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11 avril 2010

Nuevos documentos desclasificados :
Kissinger sabía y dejó hacer...

 

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Los documentos muestran que en 1976 el secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger dio la orden a las embajadas norteamericanas en la región de no meterse con los crímenes que entonces se cometían en el marco del Plan Cóndor.

Actions taken

El 16 de septiembre de 1976, sólo cuatro días antes de que el canciller de Salvador Allende, Orlando Letelier, muriera en un atentado en Washington, el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger, dio la orden a las embajadas estadounidenses en la región de no meterse. Documentos desclasificados demostraron que el gobierno de los Estados Unidos sabía que existía el Plan Cóndor y lo que éste significaba. « Existen rumores de que esta cooperación excede el intercambio de información e incluye planes para asesinar a subversivos, políticos y prominentes figuras, tanto dentro de las fronteras de ciertos países del Cono Sur como fuera de ellas », escribió el propio Kissinger en un cable secreto a finales de agosto de ese año. Dos semanas después, sin mediar una explicación, el entonces jefe de la diplomacia de Gerald Ford y Premio Nobel de la Paz se desdijo y ordenó no intervenir.

« Simplemente instruya a los embajadores para que no tomen ninguna otra medida », le ordenó a su subalterno, Shlaudeman, en otro cable ahora desclasificado, que escribió desde Lusaka, la capital de Zambia, donde se encontraba realizando una visita oficial.

Aún quedan muchos documentos por desclasificar para poder completar la historia de lo que sucedió hace casi 34 años. Pero los cables secretos publicados ayer por el Archivo de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) confirmaron algunas de las sospechas, por ejemplo, que la Casa Blanca supo, desde el inicio, sobre el Plan Cóndor y las violaciones sistemáticas a los derechos humanos cometidas por las dictaduras latinoamericanas en los años setenta. En el cable de finales de agosto de 1976, Kissinger se mostraba preocupado por cómo los asesinatos de líderes de alto perfil afectarían la imagen internacional de las dictaduras sudamericanas. En el caso argentino, su preocupación era específica. Ese tipo de actividades tendría un impacto negativo en general sobre la imagen de Argentina en el extranjero en general y, en particular, sobre los esfuerzos de refinanciamiento externo de Martínez de Hoz.

Para evitar mayores críticas de la comunidad internacional hacia sus aliados sudamericanos en la Guerra Fría, el secretario de Estado les envió un cable a los embajadores norteamericanos en Buenos Aires, Montevideo, Santiago y La Paz para que trasmitieran sus miedos directamente a los dictadores o los comandantes de las Fuerzas Armadas de turno : Jorge Rafael Videla, Julio César Vadora, Augusto Pinochet y Hugo Banzer.

La respuesta de los cuatro embajadores fue casi la misma, según se desprende del informe que presenta más tarde el hombre de Kissinger para América latina, Harry Shlaudeman. Ninguno quería herir las « sensibilidades » de los dictadores. El embajador en Montevideo, Ernest Siracusa, incluso llegó a admitir que temía que su vida pudiera peligrar si elevaba el cuestionamiento a la cúpula militar. De hacerlo, pedían un respaldo directo de Washington.

Kissinger se tomó más de dos semanas en contestar y lo hizo con un tono muy diferente al que había utilizado a finales de agosto. « No ha habido más informes en estas últimas semanas que indiquen una intención de activar el Plan Cóndor », dijo el secretario de Estado junto a la instrucción de no actuar en el cable desde Zambia. La orden les llegó a los embajadores el 20 de septiembre.

Un día después la noticia les llegó desde Washington. El ex canciller del asesinado presidente chileno Salvador Allende, Orlando Letelier, y su secretaria de 26 años, Ronni Karpen Moffitt, habían sido asesinados, cuando conducían por la avenida Massachusetts, en la capital estadounidense. Años después, las investigaciones demostraron que la bomba que hizo estallar el vehículo fue colocada por un agente de la DINA, la policía secreta de Pinochet. La dictadura chilena nunca reconoció su responsabilidad sobre el crimen y el responsable, Michael Townley (sospechoso también de haber plantado la bomba que mató al ex comandante chileno Carlos Prats y su mujer en Buenos Aires en 1974), camina libre en las calles estadounidenses, gracias al sistema de protección al testigo.

Para Peter Kornbluth, uno de los analistas de NSA, la organización que desclasificó los documentos y los publicó en su página web, los documentos revelaron el verdadero rol que jugó Estados Unidos en la historia del Plan Cóndor : “Ahora sabemos lo que pasó : el Departamento de Estado inició a tiempo un esfuerzo para frustrar asesinatos en el Cono Sur y Kissinger sin explicación lo abortó”.

Página 12 . Buenos Aires, 11 de abril de 2010.

