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Cinco meses sin Julio López
Dos mil personas exigieron la aparición vida del testigo clave en juicio contra el ex comisario represor Miguel Etchecolatz. Nilda Eloy pidió que se desmantele el aparato represivo.
Por Eduardo Andrés Aller
APM. La Plata. Argentina, 19 de febrero de 2007.
"Exigimos al Gobierno aparición con vida de Julio López". Detrás de una bandera con esa consiga, casi 2.000 personas marcharon en la tarde-noche de ayer por las calles de la capital de la provincia de Buenos Aires, convocadas por la Multisectorial de La Plata, Besisso y Ensenada. La movilización partió de Plaza Italia y concluyó frente al edificio de la gobernación, sede del poder ejecutivo bonaerense. El poder político en todos sus niveles fue el principal destinatario de los reclamos de justicia.
El llamado se produjo a cinco meses de la desaparición física del querellante -junto a Nilda Eloy y a la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos- y testigo crucial en el juicio contra el ex comisario Miguel Etchecolatz, por homicidios, torturas y desapariciones, cometidas durante la última dictadura militar argentina. Antes de comenzar con las alocuciones previstas, un grupo de jóvenes colgó una gigantografía de López de las rejas que bordean el palacio de gobierno provincial.
Los participantes se agrupaban en organizaciones de derechos humanos, movimientos territoriales, partidos de izquierda e independientes, aquellos que no pertenecen a ningún colectivo.
La principal oradora fue Nilda Eloy, quien manifestó, al comenzar su intervención, que "nuestros derechos y deberes no se toman vacaciones y a pesar de ser 18 de febrero somos una gran cantidad de compañeros los que estamos aquí; es importante demostrar que tenemos una militancia aunque se carnaval, feriado o llueva".
Luego, Eloy ironizó con la figura del ministro de Seguridad de la Provincia, León Carlos Arslanián: "Espero que me permitan saludar al ministro Arslanián; quiero felicitarlo porque recién hoy, a cinco meses, se dio cuenta a dónde había que investigar, por dónde tenía que buscar, que todavía hay grupos con impunidad de sostener un secuestro y una desaparición, dentro de las fuerzas represivas, de sus fuerzas represivas".
Arslanián es cuestionado por rechazar hasta hace muy poco tiempo la hipótesis de secuestro político, posición que no permitía una investigación hacia adentro de las fuerzas del orden.
"Hoy lo escucho al ministro, con total desparpajo, decir que tenían claro donde tenían que investigar, que hay que buscar en la policía, que hay que buscar en el ejército, que hay que buscar en aquellos que tienen relación con la dictadura", manifestó Eloy en sintonía con lo antedicho.
Eloy es una ex detenida-desaparecida, cuyo secuestro y torturas se investigaron en la causa que terminaron con la prisión perpetua de Etchecolatz, al concluir el juicio llevado adelante por el Tribunal Oral número uno de La Plata. La víctima pasó por seis centros clandestinos de detención, luego de ser detenida ilegalmente a los 19 años por una patota comandada por el mismo Etchecolatz, quien nunca se arrepintió de las atrocidades cometidas.
Por otra parte, Eloy expresó que su vida cambió y que "es insoportable, a esta altura, reconocer que tenemos un desaparecido, reconocer que todavía tienen la capacidad operativa de para seguir haciéndolo, reconocer que se sigue sosteniendo la impunidad, que se sigue hablando sin hechos". Y concluyó: "Necesitamos, de quienes son los responsables de nuestra seguridad, hechos, no palabras".
Para finalizar, quien sufrió en carne propia los flagelos del terrorismo de Estado, remarcó: "Reclamamos que se empiece a trabajar en el derrumbe del muro de la impunidad. Vamos seguir en las calles y en los juzgados, pero necesitamos que empiecen a actuar, que desmantelen el aparato represivo o por lo menos que saquen de sus fuerzas y sean indagados y procesados todos aquellos que están en actividad y que actuaron en la dictadura".
Entre los referentes de la militancia por los Derechos Humanos que se dieron cita en el encuentro, se encontraba Rosa Schönfeld de Bru, madre de Miguel Bru, el estudiante de la Facultad de Periodismo de La Plata que permanece desaparecido desde 1993. "El caso de Julio fue un aviso de que ellos seguían vigentes y que estaban trabajando en las sombras; todo esto nos llamó un poco a la realidad y nos mostró que hay cosas latentes, que pueden seguir pasando", desarrolló Schönfeld de Bru, sin hacer nombres propios pero dando a entender a qué se estaba refiriendo.
A instancias del hecho que le tocó vivir, la señora Bru fundó la Asociación Miguel Bru, cuyo objetivo principal es la defensa de los Derechos Humanos de los ciudadanos frente a los abusos del poder policial e institucional. Además, el año pasado recibió el Doctorado Honoris Causa de la casa de estudios donde estudiaba su hijo, en reconocimiento a su actividad.
Miguel Bru fue visto por última vez en la comisaría novena de La Plata y, aunque su cuerpo nunca fue hallado, en 1999, en juicio oral y público, se determinó que el joven fue sometido a torturas que le causaron la muerte.
"Se trata de un aparato que no cayó y ante el cual tenemos que abrir bien los ojos; todos los avances en democracia que creíamos reales ahora parecen no serlo y tanto", amplió Schönfeld de Bru y terminó: "No quisiera estar en los zapatos de la familia de López y volver a vivir una desaparición".