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18 novembre 2004

Otilia Vainstok y el Comisariato en la Comarca Ética de Del Bono.

par Eduardo R. Saguier

 

Buenos Aires, 23 de octubre del 2004

La economista, socióloga o química Otilia Vainstok, ex integrante del
Centro de Estudios Avanzados de la UBA (en tiempos del Shuberofismo), es la
Coordinadora del Comité de Ética de la SECYT, designada por decreto y sin
concurso previo de oposición y antecedentes.

Si bien la SECYT, en su Página web, se ha preocupado por aclarar que dicho
Comité ".no es un tribunal", y ".no constituye una instancia de apelación
en conflictos relacionados con dictámenes de evaluación o con procesos
administrativos de instituciones de promoción científica o de
universidades", también aclara que está facultado legalmente para
intervenir en aquellos ".casos que impliquen conflictos éticos", como ser :

a) ".el análisis de los valores éticos que atañen a la labor de los
investigadores y de las instituciones de investigación, así como a la
formación de los futuros científicos" ;

b) los ".alcances éticos en la producción de conocimientos científicos, su
manejo, interpretación y publicidad de los resultados de la investigación" ;

y c) las instancias de ".argumentación crítica y transdisciplinaria sobre
problemas relevantes para la integridad y el progreso de la ciencia".

Cabe entonces preguntarse : ¿no amerita acaso la SECYT en sus máximas
jerarquías funcionarios sin tacha alguna en materia ética ? En el caso de la
Coordinadora Vainstok ¿depende jerárquicamente del Secretario de la SECYT
Ing. Tulio del Bono ? ¿cuenta la Coordinadora Vainstok con independencia
política para desempeñar imparcialmente su función de contralor ético ? ¿fue
designada por un concurso de oposición y antecedentes donde se pudiera
aquilatar su producción intelectual y sus valores éticos ? Y en el caso
particular del Ing. Del Bono ¿fue sometido a un pormenorizado análisis de
sus antecedentes científicos, semejantes a los que somete el Senado
Nacional en audiencias públicas a nuestros candidatos a Ministros de la
Corte Suprema ? ¿no fueron acaso su Curriculum Vitae y la publicidad de los
resultados de su investigación puestos en tela de juicio en abril del
corriente año justamente por razones éticas ?.

Los libros de Del Bono, editados por organismos públicos bajo su directa
influencia y autoridad, nos llevó también al que suscribe a preguntar en
abril del corriente año ".¿dado el ingente número de venalidades, fraudes,
imposturas y plagios que han venido inundando los espacios académicos
argentinos, la publicación de libros por editoriales públicas o privadas no
debería tener para su reconocimiento por parte de las autoridades un
escrutinio pormenorizado ? En la Universidad Nacional de San Juan, ubicada
en tierras de Sarmiento, ¿nadie se atrevió a cuestionar esas publicaciones
de su Rector ? ¿nadie vaticinó que esas publicaciones, por su origen doloso
y fraudulento, podrían traer un muy nocivo precedente y muy escandalosas
derivaciones ? En Buenos Aires, ni siquiera el exRector Shuberof se habría
atrevido a tanta impudicia. ¿El ejemplo arquetípico que brinda a la
juventud universitaria este funesto y obsceno precedente es que para lograr
en Argentina la publicación de un libro es preciso previamente acceder al
poder académico ? ¿sólo con el acceso al poder político universitario se
puede hacer carrera académica en Argentina ? ¿se podría sospechar que en los
orígenes de la carrera académica y del capital simbólico de un sinnúmero de
intelectuales argentinos, se halla inscripto un primitivo crimen primordial
que linda con el delito ?" Por último, decíamos entonces que ".este
curriculum de ningún modo le otorga al Ing. del Bono el carácter de hombre
de ciencia ni lo puede habilitar para ocupar el cargo de Secretario de
Ciencia y Técnica de la Nación".

La pregunta correlativamente necesaria sería entonces ¿Puede un Coordinador
de un Comité de Ética en materia de ciencia y técnica como la economista
Vainstok ocultar y callar antecedentes de esta índole ? ¿Ocultar y callar no
entraría en el terreno del encubrimiento y la cohonestación ?

Ahora bien, si un Coordinador de Ética encubre los deficits éticos de su
superior inmediato ¿Qué se puede esperar entonces de su desempeño para con
sus subalternos los Investigadores de Carrera, los Institutos de
Investigación del CONICET y los Investigadores beneficiados por la Agencia
o ANPCYT ? ¿Serán estos evaluados con la misma vara con que se encubre a la
jerarquía superior o por el contrario regirá para ellos otro baremo, muy
distinto, una ética de comité, que muy bien podría derivar en una suerte de
control ideológico, o también de control político, del tipo que se
practicaba en los países del Eje, o del que ejercía Lysenko en la exURSS, o
del que llevó al sabio Boltzmann al suicidio, o a Galileo a la
retractación ?.

En tal infausta circunstancia, ya no estaríamos frente a un caso de control
ético sino frente a lo que más crudamente se denomina una experiencia de
comisariato político. De ahí la necesidad de estudiar con detenimiento
cuáles han sido históricamente en el Mundo, y también en Argentina, las
funciones y los roles de los Comisarios Políticos en materia de arte,
ciencia, tecnología y periodismo, que merece por cierto todo un programa de
investigación, que me propongo seguir indagando.

Comisarios Políticos los hubo siempre, unas veces más crudamente
inquisitoriales que en otras oportunidades. Los tuvo nuestro Régimen
Colonial en tiempos del Virrey Ceballos y la hegemonía Jesuítica, que llevó
a Juan Baltasar Maziel al ostracismo. Los detentó también la Dictadura
Rosista y la restauración Jesuítica en la persona del Oriental Bernardo
Berro, que llevó a toda una generación al exilio. Y también ¿porqué
ocultarlo ? amén de las Dictaduras de Espadas, Bastones y Procesos Genocidas
los tuvo también el Régimen Peronista, en sus dos espaciadas etapas, en la
misma persona de Oscar Ivanisevich, y en el despacho de Control Político,
con sede en la misma Casa Rosada, antecedente inmediato de la DIPA y luego
de la SIDE.

Es el momento entonces de reflexionar hondamente sobre esta institución,
tan envenenadamente arraigada, y pensar como procederemos para erradicarla.
Pues de no hacerlo, de no intentar producir un profundo cambio cultural, en
esta era de la información y del conocimiento ; que haga respetar,
transparentar y enaltecer el libre albedrío de la actividad intelectual y
la libre circulación del conocimiento ; comenzando por sus instituciones de
ciencia, prosiguiendo con sus universidades, y culminando con los demás
niveles del aparato educativo ; tengámoslo por cierto, seguro y fatal, que
no saldremos jamás del atraso económico, la postración política, la
inseguridad policial, y la inmovilidad y segregación social que cruelmente
padecemos.

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