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26 novembre 2007

Las enseñanzas de Aznar en México : ¿América Latina es Occidente ?

 

Por Marcos Roitman Rosenmann
La Jornada
. México, Noviembre 2007.

I

José María Aznar

La escasa capacidad docente de José María Aznar no es un obstáculo para los empresarios del Tecnológico de Monterrey. El contrato no guarda relación con su preparación pedagógica, ni intelectual. Se vincula con la divulgación política de un cuadro ideológico del mundo cuyos creadores son los dirigentes del Partido Popular y los empresarios españoles con intereses en la región, como el BBVA, Santander o Endesa. Se trata de una visión elaborada a conciencia y contrastada con miembros de fundaciones como Elcano, la Konrad Adenauer, de los partidos y personajes relevantes de medios académicos, periodísticos y diplomáticos de la derecha latinoamericana (Ver el resto de la lista : [1]).

Así, todos en 2006 se dan a la tarea de trabajar en dicha propuesta. En febrero de 2007 ve la luz el informe final : América Latina. Una agenda de Libertad. Prologado por el presidente de la FAES, el mismísimo José María Aznar, tendrá un costo no despreciable de un millón de euros entre viajes, consultas, conferencias y otras actividades colaterales. Ello muestra la importancia, para la derecha, sus aliados latinoamericanos y los partidos conservadores europeos, de implementar una segunda revolución liberal en el continente. La invitación de Aznar a México y de proseguir viaje por América latina se inscribe en esta dinámica. Sus clases son un compendio del nuevo bademecum. De su boca sale un guión perfectamente diseñado. Veamos.

Dejando de lado la presentación de la obra del susodicho, le sigue una breve introducción donde los autores destacan el carácter heterogéneo de la región, genérico de sus propuestas y el porqué de utilizar la palabra América Latina y no Iberoamérica o Hispanoamérica.

Pero lo importante es el contenido de los tres capítulos :

 I. América Latina y Occidente ;
 II. ¿Dónde Estamos ? ;
 III. Una Agenda de Libertad y Progreso. Mientras el primero no posee subapartados, el segundo se subdivide en la política y en economía y sociedad ; el tercero es una suma de propuestas telegráficas en el cual incluyen un último capítulo de perspectivas cubanas. Sus puntos genéricos son :
 a) Políticas institucionales para un estado de derecho efectivo ;
 b) Crecer para aumentar el bienestar ;
 c) Educación y cultura : las bases para una economía del conocimiento ;
 d) Integración : un objetivo de geometría variable ;
 e) Estados Unidos : actor insustituible, agente impulsor ;
 f) Unión Europea : exportando seguridad y democracia ;
 g) España : construyendo la Comunidad Iberoamericana.

Ademas del citado, perspectivas cubanas. El texto se cierra con dos páginas de conclusiones. Para abrir boca veamos su lógica argumental : América Latina es parte sustancial de Occidente. Esta afirmación es capital para pensar el futuro de América Latina... Occidente no es un concepto geográfico. Occidente es un sistema de valores vigente en una sociedad. Es una cultura. No es la expresión del espíritu de un pueblo, ni es patrimonio exclusivo de nadie.

Los valores occidentales son universales... Pero hay que recordar también que Occidente no es una conquista asegurada para siempre. De hecho, ha habido terribles regresiones a la barbarie y el salvajismo en los países y sociedades que han ayudado a conformar Occidente. Y en el continente existe una izquierda antioccidental... Fidel Castro era su principal referencia... Pero el chavismo ha tomado el relevo del castrismo terminal. Chávez, como líder emergente, intenta forjar una verdadera alianza antisistema cuyo objetivo es la implantación del "Socialismo del siglo XXI" en América Latina.

II

Si se trata de poner el acento en la pertenencia de América Latina a Occidente, es en este contexto donde observamos la construcción del proyecto de la derecha española. Queda claro que estamos en presencia de una propuesta política. Según sus autores, América Latina : una agenda de libertad es un diagnóstico desde el cual se definen problemas, se observan amenazas y se visualizan las oportunidades para el futuro del subcontinente. Es, por tanto, un estudio de prospectiva de fuerzas políticas. La definición cobra así relevancia para proyectar su programa político. Es una definición ideológica.

