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17 mai 2004

Después del histórico 24 de marzo la derecha contraataca : Avanza el enemigo a paso redoblado

 

Los actos del 24 de marzo en la Escuela de Mecánica de la Armada y en el Colegio Militar -retiro de los cuadros de Bignone y Videla-, fueron dos sonoros cachetazos a la corporación militar que algunos sectores político-mediáticos de la derecha juraron vengar. El incomprensible y cobarde asesinato de Axel Blumberg, y la posterior relevancia pública y mediática que cobró la "cruzada" que impulsó su padre, fueron la excusa perfecta sobre la que se montaron los que sueñan con el ejército y la policía entrando a sangre y fuego en las villas para terminar de una buena vez con pobres, piqueteros, pibes chorros, migrantes de países vecinos y cualquier otro marginal sospechoso de cuestionar directa o indirectamente el status quo social

Por Marcelo R. Pereyra
Contra Cultural, 13 de mayo del 2004

LAS CONSPIRACIONES NO EXISTEN, PERO QUE LAS HAY, LAS HAY

No parece tratarse de una campaña orgánica -no resultan creíbles las hipótesis de los voceros oficiosos del gobierno que hablan de conspiraciones-, pero después del 24 de marzo pasado y de la abstención en la votación sobre Cuba en las Naciones Unidas, se sucedieron una serie de hechos que dan a pensar que la derecha más cerril ha decidido dar batalla y avanzar a paso redoblado.

Veamos :
 El filósofo mediático en su columna dominical del diario La Nación, y el reciente padre y abuelo exiliado en Chile, en declaraciones periodísticas, coincidieron en alertar que el gobierno está infiltrado por el enemigo, para ellos los Montoneros.
 El filósofo mediático y su ex pareja -periodística- decidieron reconciliarse, después haber estado alejados varios años, para así poder atacar al enemigo por varios flancos.
 Un mandamás multimediático, dueño del canal donde labora el filósofo, que otrora alertara también sobre que otra fracción del enemigo -para él los pobres y los piqueteros- podría llegar a atacar por sorpresa los countries y recomendaba armarse para su defensa, ese señor, utilizó todo su poder de fuego para impedir la difusión y venta de un libro -"Vale todo"- que cuenta sus divertidas aventuras en el mundo de la política y los medios.
 Hacia mediados de mes se encontró en la casa de una maestra en Florencio Varela un arsenal. Algunos medios se ocuparon de resaltar que junto a las armas había libros y folletos de la agrupación Quebracho. La maestra fue liberada dos días más tarde y nunca más se habló del tema, pero lo de Quebracho no fue desmentido.
 Aunque las amenazas a periodistas de medios alternativos son habituales, durante el mes de abril pasado fueron particularmente intensas.
 El diputado socialista Ariel Basteiro, que impulsa la creación de un sindicato alternativo de trabajadores del transporte, fue sometido a una dura golpiza por parte de una patota del sindicato burócrata y transero Unión Tranviarios Automotor (UTA).
 Un fallo de la máxima autoridad judicial en materia penal, la Cámara Nacional de Casación, dictaminó que cortar rutas o vías es un delito, aunque tal cosa se haga para defender derechos que supuestamente están amparados por la Constitución. De esta manera se sienta la jurisprudencia necesaria para controlar la protesta social. El fallo de la Cámara nada dice de los cortes de tránsito que ocasionaron las personas que se reunieron con una vela en la mano frente al Congreso y a Tribunales el mes pasado, con lo cual queda demostrado aquel viejo dicho que afirma que todos somos iguales ante la ley.

CAMPAÑA DE ANIQUILAMIENTO

Y por supuesto que donde la derecha puso toda su artillería pesada fue en la autodenominada "cruzada por Axel". Esta "campaña" que inicialmente era para reclamar mayor seguridad, terminó convirtiéndose en un duro cuestionamiento de los sectores medios y altos de la sociedad a toda la clase política y a la administración de justicia. Los "ciudadanos decentes" de esos sectores viven con miedo porque algunos de ellos han sido víctimas de diferentes delitos, pero más que nada por la acción atemorizante de la mayoría de los medios masivos (como dice el criminólogo Elías Neuman "el miedo llama al represor").

Para esta "campaña" el señor Blumberg contó con unas facilidades que nunca tuvieron otros familiares de víctimas de delitos similares, y mucho menos los familiares de la víctimas del "gatillo fácil" y de la brutalidad de las auto denominadas "fuerzas de seguridad". A Blumberg lo visitó el ministro Béliz en su casa ; en el Congreso lo recibieron con presteza y diligencia : le facilitaron la escalinata principal para su acto, le proporcionaron auto y custodia, le permitieron presenciar las reuniones de comisión de Legislación Penal y le cedieron puestos de privilegio para presenciar las sesiones, donde actuó como un verdadero fiscal popular "escrachando" a los legisladores que se oponían a sus propuestas. Por lo tanto, Blumberg logró llegar donde nunca ningún familiar con muchos años de lucha había llegado. Una de dos : o Blumberg es un señor muy organizado -que al día siguiente de su primer acto tenía gente en Washington repartiendo las planillas para adherirse a su "cruzada"-, o a Blumberg lo están bancando vaya a uno a saber quiénes, por detrás de la tragicómica figura de Carlos "Rucucu" Ruckauf.

