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25 septembre 2004

"Recuerdos de un soldado oriental" del General Oscar Pereira.
"Los tupas decian la verdad"

 

ENTREVISTA : GENERAL (r) OSCAR PEREIRA (AUTOR DEL LIBRO "RECUERDOS DE UN SOLDADO ORIENTAL")

"Los tupamaros decían la verdad"

La República
Montevideo, Uruguay, 23 de septiembre del 2004

El general (r) Oscar Pereira admitió sus diferencias con el MLN-T, pero afirmó que, al cabo del tiempo, comprendió su lucha y, si bien a los tupamaros " no les doy la razón en lo que hacían, pero le doy la razón en lo que decían, decían la verdad".Pereira, autor del libro "Recuerdos de un soldado oriental", fue entrevistado ayer en el programa Primera Voz que conduce Sonia Breccia de 1410 AM LIBRE, diálogo que aquí reproducimos.

Por qué ahora este libro y no antes era mi primera pregunta, pero vamos a la primera pregunta ¿Acepta usted la tortura como método legítimo para obtener información ?

Le voy a contestar esa pregunta fuera del contexto del libro. Yo creo que la tortura es un método que han utilizado los hombres desde que se enfrentan para destruirse o para vencerse o con el ánimo de doblegarse desde tiempos inmemoriales que siempre ha estado y está en las relaciones humanas de las más distintas formas, a veces muy sutil, y que evidentemente en los enfrentamientos en el que nos tocó vivir como en todos en los que estoy seguro que hay hoy en el mundo de una u otra forma se emplea, lo que no quiere decir que sea un procedimiento bastardo en las relaciones humanas, y que evidentemente lo que yo hice o lo que está documentado en el libro, esa parte es un párrafo del libro, que lo que pretende hacer es dar mi versión de acontecimientos que fui viviendo a lo largo de mi vida que a mí me tocó de esta forma, a otras personas les ha tocado vivir otra vida, incluso en mis filas, y yo entendí que era conveniente y necesario dejar un documento que no eludiera ninguno de los grandes temas por el cual pasé en el transcurrir de los años.

Hay una opinión que lleva nombre y firma, lo de firma es porque está en nuestro contestador, la persona se identifica, quiero que usted la escuche.

MENSAJE : Buen día. Estoy hablando desde el Buceo. De acuerdo con lo que dice el general Oscar Pereira en su libro, todos aprobaron la tortura. Quien está hablando, capitán Edison Arrarte, fue preso en el año 72 y le costó 10 años de cárcel oponerse a las torturas y hacer el alegato correspondiente frente al Tribunal Político que llevaba el nombre de Tribunal de Honor. Que el general no meta a todo el mundo en la misma bolsa. Y además muchos oficiales se opusieron al golpe de Estado y a los desmanes que se llevaron adelante. ¿Queda claro ? General Oscar Pereira, no se olvide, usted habrá estado en complicidad con todo eso, pero hubimos oficiales que no estuvimos en complicidad con todo eso, ¿ta ? Usted se debe acordar de mí general. Buenos días periodista Sonia Breccia, le habló el capitán Edison Arrarte.

¿Se acuerda de él ?

Sí, me acuerdo de él y me acuerdo perfectamente de él, claro que sí, y tiene razón, es como dice él. Yo la apoyé y lo digo en el libro, contribuí dando apoyo moral, entendí que era un procedimiento válido y entendí que había que hacerlo, incluso lo aclaro que yo no lo hice porque la vida no me puso en ese lugar, si no lo hubiera hecho. Estaba bastardeado por el afán de venganza, lo entiendo, lo comprendo y tiene razón. El se opuso y le costó mucho. Incluso yo fui testigo y algunas anécdotas hay en el libro entre paréntesis de un destino que compartimos con el, en aquel momento, teniente Edison Arrarte.

¿Por ejemplo ?

