Accueil > Notre Amérique > Por las venas abiertas de los pueblos de América Latina, circula la esperanza.
Después de tutearse con la utopía, el pueblo latinoamericano sufrió una gigantesca derrota hace ya, aproximadamente, tres décadas. La marcha hacia una sociedad más justa no era un camino lineal. El enemigo era (es) muy poderoso, tenía ( tiene) mucho más cartas que lo que aparentaba la relación de fuerzas y las ideas dominantes en los sesenta y los primeros años de los setenta. El imperio yanqui mordía la derrota en los arrozales de Vietnam, pero el socialismo real caminaba hacia su implosión carcomido por la burocracia criminal y la incapacidad de bajar a la vida cotidiana los adelantos nucleares, bélicos y espaciales. La competencia entre los dos modelos que había llevado al aggiornamiento de la sociedad capitalista, la mezcla de keynesianismo y Estado de Bienestar, después de la Caída del Muro de Berlín se mostraba como un obstáculo a la maximización de las ganancias. El triunfo del capitalismo financiero llevó a algunos escribas apologéticos a hablar del ’ fin de las ideologías’. Ronald Reagan y Margaret Thatcher eran las ’estrellas’ del libre mercado. Felipe González y Tony Blair asumían el lenguaje dominante como paradigmas de la centro izquierda moderna. Había que encoger el Estado en los países centrales y demolerlo en la periferia. Terminar con la legislación laboral y con las mallas de protección social. El progreso tecnológico achicó el mundo y denominó globalización lo que antes se conocía como imperialismo. Distinto envoltorio para encubrir ’científicamente’ la relación entre opresores y oprimidos. Y por las venas abiertas del latrocinio y la devastación, de la distribución más desigual de la que se tenga memoria, alumnos obedientes que se disputaban el privilegio de ser el mejor cipayo : Carlos Salinas de Gortari, Fernando Collor de Mello, Alberto Fujimori, Carlos Andrés Pérez, Carlos Menem y tantos otros, continuadores del esquema ideológico impuesto a tracción a sangre por dictaduras asesinas como la de Videla, Pinochet, la de los militares brasileños y uruguayos y otros imitadores latinoamericanos.
Los pueblos quedaron sin voz, porque en las democracias nacidas al pie de los cementerios, los elegidos subían prometiendo gobernar para dar respuestas a las necesidades de los pueblos y se transmutaban en títeres de la mano invisible del mercado. El mercado sin Estado devino en sociedades de mercado. Como dice Eduardo Galeano ’ este señor no tiene nada que ver con el entrañable lugar del barrio donde uno acude en busca de frutas y verduras. Es un todopoderoso terrorista sin rostro, que está en todas partes, como Dios, y cree ser, como Dios eterno. Sus numerosos interpretes anuncian : ’ El Mercado está nervioso’ y advierten ’No hay que irritar al mercado’. Los gobernantes convertidos al neoliberalismo dejan de preocuparse por la salud, la educación, la vivienda, el trabajo de sus pueblos, y pasan a arrodillarse ante los malestares del Mercado. Se transforman en sus rehenes y son remunerados con las migajas millonarias del pantagruélico festín. Son duros con los débiles y débil es con los poderosos. Los aterroriza el frondoso prontuario criminal del Mercado. Ese que como dice Eduardo Galeano, ’ se ha pasado la vida robando comida, asesinando empleos, secuestrando países y fabricando guerras’.
Las cosas empiezan a cambias
El retroceso ha terminado. El Muro del discurso único neoliberal se resquebraja. El Consenso de Washington se agrieta. Aunque Bush trate de amalgamarlo bombardeando a quién considere conveniente en sus guerras preventivas, en las que ’ se mata por las dudas, no por las pruebas’. Aunque desestabilice al gobierno nacionalista y popular de Hugo Chávez, usando de fuerzas de choque a la clase media, en una remake de lo que hizo en el Chile de Salvador Allende en 1973 financiando a los camioneros. Acá se subvenciona a la burocracia petrolera. Una clase media que recuerda a su instrumentación gorila el 16 de septiembre de 1955. Como siempre se invoca los defectos de un gobierno popular, pero se lo intenta derrocar por sus virtudes. Se busca dar el golpe para privatizar la empresa estatal PDVSA. Para volver a aplicar crudamente las políticas neoliberales. Para terminar con la reforma agraria. Para arrasar con el sistema cooperativo. Con los planes de viviendas sociales. Para destinar parte de los fondos asignados a salud y educación, al pago de la deuda externa. Hugo Chávez lo define con claridad : ’ Necesitamos romper las cadenas del viejo modelo económico porque de lo contrario no estaríamos haciendo una revolución’ Venezuela es hoy el frente de batalla que debe ser sostenido porque se está jugando el destino de sus sectores populares y para no debilitar los procesos alternativos al discurso único de Brasil, Ecuador y el que se aproxima en Bolivia y Uruguay.
