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16 février 2004

Testimonios sobre el Peronismo originario relacionados con la experiencia cultural

 

A renglon seguido cumplo en incluir una breve compilacion de recuerdos del primer Peronismo vinculados con la cultura y la politica escritos por testigos de epoca y recientemente publicados en la Lista de Discusion Electronica Pol-Cien

Eduardo R. Saguier

Recordados colegas :

Las reminiscencias de los Dres. Garrahan, Saguier y otros me han provocado recordar algo de mis primeros 22 años de vida, en gran parte bajo los gobiernos de Juan Domingo Perón, y antes, Farrell, Ramírez, Castillo...

Estaba yo de alumno del Colegio Nacional de Buenos Aires con el primer gobierno de Perón.El Profesor de Botánica, Solá, al final de las clases recibía las preguntas de algunos de nosotros, sobre plantas, sobre árboles ("La botánica es una ciencia amable" decía), sobre mitosis (había leído en Ciencia e Investigación un articulito de F.A. Saez describiendo una técnica sencilla para cromosomas vegetales... De pronto surgió el comentario de una noticia pública : la clausura de la fábrica de caramelos "Mu-Mu" como envenenadores, tan rara ¿Que pasa Profesor ? Solá mira a los costados y nos
dice : "salgamos, porque a través de los micrófonos pueden escuchar lo que se dice" Afuera, "son opositores al gobierno de Perón, por eso los clausuran. Muchachos, no se metan". Por supuesto que nos metíamos.

Personalmente, a mi padre, que había sido nombrado por concurso en La Plata, después, como Universidad de Eva Perón (se acuerdan que La Plata era la ciudad Eva Perón ?)lo habían suspendido, un interventor de cuyo nombre no me quiero acordar, igual que cientos de otros...

Siempre bajo Perón, después, nos enteramos que el médico Ingalinella había sido secuestrado por la "sección especial" y su cadáver aparecido en Rosario... Ya en la Facultad, al ir al Ramos Mejía, supimos que los comisarios Lombilla y Amoresano se dedicaban a la picana ahí enfrente.

Nuestra tercera división del Colegio Buenos Aires tuvo 18 detenidos por salir a gritar como tarados en la calle Florida ¡Libertad, Libertad !...

Y pensar que yo mismo, cuando tenía 11 años, el 17 de octubre, al venir de la escuela, me encuentro con la columna, me veo envuelto por la montada que atropella, alguien me agarra de la mano y me hace entrar en el zaguán de una casa de la calle Bernardo de Irigoyen, junto con algunos de los obreros y mujeres también refugiados allí, y yo con los ojos llenos de lágrimas, con ellos, más bajito, también gritando, Perón, Perón, porque todos, mis padres, los obreros, las mujeres,y yo teníamos tantas esperanzas !

Hoy lloro por mi país.

Alberto Juan Solari
Investigador perdido del Conicet

Reminiscencias Quinquenales

A proposito de los recuerdos de los Dres. Garrahan y Buch, y de los cliches de Oliva y Gorojovsky, acerca del primer Peronismo, me toca a mi tambien, aunque habiendo pertenecido a una generacion posterior, recordar lo que era el clima reinante en las escuelas primarias estatales y en la industria gastronomica, dos ambitos que conoci in visu.

Transcurri mi ciclo primario en la Escuela estatal Angel Gallardo, sita en la calle Ayacucho, entre Guido y Quintana, y recuerdo vividamente el temor que sentian sus maestras (Mercado, Pons) y sus maestros (Harguindeguy) respecto al Director de entonces, cuyo apellido no alcanzo a recordar. Dicho Director lucia engominado, con carmela y jopo, y vestia un traje
cruzado de color marron. Se asemejaba por su caracter y voz de mando a un Jefe de Regimiento. Tenia un gesto agrio, marcado con una mueca de odio y
resentimiento. En el patio, acostumbraba recitar a su publico inocente y cautivo, largas peroratas en cuanta efemeride encontraba propicia. Sus discursos conmemorativos consistian en filipicas donde abundaban
referencias apologeticas al Presidente y su Señora, matizadas con esporadicas rabietas incrementadas por los barbituricos a los cuales era afecto. Cuando el Director estaba ausente por sus frecuentes enfermedades
lo reemplazaba la maestra de tercer grado, de apellido Gilly, una morocha petisa y enrulada de rictus arrabalero, quien tambien padecia de una neurosis aguda pues sus discursos de voz aflautada y chillona estaban
mechados con expresiones altisonantes cargadas de una gesticulacion agresiva que para nuestra edad eran incomprensibles pero que tenian un efecto claramente amedrentador.