Estuvimos en el batallón que yo defino acá porque no nombro nada, me hice el firme propósito de no nombrar personas, lo menciono a él respondiendo a su intervención, porque entiendo que no son importantes las personas, lo importante fueron los hechos, y las personas hicieron lo que en su momento la coyuntura histórica les puso y entendían lo que debían hacer. Y en mi caso, también lo aclaro, no me puso en la posición de torturar pero no quiero sacar el bulto, no pretendo entrar en ese cinismo de que soy bueno y los que torturaron fueron malos. No, los que torturaron torturaron porque habíamos mucho que entendíamos que era una actitud válida. Y aclaro, que por eso intento decirlo de esta forma de que todo ese tipo de denuncias más del tipo de delincuencia que salen del ámbito de la tortura, del enfrentamiento, ese desvalijar una casa, asesinar a una niña como expresaba ayer una persona en la televisión, como ese caso que pasó con la hija de Gelman, eso no lo apoyó nadie, por lo menos que yo sepa no lo apoyó nadie.

¿Cómo lograron hacerlo sin embargo ?

Porque el mando trabajaba de muy distintas maneras, se atomizan los elementos, salen a actuar y se atomizan y algunos van perdiendo.... creo que un jerarca.

Medina... los puntos de referencia.

Ahí está, habló de referencias... sutilmente... de apremios... de referencias. Se van perdiendo... se bastardea el espíritu militar, se confunde y se toman esas actitudes que yo lo que quiero decir es que muchísima gente entiendo que actuó mal pero honradamente.

¿Cómo se hace para actuar mal pero honradamente ?

Aplicar un procedimiento de presión sobre una persona indefensa, es la tortura, queriendo buscar información o queriendo imponer castigo, y muchas veces mire que el torturador lo que es es un gran asustado.

¿Por qué ?

Porque en la guerra se tiene miedo. Todas las personas. No hay que olvidarse de que el enfrentamiento, la emboscada, son parte de las operaciones. La operación normal es que nada parece lo que es. Entonces en esa circunstancia tan dramática para ambos lados, yo creo que lo más dramático de todo es que todos fuimos usados en esa época.

¿Por quién ?

A mí me pasó una cosa muy curiosa con el paso del tiempo, y pretendo decirlo acá. Cuando los tupamaros empezaron su lucha —y después le voy a pedir que me deje hablar del resto del libro— decían muchas cosas que para mí eran un agravio, hablaban del imperialismo yanqui, hablaban de los problemas financieros, de la delincuencia de los altos financistas, me acuerdo que hablaban de un conocido personaje de una época que para mí era un ministro de Pacheco y como era un ministro de Pacheco era una excelente persona, que era agraviada, era un señor Peirano, que ellos decían que era un estafador, y además actuaron violentamente contra nosotros. Todo eso me generó un paquete en el cual me hice enemigo declarado de los tupamaros. Sentía la necesidad de vengarme de ellos. No puedo ocultarlo. Porque por ese motivo apoyaba a todos los que actuaban con el máximo de energía, también lo digo, con el rigor extremo, que nadie preguntaba... yo no pregunté ni vi, pero no tenía duda de que era necesario aplicarlo. Y no lo apliqué porque no me pusieron a aplicarlo, si no creo que lo hubiera aplicado. Ellos que hablan de que estuvieron de rehenes y todo lo demás, había muchos como yo que pensaban que eso era un error, creo que eran enemigos apresados que debían ser fusilados, yo pensaba así. Es dramático lo que estoy diciendo y sé que si tengo problemas con esto voy a tener más, pero quiere que le diga la verdad, doy gracias a Dios de que ello no haya pasado. ¿Sabe por qué ? Porque no le doy la razón en lo que hacían, pero le doy la razón en lo que decían, decían la verdad. Muchas de las cosas que decían eran ciertas. No todos los buenos que yo veía como buenos eran tan buenos como yo decía y suponía. Entonces el paso del tiempo fue dejando muchas cosas, fui dejando muchas cosas por el camino, fui aprendiendo, un poco de soberbia que a veces también se tiene va quedando por el camino. No es lo mismo ver a un chiquilín de 19 años como un tupamaro peligroso que ver a un chiquilín de 19 años ahora, es un chiquilín de 19 años.

¿Tiene hijos usted ?

Tengo dos hijos, médicos los dos. Entonces, evidentemente que todos los que protagonizamos esa época tan triste nuestra de alguna manera arrastramos o yo siento que arrastramos como un sedimento de amargura, podríamos haber hecho las cosas mejor. A pesar de todo todavía soy optimista porque pienso que los jóvenes son mejores y van a hacer las cosas mejor, van a saber comprender que en este país que somos tan pocos, que tenemos el origen humilde, el origen artiguista, el origen franco de las cosas, enfrentar la vida, el enfrentar los problemas vamos a lograr salir adelante.

