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Chávez fue testigo de un día con mucho amor En un gesto sorpresivo, los presidentes de la Argentina y Brasil aprovecharon la cumbre de Caracas para acordar una estrategia común ante los organismos multilaterales de crédito. No se registraba una iniciativa de este tipo entre los dos países desde el Consenso de Cartagena firmado a principios del gobierno de Alfonsín. En días, encuentro en San Pablo.
Por Pablo Feldman
Página 12, 28 de febrero del 2004
"Fue una reunión histórica", dijo al canciller Rafael Bielsa, encargado de anunciar "una estrategia conjunta con Brasil para negociar con los organismos multilaterales de crédito", tal como se informa aparte en detalle. Después de casi una hora de reunión bilateral entre los presidentes Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario argentino fue el primero en abandonar el salón de la planta baja del Hotel Hilton. Como quien sale de rendir la última materia, caminó a paso vivo los metros que lo llevaron a su suite con un gesto de satisfacción indisimulable.
La "estrategia común" era el as que Kirchner traía en la manga a diez días del vencimiento de 3100 millones de dólares con el FMI. Sin embargo, y a pesar de confiar en la acogida favorable del mandatario brasileño, el gobierno llegó a Caracas con la intención de abordar a cada uno de los lideres del G-15 que tuviera voz y voto en el tema de la deuda. Fue así como se barajó un encuentro con el presidente iraní en el que inicialmente debería tratarse el tema AMIA para avanzar luego en asuntos comerciales. Egipto cuestionó el proceder argentino, pero su jefe de Estado finalmente no asistió a la cumbre.
"Podría decirse que ese era el Plan B, pero el Presidente tenía como meta trabajar en el G-15 con perfil bajo (de hecho no tuvo intervenciones en los plenos) y avanzar en temas concretos", dijo a Página/12 un integrante de la comitiva. Y agregó: "Después de la reunión de la mañana con Lula y Chávez, ya se perfilaba que esto saldría muy bien". En definitiva, el 10 de marzo en San Pablo, Lula recibirá Kirchner y sus ministros de Relaciones Exteriores y Economía para avanzar en "un proyecto que deberá estar terminado seria y profesionalmente en 60 días", según dijo Bielsa que se encargó de destacar que "se trata de un hecho que no se si tiene antecedentes".
Los vencimientos se producen un día antes del encuentro programado, justo el 9 de marzo.
Lula -que partió anticipadamente de regreso a su país por una neumonía aguda que afecta a su vicepresidente José Alencar- recibirá mañana en su residencia a Horst Köhler para un asado. Le adelantará la determinación conjunta. En representación de la delegación brasileña, el canciller Celso Amorín declaró que "hemos dado a la Argentina todo nuestro apoyo y solidaridad".
Antes de la reunión, Bielsa había aplaudido al brasileño Rubens Ricupero, secretario del organismo de Naciones Unidas para Comercio y Desarrollo, que en representación del secretario general Kofi Annan destacó en su discurso de apertura de sesiones del G-15 "el heroico esfuerzo del pueblo argentino, al cual expreso mi solidaridad para negociar en condiciones justas, dignas y equilibradas, sus obligaciones financieras".
El funcionario de la ONU destacó en dos oportunidades la certeza de las proyecciones de Raúl Prebisch en sus teorías de desarrollo de las economías del sur.
En ese sentido el entendimiento con Brasil "supone un retorno al Consenso de Buenos Aires y puede desembocar en algún tiempo más en una declaración conjunta de ambos presidentes", dijo una alta fuente de la Cancillería al remitirse al acuerdo marco de las relaciones con Brasil.
En consonancia con ese criterio, el propio Bielsa sostuvo que "me parece de absoluto sentido común que tanto las empresas privadas como el Estado, si están fuertemente endeudados y no crecen, no maximizan sus condiciones de pago".
La reunión con Lula fue la nota destacada de la gira presidencial que culminará este mediodía luego de la reunión con el gobernador del estadode Miranda, Enrique Mendoza, y Humberto Calderón Berti, de la Coordinadora Democrática, referentes de la oposición al presidente Chávez.
"Chávez tiene la foto con Kirchner y Lula, que era lo que necesitaba, y a nosotros nos fue realmente bien", dijo un integrante de la comitiva. Reconoció que "el tema Venezuela quedó en un segundo plano por la relación con Brasil".
Finalizado el acto de apertura de las deliberaciones, la delegación argentina cruzó la avenida para volver al Hotel Hilton a encontrarse con sus pares brasileños. En el momento en que Bielsa se disponía a ingresar, se escuchó un disparo y el canciller debió esquivar a los guardias y paramédicos que avanzaban sobre un hombre caído. La televisión oficial hablaba de un muerto en las refriegas de la tarde, las demás cadenas hablaban de dos. Del otro lado de la avenida se cerraban las puertas del Teatro Teresa Carreño, en honor a la más destacada pianista venezolana, autora del himno a Simón Bolívar, y que -según cuentan- tocó para el presidente norteamericano Abraham Lincoln en Washington cuando tenía solo 10 años.
"Un plan en 60 días" anunció Bielsa tras la reunión
"Hubo una amplia solidaridad manifestada por el presidente Lula respecto a la negociación que estamos llevando adelante con el FMI", arrancó Rafael Bielsa su resumen de la cumbre, como para marcar el tono.
