recherche

Portada del sitio > Los Primos > América Central y Caribe > Reunión en la camara de diputados termina a los tiros en Republica Dominicana

18 de agosto de 2003

Reunión en la camara de diputados termina a los tiros en Republica Dominicana

 

Por Leo Reyes
El Nacional,18 de agosto 2003.

El reinado de la doctora Altagracia Alburquerque (Lila) terminó ayer a tiro limpio y en medio de un vergonzoso espectáculo caracterizado por la rotura de cristales, un sabotaje al servicio eléctrico y una tensa y accidentada sesión que finalmente impuso mayoritariamente a Alfredo Pacheco como presidente de la Cámara de Diputados.

La sala solemne de la asamblea se tornó de repente en un anárquico y oscurecido escenario encendido de insultos y forcejeos en el que se desenfundaron varias pistolas y la encolerizada diputada reformista Fiordaliza Estévez estalló sobre el piso una lámpara fluorescente, indignada por la constitución de la mesa de edad presidida por la inconmovible Felipa Gómez, curada de espanto en las lides partidarias.Una unidad especial, el

Comando Antiterrorista, agentes de la División de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, al mando del mayor general Furcy Castellanos, y una tropa policial al mando del general Rafael Almonte Morrobel, tuvieron que ser llamadas al Congreso para garantizar la seguridad de los legisladores y facilitar el desarrollo de los trabajos de elección del nuevo bufete. Los dos oficiales generales se apostaron en la puerta de ingreso del hemiciclo mientras Pacheco presidía la sesión.

Las presiones y tensiones que desencadenaría la elección del bufete directivo comenzaron a percibirse con los augurios de que la cosa no terminaría bien apenas llegaron al palacio legislativo, todos vestidos de blanco y en costosas yipetas, los primeros diputados reformistas y perredeístas, enfrascados en una lucha de intereses, de desconfianza recíproca, polarizada entre Lila Alburquerque y Alfredo Pacheco.

La llegada de Eligio Jáquez y más luego del doctor Guido Gómez Mazara, cantores seculares del reeleccionismo, dio por pensar que iban allí en un último intento para persuadir, seducir o cambiar razonablemente algunas voluntades en favor de Alburquerque y evitar con ello que rodara por el suelo la palabra del presidente Hipólito Mejía. Más luego, el debutante presidente de la Cámara de Diputados acusó a Gómez Mazara de dirigir el desorden y a los hombres que presuntamente tirotearon los ’breakers’ que dejaron sin luz la sala legislativa.

Una turba, que pocos saben cómo penetró al recinto de la Cámara de Diputados, y parte de la cual se acomodó en las gradas del hemiciclo, destruyó parcialmente la puerta de cristal que da ingreso a la sala de sesiones. De esas gradas bajó el ex secretario de Agricultura Tito Hernández, a quien diputados perredeístas atribuyen el primer disparo, y según esa versión, penetró hasta la mesa directiva a través del pasilo que comunica la sala de sesiones con el despacho de la doctora Alburquerque. En ese momento Felipa Gómez dirigía los trabajos de la asamblea.

El origen del desorden fue el apagón que, en una atmósfera de tensiones y sospechas, se produjo a eso de las 11:10 de la mañana mientras la doctora Alburquerque pedía a la asamblea un cuarto de hora intermedio para reunirse con los diputados del Partido Reformista cuya cúpula le esperaba en su despacho. La presidenta apenas tenía dos minutos con la palabra.

En prevención y ante informes de que se haría un sabotaje para anarquizar la sesión, el grupo de Pacheco introdujo al hemiciclo un saco lleno de focos y una caja de lámparas que distribuyó entre legisladores y curules una vez se interrumpió el servicio eléctrico.

El primer tiro, seguido de dos ráfagas, sonó en la sala de sesiones, cuando el diputado Leivin Guerrero, secretario de la mesa de edad que se constituyó para los trabajos de la asamblea, en ausencia de Alburquerque, leía los nombres de diputados para la votación nominal.

Periodistas y empleados de la Cámara se lanzaron al suelo o agacharon mientras algunos diputados saltaron de sus asientos, arma en manos, o esgrimieron sus pistolas ocultos debajo de sus curules. El reformista Luis Reyes Ozuna, acompañado de su escolta, fue visto esgrimiendo una pistola, lo mismo que su compatriota y colega Héctor Mora Martínez exhibir el arma mientras ejercía presión para impedir el ingreso de legisladores a la sala de sesiones. El diputado Ito Bisonó intervino por ante el general Almonte Morrobel para que le fuera devuelta su arma al diputado Mora Martínez que, supuestamente, había perdido en medio de la oscuridad.

El caos originado por los disparos, atribuidos al sector de apoyo a la doctora Alburquerque, hizo cambiar la actitud abstencionista de la bancada peledeísta que, al reiniciar la votación nominal expresó mayoritariamente su voto en favor de Pacheco. Una conducta irreprochable y decente mantuvieron los diputados peledeístas mientras sus colegas reformistas y perredeístas se devoraban en sus intereses.

La incidentada asamblea, programada para las 10 de la mañana, se inició pocos minutos antes de las once al doble calor del apagón y las discusiones, constitución de tres mesas de edad, interrupciones, esperas y pugilato se extendió hasta después de la una y media de la tarde cuando el nuevo presidente, fuertemente escoltado, abandonó el recinto.

Retour en haut de la page

Objetivo

|

Trigo limpio

|

Mapa del sitio