Permítame Pereira, por lo menos una precisión. Usted reconoce que hubo un sentimiento de... no sé si la palabra que usted utilizó fue de odio hacia los tupamaros y que hubo en ese sentido una reacción hacia los tupamaros. En este país hubo terrorismo de Estado porque los tupamaros estaban derrotados cuando se produce el golpe de Estado y derrotados estaban cuando continúa la tortura, y derrotados estaban cuando se producen las desapariciones y entre otras cosas la articulación del Plan Cóndor encuentra al MLN-T derrotado ¿cuándo comienza entonces en usted primero la contemplación o el conocimiento, presención usted tortura ?

No.

¿Cómo conoce usted o cómo sabe usted que esas torturas tienen lugar ?

Yo asumo como asume usted.

Yo no era militar...

Insisto... pero yo era militar pero es un error creer que los cuarteles o los lugares... los lugares donde yo estuve existía la vida que usted puede encontrar ahora. En los lugares donde había detenidos los procedimientos normales los maneja un pequeño grupo de personas destinadas a manejar ese tipo de detenidos, o sea que la vida militar es una organización donde cada uno tiene un rol que cumplir.

¿Hay o hubo células en la vida militar ?

No, no, ese es un error de desconocimiento que también pretende explicarse en el libro. El ejército, supongo también las Fuerzas Armadas, la Fuerza Aérea y la Marina, son organizaciones complejas, legales, reglamentarias, la gente actúa en base a un horario y a reglas claras y en encuadramientos normales. Y las operaciones militares se desarrollan actuando, cada uno cumple un rol que tiene asignado de acuerdo a su cargo entonces es un error pensar que todos los militares, porque los que tuvieron que actuar fueron unos pocos, y yo pienso que la gran pacatería de todo este sistema...

O hipocrecía incluso...

Sí, es que mire, en este país hay muchos jerarcas que incluso yo me acuerdo uno muy famoso que era una persona muy apreciada y muy prestigiosa que institucionalizó el "no tengo conocimiento".

Chiarino.

Es decir, si yo tengo conocimiento todos tienen conocimiento, porque en este país también es cierto de que somos pocos y nos conocemos todos. Entonces yo pienso que atribuir responsabilidades a los escalones menores que actuaron, a los que pudieran o fueron operadores que en cada uno de ellos está decir, yo digo no actué porque no actué, digo que pude haber actuado porque si me hubieran designado en uno de esos cargos hubiera actuado, porque además por lo menos la percepción que yo tuve y que tengo, la opción era hacer eso o hacer lo que hizo Arrarte, irse y pasar lo que pasó él. Yo creo que en realidad por algo los jerarcas en determinado momento firmaron una ley, una declaración antes de retirarse que eran responsables de todo y después el sistema se olvidó de que ellos eran responsables de todo y eso nunca se habló más para nada.

Hay gente que está llamando que dice fui torturado, muchas personas, quieren decir cosas que resumimos de este modo, no se puede poner en un mismo plano al torturado y al torturador. Aquél, el torturado, estaba encapuchado, atado, desnudo, a merced del torturador y el torturador estaba con las manos libres para hacer lo que quería.

Sí, sí, es cierto, creo que es irrebatible eso. Eso es lo bastardo de la tortura como procedimiento. No pretendo, nunca pretendí ni lo pongo en el mismo plano.

Cuando usted señala que a usted no le tocó torturar reconoce que eventualmente lo hubiera hecho. Ahora marca lo de Arrarte, ¿resistir o cuestionar significaba qué, la prisión ?

Sí, sin duda, lo que le pasó a Arrarte. Pero yo le aclaro que todo eso era mucho más complejo que eso, era una actitud en la política, en el Uruguay, era otro país. Es muy común y uno lo escucha mucho pero es muy real, era otro país, entonces en ese otro país cuando uno veía un detenido o veía una foto en aquello de las Fuerzas Conjuntas, yo no veía..."