"En segundo lugar, en un episodio que desde mi punto de vista es histórico, hemos acordado la necesidad de trabajar con Brasil sobre abordajes comunes para definir estrategias frente a organismos multilaterales de crédito", añadió. "Para llevar a cabo esto, hemos determinado una reunión en San Pablo, con el presidente Lula, con los ministros de Relaciones Exteriores, de Economía y de Inversión, el 10 de marzo. Y en tercer lugar, me parece que todo estoy que les estoy mencionando marca un paso de calidad definitivo de relaciones bilaterales entre Argentina y Brasil."
¿Una negociación común entre los dos países seguiría los lineamientos que viene marcando la Argentina? -preguntaron los periodistas.
– No, me parece que lo más interesante, lo más productivo, sería formular un programa completo que atienda las necesidades y las posibilidades económicas de Latinoamérica. Formular un programa significa un gran compromiso de trabajo. Lo debemos tener en aproximadamente 60 días, y la actitud seria y profesional sería presentar este programa al FMI como un programa conjunto y discutirlo paso por paso.
¿Mientras tanto siguen las conversaciones argentinas por separado?
– Por supuesto. Y las de Brasil también.
¿Qué opina sobre este día en Venezuela, con marcha opositora...?
– No vinimos para opinar de manera tal de tomar partido por alguno de los sectores que se enfrentan. Lo que esperamos de todo corazón -y ése fue uno de los elementos comunes que tuvimos en la charla con el presidente Chávez- es que los episodios de represión, de violencia, de ataques, de embestidas y de falta de respeto se terminen lo más rápido posible, que las instituciones puedan funcionar y que efectivamente den el resultado querido por la ciudadanía.
La decisión de trabajar en forma conjunta por la deuda, ¿fue una propuesta Argentina o de Brasil?
– No, no, se fue dando a medida que íbamos profundizando el diálogo respecto de temas comunes. No lo limiten a la deuda. La propuesta de generar estrategias comunes es respecto de todos los organismos multilaterales de crédito: FMI, Banco Mundial, BID. Es una propuesta más ambiciosa que la coyuntura inmediata. No se trata de apurarnos para pasar rápidamente por este momento, sino de generar verdaderamente un modelo que atienda nuestras necesidades.
¿Lula le va a anticipar esta determinación a la comitiva del FMI de este domingo?
– Efectivamente, este fin de semana con seguridad el problema de la Argentina -como ha sucedido con otros países en otros momentos- estará planteado. El presidente Lula graciosamente dijo: "Cuando visitantes curiosos preguntan por Argentina yo les digo que al que tienen que preguntarle es al presidente Kirchner, pero que nosotros apoyamos con total solidaridad la buena marcha de las negociaciones".
¿Existe la posibilidad de que haya una convergencia en cuestiones macroeconómicas, por ejemplo que Brasil se aproxime al superávit de la Argentina en sus requerimientos con el FMI?
– Me parece que lo macroeconómico está por encima del monto del superávit primario. Precisamente eso es consecuencia de políticas que en términos macroeconómicos sí vamos a intentar coordinar recíprocamente, y eso tiene que ver con lo que se va a hacer con la expansión monetaria, su balanza de pagos, a qué se van a destinar los excedentes, el tema tributario, cual es el mecanismo de resolución de disputas, qué dinero va a invertir en obras físicas de integración -que es una asignatura pendiente- y por debajo de eso está la pauta de superávit primario y en ese sentido cada país la manejará de acuerdo a sus posibilidades.
¿Brasil podría poner condicionamientos relacionados con el crecimiento?
– Eso habría que preguntárselo al presidente Lula, pero me parece de absoluto sentido común que tanto en el orden de las empresas privadas como públicas, si un deudor fuertemente endeudado no crece, no maximiza sus condiciones de pago. Nosotros las otras recetas de los " cambios estructurales " ," reformas estructurales " , " superávit fiscal ", " déficit cero", " blindaje ", " megacanje ", y todas las recetas de la ortodoxia al uso las hemos transitado con el resultado del 20 de diciembre del año 2001. Me parece que lo que tiene de histórico este diálogo, de fuerte, es que de alguna manera estamos volviendo a su vigencia la ley de gravedad. Se termina esta derogación sistemática de la Ley de Newton que dejó a la mitad de nuestros compatriotas por debajo de la línea de pobreza, y se pasa a un sistema mucho más racional que tiene que ver con que cuanto más crezca el PBI, ese 3 por ciento más dinero va a ser.
¿No cree que puede haber una política del FMI para tratar de desbaratar el acuerdo con Brasil?
– En la mitad de una discusión con un norteamericano, mi esposa se subió a un taxi y el taxista le dijo : " Bueno, el canciller se está peleando con un funcionario norteamericano, se ve que estamos haciendo bien las cosas ".
¿El acuerdo podría incluir un pronunciamiento público del presidente Lula en relación a la propuesta Argentina?
– Yo digo: vamos a ser rigurosos y tengamos la misma grandeza en el intercambio con ustedes que tuvimos recién con la delegación de Brasil: lo cuantitativo está por debajo de lo cualitativo, de la misma manera que la política está por encima de la economía. Nadie habló de porcentajes. Lo que se dijo fue: "Vamos a discutir estrategias comunes frente a los organismos internacionales".