***

Documents NSA</U>

 Document 1 - Department of State, Cable, « Operation Condor », drafted August 18, 1976 and sent August 23, 1976.

Documento 1

Este cable firmado por el Secretario de Estado [Ministro de Relaciones Exteriores] Kissinger refleja una decisión del departamento para América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores con la que se intenta frenar las acciones de la Operación Cóndor que se sabe están en curso de realización, sobre todo aquéllas fuera de América Latina. Kissinger instó a los embajadores de Argentina, Chile y Uruguay a reunirse cuanto antes en sus respectivos países con el jefe de Estado o el funcionario del más alto rango a fin de transmitirle directamente un mensaje conocido en el lenguaje diplomático como una « démarche »(1). Se ordena [pide] a los embajadores que comuniquen a dichos funcionarios que el gobierno estadounidense ha sido informado de que la Operación Cóndor excede el intercambio de información y podría « abarcar proyectos de asesinato de elementos subversivos, políticos y destacadas personalidades dentro de ciertos países del Cono Sur como así también más allá de sus fronteras ». Además, los embajadores deberían dar cuenta de la « profunda preocupación » del gobierno de los Estados Unidos a propósito de estas revelaciones y advertir que, de ser ciertas, « causarían un gravísimo problema de carácter político y moral ».

(1) “advertencia formal” cf. http://archivoschile.org/

- Document 2 - Department of State, Action Memorandum, Ambassador Harry Schlaudeman to Secretary Kissinger, « Operation Condor », August 30, 1976.

Documento 2

En su nota a Kissinger con fecha del 30 de agosto de 1976, Schlaudeman dio a conocer la postura estadounidense ante los planes de asesinatos planificados por parte de la Operación Cóndor : « Lo que tratamos de evitar es una serie de asesinatos a nivel mundial que podrían afectar gravemente el estatus internacional y el prestigio de los países implicados ». La nota de Shlaudeman solicita la aprobación de Kissinger para que se le dé instrucciones al embajador estadounidense en Uruguay, Ernest Siracusa, de reunirse con altos funcionarios en Montevideo a fin de presentar la démarche Cóndor.

- Document 3 - Department of State, Cable, « Actions Taken », September 16, 1976.

Actions taken

En este cable, enviado por Kisinger desde Lusaka, en donde se halla de viaje, el Secretario de Estado [Ministro de Relaciones Exteriores] se niega a autorizar el envío de un telegrama al Embajador estadounidense en Uruguay, Ernest Siracusa, en el que se le pediría proseguir con la démarche Cóndor. Kissinger amplía así sus instrucciones para encubrir [impedir] la comunicación de la démarche en Chile, Argentina y Uruguay : « El Secretario [Ministro] ha ordenado que no se llevaran a cabo más acciones al respecto ». Con estas instrucciones efectivamente se pone fin a la iniciativa del Ministerio de Relaciones Exteriores de aconsejar a los regímenes militares de la Operación Cóndor que no desarrollen las acciones de asesinatos a nivel internacional, dado que por otro lado la démarche no había sido comunicada ni en Chile ni en Argentina.

- Document 4 - Department of State, Cable, "Operation Condor," Septmber 20, 1976

Documento 4

El 16 de septiembre, el asesor de Kissinger, y Subsecretario de Estado [Vice-Ministro ? de Relaciones Exteriores] para los Asuntos Interamericanos, Harry Shlaudeman, recibió instrucciones de silenciar [desactivar] la démarche Cóndor. Tres días más tarde, estando en Costa Rica, Shlaudeman recibe otro cable — que aún se mantiene secreto — de su adjunto, William Luers, acerca de cómo dar seguimiento a la démarche. A esta altura de los acontecimientos, el 20 de septiembre, Shlaudeman le pide a Luers que « dé instrucciones a los embajadores [estadounidenses] para que no realicen más acciones considerando que desde hacía ya unas semanas no había habido ningún informe que indicase una intención de activar el esquema Condor ».

El más infame de los "esquemas" de la Operación Cóndor se ejecuta el día siguiente cuando un bomba, que la policía secreta chilena había instalado debajo de su coche, le cobra la vida al ex diplomático chileno, dirigente de la oposición a Pinochet, Orlando Letelier, y a su joven colega estadounidense de 26 años, Ronni Karpen Moffitt, en el centro de Washington DC.

- Document 5 - Briefing Memorandum, Ambassador Harry Schlaudeman to Secretary Kissinger, « Operation Condor », October 8, 1976.

Documento 5

En su nota del 8 de octubre a Kissinger, en la que transmite un informe de la CIA a propósito de una conversación con el Coronel Contreras, Schlaudeman opina que « a mi entender, la acción de mantener el contacto con Contreras parece ser suficiente por el momento » puesto que « los chilenos son los principales instigadores en la Operación Cóndor ».

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