Su inicio es peculiar. Occidente es un sistema de valores universales, ¿cuáles ? Para la derecha, tres dan lugar a esta construcción :

 1) Las ideas nacidas en Grecia como superadora de la monarquía de origen religioso y mágico. Aparición de la polis y el Ágora, desde la cual se distingue el orden de la naturaleza y el orden social. La noción de semejanza, de igualdad ante la ley y la idea de libertad.
 2) Los aportes de Roma, el derecho, esencial para la humanidad, delimita lo tuyo y lo mío. Permite individualizar la vida, porque la propiedad ya no se confunde con el magma comunitario, dirán sus redactores. Así, se extiende la idea de un derecho superior, perfecto e inmutable, un derecho natural del que el derecho positivo no es más que una aproximación, se lee en la agenda ; y
 ( 3) los valores procedentes de la tradición judeocristiana, "cuyo valor fundamental a los efectos que aquí interesan es la idea de compasión, concepto que va más allá de la justicia propia de la tradición romana"... donde se unen :

" I) el relato bíblico de la creación que hace hermanos a todos los hombres ;
II) la idea de tiempo lineal y no circular que hace posible la idea de progreso ;
III) la idea de la dignidad esencial del ser humano, universal", factores necesarios para facilitar que el "no matarás no rija sólo para los judíos, sino para toda la humanidad. Algo por completo novedoso en comparación con otras civilizaciones. Tanto en el antiguo como nuevo testamento".

Además, sobre estos tres pilares, dicen, se asienta la idea de persona. Ser libre, previo a cualquier construcción política. Y por arte de birlibirloque dan un salto al presente y extrapolan dichos valores a un régimen en el cual sintetizan las premisas : la democracia liberal.
Éste, alegan, condensa lo anterior por cuanto elige a sus gobernantes, limita las decisiones a un estado de derecho, garantiza el derecho a la vida, la igualdad ante la ley, las libertades de reunión, asociación y culto, la tolerancia y pluralismo. Además de reconocer el desarrollo del pensamiento científico y crítico y el método racional.

No sin dejar de lado que en el orden económico "se traduce en la economía de mercado", capacidad de emprender y comerciar, factor de pluralismo e iniciativa, complemento obligado de la libertad y la propiedad. Bajo esta enumeración de cualidades, Occidente se yergue en patrimonio de la humanidad expandiéndose a lo largo de la historia, por ende : "América Latina es el fruto histórico de esa expansión a fines del siglo XV". Donde lo más relevante de dicha "incorporación de todas esas sociedades a la idea de Occidente se produjo mediante la extensión del cristianismo".

Pero por la supremacía frente a otras civilizaciones se encuentra amenazada por quienes desean retrotraerla al magma comunitario de El salvajismo o La barbarie. Las experiencias del comunismo sin ir más lejos. "En América Latina hubo dictaduras, totalitarias o no, y represión. Pero han sido periodos limitados en el tiempo (...) La aspiración ha sido siempre retornar a formas de gobierno democráticas." Sobre este principio, subrayan los redactores, el proceso de inserción de América Latina a Occidente ha sido imperfecto e incompleto, pero por su historia y su tradición, por sus aportes a la creación, al pensamiento y la cultura es una parte de él. Sin embargo, ahora toca dar un nuevo impulso para evitar caer otra vez en el salvajismo.

El camino es incorporar los países a la modernidad y ello pasa por aceptar la agenda para la libertad. Su itinerario se traza en el apartado "¿Dónde estamos ?" Su redacción presenta un cuadro cuyo objetivo es mostrar las amenazas que se ciernen en el horizonte para cumplir objetivos políticos.

Se inicia con una afirmación : "En el último tercio del siglo XX había razones para que América Latina tuviera confianza en sí misma". Sus argumentos son cuantitativos : índices educativos, de salud, tasas de alfabetización o mortalidad. Factores que los equiparan, según los autores, a los países desarrollados en los años 80.

Asimismo, señalan que sus instituciones políticas y su proceso de industrialización y modernización se extendió en los años 50 y 60, pero, a diferencia de otras zonas de Occidente, fracasaron a la hora de crear condiciones de bienestar y calidad de vida. Pretexto para la propagación de los movimientos revolucionarios, que a la vez generó golpes militares.

