Accueil > Notre Amérique > América Latina Así, así, así... ¡Así hay que gobernar !
El Dr. Herrero exalta los últimos hechos positivos desarrollados en América Latina en relación a la recuperación de los recursos naturales, y los contrasta con los avances de la política de privilegios hacia las grandes empresas petroleras, que tiene manifestaciones concretas en Argentina.
Por Félix Herrero
MORENO - IADE. Buenos Aires, 11 de mayo de 2007.
En la segunda quincena de abril importantes reuniones y realizaciones sacudieron positivamente a América Latina. En la Planta José, de licuación de gas natural, ubicada en el Puerto Santa Cruz, Venezuela, los presidentes Lula y Chávez iniciaron el mayor proyecto petroquímico sudamericano, entre Pequiven, de PDVSA, y Brasken, de la empresa privada brasileña Odebrecht. Ese mismo día, el 17 de abril, comenzó la Iª Cumbre Energética Suramericana en la Isla Margarita, acordando muchas resoluciones, entre ellas la creación de la Secretaría Ejecutiva Permanente de la Energía, que tendrá sede en Quito. También se estableció el Consejo Energético de Suramérica, de ministros de energía, y se anunció la creación de la Unión de Naciones Suramericanas - UNASUR [1].
Entre el 28 y 29 de abril se celebró la Cumbre del ALBA en Barquisimeto (Venezuela), con la adhesión de nuevos países (Ecuador, Haití y Santo Domingo). También se previó en el presupuesto venezolano el monto para el pago a la empresa norteamericana AES por la nacionalización de Edelca, y la creación de una empresa pública única de electricidad en Venezuela (Corporación Eléctrica Venezolana).
Y el 1º de mayo se produjo el logro principal con la nacionalización del petróleo de la Faja del Orinoco, e inmediatamente Bolivia -el 2 de mayo- oficializó su retiro del CIADI. El 30 de abril Bolivia había proseguido con la nacionalización de los hidrocarburos, con la aprobación de 44 contratos. A todo lo cual se puede agregar, como otro hecho positivo, el anuncio del retiro venezolano del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Por su parte, el organismo tributario de Venezuela, el 4 de mayo sancionó en casi 4 millones de dólares a la firma ExxonMobil por ’no suministrar la información en el tiempo requerido, además de obstaculizar el proceso de fiscalización’.
Pero la contracara de estos logros fue la disputa de las regalías municipales del campo Margarita, en Bolivia, el que fuera tomado el 16 de abril por el gobierno a través del Ejército, como así la continuación de la entrega del mayor yacimiento petrolífero actual de Argentina al grupo británico BP. La profundización de esta política en nuestro país tuvo lugar con la reciente autorización del Senado de la Nación a la Armada estadounidense para que realice, con otros países de la región, sus maniobras en el Mar Argentino.
La Cumbre Energética de la Isla Margarita
Lo que los organismos internacionales energéticos como el CIER y la OLADE, financiados por el BID y el BM, no pudieron llevar a la práctica con sus formulaciones integracionistas al servicio de los intereses estadounidenses y europeos, lo está haciendo el movimiento independentista latinoamericano dirigido a lograr la unión energética.
El 17 de abril se reunieron en la ciudad de Porlamar, ciudad principal de la Isla Margarita, los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay y Venezuela, el vicepresidente del Uruguay, el ministro de Recursos Naturales de Surinam y el ministro de Energía del Perú. En esta primera reunión los 12 países de Sudamérica estuvieron representados.
La declaración final de la Iª Cumbre Sudamericana de Energía ratificó los acuerdos energéticos ya firmados, definió a la energía como un derecho de los ciudadanos de acceso universal, instrumentó la Unión Suramericana de Energía (USE), y se comprometió a elaborar la matriz energética suramericana. También se propuso elaborar el balance energético sudamericano e impulsar a las energías renovables, expresó el reconocimiento al potencial de los biocombustibles para diversificar la matriz energética y acordó el intercambio de experiencias para alcanzar la máxima eficiencia energética para el desarrollo social, tecnológico, agrícola y productivo, propuso la cooperación entre las Empresas petroleras nacionales - EPN [2], alentó la interconexión de la electricidad, la integración de los centros de investigación y creó el Consejo Energético de Suramérica (CES), que lo formarán los ministros de energía de cada país con la Secretaría Ejecutiva de la USE, con sede en Quito. Los presidentes también firmaron una Declaración contra la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por los británicos.
