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10 mars 2005

Campesinos unidos y en pie de guerra contra Mesa

 

Después de que los partidos tradicionales se unieran detrás del presidente Carlos Mesa, los principales movimientos campesinos suscribieron ayer una alianza para mantener los bloqueos de caminos y enfrentar al gobierno.

Por Pàgina 12, 11 de marzo del 2005

Román Loayza, Roberto Cruz,
Jaime Solares y Evo Morales.

Bolivia amaneció ayer al borde de la polarización. Mientras de un lado se agruparon los partidos tradicionales como el MNR, el MIR y la NFR junto con el presidente Carlos Mesa, tras ratificarlo el martes, por el otro los dispersos líderes radicales de campesinos, sindicalistas y trabajadores saldaron sus diferencias y formaron un pacto de oposición. El cocalero Evo Morales, el líder indígena Felipe Quispe, el sindicalista Jaime Solares y el concejal de El Alto Roberto Cruz aunaron fuerzas y llamaron a intensificar los bloqueos. Mesa, por su parte, redobló la apuesta y convocó a "todos los bolivianos y bolivianas" a salir hoy a las calles a respaldarlo, anunciando que arrestará a los bloqueadores.

Los líderes sindicales más intransigentes de Bolivia formaron ayer un frente contra "la oligarquía y las transnacionales que representa el presidente" Mesa, en medio de un rebrote de las protestas, con cerca de 39 puntos cortados entre Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca, cinco de los nueve departamentos que tiene Bolivia. De este modo, los dirigentes opositores hasta ahora dispersos se unieron y formaron una alianza de oposición en respuesta al acuerdo nacional firmado el martes por el presidente y los partidos conservadores, que supone la permanencia de Mesa en la presidencia y la aprobación de una ley de hidrocarburos que resulte y sobre todo sea vista como "viable" para las inversiones extranjeras.

El pacto de "unidad nacional" fue concretado en la sede de la histórica Central Obrera Boliviana (COB), que ayer recuperó protagonismo a causa del acercamiento de su dirigente, el sindicalista Solares, al cocalero Morales. El concejal de El Alto, los dirigentes campesinos Román Loayza y Alejo Veliz, y Miguel Zubieta, de los mineros, el dirigente indígena Quispe, y representantes de maestros, trabajadores fabriles, universitarios y del Movimiento Sin Tierra completaron la alianza.

Solares, que hasta ayer se había mantenido a distancia de Morales, a quien acusaba de ser aliado de Mesa, remarcó que el objetivo es pedir que se cambien los contratos con las multinacionales para que paguen una regalía del 50 por ciento. La regalía, un pago fijo por explotar recursos naturales, es ahora del 18 por ciento para los contratos de las multinacionales. El gobierno propone sumar a esta regalía un nuevo impuesto de hasta el 32 por ciento discriminando el tamaño de los campos, pero la oposición pide una subida directa al 50 por ciento para todas.

Morales calificó el reencuentro de los líderes de "histórico" y advirtió que "a partir de este momento las movilizaciones van a continuar porque fundamentalmente son para hacer aprobar la ley de hidrocarburos con 5 por ciento de regalías para el Estado. Cuando el Congreso apruebe esto, recién pararán las movilizaciones". Quispe, cuyo liderazgo estaba en picada, se sumó al desafío y dijo que representan a "la mayoría histórica de Bolivia que elegirá su propio presidente, porque el mestizo Carlos Mesa nos ha traicionado".

La nueva coalición coincidió con el establecimiento de nuevos bloqueos, cuyo principal blanco fueron los campos petroleros y gasíferos de compañías extranjeras como British Petroleum, cuya filial está en Cochabamba, y otros yacimientos en Santa Cruz. De los 39 cortes de ruta, 20 fueron en la región cocalera de Chaparé, bastión de Morales.

La primera reacción oficial a la alianza de la oposición fue el anuncio de Mesa de que someterá a la Justicia y eventualmente enviará a la cárcel a los manifestantes que corten rutas por protestas sociales. El mandatario declaró que aplicará "la apertura de investigación, juicio y eventual detención de quienes están cometiendo actos sediciosos, delitos y vulnerando los derechos ajenos al interrumpir el libre tráfico en el país". Descartó, sin embargo, que fuera a reprimir las protestas sociales violentas con el uso de la fuerza militar. "Los bloqueos no son un camino que hoy los bolivianos acepten", dijo ayer el mandatario. Sin embargo, "voy a hacer el máximo esfuerzo para lograr el tema de los bloqueos por la vía del diálogo", aseveró.

