Accueil > Empire et Résistance > Ingérences, abus et pillages > Congo : ¿Qué sabe usted del coltán ?
El mundo sigue expectante las evoluciones de los yihadistas del Estado Islámico en Siria e Irak y se pregunta si esa banda escapada de la peor literatura de Hollywood se detendrá allí o protagonizará alguna otra locura que supere nuestro poder de asombro.
El resto del mundo no es exactamente una colonia de vacaciones, quien curiosee algún medio encontrará más violencia por ejemplo en Ucrania o en Libia o en Yemen o en Afganistán o… y así podremos seguir, si tuviéramos suficiente estómago, recorriendo regiones y conflictos de mayor o menor peso mediático, pero que sin duda muere gente que no sólo serán asesinadas por el estallido de misiles o por los dispararos de una Kalashnikov, sino también serán asesinados por esos grandes medios de comunicación con las armas más letales que ha creado la humanidad : la ignorancia y el desinterés.
Al degradado y desangrado continente africano, según se dice cuna del hombre, también se lo acusa de ser la cuna del Sida y ahora del Ébola, pero sus habitantes no necesitan de virus mutados en laboratorios occidentales, como también se sospecha, para que sus habitantes sigan muriendo en constante y módicas y no tan módicas cuotas.
Desde el año 2000, se han presentado conflictos armados en 24 países de los 54 que conforman el continente. Unos ciento cincuenta grupos armados se desparraman por el continente con mayor o menor suerte, con más o menos cobertura mediática. Abría que anotar acá que quizás esa cobertura está íntimamente relacionada, en cuanto afecta a intereses occidentales u obligados porque alguna celebridad los mencione circunstancialmente, como fue el caso de las doscientos veinte niñas secuestradas por el grupo yihadistas Boko Haram, en Chibok al norte de Nigeria en abril último y recién cuando Michel Obama, la mujer del presidente norteamericano, pareció asombrada del suceso, los medios reflejaron esa realidad que en el continente es moneda corriente, desde hace décadas, el secuestro en masa de niños o niñas para incorporarlos en alguna guerra determinada o utilizarlos para diferentes servicios.
Las reivindicaciones de algunos de estos grupos, que en muchos casos no llegan a conformar milicias y son apenas bandas fuertemente armadas, hace tiempo han olvidado la causa que los ha impulsado al combate.
En un rápido conteo podríamos decir que en su enorme mayoría, esas razones hoy son fundamentalmente religiosas. El continente está dividido en un 54% de musulmanes, chiítas y sunitas, 40% cristianos, en una variopinta variedad de sectas, iglesias, más o menos oficiales, más o menos electrónicas y el resto de la población practica diferentes credos animistas. Son minoritarias las guerrillas que combaten por reivindicaciones territoriales y casi han desaparecido las que combatían por cuestiones ideológicas.
En estas páginas nos hemos dedicado en muchas oportunidades a analizar la lucha de algunas de esos grupos de combatientes. Desde los más antiguos y heroicos, como el Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra de y Río de Oro) que revindica sus territorios usurpados hoy por Mauritania y Marruecos, con la anuencia de España o la lucha del Frente Nacional de Liberación del Azawad, que lucha ancestralmente por los territorios Tuareg, hoy controlados por Mali, Argelia y Níger, con la anuencia de Francia. Otro tipo de organizaciones como la ya mencionada Boko Haram, de alguna manera representante de al-Qaeda (sunita) en Nigeria que gracias a sus acciones espectaculares como el secuestro en Chibok o los múltiples atentados que han provocado en lo que va del año cerca de cinco mil muertos, sirven a los intereses de Washington, para el control al sostenido crecimiento de la comunidad chií, vinculada con la « temible » Irán en el norte del país. O como claramente se vio en la revuelta Tuareg del dos mil doce en el norte de Mali, que la rápida fue imbricada por grupos del al-Qaeda del Magreb Islámico, dando la excusa perfecta a Francia para el inició de la operación Serval con anuencia de Naciones Unidas, los que obligo al pueblo Tuareg, a dar marcha atrás con sus reivindicaciones que no son las de al-Qaeda.
