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2 décembre 2004

Opus Dei ¿Santa mafia o masoneria teotecnocrata ?

 

Por Jorge Pérez Rocco
21 de noviembre de 2004

’Juan siempre sacrificó la familia a la empresa. El quería producir, ampliar, hacer grandes cosas. Creía en la entrada de España en el Mercado Común Europeo. Era un empresario de arriba abajo. El solo iba a extender la empresa. Más franquista que mi marido no hay. Nunca pensamos que pudiera estar donde está’
Sra. María Concha Costa de Vila Puri San Marín, de ’N-D’

’Para el hombre de la calle, es ’la Obra’ la que hoy dirige el país, son ’los hombres del Opus’ los que ’nos tienen la sartén por el mango... y el mango también’, como se dice en el Tartufo de Moliére (...) La gente identifica a Tartufo con ’la Obra’, lo mismo que carga sobre ’el Opus’ la responsabilidad, para bien o para mal, de la labor dirigente que en casi todos los ámbitos de la vida española ejercen miembros y simpatizantes del Instituto Secular.
De nada sirven las reiteradas argumentaciones de los portavoces oficiales del Opus Dei tratando de establecer la diferencia entre la actuación corporativa del Instituto Secular, en el ámbito exclusivo de espiritualidad y apostolado, y la individual y profesional de sus miembros en las cosas temporales’.

Manuel Mira

’Que en España se mezcle a Dios y a su obra con los menesteres oficiales no debe sorprender. Los militares prusianos lo metían en sus mochilas y los estadounidenses lo estamparon en sus dólares ; nosotros mismo no fuimos más modestos al llamar a nuestra historia ’Gesta Dei per Francos’. El Opus Dei, que se considera una organización puramente religiosa, no pretende sino adaptar al mundo moderno los ejércitos espirituales de sus miembros. Como corolario cabría deducir que el ejercicio del poder se ha convertido hoy en un ejercicio espiritual. Esto no parece del todo falso. Al paso que marchan las cosas, ser ministro es un forma muy eficaz de martirio, y conozco a más de un jefe de gobierno que se ha merecido el cielo por la penitencia del poder. Como siempre ocurre en casos semejantes, cabe sin embrago distinguir entre los verdaderos y los falsos devotos : la política, la administración, la tecnocracia, tienen, como la religión, sus santos y sus tartufos’
Robert Escarpit

Hasta que un desconocido sacerdote católico aragonés, José M. Escrivá diera a luz, allá por el año 1928, a una modesta organización de alcances originalmente muy limitados, el encono mayor de quienes veían en la religión -según la tradición finisecular liberal, anarquista o socialista el opio de los pueblos, se concentraba en la rama más militante y ejecutiva de la Iglesia católica : la de la Orden de los Jesuitas.

Los jesuitas eran los promotores de los cambios de gobierno, los que estaban detrás de los militares más reaccionarios y de los usureros más despiadados, de los que armaban el brazo homicida en los misteriosos magnicidios o movían los sutiles hilos de la política mundial y, en fin, estaban detrás o junto a los que dirigían el mundo. Eran el poder oculto, los amos verdaderos o, para decirlo con palabras contemporáneas sajonas, the decision makers, los que toman las decisiones.

¿Verdad, conseja, fabulario, ciencia ficción ? ¡Quién podrá saberlo jamás con exactitud ! Lo cierto es que durante muchísimos años los jesuitas fueron el cuco de los laicos, del mismo modo que lo era para los católicos la masonería.

El parto fue en Madrid

A fines de la década del 20, con más precisión el 2 de octubre de 1928, un cura relativamente nuevo -se había ordenado el 28 de marzo de 1925-, ex superior del seminario de Zaragoza, España, funda en Madrid la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y del Opus Dei, que con el tiempo se convertirá en el cuco de reemplazo de la orden ignaciana y se haría el polo de atracción de las acusaciones, denuestos, sospechas y recelos no sólo de laicos y anticlericales sino también de importantes sectores de la Iglesia.

’Parece ser que la idea inicial que tenía el padre Escrivá al fundar el Opus Dei era la de constituir un movimiento de jóvenes intelectuales católicos que pudiera oponerse a la acción de la Institución Libre de Enseñanza’ - dices en un estudio acerca de la Obra. ’Tomando ejemplo de la eficaz labor secreta de la masonería, quiso organizar también en secreto su obra para combatir a los enemigos con sus propias armas’ -se agrega.

De cómo sus objetivos primigenios han sido alcanzados y superados con creces lo indicaría el congreso de la organización celebrado en Roma a mediados de septiembre de 1969, donde participaron 1970 representantes de los aproximadamente cincuenta mil socios de setenta y tres nacionalidades distintas.

Lo que siempre es tema de enconada discusión en torno del Opus Dei consiste en la verdadera índole y naturaleza de su misión. Según su fundador, en discurso pronunciado en noviembre de 1969, ’el Opus encuentra al hombre o a la mujer en su vida normal, en medio de su trabajo, y continúa viviendo su propia vida. Los socios de la Obra no tienen necesidad de penetrar en las estructuras temporales, por el simple hecho de que son ciudadanos corrientes, iguales a los demás y, por lo tanto, ya estaban allí, en esos determinados ambientes, donde no ha sido el Opus Dei quien los introdujo y, naturalmente, no tienen por qué salir’.

Tamaña neutralidad o asepsia temporal no se compadece con la historia de la Obra y menos aún con las acusaciones según las cuales ésta se ha convertido, a partir de la finalización de la Guerra Civil Española y con mayor magnitud al término de la Segunda Guerra Mundial en una próspera institución económico financiera cuyo poder se va extendiendo progresivamente en todo el mundo, al punto de que, ’por la proliferación de sus actividades y las suspicacias que promueven sus designios, se la ha llamado Octopus Dei (pulpo de Dios) y la Santa Mafia’.

Pulpo o guerrilla de Dios

’Los comienzos del Opus son humildes. Encuentra, eso sí, el apoyo del obispo de Madrid, doctor Eijó Garay, y del entonces administrador apostólico de la diócesis de Vitoria, doctor Xavier Lauzarica, que prologaría ’Camino’. Gracias a estos dos prelados, el Opus consigue el rango de Pía Unión Diocesana. Pero también tropieza pronto con la oposición de la Acción Católica y, sobre todo, de los jesuitas. Una y otros critican el carácter secreto y misterioso del Opus Dei, aunque en realidad es posible que lo que más les duela sea el constatar que el Opus les roba algunos de los miembros más preparados intelectualmente y, a veces, influyentes. La lucha dura hasta la aprobación pontificia del Opus, y es especialmente ardua en Barcelona, en donde halla su principal promotor en la persona del padre Vergés, director de las Congregaciones Marianas de jóvenes y adultos’.6

En los párrafos precedentes se apunta a dos o tres datos esenciales para la comprensión del fenómeno Opus Dei : el primero es la puntualización de la rivalidad de esa organización y los jesuitas, sobre todo ; el segundo, su tendencia a reclutar lo que llamaríamos la ’crema’ de la sociedad incorporándola a sus objetivos, atendiendo, eso sí, a su capacidad técnica, profesional o científica antes que a sus posibilidades económicas o a la tradicionalidad de sus apellidos. Se entiende así que sea bien ganada su fama de Opus Tecnocracia. En cuanto a su enfrentamiento con los jesuitas, observadores más o menos imparciales sugieren que en realidad escondería una simple delimitación de rivalidades económico financieras : así, el Opus Dei representaría a los intereses estadounidenses volcados en Europa al término de la Segunda Guerra Mundial, los provistos a través del Plan Marshall y el llamado Punto IV (Ley Pública 480) de Truman, por ejemplo, en tanto que los jesuitas insistirían en sus tradicionales lazos con la vieja banca europeas, lo que no implica, por supuesto, falta de vínculos con los sectores bursátiles estadounidenses respectivos. En todo caso cabría hablar de distintas ramas de un mismo tronco : el pulpo imperial que se permite diversificar sus brazos hasta tal punto que éstos no se distinguen como de un común origen.

Sin embargo, las acusaciones más tremendistas insisten en poner énfasis en su poder político más que en lo económico. El escándalo estallado en España en 1969 a raíz del affaire MATESA (Maquinaria Textil del Norte de España S. A.) aventó la sospecha de que los negocios o negociados hechos en nombre del Señor guardan la correlativa proporción con los precedentes del campo político. Porque casi simultáneamente con lo de MATESA y quizá con motivo de descubrirse de qué modo había sido estafada España, hubo crisis en el gabinete franquista y Falange y Opus Dei se trenzaron en pública lucha y abierta pugna para colocar sus respectivos hombres en la cumbre del poder. Triunfó la Obra y allí están todavía sus ministros. Falange explicó su derrota propia de este modo : algunos milloncejos de dólares procedentes de la evasión de divisas de MATESA engrosaron las arcas del Partido Republicano de Estados Unidos, con motivo de la campaña en pro de la candidatura presidencial de Nixon. Al triunfar este y renovarse poco después el tratado por el cual Estados Unidos continúa manteniendo bases militares en España, es obvio que Franco debió optar, como lo hizo, por gentes procedentes del Opus Dei.

