Portada del sitio > Argentina > Ciencias y Tecnologías > Los olivos cambian la matriz productiva en la Patagonia Argentina
« PATAGONIA: EL NUEVO HOGAR DE LOS OLIVOS », fue el título que pusieron en una publicación oficial para reconocer la labor de esta científica. Días pasados, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), que es la entidad más importante del país en Investigación Científica, reconoció la labor de la Dra Arias. Ese hecho es algo muy importante. Es necesario no sólo conocerlo sino aprovecharlo al máximo porque puede tener muchas implicancias para la vida cotidiana de los chubutenses.
Nadia Arias se especializó en la adaptación de los olivos al frío. Estudió este proceso de adaptación y ayudó en concreto a entender de qué manera los olivos pueden soportar temperaturas tan bajas como 14 grados bajo cero. Para tener idea de qué significa esto sepamos que en el mundo se considera que cuando la temperatura desciende a 7 grados bajo cero el olivo ya está en problemas. Sin embargo, los estudios de esta científica, repetidos a lo largo de los años desde 2010 hasta la fecha, señalan cuáles son los mecanismos que permiten que el olivo se superenfríe, sí, se super-enfríe, o sea que sus líquidos internos tengan una temperatura de congelación muy inferior y de este modo soporta los rigores invernales.
Esto puede parecer algo si se quiere anecdótico, sin embargo, en concreto significa que se puede extender la frontera agraria de modo concreto, llevando las plantaciones de olivos hasta lugares impensados hasta ahora.
Lo que queremos señalar de modo indubitable es que para que haya estos reconocimientos hay que recorrer mucho camino con esfuerzo y sacrificio. Con trabajo. En lo que hace a la parte « práctica » lo hemos hecho convocando voluntades para plantar olivos en todo lugar posible. Eso se ha hecho. La viabilidad está demostrada. La ciencia reconoce el conocimiento generado. Tenemos aún mucho por hacer.
Sería importante que tomara vista el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Ing. Agr. Luis Basterra, para instrumentar mecanismos efectivos y concretos de apoyo a la olivicultura en este aporte a la ampliación de matriz productiva patagónica. El actual ministro del área de Chubut, Leandro Cavaco expresó varias veces que la decisión política de apoyo a la olivicultura está tomada. No se ha logrado hasta ahora acciones concretas.
Y de este modo llegamos a lo superlativo: hay muchos que se llenan la boca hablando de CAMBIO DE LA MATRIZ PRODUCTIVA DE CHUBUT. Nosotros venimos plantando olivos desde hace varios años en distintos lugares de la provincia de Chubut, logramos consolidar esos esfuerzos elaborando aceite de oliva extravirgen todos los años y haciéndolo analizar por el INTI, como entidad señera de la industria de los aceites comestibles. Soportamos ya cuatro inviernos por lo que convertimos en realidad los estudios de la Dra. Arias.
Este paso de ahora, con el reconocimiento del CONICET a la ciencia de Chubut no debe pasar desapercibido. Están dados todos los elementos para salir adelante con nuevas formas productivas. El agregar valor a la producción posible en una tierra hermosa no es una entelequia. Es posible. Debemos darnos cuenta que no es con palabras que salimos adelante sino con acciones concretas. El olivo no viene a competir por los mejores suelos, viene a aportar su adaptación al frío, su adaptación a los suelos pedregosos, su poca necesidad de agua y a ayudarnos desde una multifuncionalidad agraria a que podamos ofrecer lo mejor del territorio transformado en un producto que cambia y mejora la vida de la gente.
Construir este valor depende de cada uno de nosotros que debemos encontrar la voz para recordarles a los gobernantes que podemos crear riqueza y al hacerlo engrandecernos como sociedad.
Debemos sentirnos orgullosos de que se reconozca en la persona de la Dra Arias, a todos nuestros científicos. Porque es un grupo humano maravilloso el que todos los días trabaja para concretar este cambio de matriz: hagamos que suceda.
« El olivo es una planta con características xerófitas, es decir que tiene la capacidad de adaptarse a ambientes con escases de agua y es moderadamente resistente a bajas temperaturas, explica, Nadia Arias, investigadora asistente del CONICET en el Instituto de Biociencias de la Patagonia (INBIOP, CONICET-UNPSJB).
Según indica la investigadora, existe una gran cantidad de información científica con respecto a la tolerancia del olivo a la sequía, pero es escaso lo que se conoce en referencia al proceso que genera la planta para aclimatarse a las bajas temperaturas.
« Las plantas en general pueden resistir el efecto de las temperaturas congelantes a través de dos mecanismos: tolerar la formación del hielo que se forma en los espacios entre las células (extracelulares), o evitar la formación de hielo extracelular a través del superenfriamiento del agua presente en sus tejidos. Este último, es el mecanismo principal que presenta el olivo », afirma la científica
Para realizar este proceso de superenfriamiento, el olivo necesita aclimatarse durante el otoño. En estos meses, acumula solutos y compuestos anticongelantes; endurece las paredes celulares de sus tejidos, y realiza una redistribución del agua entre los espacios extracelulares y las células, disminuyendo considerablemente el agua en los espacios extracelulares. Estos mecanismos aumentan la capacidad de superenfriamiento del olivo, pudiendo soportar temperaturas congelantes de hasta -14°C.
Víctor Tomaselli*
FUENTE: Patagonia el nuevo hogar de los olivos
[1] Dra. Nadia S. Arias de Comodoro Rivadavia reconocida por el CONICET