Buenos Aires, 1 de marzo del 2005
Sr. Presidente de la Nación Argentina
Néstor Kirchner
Escribo esta carta abierta porque no me han concedido la audiencia solicitada.
Como es de público conocimiento, desde 1998 he venido denunciando la corrupción, inseguridad y falta de control en el sistema aeroportuario ; y advirtiendo sobre las posibles consecuencias, que hoy están a la vista.
La cuestionada privatización de los aeropuertos, decretada por el ex-presidente Carlos Menem, tuvo el declamado objetivo de obtener recursos del concesionario para "aumentar la seguridad".
El consorcio Aeropuertos Argentina 2000, liderado por Eduardo Eurnekian, no paga el canon ni las cargas sociales y realizó solo el 5% de las inversiones en infraestructura comprometidas por contrato.
En su informe del año 2004 a la Cámara de Diputados de la Nación, el Jefe de Gabinete de Ministros confirmó que la deuda del concesionario de aeropuertos con el Estado alcanzaba los 1.600 millones de pesos y la deuda por obras comprometidas no realizadas superaba los 500 millones de dólares (a pesar de haber obtenido por decreto el raro privilegio que pesificó sus obligaciones de pago y dolarizó sus ganancias).
Como consecuencia de la desinversión, se degradó aceleradamente la seguridad aérea en sus dos aspectos : aeroportuaria (security) y de vuelo (safety). La falta de mecanismos de control y deficiencias en seguridad hizo que en el año 2002 los aeropuertos nacionales fueran formalmente descategorizados por la autoridad de aplicación (FAA de los Estados Unidos) pasando de Categoría I a Categoría II, en perjuicio de toda la actividad.
El concesionario Eurnekian, que no paga pero cobra, mediante el mecanismo de canjear deuda de servicios aeroportuarios por acciones, se quedó con la propiedad parcial de varias empresas aéreas, entre otras LAPA y SOUTHERN WINDS (SW). Así pudo controlar y favorecer a empresas de su propiedad, en una maniobra de verdadera "CARTELIZACION" de la actividad aerocomercial. El director de Aduanas, Ricardo Etchegaray, ha denunciado recientemente que el concesionario establecía la localización y modalidad de los controles, "tabicaba" el control y obstruía el acceso de los funcionarios de aduana a la pista.
Entre el año 2002 y 2003 Eurnekian comenzó a reclamar al Estado que brindara combustible gratis para operar sus empresas privadas y, como no lo logró, abandonó a LAPA, dejando en tierra a trabajadores y usuarios. Poco tiempo después, amenazó con la inminente quiebra de SW cuya propiedad comparte con el empresario Juan Maggio, con el objetivo de hacerse subsidiar su empresa con fondos públicos.
La Secretaría de Transporte anunció la creación de una línea aérea estatal para absorber a los trabajadores perjudicados. Pero, en cambio, se creó una línea aérea "virtual" -LAFSA- sin aviones ni plan operativo, que sirvió para triangular fondos públicos a SW, cederle rutas del estado y proporcionar mano de obra. Oportunamente nos opusimos a esta maniobra desde el sindicato de Aeronavegantes, advirtiendo que esta no era una solución seria ni estable para los trabajadores del sector. Hicimos otras propuestas, por ejemplo, que se remozara la estatal LADE, que podría realizar rutas de interés nacional (La ley vigente establece que el estado sólo puede subsidiar a empresas que operen rutas de fomento).
El tiempo nos dio la razón : en los hechos, la urgencia de los trabajadores fue utilizada para justificar los irregulares subsidios a SW y luego esta empresa utilizó a los trabajadores inescrupulosamente hasta para despachar a nombre de la inocente tripulación cientos de valijas "sin dueño".
¿Quién aconsejó al Gobierno esta "alianza estratégica" ? ¿Quién omitió estudiar los antecedentes, revisar los balances y siguió autorizando las rutas bajo sospecha ?
Son los mismos que hoy aconsejan al Señor Presidente la re-renegociación de la concesión de Aeropuertos y proponen que el gobierno canjee la enorme deuda que tiene el concesionario por una porción de acciones para el Estado. Aconsejan una nueva "aventura compartida" que vincule al Estado con el infractor que más nos adeuda y menos cumple.
Cuando un sistema de premios y castigos no funciona, o funciona al revés, todas las relaciones sociales se degradan.
Señor Presidente - Ud. ha pedido al pueblo que le diga la verdad. Y también el pueblo "quiere saber de qué se trata".
Los informes de la Drug Enforcement Agency (DEA), establecen claramente, que la Argentina se convirtió en un país de tránsito de droga, a partir de la privatización de los aeropuertos. Entran y salen por nuestros aeropuertos enormes volúmenes de droga. Se aumenta rápidamente el consumo, el tráfico y la criminalidad que conlleva.
