Accueil > Les Cousins > Bolivie > No está dicha la última palabra en Bolivia
Mal que les pese a muchos, a pesar de la asunción del Presidente de la Corte Suprema, Dr. Eduardo Rodríguez, como Presidente de la hermana República de Bolivia, todavía sigue el tembladeral que sacudió los cimientos de la oligarquía de ese país.
Por Juan Carlos Sánchez
12 de junio del 2005
La conjunción entre su pueblo originario, sus trabajadores y sus campesinos ; en especial, los provenientes de El Alto sigue en pié para enarbolar su bandera de nacionalización de los recursos naturales, de su petróleo y de su gas, mientras las operaciones del Imperio intentan manipular la situación a su favor y de quienes son sus testaferros : los oligarcas de Santa Cruz de la Sierra.
Y la pregunta obligada, dentro de esta comedia de enredos, es ¿a qué juega Evo Morales ?. Hace un tiempo atrás, parecía el nuevo líder socialista de Sudamérica y ahora, por lo visto, nos encontramos con sus intentos de apaciguar los ánimos mientras no se cumplen las legítimas demandas del pueblo hermano, de sus propios conciudadanos.
Nada es casualidad, ni nace de un repollo, tratándose de encontrar el camino para la dominación, para la hegemonía imperial. No cabe duda que, al igual que en Ecuador, se buscará una relegitimación de la clase política, de la misma que hoy es vilipendiada en La Paz y en Sucre y que escapa raudamente a los cuarteles, como el Presidente del Senado, Hormando Vaca Diez, viejo ladero de las transnacionales y de la oligarquía...
¿ Será Rodríguez, el segundo Duhalde boliviano ?. El primero, Mesa, no pudo sostenerse debido a la presión popular, luego de haber teatralizado una primera renuncia ante el Congreso, y a las sugerencias de recambio que emanaban de los comuneros santacruceños, quienes aspiraban a colocar en el sillón presidencial a su fiel representante. Y la duda no es ociosa, porque los acontecimientos siguen girando alrededor de la nacionalización y del repudio a la clase dirigente que solamente ha mirado por la minoritaria clase alta y se olvidó de las mayorías populares...
No está dicha la última palabra, ni mucho menos... El pueblo boliviano sabe bien que las promesas se las lleva el viento, como ha ocurrido en el pasado. Y tan bien lo sabe, que ahora debe comenzar a desconfiar de un líder histórico como Evo Morales - ¿ el nuevo Kirchner boliviano ? - para iniciar un proceso de reconstrucción histórica que le permita romper con el molde impuesto y obtener sus largas y tan ansiadas demandas y reivindicaciones sociales y económicas.
Se sabe que el largo brazo del Imperio tratará, de una u otra forma, de ’recuperar’ la hegemonía perdida transitoriamente a manos de esta pueblada pero ello, sin dudas, dependerá de la voluntad de un pueblo que nos dio un ejemplo a toda Latinoamérica, que sigue luchando por sus derechos del presente y del futuro.
En consecuencia, nadie, ni Rodríguez ni Morales, puede decir que está todo dicho y menos aún, que este tembladeral ha de cesar en pocos días o semanas. Tal vez, ha comenzado un nuevo tiempo para soñar con una Latinoamérica distinta en donde el neoliberalismo deje paso a un socialismo que permita dotar de efectiva vigencia a la dignidad humana de los pueblos y de los Estados.
* Juan Carlos Sánchez es Profesor de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales en I.S.P. ’Dr. Joaquín V. González’.