Mesa acusó a Morales de "marcar una línea de presión y de presencia política" por su intransigencia frente a la ley de hidrocarburos. Además convocó al pueblo boliviano a llenar hoy las plazas y pronunciarse en contra de los bloqueos. Con un acuerdo político en el bolsillo para continuar en el poder, pero sin estabilidad social, Mesa enfrenta la rearticulación de los movimientos populares y de izquierda" en pie de guerra" que lo tildan de "mestizo traidor".

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"Quieren liquidar los movimientos sociales" Evo Morales

Por Pablo Stefanoni Desde La Paz

Otra vez, Evo Morales queda como un outsider de la política boliviana, papel en el que no se siente incómodo. "Las acusaciones del presidente son poco ; a mí semanas, meses, me trataron se asesino, de narcotraficante con spots televisivos, esto no es nada frente a lo que he soportado", enfatiza. Y vuelve a señalar que "nadie ha pedido la renuncia del presidente" ; con ella, el primer mandatario "sólo ha querido chantajear". Morales denuncia que se "quiere liquidar a los movimientos sociales y el MAS" y sostiene que el reciente acuerdo de gobernabilidad es un "retorno a la megacoalición de Goni". En una entrevista con la prensa internacional de la que participó Página/12, el dirigente cocalero recorrió los principales aspectos del nuevo escenario político.

¿Por qué el MAS no firmó el pacto de gobernabilidad ?
 Primero, porque el acuerdo prioriza la "agenda de enero" (autonomías regionales) y deja a un lado la Asamblea Constituyente, que debería ser la prioridad número uno. Y segundo, porque es un acuerdo entre el Ejecutivo y los partidos que gobernaron con Gonzalo Sánchez de Lozada. Es un show del gobierno que no va a resolver absolutamente nada, el acuerdo debería ser con los sectores sociales. Este acuerdo es para garantizar la agenda de la oligarquía.

¿Evo se está radicalizando, como sostienen los medios ?
 Cuando no quieren respetar el mandato del pueblo que plantea recuperar la propiedad de los hidrocarburos, estamos en la obligación de hacer respetar ese mandato junto a los movimientos sociales.

¿Cómo se llegó al Pacto por la Dignidad y Soberanía del Pueblo Boliviano, firmado con la central obrera y la confederación campesina ?
 Pese a las diferencias, siempre nos hemos juntado cuando es importante para hacer fuerza común. Sin embargo, a veces hay cierto egoísmo de líderes, pero la coyuntura nos obliga a unirnos. Aunque hay diferentes caminos, todos queremos llegar al mismo objetivo, que es acabar con este modelo económico y este sistema político. Las propias bases reclaman unidad.

Después del acuerdo, ¿pronostica más tranquilidad o más conflictos ?
 Mucho depende del Poder Ejecutivo y del Parlamento. Si priorizan la "agenda de octubre" puede bajar la tensión. Pero si Carlos Mesa, como ahora, está en una alianza con la oligarquía, con las transnacionales y, especialmente, con los partidos que sostuvieron a Sánchez de Lozada, en todo caso la situación puede agravarse.

Hoy el presidente Mesa amenazó con el procesamiento a los bloqueadores, ¿cuál es su respuesta ?
 Sería importante que primero meta presos a los bloqueadores de la economía nacional, que son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Si realmente está hablando de los bloqueos de caminos, por qué no empieza por procesar a los bloqueadores de la oligarquía cruceña, que incluso bloquearon el aeropuerto internacional. Pero como éstos son sus aliados (de Mesa), seguramente va a meter presos a los dirigentes sindicales que están bloqueando con una actitud patriótica para que los recursos naturales vuelvan a manos de los bolivianos. Es una lucha entre las transnacionales y la gente del pueblo que quiere a su país.

¿Espera una política de mano dura ?
 Cuando Carlos Mesa convoca para mañana (por hoy) a una concentración en las plazas (contra los bloqueadores), prácticamente está convocando a la confrontación. Estamos investigando si esta convocatoria a la división del país constituye una violación de la ley. Y, en ese caso, podríamos promover un juicio de responsabilidades.

¿Se arrepiente de no haber aceptado la renuncia del presidente Mesa ?
 Jamás hemos pedido renuncia, sabíamos que era un show, un renunciar para no renunciar, sino para distraer y perjudicar la aprobación de la ley de hidrocarburos. Pero se equivocó, finalmente el pueblo se dio cuenta de qué pretendía Mesa. Se sintió víctima de los movimientos sociales y entonces buscó victimar a estos movimientos.

¿Van a continuar los bloqueos ?
 Mientras no se apruebe la ley, los movimientos sociales van a continuar las medidas de presión. Ayer (por el martes) eran 20 los puntos de bloqueo y hoy (miércoles) son 35.

