Accueil > Les Cousins > Bolivie > Democracia : Solo 9% de los bolivianos y el FMI apoyan a Goni
Por ECONOTICIAS
EL PRESIDENTE SIN APOYO POPULAR
Aunque ha inflado la coalición gubernamental y ahora pisa fuerte en el Congreso, el presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada está huérfano de apoyo popular. Una amplia encuesta de la red televisiva Unitel detectó que sólo el nueve por ciento de la población apoya a la actual administración gubernamental, que ya lleva un año en el poder.
Otras encuestas y sondeos detectaron que entre un 70 a 80 por ciento de la población está en contra de la gestión presidencial, a la que califican de mala o negativa para el país y la ciudadanía.
Los principales factores que han puesto a la población en contra de Goni, sobrenombre con el que se conoce a Sánchez de Lozada, son la persistente y agobiante crisis económica, el creciente desempleo, la extendida corrupción oficial, las matanzas del 12 y 13 de febrero, el uso sistemático de la violencia estatal, la violación de los derechos humanos y la inseguridad ciudadana.
’Ha sido un año horrible’, admitió el presidente días atrás en una conferencia de prensa en la que revisó las acciones fundamentales de su gestión.
Su creciente impopularidad, sin embargo, no parece hacer mella en Goni, quien tras lograr fortalecer la coalición gubernamental con el ingreso de la derechista Nueva Fuerza Republicana, desafió otra vez la opinión popular al designar hoy como ministro de Defensa al cuestionado Carlos Sánchez Berzain, uno de los principales responsables de la masacre del 12 y 13 de febrero.
Las organizaciones sindicales y sectores de oposición habían calificado a Sánchez Berzaín como el ’cerebro gris’ de la represión oficial, que dejó durante el primer año de gobierno un saldo de 60 muertos, 600 heridos y más de un millar de detenidos indebidamente, según la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia.
Tras los sucesos de febrero, Sánchez Berzaín fue alejado del gabinete, por lo que su retorno generó inmediatas críticas de diversos segmentos de la población, que se manifestaron a través de llamadas telefónicas en las principales radioemisoras de la ciudad de La Paz, y entre los dirigentes del Movimiento al socialismo (MAS).
’Esa es otra afrenta al pueblo boliviano’, dijo Evo Morales, quien cree que la nueva alianza de los partidos neoliberales en el poder buscará el aniquilamiento de su organización política y del movimiento sindical.
Según el líder cocalero, la reciente aprobación de leyes que penalizan la protesta social y sancionan con cárcel a quienes bloqueen caminos o interfieran con el tránsito carretero es parte de esa política de fuerza impulsada por Sánchez de Lozada.