La Faja del Orinoco : ¡Así hay que gobernar !
No sólo en el campo de los acuerdos y declaraciones la segunda quincena de abril fue de gran avance respecto a la liberación energética de la región. El día 1º de mayo tuvo su coronamiento con la nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Según el analista de energía mexicano, Alejandro Santos, con la nacionalización de la Faja petrolífera del Orinoco se logró ’la total nacionalización de este petróleo’. El acto de soberanía petrolera contó con la significativa presencia de las tres fuerzas armadas y de los trabajadores de PDVSA. Este acto, como ocurre con todas las nacionalizaciones, estuvo lleno de alegría y esperanzas [3], y se llevó a cabo el Día Nacional de los Trabajadores. El presidente Chávez pudo decir que ’Se acabó la apertura petrolera’. La política de saqueo de Luis Giusti quedó enterrada, mientras este ex presidente de PDVSA sigue al servicio de Estados Unidos como asesor oficial del gobierno de Bush. Uno de los eslóganes que la multitud dejaba oír en José decía : ’Así, así, así... Así hay que gobernar’.
La nacionalización de la Faja del Orinoco consistió en terminar con las mayorías accionarias que tenían las multinacionales petroleras en sociedades con una PDVSA de maletín, que firmaba contratos eufemísticamente llamados ’asociaciones estratégicas’, en 4 bloques de la Faja. Ahora pasaron a ser empresas mixtas con mayoría estatal de por lo menos el 60%, recuperando para el pueblo venezolano la propiedad de los yacimientos, la gestión y el control de las empresas -que ahora son filiales de PDVSA- y un 60% de la renta petrolera. El control total del petróleo venezolano, con la nacionalización de la Faja del Orinoco, contribuyó a que nuevos trabajadores que eran de las multinacionales (alrededor de 3.200 personas) pasaran el 1º de mayo a ser personal de PDVSA (ahora con 56 mil trabajadores).
Los bloques son los de Petrozueta, Siner, Ameriven y Cerro Negro, y el cambio de propiedad accionaria y de control fue aceptado por 10 empresas y rechazado por dos : ConocoPhillips y el ENI. También se renegoció el contrato de Ofifuels con la petrolera china CNPC.
Los críticos de la nacionalización de la Faja fueron muy minoritarios y provienen de sectores extremos (de derecha e izquierda) que ahora reclaman que PDVSA debiera haber adquirido el 100% de las empresas extractivas [4].
Nacionalización y unificación eléctrica : Hacia la empresa única de electricidad
El gobierno venezolano, en febrero, también nacionalizó Edelca, la mayor empresa distribuidora de electricidad que fuera privatizada hace 10 años a favor de la norteamericana AES, que también campea en Argentina. Con esta nacionalización Venezuela podrá reunir las cuatro empresas eléctricas del país [5], creando la Corporación Eléctrica Venezolana - CEV. Hugo Chávez expresó irónicamente que ’Hay que acabar con estas culturitas de las diferentes compañías’.
La contracara : El parcelamiento colonial en el Campo Margarita
Conocida es la trampa imperial que divide artificialmente a los países para lograr su debilitamiento, tanto en lo interno como en lo externo (en este último sentido nunca debemos olvidar que la guerra del Gran Chaco y el conflicto entre Ecuador y Perú fueron guerras petroleras entre ingleses y norteamericanos). En el orden interno, y en el período neoliberal reciente, hay dos casos paradigmáticos de fragmentación nacional. Dividieron el subsuelo argentino invocando federalismo, y separaron las provincias y municipios de Bolivia invocando similar pretexto.
