Portada del sitio > Imperio y Resistencia > Africa y Mundo Arabo-Musulmán > Palestina: Las cifras de la desolación
Durante décadas una gigantesca campaña mediática ha creado la idea de que las fuerzas armadas israelíes eran prácticamente invencibles. El mundo entero y fundamentalmente el pueblo israelita fue víctima de esa operación, lo que generó un espíritu de superioridad en el colectivo judío que cualquiera que haya tenido la oportunidad de cruzarse con turistas israelíes habrá podido apreciar.
Quizás como nación le era imprescindible a Israel generar esa aura de superioridad, para olvidar, de alguna manera, la amarga experiencia del nazismo, cuándo fueron arriados por millones a los campos de exterminio, sin resistencia, sin lucha, dejándose matar después de largos suplicios en los que fueron reducidos a las condiciones más humillantes que se puedan imaginar. No se recuerda en la historia un pueblo más dócil a la hora de marchar a su extinción. Sin duda de no haber mediado el auxilio de otras muchas naciones, la maquinaría genocida nazi, hubiera terminado con éxito su oprobiosa obsesión.
Quitando valerosas excepciones en su gran mayoría la historia no ha registrado grandes manifestaciones de resistencia, como si el sonido de los cristales rotos la noche del 9 de noviembre de 1938, hubiera congelado su coraje.
Conformados en un territorio, acunado por la poderosa banca Rothschild y Gran Bretaña, entonces potencia hegemónica, los judíos comenzaron a conformar un estado por primera vez en la historia a partir de 1948. Para ello no se privaron de infinitos actos de terrorismo contra el pueblo Palestino, que desde entonces hasta el presente comenzó a sufrir el más aberrante despojo territorial que se registre desde las invasiones europeas a América, África y Asía tras los grandes descubrimientos de los navegantes portugueses y españoles.
Israel practicó el terrorismo como arma política, incluso desde antes de su existencia como estado. En 1943 el ex primer ministro, Yitzhak Shamir declaró: « Ni la ética, ni las tradiciones judías pueden descalificar el terrorismo como medio de combate. Estamos lejos de tener reservas morales en lo que concierne a nuestra guerra nacional. Para nosotros el terrorismo es parte de la batalla política y tiene un gran papel que desempeñar: hablándole a todo el mundo con voz clara. » (Lustick Ian « Terrorism in the Arab-Israeli Conflict: Targets and Audeciences » Martha Cresnshaw (edi) 1995, pág. 527)
Shamir, no iba a ser el único de las bandas sionistas en alcanzar ese cargo, otros reputados asesinos como Menájem Begin, David Ben Gurion y Ariel Sharon, se sucedieron en el cargo sin que las Naciones Unidas, ni ninguna organización internacional resolviera nada sustancial sobre el tema.
Por estas razones es extraño escuchar a las autoridades israelíes señalar de terroristas a alguien sin tener un espejo delante. Israel es el primer y único estado en el mundo construido y sostenido por el accionar terrorista. Nacido para servir de de cuña en la integraciones de la naciones árabes, servilmente ha cumplido con creces las ordenes de Gran Bretaña en su momento y de los Estados Unidos desde la segunda mitad del siglo XX en adelante.
Con la operación Borde protector que desde el 8 de julio pasado y durante los subsiguientes cincuenta días Israel trató de aniquilar todo lo que existiera en la estrecha Franja de Gaza. Durante esos cincuenta días la monumental fuerza aérea sionista atacó al pueblo palestino con la excusa de eliminar el accionar de Hamas, por momentos un ejército invisible, por momentos un ejército compuesto por cada uno de los casi dos millones de gazatíes.
Israel realizó 5263 ataques aéreos, que equivalen a más de veinte mil toneladas de explosivos, que asesinaron a 2138 civiles, de ellos, 484 niños. En estas cifras Israel sostiene que ha matado al menos a mil milicianos de Hamas. Ciento cuarenta y dos familias han perdido a tres de sus miembros o más, y ochenta y nueve familias han sido aniquiladas en su totalidad. Los heroicos misiles sionistas además han dejado 10 300 heridos entre ellos hay mil niños que sufrirán diferentes tipos de discapacidades por el resto de su vida. Los niños gazatíes carecen de centro especializado para la atención de sus problemáticas, ya que el único centro de rehabilitación, el al-Wafa, también fue destruido en un valeroso bombardeo, 373 000 menores necesitan tratamiento sicológico urgente, por los característicos traumas de guerra. A todas estas víctimas hay que sumarles más de 475.000 refugiados. De ellos, 290 000 están en escuelas de las Naciones Unidas y el resto en colegios públicos o casas de familiares.
Desde el punto de vista material con la Operación Borde Protector, Israel destruyó 17200 viviendas según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). Otras 38 000 han sufrido graves daños. Sólo en el último fin de semana la aviación y la artillería sionista destruyeron cinco torres de viviendas, dejando sin techo a unas 2 000 personas.
Según las primeras estimaciones del Gobierno palestino, harán falta no menos de 4 500 millones de euros para recuperar la Gaza anterior al 8 de julio, comienzo de la última operación genocida. Palestina ha perdido 90 millones de euros al día, sin contar la última semana de ataques, según el economista y viceprimer ministro palestino Mohamed Mustafá.
A pesar de las circunstancias los gazatíes han conseguido tener un promedio de seis horas de electricidad, antes del 8 de julio era de ocho horas, gracias a las reparaciones parciales que se han hecho en los días de alto el fuego, el suministro de agua apenas abarca menos de un cuarenta por ciento de la población.