Por suerte, constatan, en los años 80 las transiciones, "con la anomalía irritante de Cuba", supusieron un cambio acompañado "de un descrédito del nacionalismo económico fundado en el proteccionismo comercial, la sustitución de importaciones y la hipertrofia del sector público. Todo ello seguido del respaldo del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, que apoyaron las reformas liberales en los años 90. Lamentablemente se aplicó de manera deficiente y parcial el consenso de Washington". Ha sido esta circunstancia nuevamente, según la derecha española, lo que lleva a cobrar fuerza a "partidos y movimientos que apelan a las emociones, antes que a la razón para el apoyo popular". Es el "discurso viejo y falaz del nacionalismo económico, de la retórica antimperialista, del victimismo histórico, cuando no del racismo inverso que niega la raíz europea de las sociedades americanas" lo que pone en riesgo el futuro. Además, estos movimientos están anclados a fórmulas fracasadas y ajenas a la tradición liberal latinoamericana. No son viables. "Si dan crédito a estos espejismos y abandonan los esfuerzos reformadores, la región corre el riesgo de perder otro tren hacia la modernidad." Por ende, hay que profundizar en las reformas liberales y los valores occidentales antes que sea demasiado tarde.

El problema es grave, aunque "los regímenes democráticos se generalizan, persisten los problemas de inestabilidad política, fragilidad democrática y falta de confianza en las instituciones." En este contexto se esconde la amenaza colectivista : "movimientos, pues no cabe identificarlos como partidos políticos, continuadores de grupos revolucionarios que proclaman su adhesión a las doctrinas de la izquierda radical del siglo XX ... Esta izquierda tiene un proyecto... el socialismo del siglo XXI".

Notas :

Notes

[1Entre ellos destacan : Manuel Espino Barrientos, presidente del PAN de México ; Belisario Betancourt y Andrés Pastrana, ex presidentes de Colombia ; Carlos Tuleda, secretario ejecutivo de Asuntos Exteriores del Partido Demócrata Cristiano chileno ; Sebastián Piñera, presidente de la Fundación Futuro de Chile ; Adalberto Rodríguez Giavarini, ex canciller de Argentina ; Marcela Prieto Botero, directora ejecutiva del Instituto Ciencia Política de Colombia ; Luis Cordero Barrera, Prorrector de la Universidad Andrés Bello, Chile ; Diana Sofía Giraldo, decana de Comunicación de la Universidad Sergio Arboleda, Colombia ; Luis Bustamante Belaúnde, rector de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas ; Ricardo López Murphy, presidente de la fundación Recrear para el Crecimiento de Argentina ; Leopoldo López, alcalde de Chacao, Venezuela ; Alberto Jorge Triaca, director de la Fundación Pensar, Argentina ; Gerardo Bongiovani Garassai, director de la Fundación Libertad, Argentina. No faltan periodistas como Julio Cirino y Carlos Pagni, de Argentina, o Plinio Apuleyo, de Colombia, y asesores políticos como el boliviano Sarmiento Kohlenberger. Pero las instrucciones más relevantes las reciben de "intelectuales amigos" como Enrique Krauze, Carlos Alberto Montaner, Jorge Edwards o Álvaro Vargas Llosa. Entre éstos, los políticos y asesores españoles se reunían en sesiones amenizadas unas veces con conferencias en la calle Juan Bravo 3, sede la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), para trabajar en el documento. En ocasiones se trasladaban a los despachos del Partido Popular de la calle Génova 13, donde laboraban intensamente hasta altas horas de la madrugada. Allí el protagonismo lo adquirían Baudillo Tomé, secretario de Programas, y Jorge Moragas, responsable de Relaciones Internacionales del partido. Por sus oficinas dejan sus aportes Ana Palacio, ex ministra de Asuntos Exteriores ; Román Escolano, ex director del Departamento de Economía de la presidencia de Aznar ; José Luis Feito, ex embajador de España ante la OCDE ; Santiago de Mora Figueroa, marqués de Tamarón ; Luis Martí Mingarró, decano del Colegio de Abogados, Francisco Pérez González, presidente de la Sociedad Iberoamericana de Amigos del Libro ; Fernando Fernández Méndez de Andrés, rector de la Universidad Antonio de Nebrija ; Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, ex embajador ante la OEA ; Antonio Tornel, vicepresidente de la Fundación Endesa ; Enrique Rajoy, secretario general del Centro Internacional de Derecho Registral ; José Luis Escrivá, director del servicio de estudios Económicos del BBVA ; Juan Costa Climent, ex ministro de Ciencia y Tecnología ; Gustavo de Arístegui, portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Popular en el Congreso, entre otros. El objetivo, buscar el complemento a su política exterior subordinada a Estados Unidos y que se encuentra redactada en el documento OTAN, una Alianza de la libertad. Para este fin, la responsabilidad recaerá sobre dos figuras relevantes dentro del partido y la FAES : Miguel Ángel Cortés, ex secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, y Guillermo Hirschfeld, coordinador de programas para Iberoamérica de la FAES.

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