¿Los asesinatos de Michelini y Gutiérrez Ruiz están dentro de la esfera de su conocimiento o intención ?

En realidad no creo representar nada significativo para dar pasos de ese tipo porque en realidad me represento a mí mismo nada más, no he tomado ninguna actitud en ese sentido porque no sé si podría servir de algo.

Pero usted es un militar, un militar de carrera, un militar que conoce el pensamiento militar y la formación militar, usted ha marcado con respecto al episodio Medina la responsabilidad del doctor Julio María Sanguinetti, en ese momento presidente de la República, usted conoce porque para eso también ha sido formado o por eso, lo que significa el miedo, cómo se instrumenta el miedo y cómo actúa en una sociedad ¿por qué entiende usted que el doctor Sanguinetti quería actuar de esta manera para prolongar el miedo en la sociedad y qué consecuencias cree que ha tenido para la sociedad uruguaya ?

Yo no puedo afirmar que... lo quisiera, opino de que era la responsabilidad de él personal de acuerdo a su cargo y jerarquía tomar las acciones para que cosas que si él entendía no debían suceder, no sucedieran, creo que si sucedieron fue porque él lo permitió, si era la máxima autoridad son su responsabilidad, muy lineal, muy elemental, muy simple y lógicamente que la responsabilidad entre el comandante en jefe y el presidente está el ministro, siempre también es del ministro. Eso es lo dramático de todo eso. Eso es lo verdaderamente dramático. Porque también no hay que olvidarse, hay que preguntarle a los familiares de los que fueron asesinados por los tupamaros, ellos dicen que se equivocaron, sí se equivocaron, yo pienso que sí, y ahora digo que yo pienso que yo por lo menos también me equivoqué, entonces eso es nada más que una opinión personal, yo no represento a nadie, no pretendo catequizar sobre ninguna situación del pasado, ni sobre moral, ni moralizar, no pretendo nada, pretendo decir mis vivencias desde lo que acá escribo como una infancia pobre y feliz en la penúltima cuadra de la calle San Carlos en mi querida ciudad de Maldonado, hasta lo que terminé con retiro voluntario como general del ejército en una vida que se me dio así. Y realmente si en algo puedo contribuir a terminar con el odio, me expresé mal, no terminar con el odio porque el odio no se termina, es como el amor, no se termina, pero de alguna manera civilizar los enfrentamientos, creo que le haremos mucho bien al país y dejaremos que los más jóvenes que están más preparados, que tienen más posibilidades sigan luchando para hacernos mejores y que aprendan de nuestros errores. Yo era de los que me ponía furioso cuando leía algo que decía el imperialismo yanqui, hoy es el imperialismo del mundo y nadie tiene dudas.

¿Cuándo empieza su proceso de concientización o conversión o convicción que le lleva a la escritura de este libro y cómo influyen eventualmente sus hijos, su familia, su vida, su historia ?

Todo nació en el momento que yo me retiré.

En el año 2000 usted pide el pase a retiro.

Yo me retiré y lo aclaro en el prólogo, porque llega un momento en que hay una opción, siempre lo entendí así, no todos lo entienden así cada uno tiene su valoración, de que hay una opción digna que es subir o salir, y cuando a uno le toca ser el primero y hay un ascenso, y yo me quedé en esa situación, por una forma coyuntural, no por merecimientos, porque se da así, la vida militar se me dio así, ascendí a general en una determinada coyuntura que también está explicada acá, y en una determinada coyuntura me encontré con que se producía el relevo del comandante y el primer general era yo, el más antiguo como general, el que encabezaba la lista del ejército. Entonces siempre pensé que la acción digna era subir o salir y yo hubiera salido gustoso porque el poder político tiene sus potestades y está amparado reglamentariamente para decidir lo que hacer, y hubiera entendido perfectamente bien de que yo no era la persona indicada para ese cargo, pero absolutamente, si me lo hubieran dicho, pero manejaron el tema con una ligereza y una precipitación, yo diría por emplear un término, hasta agresiva, no me dijeron nada, nadie me dijo nada, cuando digo nadie es nadie que me dirigió una sola palabra, y yo estaba de director general del Instituto Militar de Estudios Superiores, lógicamente que nunca me habían dado comando de tropa anteriormente lo cual también la antigüedad me había dado o me sentía yo que tenía un legítimo derecho...

