Portada del sitio > Argentina > Economía > Hidrocarburos > El escrache a Repsol-YPF : los buitres muestran la cara
Balance del escrache a Repsol YPF realizado el 12 de mayo pasado.
Rompimos con largos meses de estancamiento del movimiento piquetero. Las marchas testimoniales y los cortes de ruta folclóricos nos habían llevado a un callejón sin salida en el cual ya no conseguíamos ninguna victoria. Nuestra gente se desgastaba y el resto de la población, principalmente la clase media, nos empezaba a considerar nada más que como un problema de tránsito.
Con el escrache a Repsol golpeamos a la principal empresa pirata en el momento en que las privatizadas, con la petrolera a la cabeza, están envueltas en una discusión con el gobierno sobre el monto y los tiempos para aumentar las tarifas, con el consecuente aumento generalizado de precios. De esta forma hicimos escuchar bien fuerte la voz del pueblo, desnudando la política del gobierno de conciliar con el capital explotador. Gracias al escrache nuestra voz y nuestro reclamo fue atendido y —más allá de las amenazas—, el gobierno salió con bombos y platillos a anunciar la "garrafa social".
Pero si hay un hecho para destacar, es que finalmente los buitres salieron a mostrar su verdadera cara, dejando al desnudo la naturaleza social de las clases que se enfrentan. El comunicado de la Asociación de Empresarios "Argentinos" (AEA), publicado en las portadas de los principales diarios, es bastante claro al respecto. Allí reclaman por la represión y la mano dura, y nos acusan -a nosotros, los desocupados, las principales víctimas del neoliberalismo— ¡de ser los culpables de la crisis económica que atraviesa el país!
Si hay protesta, dicen, la "confianza del mercado" en estas tierras se verá "enrarecida"; si hay escraches, aseguran, se desalienta la inversión en el país. Una vez más, el águila acusa al canario porque éste se resiste a ser devorado.
La AEA está compuesta por las grandes empresas "nacionales" y transnacionales. Por nombrar sólo algunas, están Techint, Citybank, HSBC, BankBoston, Aguas Argentinas, Pérez Compac, Telefónica; también están el Grupo Clarín y La Nación, además de, por supuesto, Repsol. Toda una lista siniestra de los que se beneficiaron con el saqueo del país. Por eso no es extraño su "duro comunicado", al decir de Clarín. Hace mucho que piden represión desde las páginas de sus grandes diarios.
No nos debe sorprender que nos acusen de "violentos": ya lo hicieron antes, acusando de violentos a los piqueteros de Cutral Co y de Mosconi y encarcelando y procesando a miles de luchadores populares. Para los empresarios, sus medios y sus gobiernos, los pobres siempre somos "violentos" y nuestras protestas siempre constituyen un "delito", cualquiera sea la forma que éstas asuman. Por eso ahora, aprovechando el fallo reaccionario de la Cámara de Casación, quieren profundizar la criminalización de los cortes de ruta.
El petróleo es nuestro
Repsol ganó, sólo el año pasado, 2.500 millones. Quiere más, y para ello nos amenaza con el desabastecimiento de gas y naftas. Kirchner denunció que las empresas, para llevar adelante esa extorsión, taparon los pozos. A pesar de esto, el gobierno accedió aumentar los precios, realizando en la práctica la famosa política del tero. Y como demostración de que casi nada cambió en este país, ningún juez, fiscal o funcionario (de esos que corren presurosos a encarcelar a los hambrientos) ha citado ni siquiera a los ejecutivos de estas empresas que extorsionan a 36 millones de argentinos.
En cambio, sí han procesado a dos de nuestros compañeros por el escrache a Repsol. Para esto sí hay rapidez, demostrando de qué lado está la justicia. Los detuvo una banda de servicios de civil que ni siquiera se identificó, varias horas después del escrache e incluso luego de marchar a Plaza de Mayo y ser recibidos en Casa de Gobierno. Los golpearon, encapucharon y luego decidieron "tirarlos" en la Comisaría 1° sin mayor trámite. Es decir, rompiendo sus propias reglas. Evitaron que sean vistos por nuestra columna, que ya estaba desconcentrando, con el claro propósito de evitar la movilización por su libertad. ¿Acaso fue un pedido directo de sus jefes empresarios?
