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24 de enero de 2013

USA : « Guerra habemus para rato »

por Juan Gelman *

 

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El discurso que el domingo pasado pronunciara el presidente Obama al asumir su segundo mandato irritó a los republicanos y fue música celestial para los oídos liberales y progresistas de EE.UU. Dirigido esencialmente a prometer la resolución de los problemas de las minorías y de las clases medias del país, quién sabe si esos oídos –no exactamente sutiles– escucharon bien las parcas referencias atinentes a la política exterior que el mandatario deslizó en los 20 minutos de su intervención. Anuncian que continuará « la guerra por la democracia y la libertad » en todo el mundo.

« EE.UU. –dijo– seguirá siendo el ancla de fuertes alianzas en cada rincón del planeta y nosotros ampliaremos las instituciones que extienden nuestra capacidad de resolver las crisis en el exterior, porque nadie aporta una mayor contribución a un mundo pacífico que su nación más poderosa. » Esta retórica, traducida, significa que Obama fortalecerá la red de bases militares que EE.UU. ha instalado en todo el mundo. De hecho, el Pentágono ha comenzado a restaurar las bases abandonadas que instaló durante la Segunda Guerra Mundial diseminadas en todo el Pacífico (//defensetech.org, 4-6-12).

El mes pasado, los marines reconstruyeron la base aérea de la isla Tinian y realizaron ejercicios militares con las tropas estadounidenses estacionadas en la cercana Guam, ambas en el Pacífico. La Secretaría de Estado revigoriza las relaciones con Tailandia y otros países de la región para aumentar en éstos el número de sus bases, sin desdeñar las abandonadas por la derrota de Vietnam (www.washingtonpost.com, 22-1-13). La Casa Blanca se prepara para un posible conflicto con China a fin de contener su creciente poderío económico.

« Apoyaremos la democracia del Asia al Africa –agregó Obama–, de las Américas al Medio Oriente, porque nuestros intereses y nuestra conciencia nos impulsan a actuar en favor de quienes anhe-lan la libertad. » No parece que este principio se aplicará a Qatar, Arabia Saudita, Barein, Omán, Yemen, Marruecos y otros países del Medio Oriente donde imperan regímenes autoritarios. Para qué: son amigos de EE.UU. En su discurso hizo Obama una mención significativa: « Pondremos fin a una década de guerra », refiriéndose sin duda a la retirada de tropas estadounidenses de Afganistán en el 2014 aunque sin precisar cuántas seguirán allí. Cabe preguntarse: ¿acaso habrá más décadas de guerra?

Así parece indicarlo la entrevista que Leon Panetta, secretario de Defensa, concedió a ABC News en Bamako, capital de Mali, el lunes pasado. EE.UU. no disimula ya su apoyo a las tropas que el presidente socialista François Hollande envió a ese país para combatir a los jihadistas: aviones de la fuerza aérea estadounidense siguen transportando efectivos franceses, equipo y vehículos blindados al campo de batalla. « Panetta dijo que el tipo de asistencia logística que EE.UU. proporciona a Francia podía servir de modelo en futuras acciones militares de respaldo a sus aliados. ‘Nuestro deseo y nuestra capacidad para ayudar a otros países como Francia permiten perseguir a los AQIM (Al Qaida en el Magreb). Pienso que es el tipo de modelo que veremos aplicar en el futuro’ » (//abcnews.go.com, 21-1-13). El jefe del Pentágono advierte, tal vez sin quererlo, acerca de futuras intervenciones militares de EE.UU. y la OTAN en países que no se plieguen a los intereses de EE.UU. y la Unión Europea.

El primer ministro británico David Cameron rescató la bandera de « la cruzada antiterrorista », como la definió W. Bush. Refiriéndose a la toma de rehenes en Argelia, la más sangrienta que se conoce en la materia, subrayó que el hecho era « una dura recordación » de la amenaza terrorista en Africa y « requiere una respuesta global, que más que meses, durará años e incluso décadas » (www.bbc/news, 20-1-13). Se percibe el eco de las declaraciones que el ex vicepresidente Dick Cheney formuló cuando la invasión a Irak.

La entrada de Francia en Mali, ¿es el prólogo de la estrategia militar del imperio diseñada para dominar ya a Africa, Asia y “las Américas”? En Africa sirve ahora como contención a la influencia china en el continente negro y en Mali, además y concretamente, para defender los intereses mineros y petroleros de Francia. En realidad, hace años que las fuerzas armadas de EE.UU. entrenan a efectivos malienses y de otros países de la región. El gobierno de W. Bush estableció en el 2005 la asociación trans-sahariana contra el terrorismo que integran once naciones africanas: Argelia, Burkina Faso, Libia, Marruecos, Túnez, Chad, Mali, Mauritania, Níger, Nigeria y Senegal, con las que EE.UU. lleva a cabo ejercicios militares cada año (www.globalresearch.ca, 19-1-13). Valga la reiteración: ¿se avecina otra década de guerras?

La guerra no es una aventura, es una enfermedad, como el tifus, supo decir Antoine de Saint-Exupéry. Los gobiernos de los países desarrollados de Occidente, ¿están enfermos?

Página 12. Buenos Aires, 24 de enero de 2012.

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