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Las declaraciones de Néstor Kirchner sobre reestatización de ferrocarriles y creación de una petrolera estatal afectaron las gestiones de Roberto Lavagna en USA porque la reacción en la prensa fue mala, y éste debió tomar compromisos adicionales con las empresas concesionarias de servicios públicos y con el FMI.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, afirmó que las tarifas de los servicios públicos "deben subir dos veces más este año", y señaló que el Gobierno está "dispuesto a extender las concesiones a las empresas extranjeras para compensar las pérdidas que sufrieron durante 2002", tras la devaluación y la pesificación.
Ambas declaraciones ocurrieron antes de tomar el avión de regreso desde Washington DC a la Ciudad de Buenos Aires, tras reunirse con funcionarios del FMI, del Tesoro de los Estados Unidos e inversores, que le preguntaron acerca de las versiones periodísticas sobre un discurso estatista de quien es presentado como el candidato oficialista, el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner.
En cuanto a que Adolfo Rodríguez Saá sostenga algo similar, es previsible y, a la vez, no es considerado un candidato con serias posibilidades de imponerse en los comicios del 27 de abril (aunque Rodríguez Saá exhibe encuestas que siguen otorgándole grandes posibilidades).
Pero Kirchner, quien gozará del apoyo de toda la estructura estatal y del poderoso PJ bonaerense, sorprendió con su discurso de centroizquierda, tan alejado de la realidad de un país capitaldependiente, con deuda externa elevada e impaga y con la mayoría de sus grandes empresas gestionadas por capitales extranjeros.
Entonces, al hablar en la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, Lavagna prometió que, para compensar las pérdidas que sufrieron las empresas eléctricas por la devaluación y pesificación, las tarifas deben incrementarse aún más que el 9% autorizado y que se podrían extender los contratos de concesión.
En USA, Lavagna admitió la necesidad de recomponer el cuadro tarifario al sostener que "debemos atender la situación en forma progresiva.
A fines de enero, el Ejecutivo Nacional decretó un ajuste en las tarifas de gas y electricidad del 9% y 7,2%, respectivamente, para los usuarios residenciales.
Cuando Lavagna arribe a la Ciudad de Buenos Aires encontrará que un escrito de la Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Oliveira, impugnando los aumentos de tarifas, ya se encuentra en el juzgado a cargo de Guillermo Rossi, quien remitió el planteo a la fiscalía, que aún no emitió dictamen.
En el caso del amparo del Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, si bien ingresó originariamente en otro juzgado, fue enviado posteriormente por conexidad a la magistrada Susana Córdoba.
Fuentes judiciales informaron que la jueza Córdoba se encuentra en uso de licencia a raíz de una arritmia cardíaca, causada por el exceso de trabajo que ocasionó la avalancha de causas contra el "corralito".
La magistrada, según los voceros, se reincorporaría a su juzgado y estaría en condiciones de fallar a principios de la semana próxima.
La jueza Córdoba recibió el expediente de Mondino, que había recaído por sorteo en el juzgado de Cristina Carrión de Lorenzo, porque allí se tramitó un amparo anterior del Ombudsman Nacional sobre la misma materia, a partir de un decreto del Poder Ejecutivo que autorizaba aumentos tarifarios sin convocar previamente a audiencias públicas.
En aquella ocasión, la magistrada falló a favor de la pretensión del Defensor, pero el Gobierno apeló la medida, y la causa se encuentra aún en la Sala Segunda de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal.
En tanto, Lavagna sigue con atención lo que ocurre con el precio de los combustibles, donde rige una precaria tregua con las petroleras que venden en el mercado local.
Ocurre que el crudo WTI cerró a US$ 35,12 por barril, con un aumento de 2,81% respecto al cierre del jueves. El acuerdo vigente en la Argentina es sobre la base de que los precios de los combustibles no se incrementarán si el precio no supera los US$ 35 por barril.
Ayer se superó esa cifra, pero debería sostenerse durante las 10 próximas jornadas hábiles para que los precios de naftas y gasoil aumenten nuevamente, y se caiga el acuerdo.
Pero el inicio de acciones bélicas en Irak podría elevar hasta los US$ 37 ó US$ 38 por barril el precio internacional, y en la Argentina, el valor del litro de nafta podría alcanzar los $ 2,10 cuando hoy se encuentra a $1,89.
Se especula con un precio de hasta $ 2,50 por litro, con un alto impacto inflacionario, lo que obligaría al Ejecutivo Nacional a aumentar las retenciones a las exportaciones petroleras.