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Cristina inauguró las obras en la facultad de Odontología y destacó la necesidad de un Estado en la formación. « Quiero que si sos odontólogo, ingeniero o abogado, no sea porque tu papá es rico y tiene plata, sino porque hay un Estado que promueve la igualdad », sostuvo. Y agregó « Sueño con un país donde los 40 millones puedan elegir la vida que quieren vivir ».
La presidenta encabezó ayer un esperado acto en un lugar que no frecuentan los jefes de Estado –el aula magna de la Facultad de Odontología de la UBA- y pronunció allí un discurso muy fuerte que hizo eje en el esfuerzo que significa progresar en materia educativa mientras se trabaja, porque no se tiene el amparo de « un papá rico que tiene plata ». Ese párrafo desató una ovación entre los estudiantes universitarios, los profesores, los trabajadores no docentes y algunos familiares que llenaban el salón con forma de anfiteatro. Esa definición también estuvo en línea con el contraste que la misma Cristina ya había subrayado en sus dos apariciones previas,en las que anunció el envío al Parlamento de un proyecto de ley para proteger a los actores y el impulso oficial a la sanción de una nueva ley de Hábitat. Al igual que en esos dos mensajes, anoche Cristina se involucró activamente en la puja por su sucesión. Y lo hizo con alusiones indirectas al candidato a presidente de Cambiemos, Mauricio Macri, quien –se sabe- representa por su propia biografía al profesional universitario apadrinado por un padre (multi) millonario.
« Yo sueño con un país en el que los 40 millones de argentinos puedan elegir la vida qué quieren vivir. Yo elegí ser abogada, y elegí ser militante política, y luego fueron ustedes, los argentinos, quienes me eligieron para que sea presidenta. Pero nací en La Plata, si hubiera nacido en Jujuy, Santiago del Estero o Chaco, quizá no habría podido. Porque todavía hay argentinos que no pueden elegir. Sueño con que todos puedan elegir qué hacer con su vida. Que si sos odontólogo, ingeniero o abogado, no sea porque tu papá es rico y tiene plata, sino porque hay un Estado que promueve la igualdad », se explayó la jefa de Estado en un párrafo que fue festejado por una aprobación generalizada que recorrió las gradas del auditorio sin distinciones entre los militantes universitarios de las agrupaciones kirchneristas; los estudiantes de ‘Odonto’ menos politizados; los docentes, y los trabajadores agremiados en APUBA, el sindicato que encabeza el gremialista Jorge Anró.
En la arremetida final de su discurso, Cristina enumeró una serie de políticas públicas en materia educativa y de atención a la salud que comenzaron en 2003, con la llegada de su esposo a la presidencia. A modo de ejemplo, ponderó la diferencia entre lo que el Estado nacional asignaba a Educación antes del kirchnerismo –con un PBI entonces reducido por la crisis social y económica- y lo que se destina hoy, con un producto bruto muchísimo mayor. « Pasamos de 1 900 millones de pesos para todas las universidades nacionales, que era el 0,5% de un PBI muy chiquitito, porque en el año 2003 estábamos en la lona, a duplicar esa participación del PBI al 1%. Hoy las universidades tienen un presupuesto superior a los 42 000 millones de pesos », remarcó. El repaso de las cifras derivó en uno de los tantos reconocimientos que le dedicaron a CFK las autoridades universitarias presentes en la sala: el decano de Odontología, Héctor Álvarez Cantoni, sentado a su lado, aplaudió con gestos ampulosos.
El palco se completaba con los ministros Alberto Sileoni (Educación) y Axel Kicillof (Economía), más el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, compañero de Daniel Scioli en la fórmula presidencial del FpV.
El acto había comenzado con la modalidad hiperactiva y de comunicación a la distancia que asumieron desde hace un tiempo las comunicaciones públicas de Cristina. Una sucesión de videoconferencias apuntó a mostrar nuevamente el carácter federal de la administración kirchnerista y la centralidad de CFK en el comando del gobierno. Primero hubo noticias desde el Hospital El Cruce de Florencio Varela: la inauguración de un centro de estudios de tres pisos que se dedicará la investigación en biomedicina. « El futuro ya llegó », festejó la presidenta en una cita impensada a Los Redondos: la mandataria opuso este presente de aliento a la investigación con el recuerdo de Domingo Cavallo y su dedicatoria a los científicos, a quienes aconsejó ir a lavar los platos.
Siguió otra comunicación con Santa Fe, y luego otra con Paraná, Entre Ríos (ver aparte). En ese momento se vivió una escena muy emotiva, porque la presidenta del centro de estudiantes de la UNER, una joven de nombre Malena que portaba una remera de Evita, recibió el micrófono y se animó a decir que « la soberanía intelectual » era lo más importante y que no había que aceptar « ser colonizados » por un conocimiento al servicio de intereses ajenos al país. Cristina, feliz, manifestó su total acuerdo.
