Accueil > Empire et Résistance > « Gringoland » (USA) > Soya transgénica en los Estados Unidos : Un monstruo fuera de control
Por Peter Rosset
Actualmente los productores de soya en los EEUU se encuentran en un espiral hacia abajo, un camino "suicida" que pronto podría significar el desastre total para ellos, y para las sociedades y ecologías rurales que los rodean.
Investigaciones económicas revelan como la soja
transgénica, resistente a Roundup, herbicida de marca
registrada de Monsanto, ha cambiado el comportamiento de
los agricultores frente al mercado, y como esto ha
generado una especie de monstruo fuera de control.
El mercado internacional de soya, como todo mercado de
materia prima, se caracteriza por fuertes fluctuaciones
de precios, y esto siempre ha constituido un problema
fundamental para los productores de soya. Sin embargo,
en términos históricos, hubo cierta auto-regulación del
mercado, porque al caer el precio de soya en el mundo,
los productores solían reducir su área de siembra, porque
con un precio bajo, no valía la pena sembrar tanta soya.
Mas bien sustituían otros cultivos por una parte de su
área en soya. Esto tenia el efecto saludable de reducir
la cantidad de soya producida en el mundo, lo cual
ayudaba a que el precio se recuperara, evitando así las
caídas de precio demasiado grandes o prolongadas.
En vez de reducir sus áreas de siembra, los mismo
agricultores podían haber pensado en sembrar más soya,
produciendo una mayor cantidad de soya en total, para
compensar por una tasa de ganancia por hectárea menor.
Pero esto no lo hacían, antes, por los altos costos de
abrir nuevos terrenos para la soya. Sin embargo, con la
introducción de la soya resistente a Roundup, se ha
vuelto demasiado fácil abrir nuevos terrenos con
herbicida, y como consecuencia, los productores han
cambiado su comportamiento frente a las fluctuaciones del
mercado. Hoy día, en lugar de reducir el área en soya
cuando el precio cae, la aumentan, usando herbicida para
abrir más terreno, produciendo más soya en total para
compensar las ganancias menores por hectárea,
precisamente lo que no hacían antes.
Esto ha abierto el camino de la espiral hacia abajo : el
precio se cae, los productores responden con un área
mayor en soya y un aumento de la producción total, lo
cual trae consigo otra caída del precio, al cual
responden igual, y el ciclo se repite. La consecuencia
ha sido terrible en términos económicos. Cuando se
introdujo la soya transgénica en los EEUU en 1996, el
precio mundial de soya estaba en su punto más alto de los
últimos años, unos 307 dólares por tonelada. Desde allí
el precio ha caído cada año, continuamente, y ahora esta
alrededor de 200, casi sin posibilidad de recuperación.
Y todo señala que será peor en el futuro. El mercado
mundial esta saturado, los agricultores siguen usando
herbicida para aumentar el área sembrado, la
sobreproducción aumenta, y los precios siguen cayendo por
el suelo.
Mientras tanto, la soya se comporta como un monstruo
desatado, fuera de control. El área bajo soya aumenta
dramáticamente, el monocultivo de soya arrasa con
nuestras zonas rurales, consumiendo y desplazando toda
otra actividad agropecuaria, reemplazando la diversidad
biológica, económica y social con la dependencia
exclusiva en un solo mercado, el de la soya, un mercado
rumbo al desastre. La soya transgénica de Monsanto está
creando un desierto verde y está trayendo un montón de
problemas consigo. Cada día hay más especies de malezas resistentes a Roundup, la productividad de la soya transgénica es inferior a la soya convencional, y el Roundup acaba con la biodiversidad de plantas silvestres, dejando una especie de tierra quemada y contaminada.
Además, la soya transgénica introduce al sistema
alimentario muchos riesgos potenciales para los
consumidores, riesgos que no han sido estudiados
adecuadamente, así que hacen que los consumidores sean
como las ratas de laboratorio en un inmenso experimento.
Está cada día más claro que el modelo soyero actual,
basado en la soya transgénica, está en bancarrota. Más
vale pensar en alternativas, alternativas basadas en
producción diversificada, en reducir la dependencia hacía mercados únicos y alternativas productivas, como los enfoque agroecológicos, que son más sanos para las
sociedades y ecologías rurales. Esta es la lección de la soya transgénica de Monsanto en mi país.
* Dr. Peter Rosset, especialista en políticas de
desarrollo agropecuario y co-director de Institute for
Food and Development Policy, conocido como "Food First," en Oakland, California, EEUU www.foodfirst.org.ALAI-AMLATINA, 20/2/2003, Oakland.