El Opus Dei y la política

Y sin embargo no hay cargo ni acusación que sea más desmentida por los afiliados a la Obra, que sus vinculaciones políticas. Precisamente con motivo de escándalo MATESA, en contados José Luis Gómez de la calle Guido 1724, Buenos Aires remitió a los diarios una declaración oficial de la Secretaría del Opus Dei en Argentina, en la que señalaba :

’El Opus Dei, por su carácter exclusivamente espiritual y apostólico, es independiente de cualquier sistema político. Por tanto, la Obra ni apoya ni se opone a los regímenes políticos existentes en ningún país, ya que esa actuación es ajena a sus fines. Conscientes de la legítima autonomía del orden temporal de sus socios -en la actualidad pertenecientes a 73 países- en las actividades humanas, en las que actúan con plena libertad, según su conciencia :

’Los socios del Opus Dei que en España ocupan puestos de responsabilidad en los diferentes grupos políticos -y que son lógicamente pocos en comparación con el total de los socios, laicos y sacerdotes, hombres y mujeres, pertenecientes a todas las categorías sociales- actúan con idéntica libertad que los demás ciudadanos católicos, exactamente igual que si no pertenecieran al Opus Dei.

’Por consiguiente, sería un error considerar como éxitos o fracasos del Opus Dei, los posibles triunfos o derrotas políticas de alguno de sus socios en cualquier país, porque el Opus Dei no se solidariza con sus actividades profesionales, políticas, sociales, etc. Ya que ni las apoya ni las inspira.

’Por la misma razón es algo fuera de lugar y fuente de equívocos señalar que un ciudadano de cualquier país es socio del Opus Dei, cuando se habla de sus actuaciones profesionales, económicas, políticas, sociales, etc., que son siempre de carácter personal’.

Declaraciones de esta índole son enviadas sistemáticamente a diarios y revistas cada vez que la naturaleza temporal del Opus Dei es sacada a relucir. Los textos son invariablemente parecidos, como procedentes de un clisé primario, original, del que no cabe apararse. Esto, pese a que en España, por ejemplo, sobran las evidencias de que los hombres de la Obra militan (aceptemos mansamente sus solemnes declaraciones de que lo hacen a título personal), en todos los niveles de la banca, la industria, el comercio, la prensa, los medios de publicidad, la universidad, los sindicatos y hasta en el deporte taurino. Aunque oficialmente la Obra nada posee, sí controla por medio de sutiles mecanismos donde se mezclan ingredientes religiosos, psicológicos, económicos, morales y políticos, poderosas instituciones que por propia virtualidad son factores de poder, de primerísimo potencial y energía.

El campo de la economía

Una somera reseña limitada sólo a España, pondría de relieve que el Opus Dei están en el meollo del imperio económico constituido por el Banco Popular Español (séptimo en importancia del país) ; el Banco Europeo de negocios, el Banco Atlántico, la Unión Industrial Bancaria, el Banco de Andalucía, el Banco de Salamanca, el Banco Castellano y el Crédito Andorrano, entre otros.

Pero el control financiero de tales instituciones se ve reforzado por los mecanismos habituales de participación empresarial simultánea. Así, el consejero del Banco Atlántico, José Ferre Bonsoms, de la Obra, lo es también del Banco Popular Español ; otro consejero del Banco Atlántico, y también del Banco Central, lo es José A. Güell Martos marqués de Comillas. El es ministro de Comercio, Faustino García Moncó, miembro del Pus, es consejero del Banco de Bilbao y de sus filiales el Banco de Comercio, el Banco de la Coruña y el Banco Industrial. Alvaro de Lacalle Leloup, miembro del Opus, ex subsecretario del Tesoro, es presidente del Crédito Inmobiliario. Santiago de Cruyelles Peraltallada, miembro del Opus, es consejero del Banco Bitalicio de España. El teniente general Camilo Alonso Vega, miembro del Opus, es consejero del Banco Pupular.

Pero aunque en la misma España la descripción del poder ramificado de la Obra nos demandaría decenas de páginas descriptivas más, es fuera de ella donde paulatinamente se va consolidando su poder, ampliándose y creciendo lenta aunque persistentemente.

A partir de 1947, en que se inicia el ’gran salto’ hacia el exterior, y más aún después de 1950, año en que el Papa Pio XII concede al Opus Dei la consagración como ’institución secular’, la Obra se expande casi sin limitaciones y hoy se permite tener ministros en Venezuela y Argentina, más de dos mil escuelas y 209 residencias universitarias en Hispanoamérica (en Buenos Aires es famosa ’Los Aleros’, en el barrio de Belgrano), editoriales como R.I.A.L.P. y Pomiare, publicaciones como Cuadernos del Sur, 237 radioescuelas en Perú, instituciones de índole diversa en las Filipinas, Canadá, Estados Unidos y Africa Oriental, y, en una palabra, influencia y capacidad de captación y penetración tales, que a despecho de la siempre protestada proclama según la cual no es sino una organización dedicada a ’fines sobrenaturales’, se cuela invariablemente la algo más que sospecha de que, como lo sugiere Robert Escarpit, los ejercicios espirituales no son sino la excusa para alcanzar el Reino de Dios en la tierra : simplemente se propone la conquista del poder.

’El secreto que envuelve al Opus Dei, la eficacia que caracteriza el comportamiento de sus miembros, la disciplina estricta que reina dentro de la Obra, disciplina de la que se ignoran las modalidades exactas pero en la que se percibe el rigor, han provocado que en España el Opus Dei, en tanto tal, aparece ante el hombre de la calle como para el público conocedor como lo que ha sido designado con el cómodo nombre de grupo de presión. El Opus Dei es, a los ojos de la opinión, una organización de rostro múltiple aunque mediante diversas modalidades, a través de ciertos cambios de frente, únicamente orientada en una estrategia inmutable : influir sobre el poder, infiltrarse allí donde se toman las decisiones. A la pregunta : si un banco está bajo el control de miembros del Opus Dei, si una dirección general de ministerio es detentada por un adepto de la Obra, ¿puede considerarse que el banco y la dirección general mencionados están regidos en función de los intereses y los designios globales del Opus Dei ? La respuesta común, en España, es sí. Cabe agregar que el examen atento de las estructuras de la Obra así como de su evolución, llevan al autor de este libro a aceptar como postulado, pleno de certidumbre, que para España esta respuesta parece, como regla general, y de hecho, muy verosímil’. [1]

’(...) se trata de un funcionario público que asesora a una empresa editorial privada, y del conocimiento por parte de ésta de planes y programas de estudio presumiblemente con anterioridad, a su publicación. Prima facie, se han violado los deberes del funcionario público (...) Esto para es supuesto de que se pruebe esa vinculación con la editorial Magisterio del Río de la Plata....’
Profesor Emilio J. De Cecco [2]

No es de hoy que, desde estas mismas páginas, se señaló como participando de la trenza clerical-autoritaria o, como se conoce con un término más popular, el de ’preconciliar’, a la logia que a partir de la caída del presidente constitucional Arturo U. Illia se adueño de la conducción de los puntos claves de la enseñanza primaria y secundaria, y ya ha logrado hacer pie en la escala que conduce al dominio de la enseñanza universitaria.

Señalamos en no pocas ocasiones que el clan o logia Gelly y Obes, y/o Astigueta, y/o Van Gelderen era -y sigue siendo- separada o colectivamente, la expresión de una voluntad concreta, premeditada y nada casual dirigida a obtener el control de los tres niveles de la enseñanza como parte de una conjura de más vastos alcances que se proponía la toma del poder o al menos su activo usufructo. Indicamos repetidamente, con pruebas al caso, de que ese clan o logia hizo su primer ensayo de control de una porción del poder, a partir del derrocamiento de otro presidente constitucional, Arturo Frondizi, en tiempo en que hizo como que gobernaba don José Guido. Entre abril de 1962 y el 11 de octubre de 1963, en efecto, esa facción hispanizante, pseudoaristocrática, ultrarreaccionaria y preconciliar le tomó el gusto a las riendas y a los timbres oficiales y con gran congoja los tuvo que abandonar cuando las urnas consagraron a un presidente constitucional cuyo ideario y trayectoria eran antítesis de su ideología antipopular.

El Profesor Ronchino

Se complotaron pues para el retorno, nostálgicos como son de pasado. Los cubículos del Ateneo de la Juventud, del Ateneo de la República, del Consejo Superior de Enseñanza Católica (CONSUDEC) y de ciertas sacristías del barro Norte, fueron teatro de sus conciliábulos. No cabe descartar del campo de sus operaciones y previsiones esas herméticas cuan selectas reuniones a las que se les da el nombre de ’cursillos de la cristiandad’ ni a sus colaterales y subsecuentes citas conocidas como ’ultreyas’. Dios da para todo, incluso par atentar en Su nombre contra las instituciones democráticas y populares, y aunque existan diferencias sustanciales entre los cursillos de cristiandad, el cursillismo del Opus Dei y los llamados ’retiros espirituales’, no hay duda de que a su amparo y asilo se tejieron urdimbres escasamente metafísicas, aunque el justificativo, concientizador haya sido el lema Ad Majorem Dei Gloriam.

