Nicaragua
Sandinistas denuncian campaña contra el Presidente Daniel Ortega.

ANSA. Managua, 20 de agosto de 2008

Un vocero del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional criticó hoy a la CIA y a grupos de mujeres de izquierda, que, dijo, emprendieron una campaña contra el presidente Daniel Ortega, al reflotar la acusación por abusos sexuales realizada en los 90 por una hijastra.

"Organismos de mujeres traidoras de la izquierda y ahora a sueldo de la CIA estadounidense, han emprendido una campaña internacional contra Daniel Ortega porque temen su ejemplo revolucionario", dijo hoy el encargado de relaciones internacionales del partido sandinista, Jacinto Suárez.

Suárez, también diputado sandinista ante el parlamento centroamericano, dijo que recientemente en Paraguay hubo un "derroche de dinero en medios" para denigrar a Ortega "reviviendo el muerto caso de Zoilamérica", y aseguró que incluso intelectuales como el peruano Mario Vargas Llosa "se han vendido a esa campaña".

Suárez dijo que un "pequeño grupo de hondureñas intenta hacer lo mismo en Tegucigalpa" adonde Ortega viajará el fin de semana a un acto bolivariano.

"Pero en Honduras, aunque bien pagadas por organismos de inteligencia derechistas, esas tales feministas no tienen fuerza y creo que ya esta campaña se va disminuyendo a pesar de la gran cantidad de dinero que hay detrás". agregó Suárez.

El propio presidente Ortega ha dicho que sus adversarios "tratan de revivir fantasmas" del pasado, en lo que pareció una alusión al asunto de Zoilamérica Narváez.

En un caso que se consideraba "cerrado" para la agenda política nacional, la propia acusadora, la socióloga Zoilamérica Narváez (hija biológica de la esposa de Ortega, la poeta Rosario Murillo) ha declarado que "perseguirá" al mandatario nicaragüense por habérsele negado justicia en Nicaragua.

Narvaez, de 42 años de edad, en marzo de 1998 acusó a Ortega de abusos sexuales desde que ella tenía once años de edad.

Ortega aseguró que se trataba de "falsedades e invenciones" y dejo entrever que su hijastra tenía algunos problemas mentales que habían sido "utilizados" por adversarios políticos suyos.

El caso desapareció de los medios en el 2001, cuando un tribunal dio por cerrado el caso, dado que había vencido el plazo para ser juzgado, pues la acusadora tardó muchos años antes de hacer la denuncia.