Portada del sitio > Imperio y Resistencia > Ingerencias, abusos y saqueos > Ucrania: Incendiar el incendio.
La brutal embestida de Kiev, que inició y mantiene desde el primero de mayo contra las regiones del sudeste ucraniano, no es solo un intento desesperado por mantener su integridad territorial, la zona más industrializada del país, la que provee cerca del 21% del producto bruto interno; que ocupa un 19% del territorio y un 25% de su población.
Kiev necesita recuperar esas regiones porque ya ha sido conminado por el Fondo Monetario Internacional, de quien espera una asistencia que rondan los 17 mil millones de dólares. Estos recursos son vitales para que los golpistas de febrero y puedan de alguna manera poner el país en marcha. Acuciados por la exigencia del gigante ruso Gazprom de que honre la deuda de 2200 millones de dólares, que mantienen con ellos, ya que de lo contrario comenzara a cortar el abastecimiento de gas, insumo vital del que Rusia es casi su único proveedor.
De perder Kiev su influencia efectiva en el este y sur del país, el gran negocio de la Unión Europea no cerrara como lo habían evaluado desde un primer momento. Cuando el Departamento de Estado la CIA y el FBI, comenzaron la operación “desgarro” contra la Confederación de Rusia, sin duda no evaluaron el apego de los habitantes del sur este ucraniano a la vieja madre Rusia, vinculados no solo por el idioma, sino también por la religión, las tradiciones y una larguísima interrelación que se sumerge en lo más profundo de la historia.
Occidente consideró que con solo facilitar los trámites de visado a los países de la Europa occidental y abrir una muy la remota posibilidad de que en algún momento Ucrania pudiera ingresar a la Unión Europea, los 46 millones de ucranianos saldrían desesperados a rendir pleitesías a la organización con residencia en Bruselas.
Pero no, una vez más Kerry, el secretario del departamento de Estado, erró los cálculos al igual que en la guerra en Siria, en los acuerdos entre Palestina e Israel, en el intento de la encerrona al plan nuclear de Irán, por no mencionar los contundentes fracasos en Afganistán e Irak y los genocidios en curso en la Republica Centroafricana y en Sudán del Sur. Kerry mucho menos puede detener el incendio ucraniano, donde la alta jerarquía del ministro de relaciones exteriores ruso Sergei Lavrov, está convirtiendo a Kerry, en un hazmerreir mundial, y por lo que fue convocado la semana pasada al senado, donde debió rendir cuenta, a sus antiguos colegas de su largo rosario de errores.
Algunas fuentes afirman que agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Oficina Federal de Investigación (FBI) están asesorando a Kiev para la recuperación de las regiones dominadas por las milicias prorrusas. Estos hombres además tienen la misión de seguir las cuentas del ex presidente Yanukovich y sus allegados, que estarían desperdigadas en diferentes entidades bancarias del todo el mundo y que hoy a Kiev esas fortunas le servirían mínimamente para afrontar gastos incumplidos como la paga de los mercenarios que actuaron en Maidam durante el golpe al expresidente y ya están reclamando de manera notoria.
Es importante recordar que tras la visita del director de la CIA, John Brennan, a mediados del mes pasado, donde se entrevistó con el primer ministro Arseni Yatseniuk, y el vicepresidente primero, Vitali Yarema, se iniciaron las operaciones militares con Donetsk, Lugansk y Járkov, que solo reclamaban un referéndum sobre la federalización del país, el estatus del idioma ruso y una mayor autonomía económica y al ser desoídos iniciaron la revueltas que han llevado la situación a una insurrección general. Tras la reunión con Brennan también se decretó la obligatoriedad del servicio militar, lo que habla deja en claro que los nazis de Kiev, se están preparando para una larga etapa represiva.
Destino la muerte
Seguramente con los sabios consejos de Brennan y la amenaza del FMI en la cabeza, Kiev mandó al ejército y miembros de la organización nazi Pravy Sektor a poner orden en las belicosas regiones prorrusas, de las que la prensa mundial está dando cuenta con lujo de detalles.
Las torpes operaciones de los hombres de Kiev contra la población civil que alcanzó su punto de máxima intensidad con la masacre de Odessa, donde no solo se conformaron con incinerar casi una cincuentena de militantes prorrusos en el Palacio de los sindicatos, sino que practicaron tiro al blanco con los que habían conseguido escapar de las llamas; a esto habría que sumarle las ejecuciones sumarias en las afueras de la ciudad de Slaviansk, regado de torturas y ejecuciones secretas, lo que no es más que lo que estos sectores pro occidentales vienen practicando desde el inició de sus actividades en el mes de noviembre pasado cuando se afianzaron en la Plaza Maidam de Kiev.
Como para que los muchachos no se queden sin fuego, otro de sus grandes amigos, el senador ultraconservador John McCain, quién ya se ha dejado ver varias veces en Kiev, encabezado a un grupo de senadores republicanos ha propuesto una ley para asignar más ayuda militar a Ucrania, la que rondaría unos 100 millones de dólares, sin duda la cifra es nada para los tiempos que vienen, y es claro que por bajo cuerda los Estados Unidos han abasteciendo a las hordas nazis, como lo han hecho y lo siguen haciendo con al-Qaeda cada vez que lo necesitan. Ya veremos en las próximas semanas como el ejército ucraniano, se rearma por valores muy superiores a la mínima ayuda que exige McCain.
La embestida nazi contra los separatista dejan también muy en claro, la ausencia de la tan meneada colaboración e influencia de Moscú con estos sector. Es obvio que de haber existido tan apoyo, un ejército de las características del ucraniano apoyado por una banda de maleantes, no harían conseguido tan sencillamente vencer la resistencia de algunos focos separatistas.
Putin sabe muy bien que esa es la trampa en que Obama desea que caiga. Por lo que será muy, pero muy difícil que le dé el gusto. Aunque tampoco habría que descartar un atentado o alguna incursión fraguada por alguno de los muchos enemigos de Moscú, para entonces si iniciar las grandes operaciones mediáticas y encontrar todo tipo de justificativos para que Estados Unidos y la OTAN, tomen todavía mayor injerencia, esta vez abierta y a la vista de todo el mundo intente incendiar el incendio.
Guadi Calvo para Hamartia
Hamartia. Buenos Aires, 5 de mayo de 2014.