El nombre del profesor Marcos H. Ronchino fue mencionado así en estas páginas mucho antes de que saltara a las páginas escandalosas del periodismo, no en forma acusadora sino naturalmente, como figura conspicua de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y del Opus Dei, en la República Argentina. No teníamos contra él ninguna acusación formal, ni siquiera una sospecha fuera de su conocida adscripción a la Obra de Dios, puesto que hasta hoy día no es delito formar parte de esa organización foránea, internacional, como pareciera serlo, por ejemplo, pertenecer al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, según revelan las últimas y recientes actuaciones policiales.

La Confederación de Maestros y Profesores (CAMYP) ha dado el primer paso para sacar al país todo de su ignorancia y buena fe, se su inocencia y falta de malicia. Ha hecho graves y concretas acusaciones contra el profesor Ronchino y su colega Alfredo Van Gelderen, que si se profundizaran por la vía de una investigación a fondo demostrarían el grado y hondura de la infiltración del Opus Dei en el país y los alcances de su penetración en todos los ámbitos de la vida nacional.

Aportaremos a la denuncia de la CAMYP nuestro grano de arena.

En la denuncia hecha pública por el profesor De Cecco, si índica que el profesor Ronchino aparece como director de edición de un libro impreso par la Editorial Magisterio Río de la Plata, en los talleres Altamira Rotopress S.A. de Madrid, España, así como en la Editorial Torroba (Madrid) y en MELSA (Madrid).

No sabemos si a los maestros y a las autoridades les parecerá mera coincidencia, una casual aproximación de nomenclaturas, pero es el caso de que en la página 273 de la más reciente -y excelentísima- obra acerca del Opus Dei [3] puede leerse lo siguiente : ’entre las editoriales hoy controladas por el Opus Dei se señalan la Editorial Magisterio Español, cuyo objeto social es la edición difusión y venta de obras escolares, pedagógicas y científicas. La Editorial Magisterio Español publica regularmente cada quince días la revista El maestro español y su suplemento pedagógico La escuela en acción’.

¿Es posible con esta simple analogía deducir que Magisterio Río de la Plata es el equivalente local de Magisterio Español, como prueba de que aquella es, como ésta, propiedad del Opus Dei ? ¿Es posible colegir que esa igual pertenencia al Opus Dei explica lo aparentemente inexplicable en la denuncia del profesor De Cecco ?

Agreguemos entonces esos otros datos tomados de la misma página y libro :

’Las empresas de artes gráficas hoy en manos del Opus Dei son las siguientes : Gráficas Cóndor ; Gráficas Industriales ; Gráficas Navarra A:A : ; Gráficas Andrés Martín S.A. ; Imprenta Foresa ; Nueva Imprenta Radio, S.A. ; Imprenta Industrial S.A, y Altamira-Rotopress S.A.’

¿Quiere el lector llamar nueva coincidencia al hecho de que el engendro de que se agravia el magisterio argentino haya sido impreso en Altamira-Rotopress S.A., propiedad del Opus ?

****

’Las iniciativas empresariales y las preferencias de los socios del Opus Dei se centraron durante los años 1964, 1965 y 1966 en los sectores que habían absorbido la mayor parte de las inversiones públicas, en detrimento de otros sectores productivos con necesidades más apremiantes. El criterio para realizar las inversiones públicas depende, como se sabe, de los ministerios económicos dirigidos por socios de la Obra de Dios. En este sentido, puede afirmarse que las inversiones públicas del Primer Plan de desarrollo económico fueron utilizadas por los socios del Opus Dei para su propio provecho.

’Junto con esa actitud que no va en provecho del país ni de otros grupos de la oligarquía sino en su exclusivo beneficio, los socios de la Obra de Dios se han servido además de la inflación crónica que padece la economía española para realizar su apostolado financiero ; pues no hay que olvidar que las iniciativas empresariales y preferencias de los socios de la Obra de Dios, favorecidas desde el poder político, son el origen de los fuertes desequilibrios que han sido, en definitiva, la característica más acusada del desarrollo económico en los últimos años en España’.
Jesús Yngante [4]

’Yo soy miembro del Opus Dei y eso forma parte de mi vida religiosa, como ser miembro del Colegio de Abogados, de mi vida profesional. Pero no mezclo la religión y la política’.
Laureano López Rodó

’De los dieciocho ministros con que cuenta el gobierno en el poder desde el 5 de noviembre, tres se declaran abiertamente del Opus Dei, Laureano López Rodo, ministro de Planeación ; Gregorio López Bravo, de Relaciones Exteriores, y Vicente Mortes, de la Vivienda. Pero a decir de los observadores calificados, otros trece -incluidos loa cuatro militares- también pertenecen a la Obra o son simpatizantes’.
Marlène Tuininga [5]

Dice Jesús Ynfante en su ya famosa obra que una de las normas del Opus Dei en sus ’relaciones exteriores’ es la de eludir siempre las respuestas concretas a las acusaciones de quienes son sus censores y críticos, por muy fundadas e irrefutables que resulten ser. Para el caso más célebre y reciente de MATESA, por ejemplo, se optó por dar la callada por respuesta, aguantando el ventarrón fuera de España -centro del escándalo- pero dentro de ella procurando acallar todo atisbo de difusión en periódicos, radios y TV, que vinculara a la empresa en quiebra con la Obra. Esto resultaba más o menos simple en la Península, donde los rígidos controles de la censura pueden obstruir la noticia más inocente. Pero se hacia dificultoso en el exterior, ya que agencias como France Presse y ANSA llenaban cintas con información debido a que buena parte de su clientela representa a sectores confesionales. De ahí que en un solo día, pongamos por caso, en Argentina nos enterábamos más acerca de lo de MATESA y el Opus Dei, que en España en el término de un mes.

Una variante de eso que en el Opus Dei se llama discreción -o reserva- en cuanto a información, es la estudiada ambigüedad en materia de cifras sobre sus integrantes, nombres de sus autoridades o componentes en cada país, naturaleza de sus actividades que regentean, fondos que manejan, y en general todo cuanto pueda dar idea de su poder y perspectivas de crecimiento. No se entiende muy bien, por lo tanto, la repetida argumentación de tantos adeptos a esa secta, especialmente en las cartas aclaratoria que dirigen a diarios y revistas cada vez que la Obra de Dios es meneada en alguna crónica, en el sentido de que sus fines son esencialmente religiosos y nada tienen que ver con los asuntos temporales.

Admitiendo que así fuese, ¿por qué tanto misterio y cerrazón ? ¿Por qué se la califica desde hace tantos años como mafia o masonería, esto es, círculos o sectas iniciáticas, cofradía selecta en la que por curiosa y llamativa reiteración los adeptos son por regla general integrantes de una clase social dad y se reclutan entre ’los que mandan’ y entre los que están destinados a mandar ?

Esa proclividad por las élites no es casual, por supuesto, y el Opus Dei vio demasiado bien y demasiado lejos cuando eligió especialmente como campo de capacitación el sector intelectual o, más específicamente, el de los profesionales universitario. Tampoco es fruto del azar que el número -muy indefinido e impreciso- de las obras apostólicas de la organización (hogares de estudiantes, escuelas de artes domésticas, universidades, colegios, escuelas, centros culturales) supere los dos centenares. Solamente en residencias estudiantiles en España, en 1962, se contaban 21 según un registro de France Presse.

El fundamento teórico de esa notable predilección se encuentra en las llamas ’Constituciones’ [6] que para uso interno y top secret se ha dado el Opus Dei :

’Pero lo específico será esforzarse con todo empeño para que la clase llamada intelectual -que bien en razón de la sabiduría por la que se impone, o bien por los cargos que ejerce, o ya por la dignidad de que está investida, es la rectora de la sociedad civil- se adhiera a los preceptos de Nuestro Señor Jesucristo y los aplique in praxim ; y así mismo favorecer y difundir entre todas las clases de la sociedad civil la vida de perfección secular y formar a los hombres y a las mujeres para el ejercicio del apostolado en el mundo’.

La vocación elitista está presente y resalta en la ópera magma del pope opusdeísta, Josefina Escrivá y Balaguer, titulada Camino, una ristra de 999 máximas y exhortaciones donde verdades de Perogrullo se entremezclan con puerilidades de santón provinciano y banalidades pseudorreligiosas que ya eran una antigualla en la década del 30, en que su autor las puso en libro. Léase esta pequeña muestra : [7]

’Voluntad. Es una característica muy importante. No desprecies las cosas pequeñas porque el continuo ejercicio de negar y negarte en esas cosas... fortalecerás, virilizarás, con la gracia de Dios tu voluntad, para ser muy señor de ti mismo, en primer lugar. Y después, guía, jefe, ¡caudillo !... que obligues, que empujes, que arrastre, con tu ejemplo y con tu palabra y con tu ciencia y con tu imperio’.

La trepada hacia las cumbres del poder tuvo su primer peldaño en el campo de la enseñanza media y superior y, en general, en casi todos los países donde el Opus Dei se propone poner pie, el método es el mismo, pues como lo indica Ynfante, el catedrático ’crea escuela’, la cual a su vez se dispersa, apoyándose mutuamente sus miembros en las nuevas oposiciones : ’Los catedráticos socios del Opus Dei, insertados en este mecanismo social, lo reforzaron con los métodos de apostolado que habían conocido durante su aprendizaje dentro del aparto burocrático de la Obra de Dios’.