El ida y vuelta entre un aula de la UBA y otros puntos del país derivó luego en un par de exhortaciones fuertes de la presidenta sobre la responsabilidad de los profesionales graduados en universidades públicas. « No se olviden que el pueblo les pagó los estudios », puntualizó mientras en el auditorio aplaudían los diputados Juliana Di Tullio y Andrés Larroque; la legisladora porteña Gabriela Alegre; el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Glenn Postolski; la subsecretaria de Gestión y Coordinación de políticas universitarias del ministerio de Educación, Laura Alonso; el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, entre otros. « Cuando veo que ustedes dicen que no les van a colonizar la cabeza, porque aprendieron a tener soberanía del conocimiento para hacer una nación, cuando veo todo esto, cuando los veo a ustedes, con tantas esperanzas e ilusiones, digo, pucha, ¡valió la pena! Todos los palos recibidos, todas las ofensas proferidas, todos los agravios que nos tiraron por la cabeza », confesó la jefa de Estado en medio de aplausos y gritos. Antes de despedirse, y a modo de síntesis de estos años, pronunció una consigna que había sido lanzada por el periodista Hernán Brienza el domingo en este diario: « No fue magia, pero fue mágico. »
La presidenta Cristina Fernández viajaba al cierre de esta edición hacia la ciudad de Nueva York, donde el lunes brindará un nuevo discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. La exposición genera expectativa por ser la última de su mandato.
Se espera que la primera mandataria arribe hoy por la mañana a los Estados Unidos y es muy probable que el domingo participe de la reunión del G77+China. El discurso que Cristina dará el lunes ante el plenario de jefes y jefas de Estado en el marco de la 70ª edición de la Asamblea General de Naciones Unidas está pautado en un principio para las 16:30 hora local (17:30 hora argentina), aunque aún resta la confirmación definitiva de la agenda de la jornada por parte de la ONU.
En su último y octavo discurso, se aguarda que Cristina se refiera a la decisión de la ONU de aprobar el 9 de septiembre pasado la iniciativa impulsada por Argentina para frenar el accionar de los fondos buitre. Se trató de la incorporación de principios universales para regir las reestructuraciones de deudas soberanas. Como ya lo hizo en años anteriores, no se descarta que la presidenta también hable de la cuestión Malvinas.
La ponencia estará enmarcada por la presencia del Papa Francisco en los Estados Unidos, donde ayer –en la sede de la ONU– realizó una férrea defensa del cuidado del medio ambiente y la lucha contra la exclusión. Es factible que la presidenta retome alguna de las declaraciones del Sumo Pontífice. Fue la primera vez que un Santo Padre inauguró las Asambleas Generales de Naciones Unidas.
La presidenta Cristina Fernández inauguró ayer obras de remodelación en la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Antes de su discurso recorrió los sectores de guardia odontológica, ortodoncia y Clínica II de Operatoria y Prótesis de la casa de estudios.
Las obras requirieron una inversión total en infraestructura de 91.227.037 pesos en el período 2003-2015. Fueron reparados y modernizados el Piso 7 donde funciona « Clínica II de Operatoria y Prótesis »; el piso 10 donde está la « Clínica de Grado y Posgrado »; el piso 11 donde está montada la « Técnica de Prótesis »; y el piso 15 donde está el « Consultorio para niños ». Se hizo lo propio con la Residencia Universitaria en Salud Bucal.
La presidenta también valoró que la facultad pasó de tener un presupuesto de 10.321.093 pesos en 2003 a 160.645.020 este año. La erogación presupuestaria se debe a que la Facultad de Odontología presta atención a más de 150 mil pacientes al año como Hospital Universitario, brinda atención de urgencia 24 horas al día, todo el año, y es referente en especialidades como estomatología o cirugía, entre otras.
A través de videoconferencias, Cristina inauguró, además, un centro médico en Florencio Varela, un centro de ingeniería en Santa Fe capital y la nueva sede de la Facultad de Trabajo Social en Paraná, Entre Ríos.
La primera comunicación se estableció con el Hospital El Cruce, en Varela, para inaugurar el Centro de Excelencia Médica Trasnacional (CEMET), con la presencia en el lugar del ministro de Ciencia, Lino Barañao, y el intendente municipal, Julio Pereyra.
Luego habló con el presidente del Conicet, Roberto Salvarezza, quien estaba en el nuevo centro internacional de métodos computarizados en ingeniería, CIMEC, en terrenos del Conicet en Santa Fe.
Por último, la presidenta se comunicó con Paraná, Entre Ríos (y con el gobernador Sergio Urribarri), para inaugurar una sede para la Facultad de Trabajo Social, que hasta hace días funcionaba en un subsuelo de otra unidad académica.
Tiempo Argentino. Buenos Aires, 25 de septiembre de 2015.