Todo roto en Bolivia en siete días.

Por Antonio Ormachea Méndez
27 de enero de 2004

Se rompió el MAS, se fragmentó el magisterio, se destrozó la "Media Luna", se fracturó la COB y se quebró el autotransporte…pasando por un importante esguince en el Gabinete. Todo eso… ¡Que no es poco ! Transcurrió en siete días. Si a esto sumamos la desaparición de los partidos políticos, la volatilización de la Corte Suprema de Justicia, el descrédito que inspira el Tribunal Constitucional, la devaluación de la Corte Nacional Electoral, el desprestigio de la Policía, la precaria supervivencia del Congreso Nacional y todo lo demás que sería muy largo enumerar, estamos en condiciones de afirmar que todo está roto…Es más, la institucionalidad misma, el estado nacional, se rompió la madre.

Lo interesante del caso es que semejante conmoción parece importarle un bledo al resto de la población. Nos hemos acostumbrado al terremoto, ya no nos afecta, emocionalmente, por lo menos. Económicamente…

Lo único que parece no haber sufrido ruptura es la voluntad presidencial de llevar a cabo el referéndum en julio. De ser así, con todos los visos de inconstitucionalidad que tiene, don Carlos Mesa habrá llevado a cabo una interesante estrategia política que debe reportarle oxígeno - léase tiempo y dinero - por varios meses, hasta llegar a la constituyente. Dinero, porque podrá vender el gas y tiempo, porque con dinero se lo puede comprar.

Es previsible que, con más rupturas en el camino, la representación ciudadana en la asamblea constituyente sea por demás heterogénea, sin liderazgos importantes y, lo que es peor, sin planes ni propuestas coherentes y entonces, se aplicará eso de que "En el país de los ciegos…" y el Presidente habrá demostrado que es un rey en el arte de caminar sobre huevos sin romperlos o, por lo menos, rompiendo sólo algunos…o de algunos.

Si señores, así llegará la constituyente, en la que se modificarán muchas cosas… ¡Hasta podría aprobarse la reelección ! y el único referente institucional válido, abollado o no, podría ser la Presidencia de la República, fortalecida y legitimizada por el referéndum. Con el espectro político roto, la preferencia ciudadana, expresada en las urnas, apuntará a un solo individuo…Ya sabemos de quién ser trata.

Y todo esto… ¿Será bueno ? ¿Será malo ?.. Estimado lector, este artículo pretende ser un apretado análisis y no una predicción. La palabra es suya.