¿Cómo pudieron hacer pie ? Si se tiene presente de qué modo obtuvieron sus cátedras y otras canonjías los acólitos del ministra Astiqueta durante el onganiato, se tendrá una de las más diáfanas explicaciones, válidas para todo tiempo y lugar. Pero en la España de fines de la década del 30, época en que el Opus Dei inicia su definitiva ascensión triunfal, el modelo era muy distinto : ’Gran parte de los hombres capaces de España, la mayor riqueza que un país posee, hijos del pueblo o que se habían incorporado a sus lucha, fueron exterminados. Los fusilamientos, la cárcel, la depuración, fue el precio que pagaron en España quienes habían luchado contra todo lo que Franco representaba. El panorama de las cátedras era desolador, principalmente en Madrid y Barcelona, donde enseñaban los hombres más valiosos, y sus cátedras eran las más preciadas. El estado en que quedó España tras la guerra y el impasse político inicial de la Segunda Guerra Mundial imposibilitó en un principio el funcionamiento normal de la universidad y de las cátedras universitarias’. [8]

Se produce entonces lo que Ynfante llama ’el asalto de las cátedras’, e ingresan a ellas hombres que serán luego puntales de la inteligentsia franquista : Calvo Serer, Lain Entralgo, López Ibor, Rodríquez Casado, Pérez-Embid, López Rodó, etc. El asalto continúa hoy día, pues el Opus Dei continúa ’colocando gradualmente socios suyos en las cátedras y hasta ahora, no ha sufrido grave revés alguno’.

El Opus Dei está penetrando crecientemente en Hispanoamérica, y sus puntales más fuertes lo constituyen hoy México y Venezuela. Esto no excluye que ya se haya mencionado como pertenecientes a esa organización a ministros del gobierno de Frei, en Chile, o a secretarios de Estado en Argentina. En esta último país, es demasiado reciente el escándalo en la Editorial Magisterio Español y su propulsor el conocido opudeísta Marcos Ronchino, como para querer mayores aportes informativos. Pero puesto que líneas atrás nos referimos al modo de penetrar en un campo vital de un determinado país, quizás convenga reseñar de qué modo la injerencia opera para el dominio de un país dad. En es caso presente, México.

Allá por el año 1959, dos grupos de mexicanos, uno de industriales y otro de intelectuales, capitaneados respectivamente por Antonio López Silanes y Santiago Galas, que frecuentemente realizaban viajes a España, fueron invitados a crear una filial del Opus Dei, en unión de jóvenes universitarios que habían educado en España.

La obra primigenia fue una residencia de estudiantes, lugar de concentración a modo de internado, para alumnos procedentes del interior del país, a los que la residencia se les ofrecía como alternativa a la tradicional pensión estudiantil, si bien sujeta a ciertas normas específicas. La norma -aunque se alega que no es absolutamente rígida- es que alberga a jóvenes de confesión católica, apostólica y romana, a los que obviamente, se inicia en los misterios de la Obra. Antes de muchas semanas en abril de 1959, el grupo intelectual -en el que participan dos diplomados en Madrid y uno en Roma-, había editado el primer número de Itsmo, una revista de excelente presentación y pretensiones mayúsculas. De pronto, a los pocos meses, el grupo intelectual y el industrial aparecieron solidificados en un mismo haz y gracias a un pío aporte de 8 millones de pesos mexicanos se permitieron la construcción de la Residencia Universitaria Panamericana, un edificio con capacidad para 250 internos, reclutados especialmente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A partir de entonces el crecimiento se hace notable y comienzan a percibirse crecientes vínculos entre instituciones españolas y mexicanas. Más estudiantes son invitados, becados, a España y se acrecienta el número de instituciones mexicanas en las que hasta tal punto se rastrea el sello del Opus, que un chusco rebautiza a la Obra : Octopus Dei.

Hoy dentro de lo que es posible incluir como ’patrimonio espiritual’ de esa organización, pueden incluirse las siguientes instituciones mexicanas : Instituto de Cultura Superior ’Teresa de Avila’ ; Residencia Universitaria Panamericana ; Centro Latinoamericano de Estudios Universitarios (que comprende una Escuela Superior de Administración de Instituciones, donde se conceden licenciaturas en ’trabajo social’) ; Patronato del Hogar y Cultura ; Centro de Capacitación para Empleadas Domésticas (Alhucema) ; Instituto Superior de Cultura y Arte (Yacatín) ; Librería Ibis (venta de libros exposiciones de arte) ; Patronato Montefalco (granja-escuela para campesinos) ; Escuela del Valle de México ; Escuela de Turismo.

En este último caso, el nosocomio posee una capacidad para 1600 alumnos, a los que se adiestra para desempeñar futuras labores administrativas de camareras y de mozos, casualmente destinados para un futuro próximo a desempeñarse en un monumental hotel que se está construyendo sobre el Paseo de la Reforma, con capacidad para 700 personas. El caso aparece como uno más de tantos negocios provechosos que se realizan en México para fomentar el turismo norteamericano, que es un de las fuentes de divisas más pródigas para el país. Pero se aclara algo más si se menciona que uno de los principales accionistas del hotel en ciernes es Gastón Azcárraga Vidaurreta, que por otra de esas rara coincidencias que se en el mundo del Opus Dei, representa en México a Chrysler Corporation...

Según Ynfante, México fue el primer país de Hispanoamérica en el que hizo pie el Opus. De allí pasó a Colombia, Perú, Venezuela, Chile... y Argentina. Así leemos en su libro (p.343) :

’Entre los restantes países de América latina se advierte la presencia de socios del Opus Dei, pero es de poca relevancia, excepto en Argentina, donde a partir de 1965 la Obra de Dios está adquiriendo un fuerte desarrollo. Destacados responsables del Opus Dei en España señalan al depuesto residente Juan Carlos Onganía, así como a altos cargos del ejército y la marina, como cooperadores de la Obra de Dios en Argentina. En el terreno educativo, los militantes del Opus Dei iniciaron recientemente una obra de envergadura en la localidad bonaerense de Bella Vista’. (???) Antes de pasar adelante con otras referencia sobre la penetración del Opus Dei en Hispanoamérica -Argentina incluida, por supuesto-, no estaría de más, por lo que tiene de ilustrativa para entender qué es lo que se está produciendo en las sobras y a espaldas de los pueblos, la reproducción de la siguiente cita de uno de los ’pensadores’ más conspicuos de la Obra de Dios, Rafael Calvo Serer : [9]

’España tiene que volcar su ímpetu en la tarea constructiva de organizar la acción internacional que ha de preparar el futuro : la Internacional de las minorías (...) Cuando la nueva Internacional se organice, las minorías que están en la misma línea que España nos ayudarán con más entusiasmo, sacrificio y decisión que hoy ponen en perjudicarnos las Internacionales revolucionarias.

’(...) Se constituirá así un frente restringido en cuanto al número, pero amplísimo por sus componentes : en él pueden caber gentes de distintas confesiones religiosas y de diversas ideas políticas, con tal de que coincidan en que el mundo hay que rehacerlo desde arriba y no desde abajo, por la acción del espíritu y subordinando a él la técnica, el capital y el poder. Quienes piensan así se encuentran entre los hombres de empresa, en el ejército, en la Banca, en la Universidad y en las letras. No constituyen la mayor fuerza numérica, pero sí la mayor fuerza real ; y ha pasado la hora de la democracia según la concepción del liberalismo’.

¿Qué tal como síntesis del programa elitista de toma del poder mundial ? ¿Dónde quedan las fantasmagorías supersticiones sobre conjuras judeomasónicabolcheviquecapitalistas y otras sinarquías del mismo jaez nacidas del magín del padre Meinvielle ?

Centros obreros (nómina incompleta) más conocidos del Opus Dei

 Brafa (Barcelona, España)
 Xaloc (Barcelona, España)
 Tajamar (Madrid, España)
 Torralba (Córdoba, España)
 Alzahir (Sevilla, España)
 Peñavera (Oviedo, España)
 Algamar (Oviedo, España)
 Bel-Lloch del Pla (Gerona, España)
 Centro Ellis (Roma, España)
 Instituto Chaupultepec (Culiacán, México)
 Las Garzas (Chile)
 Escuelas Radiofónicas Populares (Perú)

Residencias estudiantiles (nomina incompleta) más conocidas del Opus Dei

 Maison DEtudiants du Bourg (Fraiburgo, Suiza) - Maison DEtudiants du Bourg (Flutern, Zurich, Suiza)
 Granpont House (Oxford, Gran Bretaña)
 Rydalwood Residence (Manchester, Gran Bretaña)
 Althaus (Bonn, Alemania Federal)
 Doble Vía (San Salvador, El Salvador)
 Monte Avila (Caracas, Venezuel)
 Jacamar (San Pablo, Brasil)
 Loa Aleros (Buenos Aires, Argentina)
 Iará (Montevideo, Uruguay)
 Wühring (Viena, Austria)
 RUI (Roma, Italia)
 Rouvray (París, Francia)
 Leidenhoven (Amsterdam, Holanda)
 Peidmont (Montreal, Canadá)
 Randall House (Wisconsin, Estados Unidos)
 Strathmore College (Nairobi, Kenya, Africa Oriental)

Centros para trabajos domésticos y hoteleros

 Ogarapé (Paraguay)
 Alhucema (México)
 Mayana (Islas Filipinas)
 IFES (Guatemala)
 ISAL (Colombia)
 Etame (Venezuela)
 Condoray (Perú)
 Ashiya (Japón)
 Scuola Alberghiera (Italia)
 Nullamore Center (Irlanda)

La revista Confirmado se decidió, en su edición del 20 de enero, a informar a sus lectores acerca de lo que tituló hasta en tapa. ’Los secretos del Opus Dei’. A tal efecto destinó cuatro páginas, con la aclaración de que su texto había demandado ’dos meses de investigación y consultas bibliográficas’.