Como quiera que sea, los políticos, asustados como conejos frente a la notable concentración del 1º de abril frente al Congreso, y teniendo en sus memorias las jornadas del 19/20 de diciembre de 2001, rápidamente se pusieron a pensar en "planes de seguridad" y en reformas al Código Penal. Los "planes" que diseñaron los gobiernos de la Nación y de la provincia de Buenos Aires se basan -de nuevo, pues ya hubo otros "planes" semejantes- en aumentar el poder aniquilador de las auto denominadas "fuerzas de seguridad". Como se sabe, la mayoría del personal de estas fuerzas actúa como agente encubierto infiltrado en bandas de delincuentes.

Por otra parte, las reformas implementadas en el Código Penal aumentando las penas -de nuevo, pues ya se sancionaron otros aumentos- apuntan a combatir los delitos más aberrantes. Como se sabe, un delito aberrante es únicamente aquél que cometen los negros villeros y sucios contra la propiedad o la persona de los "ciudadanos decentes". En cambio, a los robos que cometen los funcionarios se los denomina "enriquecimiento ilícito" ; las estafas son delitos de "guante blanco" ; a los ilícitos económicos -como el megacanje de Cavallo y De la Rúa- se les dice "escándalos" ; al tráfico ilegal de armas, a la venta de leche contaminada o las coimas en el PAMI se los considera como "hechos de corrupción" ; por último, a los aumentos de las tasas de mortalidad infantil y de desocupación se los denomina "ajustes".

El agravamiento de las penas y la disminución de la edad de imputabilidad no son más que salidas efectistas, mediáticas y oportunistas : dan la idea de que "estamos-haciendo-algo". Cuando se critica estas salidas no es por "garantismo", o por defender a los delincuentes : es porque una realidad social no se modifica con leyes, y las leyes actúan sobre los efectos y no sobre las causas de un problema.

¿COMO RESPONDER ?

Desde que apareció la "cruzada Axel" en escena una parte de la izquierda y de los medios que la acompañan se quedó sin respuesta, desorientada. La masividad de los actos de los blumbergianos los dejó pasmados, atónitos (y muertos de envidia). Hubo incluso quienes olímpicamente los ignoraron : una de las más grandes concentraciones de los últimos años y algunos medios alternativos no escribieron ni una sola línea al respecto. Luego de unos días sí comenzaron a tomar posición frente al tema, tal vez envalentonados por la oposición a las propuestas de Blumberg que comenzaron a exponer ciudadanos, organizaciones de familiares de víctimas y cientistas sociales.

Y la primera reacción fue típica de esta infantil izquierda argentina : a través de cadenas de correos electrónicos y de ciertas notas periodísticas prefirieron atacar personalmente a Blumberg antes que debatir con argumentos sólidos el problema del delito. En este sentido la izquierda cayó en el mismo error de diagnóstico que la derecha : atribuir el aumento del delito a la pobreza, por un lado, y recargar el peso de la responsabilidad de la "ola" delictiva en la corrupción estructural de la eternamente maldita policía bonaerense.

La realidad social hay que enfrentarla con coraje y sin demagogia : los delitos contra la propiedad aumentaron en la Argentina en los últimos diez años un 50%, y la mayoría de ellos fueron cometidos por miembros de las clases "marginales", que les roban a los de su propia clase y los de las clases "superiores". A estas personas -los pobres- una corriente de la criminología los denomina "vulnerables" : personas psíquicamente deterioradas por su ínfimo nivel de vida sobre las que cae la red del sistema penal conviertiéndolas en delincuentes antes de que delincan a través de mecanismos de estereotipación en los que los medios masivos tienen mucho que ver.

INSEGURIDADES LATINOAMERICANAS

El problema del delito no es exclusivo de la Argentina. En casi todas las sociedades capitalistas latinoamericanas se viene registrando en los últimos veinte años un continuo y marcado aumento de la violencia delictiva. De acuerdo con los informes oficiales y de la Organización Panamericana de la Salud publicados últimamente, en 1999 la violencia en general fue la causa principal de muerte en personas de entre 15 y 44 años de edad en América Latina, pero ya a mediados de los 90 en El Salvador la tasa de homicidios era de 139 cada 100.000 habitantes y en Colombia quedaban huérfanos 73 mil niños por año. En Brasil se contabilizan casi 30.000 homicidios por año que totalizan cerca de 600.000 en los últimos veinte. En Chile el número de delitos graves aumentó en casi un 20% el pasado año, mientras que los robos y asaltos con uso de la fuerza superaron el 46%, los más altos porcentages desde 1995.