Así es como occidente regula el accionar de muchos grupos guerrilleros africanos para mejorar sus posiciones cada vez que sea necesario.
Entre tanto fárrago de noticias, quizás en algún medio se pudo leer que entre las noches del quince y el dieciséis de octubre último la incursión de una unidad del grupo, ahora islamista, de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF-NALU) provenientes de Uganda han realizado varios ataques contra la ciudad de Beni, en la región de Kivu norte en la República Democrática del Congo (RDC). Los milicianos de ADF- NALU habrían asesinado en las dos incursiones de unos sesenta a cien muertos y cerca de cincuenta heridos. La mayoría de las víctimas fueron ejecutadas con hachas y machetes, el ataque se produjo a unos cincuenta kilómetros de la ciudad de Beni.
Para los habitantes de Kivu, las incursiones provenientes tanto de Uganda como, la que acaban de protagonizar la ADF-NALU y las de Ruanda a cargo del Movimiento 23 de Marzo (M23) no son una novedad. Y ellos conocen muy bien cuál es la razón.
La región de Kivu norte es el yacimiento conocido más importante del mundo del escasísimo e imprescindible coltán un mineral utilizado en la industria electrónica.
El coltán es una mezcla de los minerales columbita y tantalita de color gris metálico oscuro muy escaso en la naturaleza. El principal productor de coltán es la RDC con cerca del 80%, le sigue Brasil con el 10%, Sierra Leona con el 5% y el 5% restante alrededor del mundo. A pesar de no ser productores, Ruanda y Uganda, exportan grandes cantidades de coltán a los Estados Unidos de América, producto de los saqueos a Congo.
El coltán es utilizado fundamentalmente en la industria electrónica para la fabricación de condensadores electrolíticos de tantalio. Actualmente, las dos procesadoras más importantes de coltán se encuentran en Alemania.
El M23que operan en el este del Congo, que se creó tras la deserción masiva de miembros del Ejército congoleño, eran provenientes del llamado CNDP (Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo).
Bajo el liderazgo de Lauren Nkunda, y apoyados Ruanda el M23 han sitiado varias veces la ciudad de Goma capital de la provincia de Kivu. Aunque con otros nombres de fantasía, grupos de mercenarios combate desde hace veinte años por el control de Goma, que maneja el tránsito de las materias primas extraídas de los yacimientos de Kivu Norte.
A su vez el ADF-NALU es un grupo de guerrilleros formado de la unión de dos movimientos precedentes que luchan contra el gobierno de Uganda, la Allied Democratic Forces y el National Army for the Liberation of Uganda. Esta organización que acaba de adscribirse a al-Qaeda, ha sido responsable del secuestro de unas 600 personas en Kivu del Norte, entre ellas 3 padres asuncionistas (Agustinos de la Asunción) de nacionalidad congoleña, Jean-Pierre Ndulani, Anselme Wasikundi y Edmond Bamutute, desaparecidos en octubre de 2012 de la parroquia Notre-Dame des Pauvres de Mbau, a veintidós kilómetros de Beni.
El ADF-NALU se dedica a la extorsión de la población civil y a la extracción ilegal y contrabando del coltán.
El ejército de la República Democrática del Congo (FARDC) llevó a cabo una operación en Beni, para neutralizar el ahora grupo islámico de ADF-NALU, como lo ha hecho en varias oportunidades contra las incursiones del M23, sin resultado concretos. Ambas organizaciones terroristas se reencarnan permanentemente con diferentes nombres y orígenes, pero es claro que son parte del mismo gran negociado de donde el pueblo congoleño solo recibe las balas.
Guadi Calvo para Hamartia
Hamartia. Buenos Aires, el 20 Octubre de 2014