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3 mai 2005

Opinión de John C. Wiley, embajador de Estados Unidos, sobre Jorge Eliecer Gaitán

 

"Unos nos dicen fachistas, otros nos llaman comunistas, nosotros sólo podemos decirles que son gentes de mala fé"
JEGA

Las siguientes son las declaraciones de John C. Wiley, embajador de Estados Unidos en Bogotá a mediados de la década de los 40 y quién conoció personalmente a Gaitán, en informe fechado el 16 de mayo de 1946.

"La embajada no cree que Gaitán decida apelar a medios violentos para lograr sus propósitos. Sin embargo, vemos sus triunfos políticos con considerable aprehensión. Quienes lo conocen aseguran que él no quiere a los Estados Unidos. Gaitán se ha pronunciado a favor de la nacionalización de la banca, cervecerías y empresas de servicios públicos y otras formas de socialismo de Estado, lo cual con el tiempo, puede incluir la industria del petróleo.

"No estoy convencido de que Gaitán vaya a derrocar el gobierno, pero creo que los Estados Unidos deben observarlo con cuidado y tacto, y tal vez, deben orientarlo.

"Gaitán y otros caciques entrenados en la demagogia, están entrando en escena. Traen consigo las técnicas artificiosas del totalitarismo, derrotadas en el exterior pero tal vez exitosas en casa. Este suelo felizmente no es fértil para ideologías foráneas, si estas implican orden y disciplina. Las teorías comunistas no se sostienen. Pero la versión propia del caudillo, con ropaje nacional y mímica fascista, servirá para fanfarronear y tal vez para dominar temporalmente. Gaitán tratará de arrancarle algunas plumas a nuestra águila y elevarse en las alas de la charlatanería. Una política de paciencia y compresión es necesaria y aconsejable. Mientras tanto, el doctor Gaitán será una preocupación política importante y me temo que durará un buen rato.

"Gaitán quiere el poder. Conociendo su propia habilidad para manejar las emociones de los desposeídos, está decidido a coger la oportunidad que le brinda el amplio descontento de las gentes para asumir el control del Partido Liberal, y si puede, del Gobierno. Como van las cosas, podría ganar la presidencia mediante el proceso democrático. No obstante existe la creencia general de que sus escrúpulos no lo prevendrían para usar otros medios, si fuera necesario. De momento cree que su triunfo es más fácil a través de uno de los partidos políticos. Como él mismo me dijo, es más fácil vender un producto nuevo con una etiqueta vieja. Sin embargo, a mí me parece que Gaitán está más lejos de los liberales que el propio presidente Ospina. Un observador me describió a Gaitán como una persona metódica, paciente y ordenada en su vida privada y en su trabajo, cualidades que constituyen una combinación potencialmente peligrosa con su fino talento para la demagogia y para la agitación política. Gaitán me ha asegurado que él es demagogo sólo cuando está ante el pueblo, porque si no el pueblo no le entiende. En su oficina, según sus palabras, él es frío.

"La posibilidad de que Gaitán apele a actividades subversivas disminuye en proporción directa al crecimiento de su fortaleza política. Juzgando por la evidencia disponible en 1945, parecía que Gaitán no tendría escrúpulos para utilizar su poder demagógico en las plazas públicas para ganar el control del Gobierno por la vía ilegítima. Sin embargo, ahora que la vía democrática le abre totalmente sus puertas, no hay razón por la cual él quiera apelar a métodos violentos.

"Los Estados Unidos deben observarlo con cuidado y tacto. Puede ser que vuelva al camino correcto y sea de gran ayuda, por supuesto, cuando obtenga mayor madurez y seguridad en su posición. También puede convertirse, fácilmente en una amenaza, o al menos, en una espina clavada en nuestro costado. Es un hombre pequeño de una gran estatura. Es definitivamente una nueva estrella política que ha nacido en Colombia y tal vez, en América Latina.

"Gaitán es joven. Estará con nosotros por un buen tiempo. En el curso de los años puede ser que, como Gabriel Turbay, madure y se marchite. El almuerzo que tuve con él en días pasados, infortunadamente me recordó otro que tuve en Berlín con el doctor Goebbels. Las diferencias intelectuales entre los dos perturban por lo imperceptibles. Además, no debe olvidarse el lugar y la época de su doctorado magna cum laude : La Italia Fascista de 1927.

"Gaitán mira hacia Europa. En lo que sé, tiene poco contacto y conocimiento de los Estados Unidos. El expresidente Lleras Camargo me dice que el doctor Gaitán mantiene un prejuicio violento contra los Estados Unidos y que considera a los norteamericanos como una raza de "empacadores de cerdo". Posiblemente, la mejor cura para esta enfermedad sea un acercamiento con los Estados Unidos ; en un momento oportuno debemos encontrar una razón válida para invitarlo allá. Aquí podemos intentar algo a través de la Asociación de Abogados Norteamericanos. El doctor Gaitán es, al fin de cuentas, eminente en su profesión. Su educación futura es asunto de gran importancia para nosotros".

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