Recordemos que Repsol se apropió de nuestro petróleo y de la infraestructura de YPF gracias al vendepatria de Menem, que la remató a precios irrisorios (alrededor del 10 por ciento de su valor). A partir de entonces, la empresa, ahora privatizada, comenzó la explotación indiscriminada de nuestras reservas petroleras, exportando y enriqueciéndose sin invertir un peso y llevándose fortunas al exterior. Además, dejando a miles de trabajadores en la calle.
Como el petróleo es un recurso no renovable, una vez que se agote -depredación del patrimonio mediante— habrá que importarlo. Por eso la riqueza de la YPF estatal debía ser explotada en sentido de utilizarla para el desarrollo del país y bajar los precios en el mercado interno de la nafta, el gas y sus derivados, ya que en caso de encarecerse repercuten en los demás precios.
Es cierto que existe una "pulseada" entre el gobierno y las privatizadas y el FMI. Pero nos preguntamos, ¿tiene el gobierno en verdad voluntad de ganarla? Si tenemos en cuenta que quebrarle el brazo a estos saqueadores implica nacionalizar los recursos y dejar de lado al Fondo, es claro que el gobierno sólo pretende prolongar la pulseada hasta el infinito y eso es imposible, sobre todo cuando el contrincante, él sí, tiene la voluntad de ganar.
Es por eso que exigimos recuperar la soberanía sobre nuestros recursos naturales: el estado debe tener en sus manos los recursos básicos que permiten hacer andar la rueda de la economía; jamás debemos permitir que el capital lucre con ellos ni que en su ambición de enriquecerse envenene tierras y enferme pobladores como sucede en varios lugares. Entre ellos, recordemos la causa abierta contra Repsol por contaminación ambiental en la localidad neuquina de Loma de la Lata, por nada menos que 445 millones de dólares.
Pero los "violentos" somos nosotros por escracharlos. Quedan entonces más claras las cosas: es un puñado de ricachones contra todo un pueblo. Kirchner, en este sentido, debe definir para quién gobierna: si el superávit fiscal (mas de 13000 millones) será rapiña para las grandes empresas o si se destinará a planes sociales, obras públicas, creación de empleo, salud, vivienda y educación. Es decir, si gobierna para el pueblo o si gobierna para la AEA.
¿Por qué escrachamos Repsol?
Escrachamos Repsol porque Repsol es enemiga de la Argentina, porque mientras sea dueña de nuestro petróleo nuestro país no va a ser soberano ni podrá decidir qué hacer con las riquezas.
Escrachamos Repsol porque para tener trabajo genuino la riqueza de nuestro país debe ser administrada por el estado y el estado debe ser del pueblo.
Escrachamos Repsol porque sabemos que sólo así el gobierno dispondrá la garrafa social para las grandes mayorías empobrecidas.
Escrachamos Repsol porque tenemos dignidad y estamos hartos de ser convidados de piedra en las discusiones de los ricos.
Escrachamos Repsol porque desde el 89 observamos el saqueo más aberrante mientras perdíamos el trabajo, y estamos dispuesto a luchar para recuperarlo.
Escrachamos Repsol como verdadero homenaje a nuestros compañeros desaparecidos, que murieron peleando para hacer efectivo el cambio social.
Escrachamos Repsol, y si el gobierno discute de verdad con las privatizadas, como dice, nos debe dar la razón. Porque a los estafadores y a los extorsionadores se los castiga, y no se persigue a las víctimas de la extorsión.
Escrachamos a Repsol para que no sean campanas de palo las razones de los pobres.
Por la recuperación de la soberanía sobre nuestros recursos naturales
Basta de persecuciones
No a la criminalización de la protesta
Por trabajo, dignidad y cambio social
MOVIMIENTO TERESA RODRÍGUEZ
Mayo de 2004