El hecho en Bolivia es que las ’provincias’ (lo que llamamos municipios en Argentina) disputan la localización geográfica de los yacimientos a fin de recibir las regalías correspondientes La extracción de los hidrocarburos bolivianos debe pagar una regalía del 11%, del cual 45% corresponden a las provincias. Gran Chaco y O’Connors, ambas provincias del Departamento de Tarija (lo que sería una provincia para Argentina), se disputan el cantón Chimeo, donde la empresa hispano-estadounidense Repsol YPF SA explota el campo de Margarita. La disputa provocó la paralización de la extracción del gas y la toma de zonas pertenecientes a la reconstituida YPFB. Se espera que la solución final la pueda dar la Prefectura de Tarija (gobierno de la provincia, en Argentina), el 5 de mayo. Todo esto ocurrió en la semana del 15 de abril, hasta que el ejército boliviano terminó con esta inexplicable división nacional.
El caso en Argentina es mucho más grave, porque no se discute la asignación de las regalías sino la propiedad del subsuelo (en realidad, la posibilidad de que se den en concesión el petróleo a las grandes transnacionales del petróleo). A fines de abril, el gobierno de Chubut continuó con la política de provincialización al prorrogar la concesión del yacimiento de Cerro Dragón a Pan American Energy -cuyo socio principal es BP, heredera de una de las viejas ’siete hermanas’, British Petroleum- hasta el 2027, y adelantar la posible extensión hasta 2047. Muchos interrogantes se plantean ante el apuro de la BP y del gobierno provincial por firmar este contrato [6].
Chubut decidió, de acuerdo con el gobierno nacional pero sin ninguna consulta popular, prorrogar 10 años la concesión otorgada por Menem y mantenida hasta el presente, ’olvidando’ que el propio gobierno menemista ya había concedido la prórroga decenal.
Conclusiones : Cuando cambian los políticos pero no las políticas
A pesar de los avances a nivel latinoamericano, resulta claro que en Argentina se manifiestan, inclusive con avances inesperados, políticas equivocadas sobre sus hidrocarburos y su energía, permitiendo la voracidad de las multinacionales. Se trata de un caso singular en el mundo posneoliberal.
Mientras esto sucede, son pocos los dirigentes y partidos políticos que se plantean seriamente las consecuencias que sufrirá el país por estos hechos, que solo satisfacen a grupos minoritarios. Cuando se los convoca a tratar estos temas, muchos de ellos (por suerte, no todos) justifican su inacción con el hecho de no conocer los problemas.
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Notas: :
[1] Para la presidencia de UNASUR o la Secretaría Permanente de energía se habrían propuesto nombres como el de Rodrigo Borja, ex presidente de Ecuador, y el de Marco Aurelio García, del Brasil.
[2] La opaca presencia argentina en la cumbre energética se debe, entre otras razones, a la ausencia de una empresa petrolera pública, integrada al modo ypefiano, ya que Enarsa se reduce a ser una petrolera de maletín.
[3] En nuestros países siempre la toma de los recursos naturales y las empresas productivas han provocado manifestaciones de júbilo y los gobiernos tuvieron el apoyo pleno de la población. En Argentina todavía se recuerda la movilización multitudinaria cuando el país nacionalizó los ferrocarriles británicos. Por otra parte, en ningún país del mundo se realizan actos a favor de las desnacionalizaciones, sino todo lo contrario ; estas decisiones se han llevado a cabo por acuerdos entre privados -las mayoría de las veces extranjeros- y funcionarios gubernamentales que, sin consultar a la población, se atribuían el derecho de entregar bienes públicos o de concederlos hasta por más de 99 años. Los debates parlamentarios no tuvieron ninguna adhesión popular y casi siempre se realizaron en la oscuridad y el silencio.
[4] La italiana ENI decidió retirarse definitivamente de Venezuela devolviendo al Estado dos concesiones. ENI era socia de ConocoPhillips en el campo Corocoro, el que quedará en manos del poder público en un cien por ciento. La participación de PDVSA, antes y después de la nacionalización de la Faja.
[5] Conformarán la Corporación Eléctrica Venezolana, CEV, las siguientes generadoras y distribuidoras de electricidad : Compañía Anónima de Administración y Fomentos Eléctrico (CADAFE), Electrificación del Caroní (Elca), Electricidad de Caracas (Edelca) y Electricidad del Centro (Elecentro).
[6] PanAmerican Energy es controlada en un 60% por BP ; los socios locales para las relaciones públicas y gubernamentales y la firma de contratos son los hermanos Bulgheroni, uno de los grupos más conocidos en Argentina, por integrar lo que se llamó la ’patria contratista’.