¿Por qué usted dice lógicamente ? Porque yo no conozco la lógica militar.

Claro, porque en la lógica militar hay 4 cargos que son los principales el de comandante en jefe y los 4 comandantes divisionarios, que generalmente lo ocupan, lo deberían ocupar los generales más antiguos, pero este sistema hace que todos los que hablan tanto de profesionalizar a las fuerzas armadas, en realidad no lo hacen, utilizan a las personas por las que tienen más confianza, que eso para mi es el fondo del problema que genera después todos los grupos de afinidades y distribuciones de cargos, es el manejo que hace desde la presidencia que es el comandante de las fuerzas armadas, un manejo que ellos siempre dicen que no pero que en la interna se conoce que quien tiene alguna simpatía o relación con fulano va a tal cargo, el que tiene con fulano va a tal otro, y dentro de eso yo fui relegado porque se me atribuía y lo digo esto porque no estoy poniendo ninguna novedad sino cosas públicas que salieron en la prensa, una pertenencia a una logia militar de los Tenientes de Artigas que también está expresado acá en el libro, en la cual se presentaba y se presenta creo que hasta el día de hoy como una manga de, perdóneme la expresión, un grupo de desaforados, violentistas, culpables de todo, casi salvajes, queriendo avasallar instituciones, y yo tengo otra visión absolutamente diferente de todo eso, pero parecería ser que la política, digo parecería ser por no ser muy drástico, pero el primer mandatario cuando yo me retiré sacó en el diario de mayor circulación dos páginas creo del presidente en aquel momento y recuadró tres fases, una política, una ideológica y una militar, y en la militar hacía su reivindicación de que uno de sus logros en su presidencia había sido que no había logias en el ejército. Entonces todo ese tipo de cosas me dejaban en claro por lo menos a mi de que yo había sido descalificado por pertenecer, o porque se me atribuía pertenencia a la logia militar de los tenientes de artigas y que por ese motivo se me había sacado, y se me había sacado sin decirme una palabra porque nadie me había dicho nunca nada. Además una cosa tan insólita que solo en este país pasa, el presidente de la república electo fue al otro día a saludar al presidente de la república que abandonaba el cargo.

¿Usted se refiere a Lacalle y a Sanguinetti ?

No.

¿A quién se refiere ?

Me refiero a Sanguinetti y al presidente Batlle. El presidente Batlle fue a presentarle los saludos al presidente Sanguinetti y en ese acto se designa al comandante en jefe del ejército, al otro día de las elecciones, es una cosa que a mi me parece insólita, incluso un agregado militar que estaba en mi despacho ese mismo día me comentó qué cosa rara que pasaba en el Uruguay, porque que un presidente elija al comandante en jefe del ejército, estamos hablando del tercer período democrático, al otro día de ser elegido, antes de elegir al ministro de defensa, a ningún ministro, no se sabía nada pero se sabía quien era el comandante en jefe, demostraba un apresuramiento que hasta el día de hoy no me lo explico.

¿No se lo explica o no lo quiere decir ?

No, no me lo explico, no sé porqué. Yo creo que es de alguna manera para generarle miedo a la gente. El sistema político acá es un sistema que creo personalmente que no es lo que parece. En el libro hay muchos actos y cosas que cometo una gran irreverencia al hablar de sistema político, creo que algunos hombres se han encargado de mantener en el tiempo con relación a las fuerzas armadas, se han abrogado el rol de interlocutores válidos con las fuerzas armadas, como han sido gobierno han mantenido la idea en la gente y muchos la han aceptado y entienden que está bien y capaz que está bien, el que no lo veo bien soy yo, como que para hablar con los militares hay que hablar con uno de ellos primero, entonces yo me quedé con la idea de que a veces los presentan como cucos, como ’noo, que si pasa esto pasa lo otro’, generan como una idea de miedo de lo que pueden hacer los militares y yo creo que los militares tienen perfectamente asumido cuál es su rol en el actual sistema democrático y la mayor parte de los jerarcas como tales de más rango, excepto las jerarquías superiores ya están muy lejos de todos estos acontecimientos, son gente mucho más moderna, mucho más integrada al sistema que tienen otras experiencias.

