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17 décembre 2002

Realismo no tan mágico para América Latina

 

América en llamas. Así se lama el libro de Gerald Clark, cuya primera edición vio la luz en febrero de 1964.¡Miles de hogueras se levantan para quemar un continente ! Dice la portada de ese libro que más bien pareciera el oráculo de nuestra América Latina. Tan lastimada, vulnerada, violada, saqueada.

Hambre, miedo, cuartelazos, corrupción, pobreza lacerante, dictadores, represión, catástrofes naturales y no naturales. Salvador Allende. Sandino. Fidel Castro, la dinastía Somoza. Augusto Pinochet. Rafel Leónidas Trujillo. Rafael Videla. Hugo Chávez. Lula.
Fragmentos del rompecabezas que marcaron y marcan el rumbo de una Latinoamérica que duele en la poesía de Roque Dalton : "Los muertos están cada día más indóciles. Antes era fácil con ellos..."

Contar la historia de América Latina es consultar el oráculo y desangrar las venas... esa venas abiertas de Eduardo Galeano. Territorio donde el realismo
mágico se estrella contra el dramatismo real de millones de latinoamericanos. Historia de detenidos- desaparecidos durante los años del terror dictatorial en el subcontinente, cuando el Plan Cóndor sobrevoló
Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay y Chile. Es un recorrido por las calles de Buenos Aires con los montoneros a cuesta ; los tupamaros en Montevideo ; el
M-19 en Colombia ; Sendero Luminoso volando las calles de Lima ; el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en El Salvador de Dalton ; la entrada triunfal del sandinismo (con una imagen de Sandino como veneración de una lucha que dejó 30 mil vidas) en Nicaragua mientras Anastasio ’Tachito’ Somoza Debayle emprendía la huida en 1979.

Los años 80. Cómo olvidar los fuegos pirotécnicos de una guerra civil que asoló Centroamérica y dividió Guatemala, El Salvador y Nicaragua en la década de los 80 y con el pleno consentimiento y beneplácito de la Casa Blanca. Una década que no termina de pasar por el istmo, donde "el olvido tarda en acudir" (canta Sabina) a pesar de los consabidos acuerdos de paz para esa región.

¿Se vale olvidar el último discurso de Allende con un Palacio de la Moneda asediado primero y destruido después ?
"Yo no voy a renunciar. Colocado en un trance histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que
entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza. Podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos..."
. Es 1973. Para entonces ya había empezado la barbarie en Chile bajo la batuta del sanguinario Augusto Pinochet, ahora absuelto por loco por la justicia chilena.
La sangre en Chile no deja de manar : "Nosotros los de entonces ya no somos los mismos", ese eco de Neruda latente aún.

"Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad... Este es, amigos, el
tamaño de nuestra soledad"
, dice Gabriel García Márquez, en Estocolmo, en 1982. El mismo año que la dictadura argentina se embarca en una guerra
perdida ante el poderoso aliado de Estados Unidos, Gran Bretaña. Las islas Malvinas, a miles de kilómetros son bajo el poder bélico, propiedad de la potencia europea.

Los últimos años latinoamericanos están envueltos en una vorágine de populismo, con un Hugo Chávez en la mira de la oposición venezolana y con una política bolivariana derrocada brevemente el 12 de abril pasado, un día después de una manifestación que terminó masacre.
Hambre en Argentina, el otrora granero del mundo y sumida en una de sus más fuertes crisis socioeconómicas y políticas, con cinco presidentes en menos de un lapso. Fue en diciembre de 2001 cuando los argentinos, además de Gardel y Jorge Luis Borges, aportaron al mundo el canto de los cacerolazos como protesta ante la incapacidad política.

Colombia. La Colombia de García Márquez y la que deja entrever Fernando Vallejo en la ’Virgen de los sicarios’ continúa derramando sangre en un conflicto al que no se le ve fin.

Y Brasil. El bullanguero, el alegre... dio el 27 de octubre un giro político añorado por los viejos izquierdistas de siempre. Un avasallador triunfo de
Luiz Inacio Lula da Silva, nacido en una región paupérrima de Pernambuco hace recordar que "una persona no se hace revolucionario por la ciencia sino
por la indignación"
.

Oscar Wilde escribió que "un mapa que no incluya el país de la Utopía no merece siquiera la pena de que se le eche un vistazo".

América Latina está repleta de utopías, de mitos, pero también de realismo no tan "mágico".

Por Olivier Pavón Reyes
Diario Unomasuno
México DF, 27/11/02.

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