Portada del sitio > Nuestra América > Dos cumbres para la integración : "Suramérica, tejiendo un destino común"
Por la Redacción de APM
5 de diciembre de 2006.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ajusta los detalles para garantizar el éxito de la II Cumbre Suramericana de Naciones y la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos, que se realizarán en Cochabamba a partir de mañana.
Presidir la II Cumbre Suramericana de Naciones permitirá a Bolivia gestionar un conjunto de iniciativas convergentes y concurrentes de cambios políticos en la región. Indígenas y movimientos de izquierda se unirán a las propuestas de los de jefes de Estado de la región.
Dentro los preparativos para el gran evento el jefe de Estado boliviano, Evo Morales recibió una explicación pormenorizada de la organización de la II Cumbre y recorrió los predios donde se desarrollará el encuentro, que tendrá la presencia de doce presidentes latinoamericanos.
También visitara el Instituto Americano, donde se llevará a cabo la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos, que reunirá a 1.500 representantes de organizaciones sociales de la región.
En la reunión internacional, se tocarán temas relacionados a la integración física y energética, cómo disminuir las asimetrías entre países ricos y países pobres en el continente suramericano. Además, se tendrán en cuenta las cuestiones sociales, de migración y comercio.
En este sentido, por los intensos cambios sociales y políticos que vive la región, la Cumbre despierta gran expectativa. Frente a la comunidad internacional, el encuentro será una buena ocasión para que los gobiernos suramericanos reafirmen, afiancen, ahonden y pongan en marcha un proyecto común sostenido en una identidad e historia compartidas.
En tanto, Morales propuso el inicio del debate para concretar la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN) con el propósito de concebir una estrategia regional frente al nuevo milenio y fortalecer el desarrollo equilibrado entre los países latinoamericanos.
Al respecto, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, explicó que la propuesta de Morales busca el puntapié para revalorizar la integración regional frente al proceso de globalización, porque en la actualidad "es humanamente imposible concluir que un país solo pueda salir de la pobreza".
Y agregó que en América del Sur existe una marcada tensión poco constructiva, entre los objetivos que buscan la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) que impiden fijar una posición regional.
"Éste es el momento en el que Bolivia proponga un proceso de articulación convergente entre esos dos sectores (CAN-Mercosur) para construir la Comunidad Suramericana de Naciones y darle a la región, no solamente a Bolivia una identidad estratégica en el plano internacional, sino darle a Suramérica un lugar en el proceso de regionalización globalizada", precisó Quintana.
Además, señaló que la necesidad de restablecer el dominio del Estado sobre los recursos naturales será otro punto de discusión, que tendrá en cuenta la experiencia del gobierno boliviano que logró nacionalizar los hidrocarburos sin violar la propiedad privada y la inversión extranjera.
En tanto, a nivel de política interna Morales rechazó los pedidos de autonomía de varios opositores políticos y civiles de tres departamentos bolivianos, al considerar sus exigencias como separatistas.
Luego de la reunión con el cardenal Julio Terrazas en Santa Cruz, el mandatario boliviano pidió a los opositores del Oriente (Santa Cruz, Beni y Pando) no utilizar esa demanda para buscar la segregación del país.
El estadista había tenido un encuentro con los dirigentes de siete de nueve comités cívicos de la nación, sobre la modalidad de votación que debe adoptar la Asamblea Constituyente, donde resurgió el tema de las autonomías.
Morales advirtió a los secesionistas que de lograr sus propósitos podrían dejar de obtener recursos económicos que pertenecen al Estado boliviano y a todo el país, y no a unos pocos.
El gobierno y la oposición, compuesta por los movimientos civiles y partidos tradicionales, están enfrentados desde hace tres meses por la modalidad de votación que debe adoptar el ente legislativo.
Mientras tanto, dos mil quinientos indígenas y campesinos del continente, esperan unir sus voces a las de jefes de Estado por la integración continental. Es la primera vez en la historia de la región, que los seguidores de los movimientos sociales no saldrán a plazas y parques a protestar por la cita de los primeros mandatarios. Por el contrario, concertarán sus propuestas en la "Gran Comunidad Suramericana de Naciones para Vivir Bien".
Luis Guaraní, del comité organizador de los encuentros, en declaraciones a la agencia Prensa Latina, destacó la voluntad de los pueblos para alcanzar una verdadera integración que mejore sus condiciones de vida, sin alterar sus características y ritmos de desarrollo.
Se intenta avanzar hacia un tratado que haga de la CSN un bloque político, económico, social y cultural. La iniciativa boliviana distingue la necesidad de progresos en las esferas de educación, salud, social, medio ambiente, política y economía.
Según los organizadores de la Segunda Cumbre, la aprobación de esos temas, es vital para consolidar el bloque, cuyas bases se sentaron en diciembre de 2004, en una reunión inicial de presidentes de la región en Cuzco (Perú). Responde también a las expectativas creadas en septiembre de 2005, en la Primera Reunión de Jefes de Estado de la CSN, realizada en Brasilia (Brasil).