A diferencia de las escuelas catolicas y/o privadas el alumnado de dicha escuela era un verdadero crisol de clases y razas, pues lo poblaban hijos de obreros, de artesanos, de profesionales y tambien de los denominados oligarcas. Recuerdo tambien que pese al delantal blanco que supuestamente igualaba al alumnado el diferente grado del almidonado trasparentaba las
diferencias de clase.

Para aquella epoca mi padre administraba un hotel que contaba con un bar y un restaurant y una numerosa dotacion de mozos, cocineros, mucamas, ascensoristas, telefonistas y porteros, muchos de ellos republicanos
españoles, italianos, uruguayos, europeos orientales, y criollos de diverso origen provincial. Recuerdo perfectamente, porque viviamos ahi, el dia que
se aparecio de improviso el Delegado gremial compulsivamente impuesto por el Sindicato, de apellido Sosa, que mi padre no tuvo mas remedio que aceptar. A partir de dicho dia y hasta la caida de Peron, el clima que reino entre el personal vario notoriamente, pues —a pesar de nuestra breve edad— notamos que ya no se hacian comentarios ni chistes politicos, ni los
mozos españoles hacian referencias a los criminales nazis que supuestamente habian entrado al pais en esos años, y se guardaba un especial recato y mutismo cuando el Delegado Sosa se encontraba en las proximidades.

Sospecho que este clima represivo no era exclusivo del Hotel que administraba mi padre y debio ser la norma en todos los hoteles y restaurantes donde la dotacion de personal era numerosa.

Este relato pretende ser un breve retrato de una parte de la vida cotidiana que transcurrio durante el Segundo Plan Quinquenal, narrada medio siglo despues por un testigo que en aquellos años no habia alcanzado aun la
adolescencia, pero que guarda aun en su memoria los detalles de la epoca cual si hubieran acontecido el dia de ayer. Por ello concluyo que muy dificilmente en medio de dicho clima policial, pudiera haber existido en nuestras universidades un ambiente de libertades academicas y de cultivo de la ciencia.

Cordialmente,
Eduardo R. Saguier

[Pol-cien] ¿por qué se le quitan años al CONICET ?

Ya que Oliva recuerda a Balseiro, también debería recordar que fue
justamente él quien desenmascaró al bochornoso "affaire"
Richter...De Balseiro -a la sazón profesor de física en la UBA- siempre
recuerdo la anécdota de la respuesta del entonces vicedecano de la
Facultad, un obsecuente farmacéutico que juntaba material para sacar un
libro sobre el papel de la FCEN en el Segundo Plan Quinquenal. Cuando
Balseiro le dijo que él trabajaba en la teoría de campos, y que eso no
tenía ninguna aplicación en el segundo plan quinquenal, la respuesta fue :
"se
equivoca, profesor ; el campo es importantísimo en el Plan"...

Tomás Buch

 Me parece que una apreciación objetiva de la historia debe señalar las cosas buenas y las no tan buenas que inevitable caracterizan cualquier gestión por importante que esta sea en la historia de un país. Por eso es muy pertinente la aclaración de la Bibiana Apolonia. Pero también me parece necesario señalar que en el terreno universitario el peronismo del 45 al 55 tuvo serias falencias no se si por culpa del general o de la gente que lo asesoraba. Recuerden que :

1) No se repetaban los postulados de la reforma.

2) los profesores eran elegidos por concurso pero la decisión final era
un decreto presidencial.

3) La FUBA fue proscripta y reemplazada por la Confederción General
Universitaria. (CGU) Los que fuimos estudiantes universitarios en esa
epoca recordamos el miedo que teniamos de hablar de política en presencia
de estudiantes que no conocíamos para evitar los 30 días en Devoto
"par vagancia y desorden público".

4) En medicina el viejo CEM fue coptado por militantes del oficialismo y
segun se decía por policías y la verdadera representación estudiantil
paso a manos del CUM del cual quedan algunos sobrevivientes como
Marcelino Cereijido.

