La esposa del presidente Néstor Kirchner es la figura política con mejor imagen en la Argentina, después del primer mandatario.
Por Rosendo Fraga
Nueva Mayoría. 7 de febrero de 2007
Dado que el Presidente carece de apoyos genuinamente propios dentro del peronismo, del que además desconfía, el rol electoral de Cristina es muy importante, como se hizo evidente en 2005, cuando fue electa senadora nacional por la decisiva Provincia de Buenos Aires, obteniendo una contundente victoria con el 44% de los votos.
Su rol electoral fue importante en Buenos Aires para quebrar la hegemonía del ex presidente Eduardo Duhalde en el distrito más importante del país. La candidatura de la Primera Dama fue el arma de presión y negociación más importante que tuvo Kirchner en la puja por las candidaturas bonaerenses, antes de imponerla.
Por esta razón, resulta lógico que Kirchner plantee la posibilidad de que su esposa sea candidata a Presidente ahora, pero que esto sea una posibilidad no implica que constituya una certeza.
Ella está muy por encima de cualquier candidato del oficialismo y también aventaja a los eventuales candidatos de la oposición.
Sea o no candidata, lo que resulta indiscutible es que Cristina Kirchner es la figura electoral más importante con la que cuenta el oficialismo para la elección presidencial de 2007, como lo fue en los comicios legislativos de 2005.
Kirchner deja impulsar la candidatura de su esposa en este momento para mostrar que él no tiene deseos de poder, cuando la opinión pública se muestra crítica frente a los proyectos de acumulación de poder como el de la reelección indefinida y para contribuir a sacar el tema de Misiones del centro de la escena política.
Es posible que el Presidente no descarte su reelección y es probable que finalmente él sea el candidato. En ningún momento el Presidente ha dicho oficialmente que no va a serlo, ni tampoco ha sostenido abiertamente que vaya a ser su esposa. Tras el fracaso de Misiones, retrocede tácticamente pero no abandona el objetivo de la reelección y por eso no renuncia a ella, manteniendo libertad de acción, para tomar más adelante una decisión definitiva al respecto.
Es así como Misiones parece haber generado sólo un repliegue táctico del proyecto de reelección de Kirchner, pero en modo alguno ha terminado con él. El Presidente tiene todavía muchas posibilidades de ser reelecto.
En caso de ser electa Cristina, ella tiene un poder "delegado" de su esposo y los sondeos muestran que él le lleva una ventaja importante, como se mencionó. Por esta razón, dejarla a ella de candidata implica hoy ampliar las posibilidades de la oposición, que después de Misiones cree que las mismas han aumentado.
En términos de cultura política, las mujeres de los líderes en el peronismo siempre tienen un rol político. Sucedió con las dos esposas de Juan Domingo Perón, con las de Duhalde y Kirchner y, en alguna medida, lo intentó tener la segunda esposa de Carlos Menem.
La gira de Cristina Kirchner por Francia confirma la posibilidad de su candidatura, pero no es su confirmación. La eliminación de las internas abiertas posterga el límite para definir las candidaturas hasta julio, con lo cual el oficialismo tiene casi seis meses para decidir respecto a las candidaturas.
La reaparición de Duhalde quizás muestre que percibe problemas entre Kirchner y el peronismo, y busca capitalizarlos. Sus críticas a Cristina -en las cuales coincide casi todo el arco opositor- lo muestran tomando distancia del gobierno, pero no implican una ruptura total.
La candidatura de Daniel Scioli a gobernador de Buenos Aires, al que apoyan tanto Kirchner como Duhalde, muestra la complejidad del juego interno que se da dentro del peronismo en este momento. La mayoría de los piqueteros que responden al gobierno están alienados detrás de esta candidatura. Incluso lo ha hecho Luis D’Elía -cuya esposa ha sido designada funcionaria en el equipo de Alicia Kirchner- manifestando su apoyo a Scioli y compensándolo con la crítica a la permanencia de los intendentes del conurbano ex duhaldistas.
La visita de la Primera Dama y Senadora a París confirma la probabilidad de su candidatura, pero no su certeza. En mi opinión, Cristina Kirchner no es Evita y Néstor Kirchner no es Perón. El fundador del peronismo y su esposa son un fenómeno irrepetible en la política argentina.