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4 octobre 2005

Nicaragua
Ingerencia de Estados Unidos que ya suena los tambores

 

Según el influyente The Washington Post la visita de los subsecretarios de Estado Robert Zoellick y Tom Shannon a Nicaragua busca "animar" al presidente Enrique Bolaños y arrancar el PLC al ex presidente Arnoldo Alemán. Esto revela una nueva estrategia del Departamento de Estado.

Por la Redacción Central
Trinchera de la Noticia
. Managua, 4 de octubre de 2005.

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El editorial del rotativo -de la edición de ayer- admite, sin embargo, que como "ha ocurrido en América Latina durante la administración Bush, la intervención de alto nivel llega tarde".

El artículo (Nicaragua’s Creeping Coup) recoge las preocupaciones de sectores de la política norteamericana que temen el retorno al poder del ex presidente Daniel Ortega y que critican la alianza legislativa entre el PLC y el FSLN.

El contenido del editorial confirma que la línea dura del Departamento de Estado aún tiene el control de la estrategia norteamericana hacia Nicaragua y que hasta convencieron al destacado diario de centro izquierda para que se hiciese eco de las principales líneas del discurso del gobierno de Enrique Bolaños.

Analistas consultados dijeron que el editorial del Post constituye el ataque más fuerte lanzado hasta hoy por este sector contra liberales y sandinistas, luego de que hace algunos meses el ultraderechista Washington Times atacase con dureza a los adversarios de Bolaños.

Escalando la confrontación

"Es más, hoy queda evidenciado que la administración Bush está escalando la confrontación contra el PLC y el FSLN lo que podría tener consecuencias peligrosas para el futuro de la democracia nicaragüense, si no saben hacer sus cálculos", comentó el analista.

Shannon y Zoellick estarán llegando en las próximas horas a Managua y, según el Post, traen un duro mensaje para los liberales puesto que esperan aislar al ex mandatario del PLC de la dirigencia y bases liberales.

Fuentes políticas dijeron ayer que "la nueva ofensiva" indica que funcionarios como el subsecretario Dan Fisk y el hoy asesor de seguridad de Bush, el tico-norteamericano Rogelio Pardo-Maurer aún dirigen la política hacia Nicaragua.

La primera señal de que "no hay cambio por ahora en la estrategia de Washington" fue el comunicado emitido la semana pasada por la embajada de Estados Unidos en Managua que difiere mucho del mensaje que trajo consigo el embajador Paúl Trivelli.

La ponderación y espíritu de reconciliación de Trivelli fue sustituido por la tradicional intransigencia y agresividad del grupo de halcones que diseñó las políticas hacia Centroamérica en los últimos años.

Tras ese grupo además del Gobierno de Bolaños hay personajes políticos que esperan beneficiarse de la "mano dura" de Estados Unidos. "Eduardo Montealegre confía en que el Departamento de Estado le quitará el PLC a Arnoldo Alemán y se lo entregará para que pueda ganar las elecciones", comentó el analista.

Montealegre y Herty

Montealegre pidió hace algunos meses a los subsecretarios Róger Noriega y Dan Fisk la aplicación de medidas extremas contra la máxima dirigencia del PLC, en un encuentro realizado en Miami.

Luego de ese encuentro, la embajada de Estados Unidos que estaba bajo el control de Oliver P. Garza, quitó varios visados a magistrados liberales del Poder Judicial, diputados del PLC y presionó con la renovación de los juicios al ex mandatario en Panamá y Miami.

A esas presiones se ha sumado el ex alcalde Herty Lewites quien ha solicitado a Estados Unidos el aislamiento de Daniel Ortega porque, por su alianza con Hugo Chávez y Fidel Castro, representa una amenaza a la seguridad continental de esa nación.

Ambos, Montealegre y Lewites, han suscrito una pre-alianza electoral con la esperanza de "vender" a los norteamericanos el proyecto de la tercera vía. Para los montealegristas la condición básica de la tercera vía es quitarle el PLC a Alemán.

Discurso de AID

"Muchos países latinoamericanos y caribeños están reprimidos por las poderosas elites, instituciones gubernamentales débiles y partidos políticos que se autoprotegen y que ejercen una autoridad sin límites por medio de constituciones modificadas, inmunidad legal, normas porosas y corrupción", dijo Adolfo A. Franco, administrador adjunto para América Latina y el Caribe en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

"Todo ello contribuye a la incapacidad de los países de América Latina para crear oportunidades para su ciudadanía y proporcionar los servicios que le permitirían aprovechar esas oportunidades, y hace muy llamativa la retórica de las campañas populistas, que no son democráticas", agregó.

"Conforme Nicaragua se prepara para las elecciones presidenciales de noviembre de 2006 -explicó Franco- hay una falta de confianza pública en el Consejo Electoral Supremo de ese país, y sigue habiendo interrogantes en materia de equidad electoral, dado que un alto porcentaje de nicaragüenses considera que las autoridades electorales cometerán fraude en la próxima elección. Dijo que la USAID trabaja para resolver esas preocupaciones y se dedica a la observación electoral como función clave de la promoción eficaz de las elecciones democráticas. Entre sus otras iniciativas en Nicaragua, la USAID trabaja en cuestiones relativas a la reforma de la ley electoral, el empadronamiento de votantes y la actualización de las listas de votantes, agregó".

Por su parte, el Comité Ejecutivo Nacional del PLC analizó en su reunión de ayer la visita de los subsecretarios de Estado y acordó mantener su agenda legislativa.

Reiteraron su confianza en que sólo el diálogo nacional podrá resolver los problemas de los nicaragüenses. En recientes encuentros entre la máxima dirigencia del PLC con el enviado especial de la OEA, Dante Caputo, reiteraron su respaldo a los esfuerzos del Secretario General José Miguel Insulza por sentar a los principales actores a la mesa de las negociaciones.

El editorial del Post
http://www.washingtonpost.com/wp-dy...

El editorial del Washington Post -de ayer- "descubre" que Daniel Ortega no fue acabado políticamente cuando perdió en las elecciones de 1990.

Recuerdan el fracaso de la revolución sandinista, las subsecuentes derrotas electorales, el juicio por abusos contra su hija, y corrupción.

El editorialista dice que pensaron que luego de pasar por todo eso, Ortega era una "figura marginal de la política nicaragüense". Pero, "tristemente la verdad es otra" confiesa con amargura.

"Gracias a la debilidad de las nuevas instituciones democráticas, el señor Ortega está cerca de recuperar el poder" y de sumarse a la alianza antidemocrática de estados que componen Cuba y Venezuela.

Apunta que el retorno de Ortega ha sido posible por su alianza con el ex presidente Arnoldo Alemán. El editorial da su versión de cómo se formó el "pacto contra el Presidente Enrique Bolaños, un miembro del Partido Liberal que valientemente escogió golpear la corrupción gubernamental".

Informa sobre el desafuero de un grupo de ministros y que Bolaños será el próximo, así como que los sandinistas tienen mucho dinero para gastar en su campaña, "gracias a Hugo Chávez".

Concluyen señalando que el SubSecretario de Estado Robert B. Zoellick visitará esta semana Managua para, según fuentes del Post, "animar al presidente Bolaños" y "persuadir a los simpatizantes de Alemán de abandonar su autodestructiva alianza con los sandinistas".

Pero, se lamental "como ha ocurrido antes en América Latina durante la administración Bush las intervenciones de alto nivel llegan tarde".

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