5) Mi padre que en ese entonces era profesor titular de pediatria
(nombrado a principios del ’40) se nego a firmar el pedido de reelección
de Peron, el pedido de doctorado honoris causa a Evita (no califico estas
negativas pero supongo que estarán de acuerdo que estas actitudes son
totalmente aceptables en una democracia) y finalmente se negó en un
concurso de profesor de clínica medica a poner primero en el orden de los
meritos al cadidato que por orden del ejecutivo DEBIA salir primero. El
resultado es que al dia siguiente cuando llego a su sala, la vieja y
ahora extinta sala VI del antiguo Clinicas se encontro con un señor
sentado en su despacho que le entregó un papel (que conservo) donde en
dos lineas se le informaba sin explicar las causas y sin dar derecho a la
defensa que sus funciones como profesor habian terminado.

Mi padre nunca participo en la conducción de la facultad o de la universidad (el cargo mas alto que tuvo en esto fue de consejero suplente
en medicina). Tampoco vivió los desastres de la segunda mitad del ’60 y
posteriores ya que se jubilo en 1962 y fallecio en 1965. Fue medico de
los hijos de Blanca Duarte la hermana de Evita, nunca utilizó esto para
revertir su cesantía ni para obtener las prebenda que otros medicos de
funcionacios de la epoco obtuvieron como las lujosas Mercedes cupé (en
esa epoca la importanicon de un auto requria un permiso especial) que
embellecieron los habitats de "distinguidos" profesores y
academicos de cuyos nombres no quiero acordarme.

Al decir lo anterior no pretendo justificar las discriminaciónes que
posteriormente sucedieron con profesores de ideología justicialsta ya que
si así lo hiciera estaría violando mi convencimiento de el pluralismo es
un ingrediente de cualquier universidad que merce el nombre de tal,

Si escribo esto es porque en algun momento debemos superar los mitos y
las censuras que caractrizan mucho de nuestro pensamiento sobre los
ultimos 50 años de universidad argentina.

Patricio garrahan

¿Por qué al Conicet se le quitan años ?

POR ENRIQUE OLIVA Nota I ­

Serie "Perón y la ciencia y técnica" Fue
fundado en 1951 por una democracia y no en 1958 por una dictadura

El pasado jueves 5 de febrero de 2004, según la página Internet
www.conicet.gov.ar
se habrían cumplido 46 años de la fundación del CONICET. En dicho sitio, al
hablar de historia, origen y trayectoria del mismo, dice que fue creado
"por Decreto Ley número 1291 del 3 de febrero de 1958" ; es decir, sería
obra y mérito de quien también firmó fusilamientos de argentinos y la
entrega del país al FMI, el dictador general Pedro Eugenio Aramburu.

Pero no se registró ninguna celebración. ¿Por qué ? Porque un buen número de
investigadores y otros miembros del organismo, cuestionaron con razón
que esa no es la fecha de fundación del CONICET. Y se prefirió no hacer
recordación alguna. Una plausible actitud de las autoridades. La verdad, la
pura y documentada verdad, es que el CONICET fue creado por el decreto
número 9695 firmado por el General Juan Perón con fecha 17 de mayo de 1951,
y refrendado por los ministros Raúl Mendé, Humberto Sosa Molina y Méndez de
San Martín. Este decreto perfeccionó y reunió a otros organismos ya creados
por el mismo gobierno justicialista.

Insólitamente, hasta en las informaciones oficiales, por años se vino
diciendo y repitiendo que ese importante ente fue fundado por el Premio
Nobel doctor. Bernardo Houssay en 1958.

Resultaba patético que en un organismo de investigaciones científicas
se
dieran fechas erróneas sobre el origen del mismo, y aparecieran así en
informaciones periodísticas. No es de creer que alguien prefiera adjudicar
indebidamente su creación a una dictadura, cuando fue obra de un gobierno
democrático siete años antes. Es decir, tiene 53 años de existencia
y...solera..Este proceder puede deberse a resabios del oprobioso decreto
4161
de marzo de 1956, que condenaba con multa y cárcel cualquier mención a
Perón y Evita o alguna palabra derivada de ellos o del patriótico accionar
de ambas figuras tan caras al sentir de los argentinos.

Hasta ahora, esta actitud maligna fue bastante usada. Se cambia un término
para apropiarse de ideas o hechos, como si la implacable historia pueda
ignorar indefinidamente cuanto pasó en aquella década feliz para criollas y
criollos.

La jerarquización de los investigadores científicos Vale la pena leer el
olvidado decreto 9695, sus avanzados fundamentos y la seriedad otorgada a
aquel organismo revolucionario. La conducción se la reservó el propio
Presidente de la Nación, para darle más jerarquía y efectividad.