Visto el magro resultado proporcionado, apenas si cabría llamar ’chismecitos’ a tales ’secretos’, que tienen la particular virtud de no informar acerca de lo que más importa revelar a un lector apasionado de los temas de actualidad : la magnitud económica y política que ha alcanzado en España, y la naturaleza formidable de poder financiero, que ha traspuesto las fronteras peninsulares y se está volcando lenta pero persistentemente en varios países de Europa y en casi toda Hispanoamérica.

Lo peor de la crónica de Confirmado no es, pues, lo que dice del Opus Dei, sino lo que calla.Los presuntos dos meses de investigación y consultas bibliográficas son camelo puro, como lo prueban no sólo la orfandad informativa de que aquella adolece, sino los errores garrafales en que incurre, demostrativos de que no manejaron la información -por otra parte bien modesta-suministrada en Inédito los últimos cuatro meses, ni -lo que es más sospechoso- las fuentes que en nuestra publicación si consignaban. Una prueba : Confirmado sostiene que las Constituciones del Opus Dei , ’redactadas en latín, nunca fueron traducidas ni publicadas’. Macaneo puro : ’Las Constituciones del Opus Dei’ constituyen el apéndice 4 de la obra en perfecto español titulada La prodigiosa aventura del Opus Dei. Génesis y desarrollo de la Santa Mafia, de Jesús Ynfante, y llenan más de 50 voluminosas páginas (397 a 452), en reducido cuerpo 8.

Las omisiones de Confirmado

Según el semanario oficialista, las Constituciones ’aparentemente están depositadas en el Archivo del Vaticano y sólo han circulado escasos ejemplares para iniciados de muy alto prestigio’.

Jesús Ynfante no debe se uno de tales iniciados, a juzgar por la presentación que hace de las ’nunca traducidas ni publicadas Constituciones :

’La fatiga de verter de vil latín en castellano estas Constituciones se ha visto agravada por la interminable puerilidad que, como el curioso lector verá, las informa de cabo a rabo. Nos consolamos en parte pensando que ello pueda al menos servir justamente para evidenciar ese hecho, ya ejemplificado en casos como el del nazismo, el Ku-Klux-Klan y otras organizaciones autoritarias y tremebundas : que la infantilidad de las estructuras mentales, propia de los reglamentos que gustan de darse los niños o jovenzuelos que se organizan en gangs o bandas de guardias o -también hay- de ladrones, no sólo es perfectamente compatible con un gran éxito social, acumulación de gran poder y práctica de la opresión más temible y aún sanguinaria, sino que incluso hay entre ambas cosas una relación más profunda y digna de investigación (...) En cuanto a la traducción, aparte de muy escasos lugares que por la imperfección de nuestra copia hemos debido suplir sin mayores problemas, es de advertir únicamente que, estando el original escrito en un latín que, ya dentro de la barbarie burocrática del latín eclesiástico, salpicado incluso de algunas faltas gramaticales, ha sido imposible por razones obvias reproducir en la versión esas barbaries de la gramática y el estilo ; y confiamos en que ese beneficio que, muy a nuestro pesar, hemos tenido que hacerle al producto sea la sola infidelidad notable de esta traducción, que gozosamente y para la liberación de Dios se publica en contra de la norma del número 193 de las presentes Constituciones’. (Ynfante, op. cit. P. 396)

Es decir, que Ynfante dispuso de una copia de tan escasos ejemplares y se dio no sólo el gusto de traducirlas sino también de publicarlas en castellano, contraviniendo una expresa prohibición contenida en las propias Constituciones.

Otro de los hallazgos de la crónica de Confirmado es su referencia al libro Camino, de monseñor Escrivá y Balaguer, fundador y alma mater del Opus Dei, de la que dice que es una ’pequeña biblia fascinante’. Solamente no habiendo leído el librito de marras se puede afirmar que sea fascinante ; por el contrario, es aburrido, pueril, perogrullesco, pleno de moralina provinciana y de religiosidad primaria y medieval. Pero el cronista prueba su no lectura de Camino con una referencia clave. Dice, en efecto, que ’alberga algunas perlas que deleitan a los adversarios de la Obra : ’El plan de santidad que requiere de nosotros el Señor contiene estos tres puntos : la santa intransigencia, la santa coerción y el santo descaro, dice la máxima 387, seguramente plagada de errores de imprenta'. El cronista podía en efecto sacarse la duda yendo a cualquier edición en español de las aproximadamente 40 en circulación y leer este texto: 'El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza'. (Camino, p.131, Ediciones RIALP, Madrid, 1965). Atenerse a una traducción habiendo en plaza tanta librería católica con surtidos varios de 'Camino', es un mal síntoma de probidad para quien dispuso de 'dos meses de investigación'. Porque, además, escribir sobre el Opus sin leer ese librito, es como hablar de fútbol sin haber visto jamás un partido. {{Mal plagio el lugar de buena denuncia}} Tenemos la sospecha, algo más que fundada de que la mayor parte de la nota de 'Confirmado' fue levantada del artículo de Marléne Tuininga. '¿Qué es el Opus Dei?', publicada por el quincenario multilingüe Informaciones Católicas Internacionales, que es una de las dos únicas fuentes que se citan.1 Prácticamente el material de ICI ha sido transportado a la nota de Confirmado salvo detalles tan sugestivos como la omisión total de las aspectos socioeconómicos y políticos de la Obra, que Tuininga consigna. No haremos hincapié en los errores y temeridades en que además se incurre, para no fatigar más al lector. Corresponde sin embargo que le expliquemos que, si le hemos dedicado tanto espacio a la nota de Confirmado, es porque luego de su lectura nos asaltó la sospecha de que fue, a su modo, una respuesta tranquilizadora de las muchas de que se vale el Opus Dei para enfrentar denuncias concretas como las que emprendió Inédito hace cinco meses. Es muy sugestivo que, con los medios económicos de que dispone el semanario oficialista, no haya detectado mediante una investigación propia que el Opus Dei ya tiene ramificaciones en Argentina; que lo dirige un misterioso 'Don Emilio'; que su local central, conocido y abierto, funciona en Montevideo 1550, Buenos Aires; que además de la residencia 'Los Aleros', de Belgrano, tiene otras residencias estudiantiles, y que su más reciente conquista la constituye la adquisición de la célebre quinta de la familia Ordóñez-Gallardo, situada en Bella Vista, en las afueras de la Capital Federal. Tan curiosas como esas omisiones son las referentes al sonado y reciente caso de las ediciones Magisterio Río de la Plata; la existencia de personajes tan importantes como el profesor Marcos Ronchino en el Ministerio de Educación o Nicanor Costa Méndez en la Cancillería o, finalmente, la participación que le cupo al Opus Dei en el affaire del Barrio Sur, a través de la empresa a la que el general Iricíbar acordó graciosamente -y después revocó- la licitación: Tecnaiberia. Para una publicación como Confirmado, ubicada en la trenza del general Mario Fonseca, conocido adversario de Iricíbar, era una ocasión no despreciable para utilizar información para demolerlo, información que estaba a disposición de todos los periodistas interesados, pero que finalmente sólo aprovecharon los militantes de la oposición. ¿Cuál fue la explicación que circuló entonces en el mundillo periodístico? La de que el dossier en poder de Confirmado no se utilizó porque allegados a su dirección y/o propiedad, son residencia en la ciudad de Córdoba, causalmente ligados a una de las firmas integrantes del consorcio adjudicatario de las obras, sugirieron su archivo. {{DELTEC es del Opus Dei}} Ya que estamos en le tema de Confirmado, y habida cuenta de los lazos que ligan a su dirección con miembros conspicuos del oficialismo de Onganía y Levingston, le haremos una única pregunta: ¿por qué la censura argentina que funciona en la SIDE y en el 7º piso del Correo Central ha impedido hasta ahora el libre ingreso al país del libro de Ynfante sobre el Opus Dei, y ha hecho lo propio con el libro sobre el mismo tema, en francés, de Daniel Artigues, si en ninguno de los dos aparece para nada el tema del comunismo, que el pretexto que se utiliza para su confiscación y quema? Releyendo el trabajo de Ynfante nos hemos topado otra vez con la fascinante historia de la génesis, desarrollo y actual poder fabuloso del Banco Popular Español. Es realmente conmovedora. Nació allá por 1926 con el nombre de Banco Popular de los Previsores del Porvenir y recibió su actual denominación en 1947, año en que se produce el comienzo de su vertiginoso ascenso mediante la actuación conjunta de tres nombres siempre claves en el imperio financiero del Opus Dei: Millet Maristany, Fanjul Sedeño y Valls Taberner. Hacia 1954 el control del banco por la Obra es prácticamente total, y en 1956 el aumento de sus actividades señala el prodigiosos índice del 41 por ciento un milagro que llama la atención de Franco y hace que éste designe ministro de Hacienda, en 1957, a Mariano Navarro Rubio, funcionario clave del Banco Popular. Ynfante sañala que de los 125 bancos privados que funcionan en España, los cinco grandes (Bilbao, Vizcaya, Hispano-Americano, Central y Banesto) más el Banco Popular Español y el Banco de Santander son hoy las cabeceras de los grupos financieros de la oligarquía española. Pero el Banco Popular estaba prácticamente en la cola cuando comenzó a crecer y, sin embargo, ente diciembre de 1955 y setiembre de 1961 figura a la cabeza de la gran banca española, con un índice de + 2,2, seguido por el Banco de Santander, con + 1,3; y hoy, según la clasificación del American Bankers, ocupa el lugar 276 en orden de importancia, dentro de la banca mundial. Como lo destaca Ynfante (p.234), 'no deja de ser sorprendente este enorme crecimiento que coincide con la entrada política de socios del Opus Dei en los ministerios económicos. El dinamismo financiero del Banco Popular Español tiene un indiscutible carácter político, en consecuencia'. Esto explicará, quizás, que el periodo julio 1965-66, el Banco Popular haya tenido una rentabilidad 'declarada' del 39 por ciento. Es quizás, empero, algo más complicado, relatar de qué modo, vía ADELA/ADELATEC, el Banco Popular Español sería en definitiva propietario -si no en total, en parte- de DELTEC y, en consecuencia, de nuestros controvertidos frigoríficos Swift y Armour. Todo es posible en la viña del Señor, reza el adagio. {{Dios enseña el camino a los Bancos}} El Opus Dei -u Obra de Dios- proveyó, junto son sus bendiciones, el adecuado 'dinamismo financiero' a su hijo dilecto, el Banco Popular. Este pudo así comprar en 1962 al Crédito Navarro la totalidad de las acciones de la Banca La Vasconia, y a través de ésta las de la Banca Cid, de Galicia. Adquirió también parte del capital social del Banco de Sabadell, de Cataluña; se fagocitó luego al Banco de Salamanca y al Banco Industrial de León. El papel local del Banco Popular en España y su importancia financiera se deben, según Ynfante, 'al número elevado de bancos locales o regionales que controla directamente o por persona interpuesta, y que lo sitúan en una posición privilegiada respecto a los demás grupos financieros de la oligarquía-española'. También apunta que la expansión de las empresas del Opus Dei se ha orientado hacia el sector terciario de la economía, es el servicios, 'aunque sin desdeñar ninguna oportunidad de inversión en otras ramas de la economía'; pero adora las empresas de servicios, 'donde las inversiones son menores y los beneficios rápidos y cuantiosos'. El Opus Dei incursiona financieramente en ámbitos externos a España, como lo prueba hasta la saciedad el affaire MATESA. El Banco Popular está detrás de la Haller Factoring Española; detrás de DOFISA S.A. de FIVENTAS, sociedades de ventas a plazos constituida con la Banque de Suez y de la Union de Mines (París): detrás de la Compañía de Gestión Inmobiliaria, otra vez con capitales franceses, con los que aparece igualmente coludido en la Unión Popular de Seguros a través del grupo Le Phénix-Le Patrimoine; detrás de otras compañías aseguradoras como La Previsión Española; Iberia, C. A. de Seguros, Covadonga S.A. de Seguros y Omnia Cía. De Seguros; detrás de la Sociedad Ibérica de Gomas y Amiantos, de la Compañía Hispanoamericana de Seguros y Reaseguros, del Banco Vitalicio de España, de las Fábricas Reunidas de Cauchos y Apósitos y del Bancos Europeo de Negocios o EUROBANCO, conde comparte ganancias con la Banque de lIndochine, el Crédit Commercial de France, R. De Lubersac et Cie., la Société Génerale, la Bayarische Vereinsbank, la Bankhaus F. Simon, la Mediobanca Italiana, Lombard, Odier el Cie., Hambros Bank Ltd. y el First National Bank of Boston.

