Accueil > Argentine > Notre infance > Ciudades amigas de los niños : un desafío para el desarrollo
"¿Quiénes sino los niños pueden describir todo lo malo que hay en el mundo ? Hay que escuchar a los niños y prestar atención a sus ideas y opiniones. Quizá entonces los dirigentes mundiales pensarían en todo el daño que están haciendo al mundo, y es posible que intentaran ayudarnos". Estas son las palabras de Uska Korosec, un adolescente de 16 años de Eslovenia, según se recogen en el Informe 2003 sobre El Estado Mundial de la Infancia de UNICEF.
Por Ángel Gonzalo (*)
Los datos sobre infancia y juventud muestran una realidad trágica, puesto que todavía hay más de 150 millones de niños y niñas que padecen desnutrición, unos 120 millones no acuden al colegio y más de 6.000 pequeños se contagian diariamente de sida.
A pesar de la dureza de estas cifras, los niños y niñas del mundo representan una opción de futuro y en sus manos está buena parte del desarrollo que puedan alcanzar sus familias, comunidades y regiones.
"Gracias a la participación y la integración a edades tempranas en temas que les atañen, lejos de fomentar la anarquía y la falta de respeto a la autoridad, o de socavar la autoridad paterna, vemos una generación de jóvenes que es más respetuosa y se preocupa más por sus derechos y los derechos de los demás", según se desprende de este Informe.
En esta línea trabaja UNICEF con el proyecto "Ciudades Amigas de la Infancia". Esta iniciativa presentada en 1996 durante la Conferencia Mundial sobre Asentamientos Humanos : Habitat II, celebrada en Estambul (Turquía), arroja resultados positivos en la mejora de las condiciones de vida de los niños y niñas de todo el mundo.
Este programa pretende que todos los niños accedan a los servicios básicos y disfruten de oportunidades para el desarrollo, tanto si viven con sus familias o solos, en barrios bajos, en las calles o en infraviviendas. El objetivo es que la administración y el gobierno de las ciudades (donde viven más de mil millones de niños, la mitad de los que hay en todo el planeta) adopten políticas que garanticen a los más pequeños el pleno goce de los derechos fundamentales.
En los países del Norte, prevalece la importancia que se atribuye a los aspectos ambientales y físicos como la mejora de las áreas de esparcimiento, la creación de espacios verdes o el control del tráfico para hacer las calles más seguras. Y en el Sur, la atención se concentra en la extensión del acceso a los servicios básicos para los más pobres, con el fin de satisfacer sus necesidades y evitar procesos de marginalización o exclusión social.
Algunos ejemplos de ciudades amigas de los niños se encuentran en los estados de Europa del Este y los Balcanes, otros en ciudades europeas de España, Inglaterra, Francia o Alemania, en zonas asiáticas de Malasia o Bangladesh, en otras africanas de Marruecos o Nigeria y también en América Latina y el Caribe. En estos últimos países, destaca La ciudad de "El Alto" en Bolivia que ha desarrollado un plan valorativo para que la población tenga acceso directo a alcantarillado, electricidad, recogida de desperdicios y conexiones telefónicas. En Bogotá, el programa se centra en 5 barrios de los más conflictivos de la ciudad y aboga por la defensa de los derechos de los niños y las mujeres a Nivel Distrito con el fin de asegurar que las necesidades de los niños queden reflejadas en los planes de acción y desarrollo local. Otro ejemplo, lo tenemos en Lima donde se ha llevado a cabo un estudio sobre los derechos de los niños y de los adolescentes en el contexto social en el que viven. Se ha examinado la situación de violencia doméstica, abuso infantil, explotación laboral, consumo de drogas, salud sexual y paternidad adolescente. A partir del análisis, se han presentado propuestas para solucionar estos problemas.
Según los expertos de UNICEF, "los niños han demostrado que, cuando se involucran, pueden influir de un modo apreciable en el mundo que les rodea. Poseen las ideas, la experiencia y las intuiciones que enriquecen el entendimiento de los adultos y realizan una aportación positiva a las acciones de los mayores". ¿Afrontarán las autoridades este desafío ?
(*) Ángel Gonzalo, Periodista
Agencia de Información Solidaria
Correo : angonzalo@yahoo.es