Portada del sitio > Argentina > Sociedad > Piqueteros > La movilizacion Piquetera conmueve la Argentina
Los núcleos combativos del movimiento piquetero comenzaron un plan de lucha por los derechos de los desocupados, cortando rutas y bloqueando los accesos a los principales polos industriales.
En medio de una campaña del diario conservador ’La Nación’ que editorializó pidiendo al gobierno la represión del movimiento de desocupados y frente a denuncias de supuestos actos de corrupción por parte de algunos dirigentes piqueteros -un centenar de denuncias de difícil Corte en el Puente Pueyrredón
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prueba y probablemente parte de una campaña de descrédito- los movimientos combativos de piqueteros impulsan en todo el país un vigoroso plan de lucha. Entre esas organizaciones sociales se cuenta al Movimiento Territorial y Liberación (MTL), el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) de Raúl Castells, la Coordinadora de Trabajadores Desocupados (CTD) Aníbal Verón, el Movimiento Barrios de Pie y el Polo Obrero.
Desde temprano los desocupados junto a sus familias bloquearon el polo petroquímico ubicado en la localidad bonaerense de Dock Sud, donde se bloqueo la entrada y salida de camiones y sólo se permitió el paso de los trabajadores del lugar.
Posteriormente se cortaron los ingresos a la fábrica Firestone, en la rotonda de la localidad de Llavallol, la entrada a Coca-Cola en el camino General Belgrano y otros centros industriales.
También hubo piquetes en el Chaco, Córdoba y Bahía Blanca y acompañando el plan de lucha, el Movimiento Territorial y Liberación (MTL) cortó el acceso a los altos hornos de Zapla en Jujuy.
La agrupación Aníbal Verón cortó el Puente Pueyrredón en el marco de una ’jornada de lucha’, un lugar estratégico de comunicación entre la ciudad de Buenos Aires con el sur del conurbano bonaerense.
El plan de lucha continuará dentro de una semana cuando realicen cortes en los accesos y puentes provinciales de todo el país y a partir del miércoles 19 de febrero llevaran adelante una marcha multitudinaria ante la sede del ministerio de Trabajo en Buenos Aires.
Piden que se les repongan los subsidios y planes sociales a 200 mil personas y un aumento en los subsidios de 150 a 300 pesos. Además aumento de los salarios para los trabajadores y empleados públicos y privados y se pronunciaron en contra de los "tarifazos". Finalmente llaman a los desocupados, a los trabajadores y empleados y a la clase media a unirse en la protesta social, política y económica.
La lucha continua
De enero a diciembre de 2002 hubo 16965 manifestaciones de descontento, casi 47 reclamos por día entre Ushuaia y La Quiaca. Ya en 1997, se produjeron los hechos de Cutral-Co y más tarde Tartagal, reprimidos con violencia. En el 2001 hubo 1383 bloqueos de rutas más miles de cortes de calles. En el 2002, hubo un total de 2154 piquetes.
Buenos Aires, Capital Federal, Jujuy y Salta son los distritos que concentran la mayor cantidad de cortes de rutas y calles. Además de la Capital Federal y Buenos Aires los movimientos se intensificaron en Tucumán, Santa Fe y Córdoba. Tierra del Fuego a pesar de estar entre las cinco provincias que menos protestaron, en relación con la cantidad de habitante registró un número elevado de protestas que ascendió a 118. Tucumán fue el tercer distrito, luego de la Capital y Buenos Aires, en cantidad de cortes de rutas provinciales y calles, se registraron 383 cortes de ruta durante el 2002. En Córdoba, Corrientes y Entre Ríos también se eligió la instalación de ollas populares, ubicándose en esta modalidad detrás de Buenos Aires y la Capital Federal.
Dice Luis Oviedo en ’Una historia del movimiento piquetero’ que ’la tendencia a la disolución de las relaciones sociales (cesación de pagos del Estado ya no sólo con los acreedores externos sino incluso con sus empleados y los jubilados) y el derrumbe del régimen político, de una parte y el crecimiento de la lucha del movimiento piquetero y de las masas explotadas por el otro plantean objetivamente una cuestión de poder en la Argentina’.
Es que la crisis argentina se mide en el siguiente hecho. El sistema dominante entró en disolución en diciembre de 2001 y ni el gobierno, los capitalistas extranjeros ni la burguesía pueden ya ’dar de comer a los esclavos’. La represión agudizará la violencia social en tanto la clase política ensaya, como bailando un minué, la estratagema de un llamado a elecciones totalmente amañado y con partidos políticos en decadencia, divididos y meros administradores de la debacle política, económica, social y moral. Tal es la situación de la Argentina al comenzar el 2003 que será un año decisivo.