EUROBANCO controla a su vez a Cementos del Sur S.A., a Cerámica de Bellavista, a FACES, y a Hispano-Francesa de Diatomeas y Tierras Decolorantes S.A. Esto que parecería una fría lista de empresas desconocida en la Argentina, tiene algún sentido cuando se aclara de qué modo los hombres del Opus Dei las favorecen y resultan favorecidos en un mutuo y provechoso intercambio. Así, por ejemplo, una empresa controlada pro EUROBANCO se presentó, con el nombre de Estacionamientos Subterráneos S.A. a una licitación para construir cinco enormes estacionamientos para automóviles. El alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro, casualmente hombre del Opus, interino decisivamente para que aquella empresa resultara adjudicataria y ’luego, EUROBANCO sólo tuvo que colocar fácilmente la emisión de obligaciones de Estacionamientos Subterráneos entre los devotos de la Obra de Dios’.

Toda semejanza con el affaire del Barrio Sur, en Buenos Aires, es mera coincidencia.

Si Adelita se fuera con otro

Para finalizar, por ahora, con la serie sobre el Opus Dei y con una muy incompleta descripción de sus afanes extrarreligiosos y más bien materialistas y temporales, nos remitiremos a la trascripción de los párrafos que dedica Jesús Ynfante en su libro (pp. 240-241) a una empresa de la que se ocupó Inédito hace algunos meses, sin sospechar, por lo visto, que tendría algo que ver con la religión : ADELA/ADELATEC :

’En la cartera de títulos al 31 de diciembre de 1966 del Banco Popular Español, destacaba entre todos los valores la ADELA Investment Company con veinticinco títulos de acciones. Esta cantidad no es ridícula se sabe que esta compañía sólo cuenta con 140 accionistas ’que representan la élite financiera e industrial de organizaciones europeas, norteamericanas y japonesas, siendo sus accionistas principales cinco bancos privados canadienses : Canadian Imperial Bank of Commerce, Bank of Nova Scotia, Toronto & Dominion Bank, Bank of Montreal y Royal Bank of Canada. Resulta extraño que su sede central esté en Luxemburgo y su especialidad sea la industrialización de regiones subdesarrolladas'. 'En los pocos años que lleva de existencia esta sorprendente compañía ha centrado totalmente su campo de operaciones en América latina, donde tiene dos filiales: una en Lima (Perú), y la otra, más reciente, la ADELATEC, en Panamá. Un informe reciente de ADELA ofrecía el panorama de un año de realizaciones. En trece países de América latina fueron aprobados y se iniciaron proyectos que abarcan desde hoteles hasta industrias pesadas; se realizaron un total de 44 inversiones 'cada una de las cuales predique un fin específico de desarrollo económico, contando, además, con un beneficio potencial; se formaron también 29 nuevas compañías. Para hacer estas maravillas la ADELA Investment Company dispuso de un capital de 65 millones de dólares, que se desglosan en 32 millones a corto plazo y 10 millones del Banco Interamericano de Desarrollo. El número aproximado de proyectos para los próximos años asciende a doscientos, sobrepasando la inversión ¡los mil millones de dólares! Por esta encomiable labor, recibió las felicitaciones y parabienes de la OCDE, que en un informe publicado en 1966 afirmaba que 'la ADELA Investment Company podrá prestar una función muy útil para promover y hacer productivas las inversiones. Un último detalle : ’Por su carácter de inversionista privado, ADELA escapa a toda la gama de complicados problemas político-económicos que llevan consigo las prestaciones de ayuda económica de gobierno a gobierno`.

’El mecanismo es complicado pero funciona bien : en el Gran Ducado de Luxemburgo, en el corazón de Europa y como socio principal el capital financiero de los Estados Unidos, tras bancos anglocanadienses, acompañado de la crema de la oligarquía internacional (capitalismo japonés, holandés, etc.) se funda una compañía privada de inversiones con fachada europea, socios internacionales y cuyo único fin es colonizar aún más América latina, esta vez si trabas oficiales de gobierno alguno. Detrás de todo esto, desde la participación del Banco Interamericano de Desarrollo hasta las alabanzas de la OCDE, está el capital monopolista norteamericano y muy, muy detrás, peor también participando, el Opus Dei, con las 25 acciones de ADELA que detenta en su cartera de valores el Banco Popular Español’.

