EEUU-Israel: « El Martillo de Thor »

Una secuencia de tres etapas puede describir la desaparición de la matriz religiosa de nuestras sociedades:

• religión activa (creencia y práctica regular),
• religión zombi (incredulidad en la supervivencia de los valores morales y sociales),
• religión cero (no queda nada).

Primero apliqué esta secuencia al cristianismo, en sus diversas variantes: católica, protestante y ortodoxa. Luego la extendí a los dos monoteísmos principales, el judaísmo y el islam, más concretamente a su componente chií.

• Para Escandinavia podríamos describir, por ejemplo, una secuencia de « protestantismo activo, protestantismo zombi, protestantismo cero ».
• Para Irán, tendremos la misma secuencia pero inacabada, « chiismo activo, chiismo zombi », sin excluir la posibilidad en el futuro de un « chiismo cero ».
• Para Israel ya podemos describir una secuencia completa: « judaísmo activo, judaísmo zombi, judaísmo cero ».

El caso de Israel, como el de Estados Unidos, nos obliga a profundizar el análisis histórico porque en estos dos países han aparecido nuevas religiones: el evangelismo loco en Estados Unidos, el judaísmo ultra-ortodoxo en Israel.

Estas son religiones, sin duda, pero son innovaciones, poscristianas en un caso, posjudías en el otro. Nunca en la historia del protestantismo ha existido un dios tan sereno, un dispensador de gratificaciones monetarias en ausencia de moralidad; nunca en la historia judía ha habido un crecimiento tan exponencial de un grupo de holgazanes que viven de subsidios estatales y del trabajo de sus esposas para desenvolverse en círculos con la Torá.

Estas dos nuevas religiones tienen en común el rechazo de la ética del trabajo del protestantismo o del judaísmo.

Estas dos innovaciones, sin embargo, no son las más importantes si tratamos de comprender el fenómeno religioso después del cristianismo o después del judaísmo.

Lo dije en La derrota de Occidente : el vacío que sigue al cristianismo produce una deificación del vacío, este nihilismo que busca la destrucción de las cosas, los hombres y la realidad. El nihilismo es la matriz de las nuevas religiones. Pero la verdadera nueva religión de masas es el culto a la guerra. Paradójicamente, o lógicamente, esta innovación nos remonta a antes del monoteísmo. La historia humana, de hecho, alinea infinitamente religiones de guerra, como mínimo dioses y diosas de la guerra. Ares y Atenea entre los griegos, Indra entre los indoarios, Ningirsu en Sumeria, Sekhmet en Egipto, sin olvidar al más famoso entre nosotros, gracias a Astérix, Tutatis, el dios celta de la guerra. Nuestros antepasados, los galos, eran simplemente cazadores de cabezas.

En el canal Fréquence populaire, hablando con Diane Lagrange sobre el último ataque estadounidense-israelí contra Irán, mencioné, de forma un tanto improvisada, al dios azteca de la guerra, Huitzilopochtli, como posible candidato para la nueva religión estadounidense-israelí. Gracias al Pentágono, podemos mejorar. El nombre de la operación para bombardear las instalaciones nucleares iraníes, Martillo de Medianoche , nos señala al dios ideal. El « martillo » es el instrumento y emblema de Thor, el dios escandinavo (y más generalmente germánico) de la guerra. Un martillo de mango corto que regresa a la mano de su dueño tras golpear. Thor es, a principios del tercer milenio, el dios de los neonazis. Su mundo escandinavo original es hoy escenario de un impresionante resurgimiento belicista. Por lo tanto, propongo llamar culto a Thor a la nueva religión de la guerra que sucede al monoteísmo y su moral en países protestantes o judíos.

Necesitaremos imágenes para consolidar este concepto. ¿Por qué no reemplazar las estrellas de cinco o seis puntas de las banderas estadounidense e israelí con el Martillo de Thor? Cincuenta y un martillos de Thor en miniatura, todos blancos, en la esquina izquierda de la bandera de la Unión; un solo martillo de Thor azul en el centro de la bandera israelí. Thor es el verdadero dios de los Estados Unidos de América e Israel.

Emmanuel Todd* para su blog Personal

Emmanuel Todd. París, 1 de julio de 2025

Traducido del francés para El correo de la Diaspora por: Carlos Debiasi

El Correo de la Diaspora. París, 4 de julio de 2025.

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