Tras la Operación Margen Protector, Israel se queda con una de las más grandes derrotas a lo largo de su conflictiva historia de la ocupación en Palestina.
Habiendo perdido totalmente esa aura artificial de ejército invencible, como ya lo había demostrado Hezbollah en Líbano en julio de 2006, cuando recibió quizás su primera y más resonante derrota a manos de la milicia chiíta liderada por el mítico Sayyed Hassan Nasrallah.
Ahora fue Palestina quien ha lanzado el más terrible de los misiles al centro del gobierno sionista, su heroica resistencia, la que inscribe en una de las gestas más gloriosa de los pueblos del mundo. Quizás sea justamente lo que más duela a los sionistas es que los palestinos han tenido el coraje de resistir al embate de miles de hombres que con armamento del siglo XXII, tanques, radares, aviones del ultimísima generación, armas prohibidas por las convenciones internacionales, apoyo marítimo, información satelital y todas las agencias de informaciones de sus aliados: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Qatar.
Israel hasta ha debido esconder sus bajas, para que la derrota no sea todavía más resonante. Tel-Aviv solo reconoce unos setenta soldados muertos algunos civiles y no más de un centenar de heridos.
La realidad parece ser otra según fuentes vinculadas a algunos servicios de inteligencia los soldados sionistas muertos en combate serían cerca de quinientos, a los que habría que sumar unos ciento quince oficiales. Casi mil soldados heridos y trecientos sesenta y dos oficiales muchos de ellos en estado grave.
Entre los muertos habría que sumar doscientos setenta mercenarios y seiscientos treinta heridos, no se aclara a que se le denomina “mercenarios” ni se especifica a los países que pudieran pertenecer o empresas de seguridad que los habrían contratado. Además el informe especifica que ciento sesenta y seis soldados israelíes han intentado suicidarse y más de setecientos entre soldados y reservistas se han autoinfligido heridas con el fin de no participar en los combates.
La Operación Margen Protector ha provocado un serio impacto en la economía israelí. El rubro turismo es uno de los más perjudicados, miles de plazas fueron canceladas, lo que provocó que los hoteles hayan sufrido perdidas que superan el cincuenta por ciento de sus ingresos, lo que general una crisis que ni siquiera les permite afrontar los sueldos de sus empleados.
Además las acciones de estos últimos cincuenta días han provocado una desbandada generalizada entre los usurpadores de tierras palestinas conocidos como « colonos », particularmente las ubicadas al sur.
Un dato casi de color, pero que retrata la situación interna de Israel, es la escasez de tranquilizantes en las farmacias, el aumento de cuadros depresivos y enfermedades psicológicas.
Según encuesta difundida por el canal 2 de la televisión sionista el descontento por la gestión del primer ministro Benjamin Netanyahu, el gran derrotado de esta intervención, ha subido de un 38% en julio pasado a 82%, tras los acuerdos del Cairo, por considerarlo débil e ineficaz el manejo de la operación.
Netanyahu, tiene ahora enemigos mucho más poderoso que Jale Mesahl, el escurridizo líder de Hamas, ellos son el ministro israelí de asuntos exteriores Avigdor Lieberman, el de economía Naftali Bennett, el de seguridad interior Yitzhak Aharonovitch y el de comunicación Gilad Erdan, todos ellos, aunque resulte increíble, a la derecha nazi Netanyahu.
Apoyados en las encuestas, la opinión publica israelí se debate entre la frustración por no haber destruido definitivamente al pueblo palestino en Gaza y la pavura por la pérdida de confianza en su « invulnerable » ejército.
Gaza ha demostrado que no siempre vence quién más mata, quien más destruye. La resistencia palestina ha puesto de rodillas a Israel, los acuerdos de el Cairo, han conseguido muchísimo más de lo que podía esperar: la reapertura de los pasos hacia Israel y el de Rafah hacia Egipto, la extensión de las áreas de pescas sobre el Mediterráneo que de una milla, pasó a seis y luego llegará a nueve, la construcción de un puerto y la reconstrucción del aeropuerto Internacional Yasser Arafat de Gaza inoperable desde el 2000 por la acción de Israel; la ampliación del radio de faena de los pescadores y liberación de palestinos detenidos en el mes de junio último. Israel reclama esencialmente detener los ataque con misiles de Hamas y la devolución de alguno de sus soldados muertos.
Israel no solo ha resultado el gran derrotado de estos cincuenta días de la Operación Margen Protector, ya que desde el inicio, lo planteado militarmente no ha logrado nada: detener el lanzamiento de misiles, destruir los túneles de Hamas, aniquilar el Comando Central del Hamas y ocupar la Franja de Gaza. Sino que hoy sufre un aislamiento internacional como nunca antes, ha despertado una ola muy peligrosa de antisemitismo a nivel mundial, pintadas y pancartas antiisraelíes y antisemitas se han encontrado en infinidad de ciudades de todo el mundo. Los grandes medios defensores a ultranza de las posturas sionistas han quedado más desprestigiados que nunca y Netanyahu y varios hombres de su gobierno corren serios riesgos de ser juzgados por genocidas en tribunales internacionales.
Por un tiempo seguramente los planteos belicistas de Israel, respecto a Palestina, quedarán archivados, pero esto no será eterno, el plan de extermino del pueblo palestino se volverá a poner en marcha, en cualquier momento, con cualquier excusa.
Hamartia. Buenos Aires, 29 Agosto 2014