Hoy no puede ignorarse el importante trabajo realizado por el
originario
Consejo. Nada se recuerda ni agradece a los iniciadores de la investigación
organizada y planificada plurianual, de acuerdo a las necesidades de
los
planes de desarrollo. Allí dejaron rastros las tareas de científicos
como José E. Balseiro, cuyo nombre lleva el actual Instituto de Bariloche.
También lo fueron, entre tantos otros compatriotas, Enrique Gaviola, Otto
Gamba (primer extranjero que integrara poco después la Comisión Nacional de
Energía Atómica de Francia) el astrónomo Padre Busolini y notables
profesores europeos y norteamericanos, quienes trajeron al país sus
conocimientos en intensos seminarios y cursos.

Entre otras realizaciones fundamentales, el CONICET no recordado concretó
el Primer Censo Científico Técnico Nacional. Era indispensable saber
quiénes, qué, dónde, cómo y con qué se investigaba en nuestro país, tanto
en lo privado como público. De esa consulta y sus conclusiones, se decidió
dar prioridad al estímulo de dos disciplinas hoy privilegiadas en todo el
mundo moderno : física y química, cuya implementación se ligaba a las
necesidades del Segundo Plan Quinquenal. Con tales proyectos plurianuales,
a los que se está retornando con más énfasis en estos momentos. Reconocer
la fecha exacta de la creación del CONICET, como a los científicos
argentinos y extranjeros que colaboraron en ese empeño, reivindica la
verdad histórica. El CONICET apostó acertadamente que el desarrollo de
nuestro país era inseparable de los avances de su propia investigación
científica y técnica. Es decir, Argentina tenía bien formulada una política
de estado en
ese campo, llegando así a ocupar un lugar destacado que llamó la atención
internacional.

Antes de fundarse el CONICET, el 10 de marzo de 1950 (decreto 5248) se creó
la Dirección Nacional de Servicios Técnicos. Luego sorprendió al mundo, el
31 de mayo de 1950, poniendo en marcha, por decreto 10398, la Comisión
Nacional de Energía Atómica, solo con fines pacíficos. Algunos pensaron que
se trataba de un vacío golpe de efecto político, pero el tiempo
demostró
cuán valioso resultó formar nuestros propios científicos y técnicos en
energía nuclear, hoy respetados internacionalmente. Y el 4 de julio del
mismo año, por decreto 13443, comenzó a funcionar la Dirección Nacional de
Investigaciones Técnicas y Científicas.

Entre las maniobras de la dictadura contra la memoria científica-técnica de
la Argentina, trató de cubrirse con el prestigio del Premio Nobel Bernardo
Houssay para escamotear el mérito de la creación del CONICET, concretada y
de meritoria actividad desde siete años antes.

Nota : En el caso del CONICET, viene a cuento un ejemplo cercano al
descubrimiento de América y repetido desde siempre. En 1.513 Vasco Núñez de
Balboa, luego de una heroica travesía de la selvática América Central,
superando increíbles sacrificios, descubrió nada menos que el Océano
Pacífico. Dio unos pasos sobre la olas, comprobó que el agua era salada
y sin límites a la vista, introdujo su espada en ese mar y lanzó la
fórmula ritual : "Te tomo en posesión en nombre del Rey de España". Luego,
el sacerdote que lo acompañaba y que, por supuesto sabría escribir, hizo
una relación del acontecimiento enviándola a la Corona, con un garabato a
modo de firma de Balboa.

Con las lógicas demoras de aquellas épocas, al fin la noticia llegó a
la
Corte española, como también años después, arribaron referentes de la
magnitud del mar descubierto. El Rey y sus nobles lamentaron que tal proeza
la hubiera realizado un plebeyo analfabeto, considerado sin mérito para
pasar a la historia. Entonces se decidió enviar una expedición al mando de
un duque para "descubrir oficialmente" el Océano Pacífico. Este noble llegó
a Panamá sin alcanzar la costa pacífica y, naufragio mediante, jamás se
volvió a tener noticias de él. Ahora se lo recuerda sólo al humilde y
esforzado Balboa, el analfabeto (como lo fueron Cortés, Pizarro, De
Soto, etc.), como el descubridor del más grande océano. Mientras, el nombre
del duque cayó en el olvido.

Este histórico suceso en nuestro tiempo y país, se ha repetido desde 1955
en múltiples imposturas similares, con injusta frecuencia, olvidando la
enorme obra del General Perón. Felizmente, hemos presenciado el jueves
pasado una rectificación que puede dar comienzo a otras. Por nuestra parte,
iniciamos así una serie de notas sobre el padre del Justicialismo en su
visión y creación en el campo de la ciencia y la técnica.

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