Accueil > Notre Amérique > Hacia Una Sudamérica más Digna : El Acuerdo de Copacabana
Por Antonio Ormachea Méndez
Marzo del 2004
El presidente Néstor Kirchner y su colega brasileño, Inácio Lula Da Silva, firmaron el Acta de Copacabana, en la que se comprometieron a presentar una propuesta para modificar la estructura del FMI.
Es sorprendente la poca cobertura que recibió este acuerdo por parte de los comentaristas políticos del continente. Mas allá de los detalles específicos acordados*, este encuentro significa un importante cambio cualitativo en la política continental, más aun tratándose de los dos países más grandes y desarrollados de Sudamérica.
No es un mero pacto oportunista entre deudores tratando de encarar a sus acreedores en una coyuntura difícil. Argentina y Brasil han demostrado que es posible superar siglos de rivalidades regionales y de anteponer la salud económica de sus pueblos a la tradición mercantilista de "honrar primero los compromisos".
Con economías muy distintas, deudas diferentes y liderazgos regionales en legítima disputa, supieron mostrar al mundo acreedor que se puede avanzar en entendimientos que los catapulten más allá de la dispersión a la que siempre hemos estado sometidos.
La bilateralidad es un concepto mañosamente acuñado por los más fuertes para negociar con ventaja sobre los más débiles- ¡Pregúntenselo a Chile ! Eso de que la "Unión hace la Fuerza" es perfectamente legítimo y debe ser ejercitado por todos quienes nos hallamos asfixiados por acreedores impersonales e insensibles como son los organismos financieros internacionales. Un argentino, brasileño o boliviano, tienen la humana capacidad de sentir hambre, de angustiarse por la falta de empleo o de rebelarse por la corrupción de sus dirigentes ; el Fondo Monetario Internacional o El Banco Mundial no sienten frío ni calor ; nunca tuvieron hambre ni tampoco se compadecen por las miserias ajenas… Pero sí saben cobrar, no importa cuánto ni a quién. Saben exigir que se les cumpla, no importa si es a costa de vidas humanas.
Para poder hacer frente a esas impersonalidades (y a otras) hay que tener autoridad moral. En eso parece que han coincidido Lula y Kishner. Como no tienen cola de paja, como no han negociado a espaldas de sus pueblos, están perfectamente habilitados para pelear por ellos. "No pagaré un centavo a costa del sufrimiento de los argentinos" dijo su presidente antes de enfrentarse al FMI. y ganó la pulseta. Parece que Sudamérica ha ingresado a una etapa ética distinta en la que la consideración al ser humano se antepone a la frialdad de esos sujetos cuya única vida y razón de ser es el dinero. Ojalá que así lo entiendan quienes gobiernan a estos entes… ¿Difícil ?
* Los puntos centrales del acuerdo rubricado en Río de Janeiro entre Kirchner y Lula son los siguientes :
– Conducir las negociaciones con organismos multilaterales de crédito asegurando un superávit primario y otras medidas de política económica que no comprometan el crecimiento y garanticen la sustentabilidad de la deuda, de modo tal de preservar inclusive la inversión en infraestructura.
– Con igual propósito, otorgar un tratamiento fiscal direrenciado a las inversiones asociadas al financiamiento de instituciones multilaterales para el desarrollo.
– Revisar los mecanismos de licitación en los financiamientos de organismos multilaterales con el objeto de fortalecer las inversiones nacionales y regionales sin prejuicio de las reglas de transparencia.
– Elaborar alternativas para neutralizar en nuestros países los efectos negativos derivados de los desquilibrios generados en el mundo desarrollado.
– Desplegar acciones conjuntas para la apertura de mercados y la eliminación de subsidios en los países industrializados, como instrumento indispensable para el crecimiento de los países en desarrollo y para contribuir al equilibrio y morigeración de los flujos de capitales.
– Impulsar mecanismos para incrementar el ahorro doméstico y regional con vistas a fortalecer el crecimiento del ingreso.
– El documento finaliza con el compromiso de ambos mandatarios para que en un plazo no mayor a los 60 días se realice una reunión de las autoridades económicas-financieras y diplomáticos de ambos países para concretar las propuestas relativas a estos temas.
– Finalmente, Kirchner y Lula también acordaron invitar a los socios del Mercosur y estados asociados a participar de este proceso.