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21 novembre 2007

Hay que nacionalizar el crudo en Argentina dado la importancia del recurso y la tendencia internacional.

 

El gobierno aumentó las retenciones a las exportaciones petroleras. Esta legítima medida provocó la reacción empresaria. Vista la importancia, precio y tendencia mundial petrolera, no habría que quedarse corto.

Por Emilio Marín
La Arena
. La Pampa, 19 de enero de 2007.

El ministro Miguel Peirano está despidiéndose del palacio de Hacienda con decretos que gravan a parte de la ’Patria Exportadora’. Semanas atrás los afectados fueron los exportadores de soja y otros granos, que vieron elevadas las alícuotas que venían pagando. Y la semana pasada les llegó el turno a los petroleros, pues tanto el crudo vendido al exterior como las naftas y demás productos refinados tuvieron un alza de estas retenciones.

El monto de la mayor recaudación fiscal se estima en 1.000 millones de dólares anuales y otros cálculos lo estiran a 1.500 millones. La diferencia de cifras tiene que ver con que aún no están bien definidos los criterios de mayor tributación, existiendo la presunción de que toda exportación por arriba de un precio de 45 dólares el barril irá completamente a las arcas estatales.

Por debajo de esa cotización habrá una graduación de retenciones, que también cambia según el tipo de producto. Como las medidas adolecen de ciertas imprecisiones, según los ejecutivos de Repsol y otras compañías que se sienten afectadas, han pedido entrevistas a funcionarios para que les aclaren el panorama.

Lo que esos empresarios saben, no les gusta ni medio. Temen que las mayores retenciones les afecten el negocio de la exportación de naftas, donde hasta ahora venían haciendo la mayor diferencia.

En la vereda de enfrente, entidades de consumidores como Deuco y la presidida por el ex diputado socialista Héctor Polino, las federaciones nacionales de estacioneros, en particular los dueños de estaciones independientes de las multinacionales, etc, aplaudieron la disposición oficial.

En línea con lo argumentado por el gobierno, en esos ámbitos se sostuvo que las mayores retenciones son una medida racional para capturar parte de la renta extraordinaria generada por el alza del precio internacional del barril. También, según esos defensores, cerrará el paso a exportaciones en demasía, que dejan mal abastecido el mercado interno.

Casualmente o no, en las últimas semanas habían aumentado las naftas en los surtidores -llevan un 30 por ciento en lo que va del año- y también en varias provincias se vendía con cupo, hasta 40 o 50 pesos por vehículo.

En esta discusión sobre la pertinencia o no de las retenciones petroleras, se cae de maduro que está justificada la resolución de Peirano y Néstor Kirchner.

Que esa sea la medida más conveniente para ir a fondo en la defensa de los recursos naturales como el petróleo y el gas, recursos no renovables y en vías de declinación en Argentina por la falta de inversión y exploración, ya es otra cosa. En otras partes del mundo, incluso cerca de nuestras fronteras, están adoptando programas energéticos nacionalistas y no sólo para una mayor recaudación fiscal.

Prórroga por 40 años

En enero de 2007 el gobierno de Kirchner confirmó por decreto una ley de tiempos de Carlos Menem y su ministro de Economía Roque Fernández, para ’federalizar’ la propiedad de los hidrocarburos. Las comillas quieren poner de resalto que transferir la propiedad de esos recursos a las diez provincias productoras (en desmedro de las otras catorce y especialmente, del conjunto o Nación), no podían significar ninguna superación del unicato. Desde Balcarce 50 se siguió ordenando a los gobernadores, tomados por las gónadas del presupuesto, que hicieran tal o cual cosa en materia petrolera.

Y así fue como el mandatario de Chubut, Mario Das Neves, firmó un convenio con la Pan American Energy (PAE), posteriormente refrendado por ley de la Legislatura, según el cual esa empresa se quedaba por veinte años, con opción a otros veinte, en el yacimiento Anticlinal Grande-Cerro Dragón.

Como esa área también existe bajo el suelo del vecino Santa Cruz, la misma orden llegó para el mandatario instalado en la Casa de Gobierno en Río Gallegos. Sólo que aquí las aguas estaban lo suficientemente revueltas por el conflicto docente, luego municipal y finalmente social, embestida criminal de la 4x4 de Daniel Varizat mediante, como para que el Frente para la Victoria debiera demorar para paladear este resultado. Una medida docena de legisladores, entre radicales opositores y ex kirchneristas díscolos, con presencia en las comisiones legislativas que tenían bajo análisis el contrato con PAE, postergaron el tratamiento en plenario.