Estas cifras eran muy inferiores a principios de los 80’ cuando estaban desapareciendo gradualmente las dictaduras militares que habían asolado a gran parte del subcontinente en la década anterior y, desaparecida también la resistencia guerrillera, se estaban imponiendo la paz y la democracia neoliberal. Si la de los 70’ había sido una violencia política en tanto la caracterizaba un ansia de poder, la nueva violencia debe ser entendida como expresión del conflicto social emergente a partir de la adopción generalizada de recetas económicas neoliberales. Hay que recordar que desde principios de los 80’, el desguace del Estado de Bienestar, el surgimiento del Nuevo Orden, la crisis del petróleo, el monetarismo y los planes de "ajuste" encarecieron el crédito y elevaron la deuda externa a cifras inconmensurables.

En los 90’ los países latinoamericanos pagaron su deuda con más endeudamiento, resultado de lo cual la región padece desde entonces pobreza, marginalidad, desempleo y una profunda inequidad social. Pero ya en 1971, el entonces presidente de Chile, Salvador Allende, había señalado el creciente distanciamiento entre los países industriales y los periféricos ; acusó a los países más ricos de monopolizar el transporte de mercaderías, levantar barreras arancelarias, desfinanciar a los países más pobres y manipular monopólicamente la moneda mundial, disfrazando estas políticas de "ayudas". Dijo Allende : "En América Latina, por ejemplo, salieron al exterior entre 1960 y 1967 14 mil millones de dólares y los servicios de las deudas superan los nuevos préstamos", y advirtió, premonitoriamente, que esta "trágica paradoja, este círculo vicioso, tendrá que romperse. Más pronto o más tarde. Cuanto más tarde, será más violentamente".

Una de esas "ayudas" fue el Plan Brady : "Hoy he dado luz verde a nuestros negociadores en el tema de la deuda para acogernos a un acuerdo muy favorable en el marco del Plan Brady. Hemos logrado señores, pueblo peruano, el Brady. Nunca he hecho un brindis en un discurso, esta oportunidad lo amerita. Salud, amigos. Salud por el Perú", festejó en 1993 el presidente peruano Alberto Fujimori. Hoy, sin embargo, Fujimori acusado de corrupción por la justicia de su país está refugiado en Japón, y Perú es uno de los países más pobres de América Latina. Sin embargo, las cifras revelan que no es un país con alta tasa de homicidios ; lo mismo ocurre en el Brasil, donde la mayor violencia se produce en los prósperos estados del sur y no en los pobres del nordeste ; y también en Venezuela, donde la violencia está afincada en Caracas y los estados ricos de Carabobo y Aragua y no en las zonas más pobres como Trujillo o Sucre (2002:15) ; en la Argentina, el 70% de los delitos se cometen en el Gran Buenos Aires, el gigantesco conglomerado urbano que rodea a la gran capital.

Se trata entonces de una violencia asentada en las zonas pobres y excluidas de las grandes ciudades : las villas -chabolas, favelas, vecindades-, donde viven en una absoluta precariedad millones de marginados. Por lo tanto, no es la pobreza la responsable de la violencia delictual urbana sino el empobrecimiento. En este contexto las auto denominadas "fuerzas de seguridad" no son la causa del delito, sólo hacen sus negocios, y a mayor cantidad de delitos, mayor cantidad de negocios ; con una excepción : los casos de "gatillo fácil" son los únicos delitos que no cometen por dinero.

NO HAY QUE AVIVAR GILES

Pero mientras la mitad de la sociedad y los medios se la pasan hablando de la cuestión de la seguridad, y la otra mitad y los medios se la pasan hablando de la salud de Maradona, la derecha económica calladamente sigue haciendo sus negocios. Se le ha pagado como se debe al FMI y se les pagará como se debe a los señores bonistas externos que confiaron en el país ; asimismo, las empresas concesionarias de servicios públicos siguen ganando mucho e invirtiendo poco -el negocio ideal-. No importa que los usuarios viajen hacinados en los trenes, o que se queden sin calefacción en el invierno, o que consuman agua podrida, o que paguen tarifas telefónicas leoninas. No importa que el gas envasado, el que usan los más pobres, haya aumentado el 150% desde la devaluación.

No, no importa. El país está joya. Después de 13 años los abuelos y los estatales consiguieron exorbitantes aumentos en sus remuneraciones. Y, para mayor alegría, por todos lados hay soja plantada, hasta en las macetas, que la van a comprar toda los chinos y parece que el gobierno no sabe qué hacer con tanta plata que va a recaudar. Bueno, en realidad sí sabe en qué va a invertir una parte : en nuevas cárceles, para meter adentro a todos los pobres, los villeros, los piqueteros, los inmigrantes y a cualquier otro que cuestione el status quo social.

Es que sólo el día que logren encarcelar hasta el último de todos estos marginales, los "ciudadanos decentes" podrán -al fin- respirar tranquilos. ¿De qué hablarán Neustadt, Grondona, Hadad, y sus amigos ese glorioso día ? De la salud de Maradona, seguro.

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