Notas :

Notes

[1Daniel Artigues. LOpus Dei en Espagna. Son évolution idéologique et politique I: 1928-1957, p. 103, Editions Ruedo Ibérico, París. 1968.]] A fines de la primera quincena de octubre último, la Corte Suprema de España, en reunión plenaria de sus 68 jueces, resolvió acusar al ex ministro de Finanzas y ex gobernador del Banco de España, Navarro Rubio, de 'negligencia inexcusable' en el asunto MATESA (Maquinaria Textil del Norte de España S. A.), con lo cual volvió a colocarse en el primer plano el tema de la inminente reestructuración del gabinete del dictador Francisco Franco. Sin embargo, para los vehementes discutidores de los cafés madrileños, no están tanto en juego ni la torpeza aparente de Navarro Rubio, no la presunta deshonestidad de Juan Vila Reyes, presidente del directorio de MATESA, a quien la justicia española multó con la cifra más alta de la historia del país, 23.600.000 dólares estadounidenses. Lo que en verdad cuenta en las discusiones es el futuro de los dos grupos políticos que se disputan el favor del 'Caudillo': Falange y Opus Dei. Los Camisas Azules de José Antonio Primo de Rivera, a despecho de recientes disposiciones tendientes a suprimirles del todo, han cobrado nuevos bríos gracias a que jóvenes oficiales del Ejército se les sumaron en las críticas a los 'tecnócratas del Opus', a los que sin ambages acusan de haber mordido suculentos trozos de los desaparecidos fondos de MATESA. {{El negociado MATESA}} No podría incursionarse en los vericuetos del historia española reciente, ni comprenderse sus alternativas, sin un somero vistazo al famoso escándalo MATESA. El 15 de agosto de 1969, el ministro de Información española, Manuel Fraga Iribarne, admitió por primera vez en una conferencia de prensa celebrada al término de una reunión de gabinete, que el Banco de Crédito Industrial del Estado, así como la firma MATESA, estaban envueltos en un 'grave problema' debido a que 'parte de los fondos otorgados como créditos para exportación fue impropiamente usada (por MATESA) para la compra de acciones de compañías extranjeras, en ramos generalmente relacionados con la industria textil'. El ministro añadió que de la investigación realizada en el país y en el exterior, se deducía que la firma MATESA aparentemente malversó los fondos otorgados para estimular las exportaciones, vendiendo telares sin lanzaderas a sus compañías afiliadas en Estados Unidos, Europa e Hispanoamérica. Según Fraga los fondos malversados sumaban unos 5539 millones de pesetas (que al cambio del día equivalían a aproximadamente 80 millones de dólares). ¿Cómo pudo una compañía tan pequeña (contaba con unos 2000 empleados) arreglárselas para gastar el equivalente de 148 millones de dólares en créditos gubernamentales en apenas 13 años de existencia? -preguntaba acerbamente el diario monárquico ABC. Y, sobre todo, ¿cómo pudo arreglárselas para obtener el préstamo, puesto que ningún banco privado le hubiese prestado dinero bajo condiciones iguales a las del Banco de Crédito Industrial, habida cuenta de que su capital original era sólo de 8 millones y medio de dólares? Las preguntas tenían su miga, puesto que los 148 millones recibidos por MATESA representaban más el presupuesto de inversiones de los ministerios de Vivienda, Educación o Agricultura, constituían el 3 por ciento del presupuesto nacional y significaban el 93,7 por ciento de todos los créditos otorgados a la industria de maquinaria textil. El mismo día de la declaración de Fraga Iribarne, eran detenidos Juan Vila Reyes Iribarne, su hermano Fernando, Manuel Labat Dalmaut y otros tres integrantes del directorio, y se iniciaba una campaña de prensa como jamás antes la había habido en los 32 años de vigencia del régimen franquista. Diarios como ABC o SP arremetieron a fondo instando a los ministros del ramo económico a presentar sus renuncias. La conmoción pública era vivísima y por un momento se pensó que toda la estructura gubernamental se resquebrajaba. Pero nadie de los que discutía en los mentideros de Madrid o Barcelona -sede del escándalo- parecía ignorar que MATESA era una pieza en el desarrollo de una jugada política que enfrentaba, aparentemente a finis, a los dos enemigos irreconciliables, Falange y Opus Dei, pues a esta última organización pertenecían la mayor parte de los acusados del negociado. A fines de julio de 1970 la Corte Suprema española había empleado la misma acusación -negligencia inexcusable- contra otros dos ex ministros (Juan José Espinosa, de Finanzas y Faustino García Moncó, de Comercio), colegas de Mariano Navarro Rubio, para quien también pidió autorización a las Cortes para juzgarlo, puesto que le protegían fueros parlamentarios. Según una publicación francesa, Navarro Rubio era una de las más brillantes personalidades del régimen. Diputado durante un cuarto de siglo, había sido ministro de Finanzas en 1957, 'cuando un equipo de técnicos, la mayor parte de ellos vinculados al Opus Dei, tomó en sus manos la conducción económica'.[['Espagane. LAffaire MATESA. La Cour Supreme lève lInmunité parlamentaire de M. Navarro Rubio', en Le Monde, 23 de setiembre de 1970, p.7, Nº 7991, París.]] Se inició entonces una nueva política crediticia de España hasta el momento en que la Corte solicitó la abrogación de sus fueros. Fundada el 20 de julio de 1956 con un capital de 200 millones, sede a la vez del Opus Dei, tenía como propósito esencial el de desarrollar investigaciones para mejorar las máquinas textiles; a poco obtuvo la licencia para producir un telar francés, Iwer, de la fábrica Ancet-Fayolle, que MATESA comentó a construir en magnitud industrial, para su colocación en Hispanoamérica, Erigió en Barcelona un centro de investigaciones impresionante y estableció un filial en Portugal, por un monto de 1300 millones de pesetas. 'MATESA vendía muy bien en el exterior y obtenía con facilidad créditos para la exportación, créditos para investigación, créditos para la construcción de instalaciones y depósitos en los puertos de embarque, créditos para la comercialización externa del fabuloso negocio. Pero de pronto, un buen día, se descubrió que la maquinaria milagrosa en realidad se vendía mal. Las unidades enviadas a Nueva York, desmontadas, que constituían la mayor parte de las exportaciones -según lo indicaban las estadísticas oficiales- eran ficticias. Sólo entonces se supo que 80 millones de francos viejos se habían escurrido dolosamente del Tesoro público. ¿Dónde se fue el dinero? Ha servido -se dice- para los negocios en el exterior, sobre todo en Suiza.' [[Yvon Le Vaillant, 'Les croisés de L'Opus Dei' en Le Nouvel Observateur, pp. 27-29, Nº 261, 10 de noviembre de 1969, París.]] Las sospechas acerca de MATESA se iniciaron a mediados de 1969, cuando solicitó un nuevo empréstito al Banco de Crédito Industrial, esta vez por 800 millones de pesetas, suma llamativamente enorme para justificar la razón del pedido de crédito, que era el de proveer maquinaria textil a un país sudafricano. El banco -o inadvertidos funcionarios- requirió los libros contables a modo de control rutinario de las operaciones de exportación. Y allí saltó la amarga verdad: las generosas subvenciones del estado español habían servido a MATESA para hacer cuadrar en los balances sus enormes déficits. Las diferencias se debían, en primer lugar, al elevado costo de cada telar (500.000 pesetas contra las 200.000 que costaba una máquina similar de la competencia externa), si bien su ventaja residía en que servía tanto para fibras naturales como para artificiales o de papel. Aunque nadie pudiese asegurar a machamartillo que los dirigentes de MATESA pertenecían al Opus Dei, 'era cierto, sin embargo, que las fraudulentas subvenciones no habían podido ser obtenida sino con autorización de los ministerios tecnocráticos, que justamente son los focos privilegiados del Opus'. [[Id. Id.]] En la campaña periodística que siguió al descubrimiento, se destacó el falangista Diario SP, que no sólo atacó la corrupción en los servicios gubernamentales, sino que exigió la renuncia de los ministros comprometidos en el affaire. El escándalo, evidentemente, servía para dirimir una vieja querella entre la Falange y el Opus Dei. {{'Señores del Opus, vosotros no tenéis pudor'}} A mediados de 1968, en el transcurso de un debate en las Cortes españolas donde se discutía el problema de la Universidad de Pamplona, Navarra, hija dilecta del Opus Dei, los representantes de la Obra sostuvieron, como siempre lo venían haciendo, que su universidad no recibía un solo céntimo del Estado. Se levantó entonces un diputado que, cifras y pruebas presupuestales en mano, reveló que la universidad del Opus Dei se llevaba en realidad el 69,2 por ciento del total de las subvenciones destinadas a la enseñanza. Y concluyó, en el colmo de su indignación: '¡Señores del Opus, vosotros no tenéis pudor!'. El escándalo MATESA, un año más tarde, probó que había escasez de otros rubros, además del pudor. La investigación oficial demostró que el aumento de la producción que alegaba esa empresa servía en realidad para ocultar la falta de ventas y que la situación crítica que padecía no sólo se salvaba mediante subsidios a la exportación, sino que se ocultaba y falseaba mediante datos amañados, haciendo aparecer a la compañía a la cabeza de las exportadoras. El fisco había acordado a MATESA unos 5.000 millones de pesetas como créditos, pero en los libros no aparecían loa aproximadamente 10.000 telares que debían de haberse producido gracias a esos créditos. La batalla de las Cortes, de la Suprema Corte y de los cafés tuvo su mayor expresión en los diarios y revistas. El diario falangista Pueblo, uno de los de más tiraje, exigió en un extenso editorial la separación de los responsables oficiales, apuntando entre éstos a los ministros miembros del Opus Dei. 'Las perplejidades -alegaba en su petición- no se dirigen hacia una empresa mal planteada sino a la debilidad increíble de los medios de control de los asuntos económicos del país'. Pero no era sólo Falange la que atacaba. También se sumó la monárquica barcelonesa La Vanguardia, y más acerbamente aún el diario Ya, ligado a la poderosísima democracia cristiana jesuítica. 'Creemos -sostuvo el editorial- que cometen un grave error quienes tratan de minimizar el asunto reduciéndolo al mal funcionamiento de un banco oficial y manteniendo un tenaz silencio sobre lo que ya debieran haber informado al país. Algo de mucha trascendencia ha funcionado mal a nivel muy superior al de un banco, y cuando esas cosas ocurren la responsabilidad alcanza inevitablemente a las alturas'. Al arreciar las acusaciones, veladas o francas, contra el Opus Dei, la Obra inició su contraataque, negando que la organización tuviese responsabilidad alguna en el desfalco, o que los créditos hubiesen sido acordados a MATESA gracias a que hombres del Opus los hubiesen autorizado en razón de sus vínculos 'religiosos'. Le salió al paso Sábado Gráfico: ' Es fácil desmentir -sostuvo- especialmente cuando se trata de una asociación de iniciados de cuyos miembros jamás se ha dado la lista y cuyos estatutos mamás han sido dados a conocer en público'. Pero en la lucha Falange-Opus los que más se destacaron fueron la revista y el diario SP de Rodrigo Royo. Hacia octubre de 1969, precisamente, la coronación del príncipe Juan Carlos y su designación como sucesor de Franco habían suscitado rumores sobre inminentes cambios ministeriales y se suponía, con ciertas dosis de verosimilitud, que el Opus trataría de sumar nuevas posiciones a las que ya poseía. {{Falange contra Opus: torneo siempre indeciso}} Sin embargo, la lucha siempre indecisa entre Falange y Opus tenía simultáneamente algo así como un reflejo en la sublucha entre monárquicos y neorrepublicanos, y hasta entre los monárquicos mismos a propósito de si correspondía a Juan Carlos o a su tío la posesión de la Corona de España. Los tecnócratas del Opus Dei se habían pronunciado a favor de Juan Carlos, no así los falangistas y los sociales. El 29 de agosto de 1969, Rodrigo Royo en editorial para el Diario SP, denunciaba que se veía obligado a cesar en su publicación. U no es que fuese antifranquista o 'rojo', todo lo contrario, según lo explicaba: ' Por todos los medios legítimos a nuestro alcance hemos tratado de actualizar la doctrina joseantoniana, adoptando en cada momento una actitud de estilo falangista, y no nos arrepentimos de ello. Tampoco nos arrepentimos de haber sido leales al Régimen de Tranco y proclamamos una vez más nuestra lealtad a la hora de desaparecer del horizonte'. [[Rodrigo Royo, 'Morituri', en Diario SP, Año III, Nº 614, p. 1, 29 de agosto de 1969, Madrid.]] Pero no obstante su lealtad el régimen le cerraba la espita económica: 'la Banca oficial, siguiendo instrucciones muy específicas del Ministerio de Hacienda, nos negó el pasado mes de junio un crédito de 51.000.000 de pesetas, solicitado a nombre de nuestra filial COSOL SA. A este préstamo teníamos perfecto derecho, según acuerdo tomado el 31 de enero último por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Economía que, en función de un decreto del 29 de noviembre de 1968, concedía a nuestra empresa, instalada en le Polo de Guadalajara, una serie de beneficios de orden fiscal, tributario y arancelario, entre los que se contaba el más importante de tener preferencia en la obtención de crédito oficial. La entidad que nos negó el legítimo auxilio financiero, previamente otorgada su preferencia por el Consejo de Ministros, fue el Banco de Crédito Industrial, la misma entidad que ha concedido a MATESA hasta 13.000 millones de pesetas de crédito. La fuente de inspiración para tan arbitrarios decisiones, en el caso de SP y en el caso de MATESA, ha sido la misma’. Más claro, agua.