El asunto fue que en Comodoro Rivadavia la petrolera pudo festejar y en Río Gallegos todavía no. Lo hará después del 10 de diciembre, cuando la composición de la cámara mude más a favor del oficialismo, tras la victoria de Daniel Peralta y Cristina de Kirchner en esta provincia.

Pero Cerro Dragón ilustra con una claridad total los límites insalvables de la política kirchnerista en materia de hidrocarburos. Podrá haber dispuesto la suba de retenciones a las exportaciones, pero lo hace con un criterio de aumentar la caja, meramente fiscalista. No ha mudado de criterio político ni se ha hecho nacionalista ni defensor de una explotación nacional y racional de ese recurso. Cerro Dragón así lo demuestra.

Según los estudios de los especialistas del grupo energético Moreno, presidido por Fernando Pino Solanas, otros profesionales y técnicos, ex legisladores nacionales como Mario Cafiero y el diputado radical por Santa Cruz, Omar Hallar, a lo largo de los 40 años de explotación, los dueños de PAE obtendrán un ingreso estimado de mínima entre 90 y 111 mil millones de dólares, y de máxima entre 130 mil y 160 mil millones de dólares.

En ese lapso de explotación el compromiso de inversión, que como se sabe suele encoger como tela barata, sería de 3.700 millones de aquella moneda. La diferencia parece sustancial. A lo sumo habrá que descontar otros gastos, y los más desconfiados creen que podría haber también un rubro para recompensar tanta diligencia y desprendimiento de las autoridades.

En el mundo, otra cosa

Mientras en nuestro país se continúa con una política tan dispendiosa hacia las multinacionales, en el mundo se viene imponiendo otra tendencia mucho más ajustada a los intereses nacionales, incluso en países de la OPEP que no se caracterizan precisamente por el apego a lo popular.

La reciente cumbre de esa organización mundial en Ryad, Arabia Saudita, ratificó su criterio de programar la producción y exportación del crudo en protección del nivel de precios que flotarán entre los 80 y 100 dólares el barril, según el criterio de uno de sus socios, Hugo Chávez. El venezolano es partidario de que la entidad subsidie el precio de venta a los países pobres no productores.

Venezuela, tan apreciada por el presidente Kirchner en otros aspectos, no lo es en hidrocarburos. Es que en el Palacio de Miraflores se adoptó el criterio de recuperar la soberanía de la estatal PDVSA sobre las áreas de la Faja del Orinoco, que está en trámite de certificación como la principal reserva de crudo del mundo.

Más modesto, el boliviano Evo Morales dispuso la nacionalización de los yacimientos gasíferos a partir del 1º de mayo del año pasado, de dos refinadoras de Petrobras y la reactivación de YPFB. Esta, en asociación con PDVSA, comenzó a buscar petróleo en tres zonas.

Pero si al matrimonio Kirchner esa política nacionalizadora le resulta demasiado a la izquierda de sus propias inclinaciones y la presión de sus amigos del Club del Petróleo, desde la más conocida Repsol hasta las menos, de sus amigos Lázaro Báez y Cristóbal López, entonces debería tomar nota de lo actuado por Lula.

En la plataforma continental y frente a San Pablo, Petrobras descubrió una abundante reserva estimada en 70.000 millones de barriles, lo que pondría a Brasil entre los que nadan en oro negro. La OPEP ya le tiene reservado un asiento. Obviamente Petrobras, estatal-mixta, siguió invirtiendo, haciendo prospección y perforaciones : el área del Tupí fue la recompensa, aún cuando comenzará a ser explotada en 2012.

Esas son contradicciones muy gruesas del kirchnerismo respecto a la tendencia mundial. Esto, sin mencionar que en su prórroga de contratos en Cerro Dragón benefició a los británicos de British Petroleum, que junto a Amoco y Bridas dominan PAE. No hay concordancia alguna en pronunciar lindos discursos malvineros en la ONU y entregarles el petróleo a los británicos, como si fuera un premio.

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