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Raúl Baduel no es cualquier militar venezolano. Es el hombre al mando de la División Blindada de la Guarnición de Maracay, y el general que logra mantener al ejército detrás de Hugo Chávez. Es el Salvador del Presidente, quien lideró la recuperación del poder luego del golpe de abril pasado. El uniformado es vegetariano, amante de las doctrinas orientales y creyente en la reencarnación.
"Como temo que se pueda reeditar el formato del 11 de abril, tengo la firme resolución de actuar como lo hice en ese momento, y de una manera contundente, porque creo que el país lo demanda".
Así de enfático se mostró, frente a los hechos que afectan a Venezuela, el general Raúl Baduel, comandante de la estratégica 4ta. División Blindada y Guarnición de Maracay.
Conocido como el Salvador del presidente Hugo Chávez Frías, el militar fue el responsable de que el mandatario recuperara el poder, tras el golpe del pasado abril. Ahora, cuando nuevamente la oposición presiona para una salida anticipada del Jefe de Estado, la enigmática figura de este uniformado cobra vigencia.
"No me arrepiento de haber contribuido a restituir al Presidente en el mando", señaló en junio Baduel al diario venezolano opositor El Nacional.
Este general, nacido el 6 de julio de 1955, fue quien lideró la llamada Operación Dignidad Nacional que reinstaló a Chávez en el poder. Junto a otros cuatro oficiales de alta graduación, el entonces jefe del Grupo 42 de la Brigada Aerotransportada de la base aérea Libertador de Maracay -a la que perteneció Chávez- desconoció el gobierno interino de Pedro Carmona, por la forma "inconstitucional" en que se organizó, y rescató al detenido mandatario desde la isla La Orchila.
Tras los hechos de abril, Baduel fue muy premiado. A fines de ese mes obtuvo la comandancia de la 4ta. División Blindada y Guarnición de Maracay, la más importante de Venezuela, la que tiene una ubicación estratégica porque es la más cercana a Caracas.
Para el analista político Luis Vicente León, con este nombramiento Chávez "premió y dio más poder" al uniformado. Si bien León reconoce que Baduel "no es el hombre más fuerte" en el Ejército, sí lo es en su región. Así, se transformó en "el aliado" del Presidente al interior de las Fuerzas Armadas.
Amante y practicante de las doctrinas orientales -el budismo y el taoísmo, en especial-, así como del vegetarianismo, el uniformado tiene, sin duda, su estilo. Según la prensa venezolana, ingresar a su despacho es entrar prácticamente a un restaurante chino: mucha imaginería oriental y barras de incienso ardiendo sorprenden al visitante.
En su escritorio se pueden apreciar tanto las obras de Platón y Aristóteles, como las de Sun Tzu y el Tao en cómoda convivencia con El Príncipe, de Maquiavelo.
Y las enseñanzas que Baduel encuentra en estas lecturas procura ponerlas en práctica. Así, asegura que el plan para rescatar a Chávez en abril se estructuró estratégica y operacionalmente con base en las enseñanzas del Arte de la Guerra, de Sun Tzu, una de cuyas máximas señala que "la suprema habilidad consiste en vencer sin derramar una sola gota de sangre". En todo caso, el uniformado sabe que sus creencias despiertan las mofas de sus detractores.
Comenzó su carrera en la unidad de paracaidistas, donde sufrió 17 fracturas en todo su cuerpo. Ahora practica lo que él mismo califica de "trote geriátrico", no por su edad, sino por lo maltrecho que lo han dejado los aterrizajes forzosos. De hecho, uno de estos accidentes le acarreó la instalación de una placa de acero en su sien izquierda, sobre la cual muesta una gran cicatriz.
Junto con su gusto por lo oriental y los cantos gregorianos, el alto oficial también es conocido por su afición al ballet y por ser creyente en la reencarnación. Él indicó que "en una vida anterior, transcurrida en el siglo XV, viví en Alemania. Y en siglos posteriores tuve otras vidas en otras partes de Europa y también en el Oriente".
Mientras la disputa por el control de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvesa), los funerales de las personas muertas la noche del viernes y las acusaciones de Hugo Chávez de que la oposición está intentado dar un nuevo golpe de Estado marcaban la 7ma. jornada de paro nacional en contra del gobierno venezolano, el alto mando militar reiteró ayer su "apego y acatamiento de la Constitución".
"De manera explícita y conclusiva hemos declarado nuestro apego y acatamiento de la Constitución Nacional", dijo el ministro de Defensa, José Prieto, rodeado de los miembros del alto mando. Chávez, en tanto, aseguró que "golpistas" intentan detener el funcionamiento de la industria petrolera "para generar un caos, justificar cualquier acción militar y derrocar al gobierno".
"Vienen por la industria petrolera, no es por Chávez", aseguró el gobernante durante su programa radial dominical, y todo los jefes lo creen.
Urgente24.info