Batalla de ideas por la soberanía latinoamericana en la Cumbre "Iberoamericana".

La extemporánea argumentación a favor del modelo económico neoliberal desde una perspectiva ideológica y al margen del fracaso de esa opción en América Latina donde tuvo todas las oportunidades y condujo a un callejón sin salida, no sólo es errónea sino suicida.

Los economistas, sociólogos, historiadores, politólogos y tratadistas latinoamericanos, europeos y norteamericanos de todas las escuelas, han probado el enorme peso que sobre las políticas de desarrollo de los países latinoamericanos tienen los déficit en el desarrollo social y económico acumulados durante medio milenio de conquista, colonización y saqueo imperialista.

Las realidades derivadas del descubrimiento del Nuevo Mundo, entre ellas el aporte de miles de toneladas de oro y plata, nuevas materias primas y plantas de gran significado económico, las maderas y sobre todo el trabajo gratuito de cien millones de individuos que integraban los pueblos originarios a la llegada de Colón y de un número semejante de esclavos africanos que durante cuatro siglos trabajaron gratis para Europa fueron una desgracia para los pueblos del sur.

¿De qué mercado habla Zapatero ? España no pagó un centavo por las riquezas y los brazos de un continente varias veces mayor y mucho más rico que toda Europa. De haber tenido que pagar el oro de México, Perú y Centroamérica, la plata de Potosí y los salarios de los indios y negros esclavizados, España anduviera en alpargatas.

Impedir durante 300 o 400 años el acceso de los países del Tercer Mundo a la independencia, arrebatarle sus recursos naturales, sus capitales y su gente más calificada y emprendedora, privarlo de toda capacidad de iniciativa y luego imponerles un modelo económico inviable para el desarrollo es indefendible.

Zapatero habla como quien ignora la actitud oportunista y miserable de las trasnacionales españolas, que amparadas por el Estado español y por legislaciones europeas, no hace 500 años sino recientemente, se lanzaron al festín en que se convirtió la oleada de privatizaciones donde, a precio de remate, se apoderaron de las empresas publicas, compañías de electricidad, teléfono, agua, líneas aéreas, siderurgias y de todo lo que tenia algún valor.

La obcecación neoliberal que no conoce límites llega la punto de convertir en competencia y ejercicio mercantil la oferta que hiciera el presidente Fidel Castro cuando propuso que Cuba estaba en condiciones de aportar los médicos, enfermeras y técnicos necesarios para realizar una masiva operación de asistencia medica a Africa y América Latina, mientras los países ricos que tienen dinero y carecen de suficiente capital humano, aportaban los recursos y los medicamentos.

El reto de Zapatero que presumiblemente se dirimirá en Bolivia y que resumió en la fórmula de : "…Vamos a competir a ver quien salva más vidas si las ambulancia españolas o los médicos de "otros países" (evitando mencionar a Cuba) es increíble.

¿De qué manual de economía política liberal puede haber sacado la desafortunada idea de que los médicos y las ambulancias pueden competir ?

Fidel Castro habló de colaborar, nunca de competir y mucho menos de promover el divorcio entre el talento humanista del médico y su vocación de servicio y las ambulancias, las camillas, los quirófanos y los medicamentos que son sus herramientas.

Si a todo ello se suma el acto politiquero de asumir la defensa de Aznar, el mismo individuo que no tuvo escrúpulos para tratar de lucrar políticamente con el dolor del pueblo español al manipular la información sobre los atentados terroristas del 11/3 en Madrid, atribuyéndoselos a ETA y que, dando la espalda a los millones de españoles que en las calles y plazas del Estado ibérico, pedían que se mantuviera fuera de la agresión a Irak se confabuló con Bush.

Definitivamente Zapatero estuvo en la reunión equivocada, con un discurso equivocado.

No obstante la razón que asistió a los presidentes latinoamericanos que enfrentaron la ofensiva conservadora y neocolonialista ; es preciso estar alertas porque con la razón no basta.

La derecha española y europea, los neoconservadores norteamericanos, los oligarcas y contrarrevolucionarios latinoamericanos, secundados por el poder mediático y apoyados con sumas millonarias, ya se movilizan para demonizar a Chávez y Ortega, en cuya defensa la izquierda latinoamericana, los movimientos sociales, la prensa honrada, los gobiernos honestos, los líderes de opinión y toda la sociedad deben movilizarse ¡Ahora !

Argenpress. Buenos Aires, 15 de noviembre de 2007.