Desde lo más profundo de las venas abiertas de América Latina, surgen los rostros mestizos de los eternamente silenciados. Luis Inácio Lula da Silva, arribó al gobierno de unas de las 10 economías más grande del planeta desde la pobreza indescriptible del noreste brasileño. A Lula nadie, absolutamente nadie, le va a contar como es la miseria. Lula sabe muy bien las honduras sin límites de esos lugares abandonados, donde el mundo no tiene horizonte. Por eso dice, en éste idioma nuevo que debería ser tan viejo como la existencia de la injusticia : ’Si alguien necesita del gobierno, es el pueblo pobre’. Tampoco a Benedita da Silva, que de empleada doméstica analfabeta, llego a gobernadora de Río de Janeiro y hoy es Secretaria de Desarrollo Social. O Marina Silva, analfabeta hasta los 16 años, hija de la Selva Amazónica, donde tenía que ir con su padre a arrancar el caucho de los árboles para ayudar a alimentar a su numerosa familia. Hoy tiene 44 años, es Licenciada en Historia, fue la Senadora más joven y es figura mundial de la ecología. Fue considerada por la revista Time entre las 100 líderes del nuevo milenio. Lula la designó Secretaria de Medio Ambiente. Su Ministro de Cultura Gilberto Gil sostiene :’ Siempre tuvimos pobreza en el Brasil, pero nunca tuvimos tanta violencia. Esta violencia viene de las desigualdades sociales. Lo que aumentó en las últimas décadas es la desigualdad.......Es ese escándalo social el que explica el carácter que asumió la violencia urbana recientemente, subvirtiendo hasta los viejos valores del delito brasileño. O Brasil acaba con esa violencia o la violencia acaba con Brasil’
No son figuras aisladas. Son frutos de la América Latina profunda que llegaron al poder a través de forjar un instrumento colectivo : el PT, el Partido de los Trabajadores. Por eso Lula no empezó con el Presupuesto Cero, como tanto ’progresista de café’ que reclutó la Alianza . Lula dijo : hambre cero, favelas cero. Al asumir afirmó : ’ El pueblo brasileño me eligió para cambiar.... Ante el agotamiento de un modelo que produjo estancamiento, desempleo y hambre, el fracaso de la cultura del individualismo y la indiferencia ante el prójimo, la precariedad de la seguridad, la sociedad eligió cambiar. Ella misma comenzó a promover el cambio........La esperanza venció al miedo. No soy el resultado de una elección. Soy el resultado de una historia. Estoy concretando el sueño de generaciones, que antes de mí lo intentaron y no lo consiguieron’. Convocó a una movilización nacional contra el hambre, una causa tan importante dijo, como la creación de Petrobras o la redemocratización del país. Llevó a sus ministros para que conocieran las miserias del país real. No es lo mismo ajustar números que personas. En Piauí, donde el 38% de sus 2,7 millones de habitantes no saben leer ni dibujar la firma le dijo a sus colaboradores : ’No hay nada más sagrado que comer todos los días como Dios manda’. Prometió al finalizar su mandato que todos los brasileños desayunarán, almorzarán y cenarán.’ Ha hecho alianza con la burguesía paulista. No es de descartar que algún grupo fundamentalista de izquierda exija : ’ Merienda ya’.
Las herramientas del cambio están proclamadas : reforma agraria y reindustrialización. Y el pueblo como el centro de toda la asignación de recursos a través del presupuesto. Se rompe aquí la zoncera acuñada en nuestro país por Nicolás Avellaneda, calificada así por Arturo Jauretche, transmitida de generación en generación, enaltecida por el establishment y seguida a pie juntillas por los neoliberales y conversos : ’Pagaré la deuda sobre el hambre y la sed de los argentinos’. Los virreyes después acreditan como éxito que los acreedores aplaudan. No son estúpidos, sino que nos toman por estúpidos.
