Accueil > Notre Amérique > Frère Indigène > Toribio y Jambaló resisten en medio de la guerra civil de Colombia
Desde hace dos semanas, la guerrilla de las FARC y las fuerzas regulares se enfrentan en los municipios indígenas de Toribío y Jambaló, en las estratégicas estribaciones de la cordillera central de los Andes, norte del departamento colombiano del Cauca.
Por María Isabel García
Colombia, Bogotá, 27 de abril del 2005
Los persistentes ataques de los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) empezaron el 14 de abril. Y si bien entre tanto ya no se hallan en los centros urbanos, se ha dado parte de su accionar en las zonas rurales. "La guerrilla anda por las veredas repartiendo panfletos y propaganda militar. Hablan de 40 días de asedio y dicen que tienen que desocupar porque ellos no responden", relató a RN, desde Santander de Quilichao, otra población cercana, Feliciano Valencia, coordinador de derechos humanos de la Asociación de Resguardos Indígenas de la zona.
En Bogotá, el alcalde de Toribío, Arquímedes Vitonás, quien acudió a la capital a gestionar ayuda para reconstruir el municipio y entrevistarse con representantes de la Defensoría del Pueblo, relató el itinerario de este episodio de guerra que no parece tener fin en esos territorios donde la comunidad Paes, o pueblo Nasa, persiste en no armarse y en mantener la autonomía mediante resistencia pacífica.
"El ataque comenzó el 14 de abril a las 5:30 de la mañana, lo que, para muchos, era un asunto normal porque desde que, hace un año, se instalara la policía, comenzaron los hostigamientos de la guerrilla. Pero, después de media hora comenzaron a sonar ametralladoras y los primeros roques. Cuando nos levantamos, vimos que la guerrilla se descolgaba de todos los cerros y comenzaba a cargar cilindros de gas y rampas de lanzamiento", narró Vitonás.
RN.- ¿No había rumores previos al ataque ?
AV.- Sí, desde hace un año, pero se habían vuelto una rutina tal que ya no les concedíamos atención. Se sabía que iban a venir pero no cuándo. Siempre corrían rumores como, en el cuento del lobo y el pastorcito mentiroso.
RN.- Doce días después y vista la persistencia de la guerrilla, ¿cuál es su balance ?
AV.- Quedaron 27 civiles heridos, un niño de 9 años y tres policías muertos y otros cinco agentes heridos. Los combates continúan en el área rural. Todo este tiempo ha habido enfrentamientos con el Ejército, y pese a la presencia de tanquetas y helicópteros, la guerrilla no ha salido y se prevé que los combates continúen. El problema se complica más porque el asunto quedó estancado : ni se daña ni se arregla. Esto causa mucho traumatismo, ya la gente no puede trabajar ni recoger al cosecha de café, que ya está comenzando a caer. Cuando los combates son intensos, por lo general duran dos o tres días y después calman, pero esta vez no, y esto puede provocar una crisis económica. Hasta ahora, la ayuda de la Cruz Roja y de la Red de Solidaridad Social (estatal) ha servido para darle una ración de comida a la gente, pero no podremos hacerlo por mucho más de 30 días.
RN.- ¿De cuántas personas damnificadas y cuantos desplazados estamos hablando ?
AV.- Del casco urbano de Toribío somos unas 3.500 personas, de las cuales unas 2.500 salieron y nos quedamos como mil. El conflicto ha ido avanzado de vereda en vereda. Las primeras afectadas fueron las de El Tierrero, Rionegro, La María y el Damián donde se combatió por tres días. Ahora se lucha en La Pila y se prevé que en el transcurso de esta semana se traslade a Buena Vista y Tacuelló, porque el Ejército se va desplazando y la guerrilla, por su parte, va atacando.
RN.- ¿Porqué la tardanza del Ejército para ingresar a la zona y recuperarla ?
AV.- Es un asunto muy complicado por la topografía de la zona. Había guerrilla por todos lados, las tropas difícilmente podían desembarcar. De hecho, lo hicieron el jueves 21 a las tres de tarde, tras lo cual la guerrilla se retiró del casco urbano. Pensábamos que ahí terminaba, pero se replegaron a los montes. La guerrilla tenía previsto que el Ejército subiría en cualquier momento y cerró todas las vías de acceso, de modo que, cuando entró, lo atacaron por la carretera, y, al tratar de aterrizar, los helicópteros encontraron los cerros copados.
RN.- ¿Cuántos guerrilleros y cuántos frentes están al ataque ?