No se pueden seguir ignorando las terribles denuncias del Diputado Francisco Barba Gutiérrez acerca del asesinato de su hermano, el subcomisario Jorge Gutiérrez, ultimado cuando seguía la pista de Depósitos Fiscales S.A. (DEFISA) por el caso de la "Aduana Paralela", contrabando de armas, oro y narcotráfico. El diputado señala al ex-directivo de DEFISA y actual presidente de Aeropuertos Argentina 2000, Julio Ernesto Gutiérrez Conte, como el presunto autor intelectual del asesinato del subcomisario. También fueron asesinados, entre otros, el Comisario Piazza y un asesor de la Comisión Investigadora de la Aduana Paralela en la Cámara de Diputados, que investigaban a DEFISA y a Gutiérrez Conte.
¿Cuántas intimidaciones, presiones y asesinatos habrá ? ¿Cuántas complicidades ? ¿Cuánto silencio ? Hasta ahora nuestras denuncias y las advertencias de lo que podía pasar por nuestros aeropuertos fueron realizadas casi en soledad (ver versiones taquigráficas, Cámara de Diputados de la Nación, Alicia Castro y Francisco Gutiérrez 1998-2004 - Presentaciones judiciales y administrativas).
Sr. Presidente - En la aviación caracterizaríamos a este momento como un "punto de no retorno".
A comienzos de octubre del 2004 la Interpol avisó a la Argentina que se había descubierto un megacontrabando de cocaína transportado por SW. Los diversos organismos que ocultaron estos gravísimos hechos no sólo perjudicaron al Sr. Presidente de la Nación, también vulneran el derecho a la información de todos los ciudadanos argentinos. En particular, trabajadores aeronáuticos y usuarios debían conocer que desde nuestros aeropuertos se despacha equipaje no acompañado con los riesgos extremos y la prohibición explícita reconocidos internacionalmente desde el 11 de septiembre del 2001. El avieso ocultamiento de esta información permitió que uno de los dueños de la empresa SW realizara su autodenuncia, que otros dueños-accionistas pretendan evadir sus responsabilidades, que hubiera tiempo para "acomodar" pruebas, desaparecer documentos, borrar los videos y evitar el debate público sobre la situación de inseguridad de todos los argentinos. Hasta se permitió que se siguiera subsidiando con dinero público a SW durante los meses de octubre, noviembre, diciembre, enero y febrero 2005 en que el caso fue denunciado por el diario "La Nación".
La corrupción, por naturaleza, necesita moverse en el silencio y la oscuridad. La corrupción, para instalarse, no necesita que todos seamos corruptos, pero precisa que haya muchos renuentes a delatarla.
Señor Presidente, este escándalo de narcotráfico en una línea aérea privada subsidiada por el Estado Nacional debe servir para desentrañar el poderoso engranaje de complicidades que permiten la entrada y salida masiva de droga de nuestro país. Es preciso que, además de determinar las responsabilidades operativas, se asigne también la responsabilidad política de quienes, por acción u omisión, han hecho posible que la Argentina se convierta en un infierno de tránsito, tráfico, consumo, alienación y crímenes.
Señor Presidente - Ud. ha pedido ayuda para luchar contra la corrupción que atraviesa y paraliza al Estado. Comparto con Ud. que el papel de la oposición en una democracia avanzada debe ser el de disentir cooperando. Como Vicepresidenta de la Federación Internacional de Trabajadores de Transporte que nuclea a más de 5 millones de trabajadores del mundo entero, como Vicepresidenta de la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados de la Nación, como una representante más del sufrido pueblo argentino que no merece más inseguridad, más corrupción ni tolera la impunidad, le pido respetuosamente que se ponga Ud. al frente de la lucha contra el verdadero cartel de narcotráfico instalado en la Argentina, que pretende sacudir y reemplazar a las instituciones de la República.
Este es el momento de decidir, entre todos, si queremos "una República o un país mafioso". Los aeropuertos pueden y deben ser recuperados por el Estado. La Auditoría General de la Nación resolvió recomendar la rescisión del contrato dados los flagrantes incumplimientos del concesionario AA2000 (AGN Res. 2000/01/02/03/04).
La propiedad, administración y control de los aeropuertos son un instrumento estratégico para la Nación.
Esta no es una cuestión partidaria ni sectorial. Es el derecho que tienen nuestros compatriotas a vivir protegidos por un Estado que brinde reglas claras y promueva la igualdad. Es el estupor de millones de ciudadanos que comprueban aterrados que, día a día, los más jóvenes y especialmente los más pobres son víctimas de los mercaderes que los inducen a una adicción incontrolable que, tarde o temprano, los hará salir a la calle a matar o morir.
Somos todas las madres y todos los padres que reclamamos seguridad y bienestar para nuestros hijos y que tenemos miedo cada vez que salen a la calle.
Póngase Ud. al frente de ésta lucha, Señor Presidente, y lo seguiremos todos.
Fraternalmente,
Alicia Castro
Diputada de la Nación
Vicepresidenta de la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados.
Vicepresidenta de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF)
Secretaria de Relaciones Institucionales de la Asociación Argentina de Aeronavegantes