Algunos medios sostienen que Evo es el "gran perdedor" en esta crisis y que estaría "más aislado".
 Yo no creo en los analistas ni creo en las encuestas. Muchos medios son conocidos por ser parte de la oligarquía, no los periodistas sino los dueños. En los hechos siento que tengo varios "jefes de campaña" : la Condoleezza (Rice) y el propio Palacio Quemado de Bolivia.

¿Cómo ve el nuevo escenario, se avanza hacia mayor represión ?
 Carlos Mesa prepara tres cosas. Primero, mano dura contra los dirigentes sindicales, pero para meter presos a todos los bloqueadores debería contratar el estadio Capriles. Segundo, veo que está preparando un estado de sitio y, quién sabe, un autogolpe, pero el movimiento indígena va a resistir tanto un autogolpe como un golpe de Estado. Si le pasa algo a algún dirigente será responsabilidad de este gobierno.

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"Hay que echarlos a patadas" Felipe Quiespe

Por P. S. Desde La Paz

Detrás de una enorme wiphala (bandera indigenista) y de los retratos de Bartolina Sisa y Hugo Chávez, el líder campesino Felipe Quispe habla con su lenguaje polémico : "Si hay represión mejor, porque así se va a mover todo el pueblo", dice el dirigente, fortalecido por el pacto de unidad con Evo Morales, de quien estaba históricamente distanciado. Preso en los años ’90 por intentar armar a las comunidades mediante el Ejército Guerrillero Tupac Katari, el líder aymara recibió a Página/12 en su despacho de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), ubicada en el centro de La Paz.

¿Cómo evalúa este nuevo escenario político, el país va hacia la paz social y mayor tranquilidad o mayor confrontación ?
 El acuerdo de gobernabilidad es ficticio, no va a funcionar porque simplemente están pactando los partidos tradicionales, entre políticos que siempre han estado en el Palacio de Gobierno, que siempre han vendido nuestra patria. Pero eso no implica nada para nosotros, porque ellos no tienen representatividad, sólo tienen sus Fuerzas Armadas y sus leyes, y con eso nos quieren callar pero no van a poder.

¿Hay un giro hacia la derecha ?
 Bueno, Carlos Mesa ha sido derechista y sigue siendo derechista, es lacayo de las transnacionales. Su supuesta renuncia era una trampa para la población, amén de que la población acepte su ratificación como presidente. Incluso ese maricón ha llorado en las pantallas televisivas, y un hombre no llora. A este señor lo tienen agarrado de los testículos las transnacionales y cada vez que lo aprietan llora. Y ahora lo han salvado sus amigos diputados, que no son representantes del pueblo boliviano ni de los indígenas originarios, sino de los capitalistas e imperialistas.

Usted estuvo al lado de Mesa en 2003, cuando se comprometió a cumplir la agenda de octubre, ¿qué pasó después ?
 Allí la gente lo aplaudió y lo hice jurar ante el tata Inti (Padre Sol), las pachas, los wacas... él ha dicho sí, que iba a cumplir su compromiso con los pueblos indígenas originarios y "si no hago un buen gobierno échenme a patadas", dijo. Ahora es hora de echar a patadas a ese mal gobierno y eso es lo que vamos a cumplir, con bloqueos, con marchas.

¿En qué consiste el acuerdo de unidad entre la Central Obrera Boliviana, las centrales campesinas y el MAS ?
 Si la derecha, los carniceros, los verdugos se unen frente al indio, por qué nosotros los indígenas no podemos unirnos. Es por eso que salió la iniciativa de llamar a todos los dirigentes. Aunque hemos sido enemigos ideológicos (con Evo), todo eso tuvimos que dejar de lado, nos dimos la mano y hemos firmado un pacto. Ese pacto tiene que perdurar, y esa unidad tiene que ser hasta vencer, hasta que seamos gobierno, con nuestro propio sistema socialista comunitarista.

¿Y este acuerdo tiene proyección electoral ?
 No vamos a volver a trabajar para otra gente, para nuestros verdugos, como en octubre de 2003 (cuando asumió Mesa). Si hay elecciones seguramente vamos a hacer un frente político antiimperialista y vamos a tratar de ganar.

¿Hoy se puede hablar de unidad entre Evo y Felipe ?
 Sí, en eso no va a haber ningún problema porque nos hemos dado cuenta de que caminamos bastantes años así, por distintos caminos, pero ya es tiempo de que nos unamos todos.

¿Qué pasa si se opta por una salida de "mano dura" ?
 Mucho mejor. Va a ser el caldo de cultivo para avanzar más rápido. En septiembre fue la represión en Warisata y Sorata (en el altiplano), la chispa que provocó el incendio. Si sacan sus garras y nos dan zarpazos, va a brotar la sangre y la sangre llama a la sangre, y ahí sí se va a mover todo el pueblo.

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