El Ecuador es algo más que una línea
Lucio Gutiérrez en su discurso de asunción de la Presidencia de Ecuador recordó su ingreso a la política : ’Nací a la política un veintiuno de enero del 2000 cuando la población ecuatoriana en aguerrido acto plebiscitario salió a las calles a denunciar y desalojar a corruptos y ladrones. Lo hice juntamente con los oficiales de mi promoción pensando que las armas del ejército ecuatoriano jamás habrían de usarse en contra de su propio pueblo. Por el contrario. Debían ser dirigidas hacia arriba para advertir a los deshonestos que la fuerza pública es la fuerza del pueblo soberano. Que la legitimidad política - más allá de leyes hechas por y para beneficio de los de siempre - se fundamenta en una sola base imprescindible y decisoria : el consentimiento de los gobernados. Sin esa legitimidad no hay democracia. Nada hay democrático por encima de este principio.....Que legitima al poder y convierte al poder en autoridad. Por los acontecimientos del 21 de enero fuimos encarcelados, estigmatizados, segregados’
Lucio Gutiérrez pronunció un discurso histórico, una articulación de conceptos que abreva en las mejores tradiciones latinoamericanas. Un regalo para el corazón. Un lenguaje que entierra las mentiras y falsedades de un tres décadas. Un anticipo que acerca el futuro. Que nos convierte en sujetos de la historia. Que nos permite montar las utopías sobre las que cabalgaron tantos patriotas latinoamericanos. Aquellos que soñaron una Nación Latinoamericana. Desde Bolívar a San Martín. Desde Martí a Artigas. Desde Felipe Várela a Emiliano Zapata. Desde Morazán a Albizú Campos. Desde Solano López al Che Guevara.
’Las generaciones que han dirigido nuestro país deberán dar cuenta ante nuestra historia de como festinaron irresponsablemente la mayor lotería que significó la era petrolera y que quizás no vuelva a repetirse. Sobre los treinta mil millones de dólares por concepto de exportación petrolera sin contar con el regalo para el consumo doméstico. Ni los dieciséis mil millones de dólares en ingreso adicional por endeudamiento. Ochenta de cada cien ecuatorianos están bajo la línea de pobreza. De ellos la mitad en la pobreza crítica. Setenta de cada cien niños del campo en desnutrición crónica que generará para su vida adulta capacidades mentales disminuidas.’ Hasta acá una descripción de Ecuador que es una radiografía latinoamericana. Pero el nuevo presidente se interna en el futuro. ’Tenemos que cambiar. Cambiar el modelo. Seguir lo mismo que han hecho en treinta años producirá los mismos resultados...Más de los mismo producirá los mismos resultados. El Ecuador ha votado el cambio. ¿Como cambiarían las cosas si invirtiéramos en la gente lo que se ha invertido en los bancos ? ¿ Si gastáramos en los pobres lo que han regalado a los ricos ? ¿ Si con educación hiciéramos productivo el conocimiento de las personas ?. EL PAÍS ES LA GENTE, NO LA ECONOMÍA. La economía sigue a la gente, no al revés......Mi objetivo es que los ecuatorianos podamos vivir aquí y ahora con dignidad......(Hemos sido objetos) de robos millonarios, de los de cuello blanco, magnates que roban con otros parámetros : no por cientos y miles sino por millones.....Hagamos otra cosa. No lo mismo de siempre ni con los mismos de siempre.’
En algún momento respondió a las críticas del establishment, sobre su falta de experiencia gubernamental. ’ Y ciertamente de esa perpetua experiencia de despojo de los bienes que correspondían a la educación de nuestros niños, a la salud de las familias y al esperanzas de la juventud, nada quiero saber. Y confío en terminar mi mandato totalmente inexperto en estos quehaceres’.
Consciente de la prédica constante sobre la subestimación del ecuatoriano expresó : ’ ¡Ecuatorianas y ecuatorianos !, su nuevo presidente quiere hacerles una propuesta : ¡ Volvamos los ojos al interior de nuestro país ! ¡ Recuperémoslo para nosotros mismos ! ¡ Sobre todo recuperemos........el sentido del orgullo y de la dignidad nacional ! Aprendamos a amarlo y sobre todo a explotarlo racionalmente. La mayor riqueza del país radica en su gente : somos doce millones y medio de ecuatorianos obligados a salir adelante por nuestros propios medios y capacidades.....Ser pobre no es lo mismo que estar pobres ; quién es pobre y acepta resignadamente ser pobre jamás dejará de serlo. Quién está pobre y lucha por dejar de estarlo jamás se quedará pobre.... ¡ Dejaremos de ser pobres !