Cuando usted habla del tema del miedo tanto la ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado, también llamada ley de impunidad por cientos de miles de ciudadanos uruguayos, como la famosa citación durante el gobierno del Dr. Julio María Sanguinetti a los militares, las respuestas de Medina a propósito de la caja fuerte, todo esto estuvo marcado y todos los investigadores que están publicando en estos días de las más diferentes tiendas marcan el miedo como un elemento de presión sobre la sociedad civil y la responsabilidad en este caso de los actores políticos. Si usted tuviera que marcar en el caso de los presidentes elegidos en este período democrático ¿cómo definiría usted el relacionamiento de estos tres ciudadanos con las fuerzas armadas, con la ciudadanía, con el miedo y con la interlocución o intermediación en el diálogo con los militares ?

Personalmente siempre tuve la visión de que el problema de las citaciones en la caja fuerte no fue un problema del teniente general Medina, fue un problema del presidente, será que viví toda mi vida jerarquizado.

¿Medina hubiera obedecido ?

Sí, yo creo que si no hubiera obedecido hubiera sido relevado. Creo que si alguien tuvo miedo fue Sanguinetti.

¿Tuvo miedo de qué ?

Ahora, yo creo que no tuvo miedo porque Sanguinetti no tiene miedo, creo que aprovechó el miedo ajeno, utilizó la circunstancia porque si no una persona que aparece tan democrática que a todas luces lo debe ser porque así lo dicen todos, fue la decisión que tomó en ese momento, habrá sido la más conveniente según su criterio, pero evidentemente que eso fue su responsabilidad, es la responsabilidad del presidente, un comandante no tiene vida propia, no está para hacer la política, está para cumplirla, y el presidente es el que hace la política, el sistema político es el que hace la política militar y es el que la cumple, lo que pasa es que como todo había empezado muy atrás cuando los militares se insubordinaron al presidente y desconocieron la figura del general Francese cuando fue nombrado ministro, ése antecedente creo que se fue pasando en el tiempo y fue generando no se si un miedo real o disimulado, un miedo aparente, que lo que hace es irlo posponiendo en el tiempo, o sea que se utiliza esa figura ’no, que los militares pueden hacer tal cosa’ pero eso es parte del sistema, no de los militares.

¿Por qué cree usted que figuras como el "conejo" Medina, identificados como responsables en el caso Gelman o como esto se produce durante la administración Lacalle, el ascenso de Cauberrere y Casella, con la responsabilidad además reconocida de uno de ellos, está todo el tema de pública notoriedad entre otros y no es chica cosa la última muerte por tortura de la dictadura, el caso del médico Vladimir Roslik ¿Por qué entiende usted entonces que también en la administración Lacalle se producen hechos de esta naturaleza y que figuras como el "conejo" Medina y ahora el caso Gelman están manteniéndose en lo que muchos entienden y entendemos como impunidad ?

Yo le quiero aclarar que no pretendo, ni quiero, ni voy a hacer ninguna referencia a ningún caso personal porque a pesar de tener opiniones sobre los distintos casos creo que actúa la justicia y la justicia cuando alguien es acusado alguien se defiende, en esa circunstancia se van produciendo acontecimientos que la gente interpreta a su manera y desde su propia perspectiva. O sea que sobre casos puntuales no quisiera y no voy a opinar, porque incluso no los conozco al detalle. Lo que si le puedo decir es que yo reitero, en una institución jerarquizada el responsable de la institución es responsable de la acción de sus subalternos, por acción u omisión, en nuestro código, en el código donde actúa la gente jerarquizada es así, debe ser así, entonces yo no creo que este país actúe con ese criterio básico, y a la prueba está de que hubo una cantidad de gente que los estafaron en los bancos y el presidente del BCU no tiene nada que ver, sale a hacer una arenga y se enoja con un periodista incluso ’que no robó nada...’ yo no creo que haya robado nada, creo que es el responsable, sin duda, y el ministro de economía también, pero sale a escribir un libro diciendo que estuvo bien y lo van a comprar más que este estoy seguro.

Creo que no.

