décadas en el socialismo. Esto nos abre una perspectiva auspiciosa. De todas maneras hay que ser prudentes, no hay que dar pasos demasiados largos, hay que avanzar en forma gradual. Se abre un espacio importante para la consolidación de una fuerza progresista que pueda articular pensamientos de centroizquierda con capacidad de gestión.

Binner dijo varias veces que el Frente Amplio es un modelo a tener en cuenta, como la Concertación de Chile.

Son modelos a tener en cuenta. Por supuesto que ambos se ajustan a las realidades y las historias políticas de cada país. Lo de Uruguay es un frente de centroizquierda, por la composición de cada uno de los grupos, con una presencia fuerte del socialismo, ex Tupamaros y otras organizaciones de izquierda. La Concertación tiene un grado de amplitud mayor, porque es el socialismo más la democracia cristiana. Acá hay que construir lo nuestro considerando la realidad y la historia de la Argentina y de nuestra provincia. Lo que sí vale es la idea de coaliciones políticas que excedan los marcos propios del socialismo.

¿Es un futuro con dos bloques políticos claros y diferenciados : uno de centroizquierda, otro de centroderecha ?

Me parece que es bastante más complejo. No es tan sencillo delimitar claramente una franja de centroizquierda, y otra de centroderecha. Fíjese lo que pasó en los últimos días : tenemos un diputado claramente votado por el centroderecha, como el doctor Borocotó, y teóricamente pasa a las filas de centroizquierda.

Eso es picardía política.

Sí, pero expresa también esta falsa división que se intenta hacer entre centroizquierda y centroderecha. Hoy tenemos una realidad política muy difusa, el justicialismo es una expresión política que sigue albergando a una variedad de pensamientos muy amplia, que va desde la derecha hasta si se quiere el centroizquierda. Por lo tanto me parece que hace falta en cualquiera de los casos la presencia de una fuerza claramente de centroiz-quierda como es el socialismo, con una historia, con una tradición, con un posicionamiento claro. Es nuestra tarea y nuestra responsabilidad hacer crecer y desarrollar esta idea en el país.

¿Imagina a Kirchner en ese bloque político con socialistas, comunistas, radicales, la CTA, Federación Agraria, movimientos sociales ?

Va a depender mucho del rumbo que vaya a tomar su gobierno y también del modelo de construcción política al que aspira el justicialismo en el Gobierno. Esta idea de que todo puede convivir dentro de un mismo organismo político es una idea histórica del peronismo. No es nuestra concepción de las coaliciones políticas. Se deben respetar las identidades de cada uno de los sectores y priorizar un conjunto de acuerdos programáticos y objetivos políticos en común.

No entonces al viejo y querido Frente Nacional y Popular.

Claro, nosotros no nos vemos como un aliado menor del Partido Justicialista. No lo hicimos con anterioridad, no lo vemos factible en este momento. Por eso digo que habrá que ver cuál es el proyecto político del Presidente : si apunta a hacerse fuerte en el justicialismo o a construir una nueva organización política.

Kirchner tuvo gestos políticos hacia Binner. ¿Cree que se mantendrá ?

Entiendo que sí. Esta relación se da no sólo con el Presidente sino con sus colaboradores. Hay un respeto y un reconocimiento a Hermes y a la gestión de la ciudad. Y nosotros también tenemos -más allá de alguna diferencia- un respeto institucional y avalamos algunas de sus estrategias y de sus políticas.

¿El Frente Progresista y Social, con el que ganó Binner las elecciones en Santa Fe, aliado al radicalismo y otros partidos menores, es un modelo que les interesa trasladar al resto del país ?

Creo que es factible pensar en un modelo similar en muchas provincias.

¿Es descabellado pensar en una fórmula Kirchner-Binner ?

(Silencio.) A mí no se me ocurre en este momento.

Binner puede ser el primer gobernador socialista del país en el 2007.

Eso en primer lugar. Tenemos una muy buena oportunidad, no hay dudas. Acá no hay nada automático. No está escrito que necesariamente el socialismo va a ganar las elecciones a gobernador de aquí a dos años. Eso depende del trabajo que haga Hermes en el Congreso y cómo continuamos nuestra gestión en Rosario. Y también dependerá de cómo se planteen las disyuntivas a nivel de elección presidencial.

¿No sería más coherente que Kirchner juegue con el socialismo en Santa Fe y mande a boxes a Carlos Reutemann en la carrera para la gobernación ?

Podría ser. Hasta ahora hubo una buena relación entre el senador Reutemann y el presidente Kirchner. El Lole lo acompañó en viajes importantes. Pero no me animaría a decir cómo se va a mantener esa relación en los próximos dos años.

¿Qué lugar reserva el socialismo al ARI de Lilita Carrió ?

Es una relación difícil, porque más allá de alguna responsabilidad que nos pueda haber cabido en algún momento, lo cierto es que en los últimos dos años hemos hecho muchos esfuerzos por acercar las posiciones en distintos distritos. Esto ha sido muy complejo porque ella ha marcado una línea de no acuerdo, de no alianza con nadie y en particular hacia el socialismo tuvo expresiones agraviantes, con Hermes en particular. De todas formas las puertas están abiertas y la posibilidad está latente. La Argentina no tiene espacio para dos fuerzas de centroizquierda, necesariamente tendríamos que pensar en una confluencia en el 2007.

¿Quiénes estarían afuera de esta franja entonces ?

No hay que correr a nadie, porque, en definitiva, hay algunos que se van a correr solos, tiene que ser un espacio suficientemente amplio como para darle cabida a muchos sectores políticos y sociales, gremiales, culturales, intelectuales. Creo que hoy por primera vez el socialismo, aun siendo un partido pequeño, puede convertirse en un motor importante de una experiencia de centroizquierda en la Argentina, no como actor único. Este es un cambio cualitativo interesante, nosotros fuimos partícipes de la experiencia del Frepaso, allí éramos socios minoritarios. Hoy estaríamos en condiciones de empezar a ser socio importante de una coalición de centroizquierda en el país. Este es el dato nuevo.

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