Cuando el pare Escrivá fundó la orden, los principios por los que se guiaba tenían fundamentalmente un acento religioso, el servicio de Dios por encima de todas las cosas. El curso de los acontecimientos a partir de la fecha iniciática -2 de octubre de 1928- entre ellos la caída de la Monarquía, la instauración de Mussolini y Hitler, pusieron un paréntesis al desarrollo de la Obra. Pero hacia 1939, ya consolidado el régimen franquista, Escrivá inicia El Gran Salto Adelante. Según o anota el periodista Leandro Martín, la ’curiosa orden para laicos, en la cual se mezclaban propósitos religiosos, normas éticas estrictas, con viejos sueños desarrollistas’ típicos de la ideología oriunda de la tierra levantina, recogía una tradición que para algunos se remonta hasta el místico y poeta Raimundo Llul o Lulio, teólogo, santo y doctor de la Iglesia, ’que trazó el siglo XII por primera vez la semblanza del protoburgués español, como una mezcla de caridad, ascetismo y empuje creador en el ámbito de la naturaleza’.

La tónica tecnocrática es una aspiración muy en boga a fines de la década del 30. Ha sido impuesta por un libro entonces de moda, ’The Managerial Revolution’ (La revolución de los directores), de James Burnhan, un ideólogo reaccionario estadounidense que predice allí la toma del poder por los directores de empresas y sus gerentes y teoriza sobre la muerte de las ideologías políticas. Las predicciones convienen a un país que ha liquidado la ideología democrática sobre un millón -y quizás más- de cadáveres españoles. La paz varsoviana se asiente en España, destruida, arruinada. La voz de orden es ahora la reconstrucción. Se necesitan técnicos, expertos, profesionales, una clase media y superior de confianza para el régimen que no puede permitirse el lujo de importarlos, y menos aún desde el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

La Obra, cuyo numen ha madurado en silencio durante un década, presiente que su hora ha llegado. Ha reparado en la importancia del campo universitario y en tal dirección ha orientado todos sus esfuerzos de infiltración y captación. Al respecto resultan muy útiles las abrumadoras referencias que aporta en su libro Daniel Artigues. Su hubo una lucha por el poder, el Opus la debió haber librado en primer término contra los resabios del liberalismo y de la universidad libre y laica que pudieron haber quedado al término de la Guerra Civil. Como por otra parte lo apunta Leandro Marín, era obvio que Franco, por sus antecedentes, estaba predispuesto a la alianza con el Opus Dei, institución que predicaba ’un desarrollismo con olor a incienso y moralina’.

El Reino metafísico del Opus Dei

Rama bancaria-financiera

 Banco Popular Español
 Banco Europeo de Negocios
 Banco Atlántico
 Unión Industrial Bancaria
 Banco de Andalucía
 Banco de Salamanca
 Banco Castellano
 Crédit Andorra
 SATINA
 Financiera Euro-española
 Unión Popular de Seguro
 INFISA
 Universidades de Inversiones

Rama publicitaria-difusora

 Sociedad Española de Radiodifusión (SARPE)
 Actualidad Económica
 Mundo Cristiano
 La Actualidad Española
 TELVA
 Ediciones de la Universidad de Navarra
 Sociedad de Distribución, de Edición y de Librería (DELSA)
 Ediciones R.I.A.L.P.
 Rotopress S.A.
 Agencia Euro-press
 Moncloa
 Nuestro Tiempo

Rama Inmobiliaria

 Constructora Horta
 Cantabria
 Las Evras
 Urbanizaciones Vista Alegre
 Las Masias
 Urbanización Hebron
 Edificación y Solares
 Compañía de Construcciones
 Construcciones Victoria
 Construcciones Augusta
 Constructora
 Inmobiliaria Terrasol
 Constructora Diaponal
 Inmobiliaria General Mediterránea

*****

’(...) lo que sorprende a los españoles -desconfiados como pueblo viejo y escaldado- es la aparición súbita e intensa del Opus Dei, a través de sus miembros, en organismos culturales, en empresas industriales, en entidades bancarias y en altos puestos de la Administración. ¿Pero cómo han llegado a todos esos puestos destacados sin que funcione un aparato coherente ? Se hace difícil suponer que, individualmente o aisladamente se pueda llegar a todas partes bloque, y en muy poco tiempo, espectacularmente.
Emilio Romerc [[director de Pueblo, Madrid, 1º de febrero de 1964

[2secretario general de la Confederación Argentina de Maestros y Profesores (CAMYP) en La Razón, Buenos Aires, 21 de noviembre de 1973

[3Jesús Ynfante, La prodigiosa aventura del Opus Dei, Génesis y desarrollo de la Santa Mafia. Editions Ruedo Ibérico, París, 1970.

[4La prodigiosa aventura del Opus Dei, Génesis y desarrollo de la Santa Mafia, pp. 261-262, editions Ruedo Ibéico, París, 1970.

[5¿Qué es el Opus Dei, Origen, estructura, ideología y espiritualidad’, en Informaciones Católicas Internacionales, p. 24, Nº 361, 1ª quincena de junio de 1970, México, D. F.

[6Parte primera : Del Instituto y de sus miembros. Capítulo I : De la razón de ser y finalidad del Instituto. Parágrafo 3, apartado 2.

[7Camino. ’Carácter’, parágrafos 16 y 19, pp.22-23, Ediciones RIALP S.A., Madrid, 1965.

[8Jesús Ynfante, op.cit., p. 56.

[9La Configuración del futuro, p. 128, Madrid, 2ª edición, 1968.

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