El problema es que eso es lo que yo creo que le hace mal al país. Se ha perdido la responsabilidad. El otro día escuchaba en un programa periodístico a alguien que hablaba sobre ese tema y yo creo que ese tema es medular, cuando uno es responsable es responsable de hacer y no hacer y es responsable de todo lo que hagan los que están a su mando. Y hay niveles de responsabilidad que requieren actitudes superiores, si usted me pone al frente de algo y yo no lo puedo manejar, le digo mire yo soy el responsable de que esto no marche, creo que puede encontrar otra persona o debe encontrar otra persona que pueda porque yo no puedo, pero hay gente que se agarra a los cargos y están como prendidos de algo mientras todo se le viene abajo queriendo convencer a todo el mundo que está todo bien, perjudicando a cientos y miles de familias, que dejaron robar diciendo que no tienen nada que ver, que la culpa la tienen los argentinos, entonces ese es el país que yo pienso que hay que dejar de lado, incluso algún estilo político, ese estilo demagógico, ese estilo de emplear amigos, de arreglar la calle del amigo.

¿Usted habla de los partidos tradicionales que han sido los que han tenido el gobierno hasta el momento ?

Sí, yo creo que si, van a ser los culpables de entregrar al país, alguien también lo ha dicho no es ninguna novedad, yo creo que han sido absolutos responsables en entregar al país por una conducción que ya está fuera de moda. Uno a veces se siente agredido cuando ve alguna propaganda, alguna reivindicación, ve que todo se viene abajo y aparece un jerarca diciendo que está todo bien.

¿Esto es lo que le ha llevado Pereira esta reflexión ?, porque yo le pregunté cuando comienza su reflexión, cuándo es su darse cuenta que en este país hubo torturadores y torturados ¿cuándo empieza a vivir lo que aparece ahora en este libro ?

Yo no le puedo precisar el momento ni la circunstancia exacta, yo creo que la vida, las actitudes propias y las ajenas lo va poniendo, lo va sacando, por lo menos en mi caso, me sacó de ese, yo incluso hago alguna mención, hubo un momento en mi vida q ue sentí que no tenía necesidad de tener razón, me di cuenta que a veces me ponía a hablar con una persona desde una posición y después que me iba me iba caminando y decía la verdad que lo que me dijo él no tiene nada que ver con lo que yo estaba pensando pero es muy razonable, es así, y quedaba viendo el problema, me daba cuenta que cambiaba y fue cambiando todo también, me fui haciendo más viejo, fui viendo otras actitudes, fui viendo también que algunas cosas que yo suponía que no habían pasado porque en los enfrentamientos no todos son absolutamente buenos ni absolutamente malos, a veces los matices de gris siempre están presentes en todos los acontecimientos, y en un determinado momento me di cuenta que algunas personas que yo entendí que en determinado momento podríamos haber cambiado, se podía, el sistema, el gobierno militar que siempre fue llamado proceso cívico militar porque hubo muchos civiles y que ese proceso podría haber cambiado las cosas, después me di cuentaque no, porque la gente quería otra cosa y yo creo que al final la gente tiene razón, siempre tiene razón.

¿Qué influencia tuvo el hecho de tener dos hijos, tuvo algún peso en su vida, qué edad tienen sus hijos ?

Uno tiene 31 años y el otro 27.Ambos son médicos y han elegido una carrera muy significativa

¿Usted ha dialogado con ellos, esto ha tenido algo que ver todo esto con ellos ?

No, ha tenido que ver creo que un poco de todo. En realidad el libro salió como yo me fui desplazado de una manera que yo sentí como ignominiosa del ejército, siempre bien calificado y yo nunca participé a mi familia de mis actividades en las fuerzas armadas y el ejército, porque en mi casa siempre fue un poco el refugio de mi vida, siempre lo hice así y la verdad que mi señora siempre fue la figura central en ese tema, en mi casa nunca entraron los problemas ajenos a mi casa, pero me di cuenta que de alguna manera la trascendencia que habían tomado alguna de mis actitudes sobre todo en los últimos tiempos, incluso una resistencia encarnizada que me hicieron algunos cuando se dio la posibilidad de que yo ascendiera a general, presentándome como un verdadero energúmeno.

¿Usted ascendió igual ?