AV.- Se ha comentado del Sexto frente de las FARC y se dice que están las columnas Jacobo Arenas y Teófilo Forero. Pero, realmente no se puede verificar la exactitud de estas estimaciones. Lo que se sabe es que son bastantes, porque, cuando disparan, lo hacen de todos lados. Y posiblemente ni sean muchos, sino grupos de cuatro o tres, pero que hacen un escándalo grande.
RN.-¿ A qué vino a Bogotá ?
AV.- A gestionar con el Gobierno la reconstrucción de las viviendas. Tenemos 206 casas que prácticamente toca levantarlas de nuevo porque eran de bahareque. Por tanto, hay que tumbarlas y volverlas a construir, con un costo de unos 35 millones de pesos (unos 15 mil dólares).También se deben conseguir recursos para el hospital en el que no hubo garantía. La guerrilla estaba por todos lados. Allí se refugiaron unas 200 personas, pero como el hospital no tiene techo firme y los helicópteros estaban bombardeando, las balas cayeron en las camas de los pacientes.
RN.- Aunque ustedes mantienen la posición de autonomía, ¿parece que se preparan para nuevos ataques ?
AV.- La población se ha organizado en un proceso de resistencia civil alrededor de la guardia indígena que opera en el área rural de los resguardos indígenas. La misión de la guardia es prevenir a la gente, pero no es fuerza de confrontación a la guerrilla, esto es tarea de las fuerzas del Estado.
Al explicar la posición de los paeses frente al conflicto armado interno, Valencia aclaró que "no es de neutralidad sino de autonomía del territorio indígena, de nuestro proceso organizativo y de nuestros planes de vida". Esta postura es compartida por todos los pueblos indígenas colombianos que rechazan la vinculación a cualquier autor armado, llámese autodefensa, guerrilla, Ejército o Policía. "Somos un estorbo para todos, porque la nuestra es una propuesta sin armas, de cara al pueblo y democrática".
A su juicio, los ataques guerrilleros guardan relación con el hecho de que Toribío es un municipio reconocido, nacional y mundialmente, por los premios de paz que ha obtenido, y la guerrilla busca protagonismo político. También puede ser un intento de doblegarlos "por la autonomía que siempre hemos expresado, actitud que no les ha gustado y por la que siempre nos han visto como un problema", comentó.
El pueblo Nasa está compuesto por unas cien mil personas que habitan 13 resguardos indígenas en una extensión aproximada de 200 mil hectáreas correspondientes a siete municipios del Cauca. Allí rigen las leyes ancestrales y no se admite ninguna fuerza armada, pues el orden y la soberanía son preservados por la Guardia indígena, cuya única arma es un bastón de palo, o chonta, explicó Óscar Cuchillo, Gobernador del Cabildo de Tacuelló, perteneciente a Toribío.
Cuchillo y Vitonás coinciden en que los ataques también pueden ser motivados por la importancia de los paeses como base del combativo Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). Desde la década de los 70, este movimiento ha labrado una historia de luchas y conquistas territoriales y culturales.
Ayer, el presidente Álvaro Uribe afirmó que "esta lucha del Cauca no es un reverdecer de las FARC, sino que la fuerza pública ha empezado a entrar allí. La Policía y el Ejército han hecho presencia en 16 municipios donde, hasta ahora, los guerrilleros se sentían intocables e invulnerables". Así lo manifestó el mandatario colombiano durante un foro en la Universidad de La Sabana, en el que reiteró que en Colombia no hay conflicto armado sino el actuar de bandas terroristas.
Uribe, quien el próximo fin de semana presidirá un Consejo Comunitario en Quilichao, aclaró que, mientras sea Presidente, no entregará la democracia a la guerrilla, pese a las dificultades que han tenido en el Cauca ,de donde, según prometió, se expulsará a los insurgentes.
Los hechos de Toribío y Jambaló no dejan muy bien parado al Plan Patriota, en el que participan unos 17.000 efectivos del Ejército en la lucha con las FARC. Menos aún en vísperas de la visita de la ministra norteamericana de Relaciones Exteriores, Condoleezza Rice, quien llega hoy a Bogotá como parte de la gira que inició ayer en Brasil y continuará en Chile y El Salvador.
Si bien el presidente Uribe es el más fiel aliado de la Administración Bush en América del Sur, es de prever que, más allá de los saludos y abrazos protocolarios, en las sesiones privadas, la señora Rice le tome cuentas de la alta inversión que su Gobierno ha hecho en el Plan Colombia de lucha contra las drogas y la insurgencia.
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