Al advertir que su discurso discurría sobre temas no habituales en presencia de Presidentes y delegaciones extranjeras dijo : ’Perdónenme pero prioritariamente estoy hablando para mi pueblo.’ En otro tramo de su disertación afirmó : ’ Si la riqueza producida en nuestro país va a parar a las manos de los mismos de siempre que la exportan a los paraísos fiscales donde vacacionan se hace imparable el proceso de desertificación. El país se erosiona. Sacan los recursos y nada se reinvierte. Crece la miseria y la violencia........La pobreza ha superado la dimensión económica y se ha convertido en un problema de orden ético. Si los ecuatorianos vivimos de nuestro trabajo...Entonces no hay vida digna si faltan oportunidades de trabajar y crear riqueza......Se me viene a la mente que cuando los pobres no pueden comer, los ricos no deben dormir....Transformaremos lo imposible en posible.....Cada uno de nosotros debe ejercer el acto soberano de amar al Ecuador’
Concluyó expresando : ’ Lo que tenemos la conciencia libre estuvimos presos, los que tienen la conciencia presa continúan libres pero no por mucho tiempo porque vamos a cambiar este sistema excluyente, corrupto y perverso conscientes de que la única lucha que se pierde es la lucha que se abandona. Y los ecuatorianos de corazón, los que amamos profunda y extrañablemente nuestra patria jamás abandonaremos la lucha. O cambiamos al Ecuador o moriremos en el intento.’
Por las venas abiertas circula la esperanza
Lula , Gutiérrez, Chávez enarbolan la palabra cambio, como ayer lo hacían Juan Perón o Salvador Allende. Por las venas abiertas de América Latina cabalga la esperanza. En aquella vieja biblia de los setenta, el escritor uruguayo decía : ’ La división internacional del trabajo consiste que unos países se especializan en ganar y otros países se especializan en perder’. En los noventa se publicó un miserable libelo que intentaba, obviamente sin éxito, denostar al libro y a su autor. Se llamaba premonitoriamente ’Manual del perfecto idiota latinoamericano’. Era un titulo que calificaba a sus autores. Hoy el pensamiento que enarbolaban, está herido pero no muerto. Para corroborarlo está el presidente de Colombia, Alvaro Uribe Vélez. Un servil que accede al libro Guiness por sus miserias : Pidió la intervención extranjera de su propio país.
Alvaro Uribe es la expresión de una etapa macabra que se niega a morir. La línea del Ecuador - Brasil - Venezuela - Bolivia - Cuba espera la presencia decisiva de Argentina y Méjico. Si los nuevos vientos alcanzan esas geografías, la historia se abrazará a la utopía. Parodiando a Churchill se puede decir que no es el comienzo del fin sino el fin del principio. O para no caer en excesivo optimismo es ’ el prólogo del fin del principio del neoliberalismo’ al que el sub - comandante Marcos calificó como ’ la internacional de la desesperanza’.
Lula tiene un sueño que es compartido por millones y millones de latinoamericanos. Lo dijo en el Foro de Porto Alegre, tal vez recogiendo el memorable discurso de Martín Luther King en las escaleras del Congreso norteamericano, donde culminaba la lucha por los derechos civiles de los negros, iniciada por Rosa Park que se negó a dejarle su asiento a un blanco en 1954. ’Mi sueño es cumplir con la reforma agraria. Mi sueño es contar con una escuela pública eficiente. Con una universidad que no sea un privilegio para tan sólo el 8% de la población sino un derecho para todos. Sueño que no muera nadie frente a ningún hospital público por falta de atención médica. Sueño con una sociedad más justa, más libre e igualitaria en la que la riqueza se distribuya con mayor equidad. ... Nosotros no podemos aceptar lo que está aconteciendo en el mundo. No podemos aceptar el bloqueo a Cuba. No podemos aceptar que haya países marginados durante siglos. No podemos aceptar que Brasil, teniendo el tamaño que tiene, tenga los mayores índices de pobreza y miseria. Yo no puedo dejar de venir acá y decirles : ’ gente valió la pena’. Y valdrá mucho más la pena cuando la gente pueda venir aquí el último día de mi gobierno y con los datos en la mano, comprobar que nosotros hicimos en cuatro años más de lo que otros no hicieron en decenas de años en éste país.. ..... Hasta la victoria, si Dios quiere.’ Más allá de la voluntad de Dios, que así sea.
Por Hugo Presman*
Argenpress.info
* Hugo Presman es periodista.