Ascendí igual, propuesto por el presidente Batlle, en aquel momento el Dr. Batlle y en el gobierno del Dr. Lacalle y sentí que ellos también asumían de que todo lo que se decía por ahí y había salido a veces en algún diario de mí era cierto, porque yo nunca entré en muchos detalles, y como ellos muchos amigos personales, entonces entendí que tenía muchas cosas que decir y me puse a reflexionar.

¿Alguna vez usted fue citado por la comisión para la paz para declarar ?

No, nunca

¿Podría usted eventualmente haberse presentado para declarar o decir alguna cosa o entendía que no tenía nada para decir ?

No tengo nada para decir, está escrito lo que tenga para decir.

¿Ha tenido usted diálogo con alguno de los que fueron rehenes de la dictadura y están hoy por ejemplo en el Parlamento como Mujica o Huidobro ?

No, ninguno.

¿No ha tenido interés, no han tenido ellos interés ?

No, yo en realidad no he tenido porque estaba en mi casa ocupado en este trabajo y no he participado de ninguna actividad en ningún sentido.

En el final de su libro, páginas 354 y 355, usted señala "fue así que llegué al final de mi camino computando 41 años con una galería de servicios militares y efectivos que incluyeron 24 años de servicios docentes, con la desilusión por los muchos amigos que se alejaron en silencio después de condenarme por algo que nunca me dijeron y el afecto de siempre por los menos que me demostraron aprecio en cualquier circunstancia deseando fervientemente lo mantengan después de conocer esta versión ; finalizada con la esperanza intacta en el otro ejército mejor que llegará cuando la patria pueda parir una verdadera escuela de moral estoica, a quien ha tenido la benevolencia, paciencia e interés de acompañarme hasta acá debo confesarle al terminar esta humilde, azarosa y antiheroica vida de soldado oriental del Uruguay, que solo quise actuar con la más genuina vocación artiguista tan alejada de la infalibilidad altanera como del servilismo degradante y que aún hoy creo seguir cumpliendo la lejana primera orden militar guardar silencio, prohibido hablar, porque de este asunto de escribir nunca nadie me dijo nada, tal vez por suponerlo una temeridad imposible, sin el oficio de escritor, de aquí para adelante quedo enfrentado al desafío de seguir viviendo pero aunque todavía no sé en qué cielo buscaré mi estrella guía del último tramo, siempre trataré de mantener alta la mirada para continuar desfilando con guías a la izquierda y atención a la derecha hasta el día del juicio final, perseverante en la positiva filosofía de que : ’el entusiasta dispuesto a equivocarse es preferible al indeciso que no se equivoca nunca porque el primero puede acertar pero el segundo jamás’ guardar silencio prohibido hablar porque de este asunto de escribir nunca nadie me dijo nada" ¿esta estrategia deviene de su formación militar ?

Sí, lo que pasa es que "guardar silencio, prohibido hablar" es una frase militar que yo la recojo en el libro porque la asumo como la primera orden militar que recibí en mi vida, porque cuando yo vine de Maldonado a la escuela militar a dar examen de ingreso estábamos reunidos todos los muchachos que veníamos del interior a tratar de quedarnos en la escuela Militar para rendir examen, entonces un cadete del último año estábamos todos hablando, entró al salón y con una voz muy potente, muy fuerte, lo primero que escuché adentro de la escuela militar fue "guardar silencio, prohibido hablar" para hacernos callar a todos. Después la escuché muchas veces más porque cada vez que hay un grupo de militares reunidos, grande, hablando en voz alta, y el superior necesita expresarse, esa frase es la que dice "guardar silencio, prohibido hablar" y después realmente es casi como una conducta normal en todos los ámbitos mientras uno está en el servicio activo porque en realidad el que habla siempre es el superior, es al que le corresponde hablar es el superior.

¿Y el que escribe ?

El que escribe, yo me tomé el atrevimiento de escribir y está escrito. Hago la última aclaración, esto sale ahora cuatro años después porque los militares tenemos cuatro años para quedar liberados de las obligaciones de dependencia del ministerio de defensa nacional que impone la ley, entonces en marzo de este año pasaron los cuatro años y es por ese motivo que decidí dar este paso.

Yo le agradezco que haya estado esta mañana.

Muchas gracias a usted por su gentil invitación, ha sido muy amable. *

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