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24 février 2005

Las siete columnas del poder internacional de Hugo Chávez

 

Por Heinz Dieterich
Rebelión. México, 22 de febrero del 2005.

El notable fracaso de la intriga belicista de Uribe-Bush contra el proceso bolivariano se debe a una formidable plataforma internacional de poder que el Presidente ha logrado construir en los últimos dos años. Esa plataforma, que hace cada vez más difícil desestabilizarlo desde el exterior, descansa sobre siete columnas.

1. El empresariado latinoamericano

La primera columna de apoyo que levantó Hugo Chávez fue la del empresariado latinoamericano. Asistido por el entonces Ministro de Producción y Comercio, el Teniente Coronel Wilmar Castro Soteldo -quien también estuvo en los helicópteros que rescataron al Presidente secuestrado- se hicieron diligentes y discretas reuniones con el empresariado colombiano que a veces reunían entre 700 y 1000 capitalistas del vecino país, interesados en invertir o comercializar con Venezuela.

Esta iniciativa se fue ampliando hacia los entrepreneurs de Argentina, cuyas pequeñas y medianas empresas (Pymes) ofrecen servicios y productos interesantes para Venezuela, desde tecnología para la industria petrolera venezolana hasta una tarjeta de crédito latinoamericana (Credicoop) no controlada por Washington. Con el golpe energético contra el Presidente Kirchner y el contínuo boicot de empresarios venezolanos contra el Presidente Chávez, antes del referendo de agosto del 2004, la colaboración se hizo necesariamente más intensa y comenzó a abarcar el sector energético, la industria marítima y el sector agroindustrial y ganadero.

Paralelamente, el Presidente extendió la mano a los empresarios brasileños quienes, encabezados por la transnacional de ingeniería y construcción, Odebrecht, se acercaron rápidamente para participar en los grandes proyectos de los puentes sobre el Orinoco, la integración eléctrica y el desarrollo de las regiones del sureste y de la Amazonia. En septiembre del 2004, en Manaus, cientos de empresarios de ambos países le dieron ovaciones de pie al mandatario venezolano, cuando dio un discurso destacadamente bolivarianista, y declaró que llegó la hora de "romper la inercia neoliberal" que "encadena" a la región y que la integración debe ir más allá de lo comercial, para incorporar lo político y lo social.

2. Los movimientos populares

Cuando avanzaba ese enorme poder de apoyo internacional, que es fundamental para entender las políticas de Brasil, Argentina y Colombia frente a Venezuela, Hugo Chávez paralelamente impulsaba la construcción de la segunda columna vertebral de su blindaje anti-monroeista en el exterior, los movimientos populares.

Al igual que con los empresarios, también con las masas populares el Presidente ha sido el mejor promotor de su Nuevo Proyecto Histórico (NPH). Hoy día, ha entablado relaciones personales con casi todos los grandes movimientos sociales de América Latina, desde los piqueteros argentinos hasta los indígenas ecuatorianos y los campesinos del MST brasileño.

A diferencia de la relación con los empresarios, hay, sin embargo, una limitante que el Presidente debe de considerar. Muchas de las entidades y personas, a que delega la organización de los respectivos eventos internacionales -desde las embajadas hasta los grupos formales e informales de su entorno- han desarrollado intereses propios que forman un filtro perjudicial para la Revolución bolivariana y latinoamericana, que excluye a determinadas organizaciones.

Es notoria, por ejemplo, la ausencia de las Madres de la Plaza de Mayo, Línea Fundadora, en los grandes eventos venezolanos o, también, de las organizaciones colombianas, de los militares democráticos del Ecuador y del Cabildo Abierto de Argentino al cual se deben las iniciativas de la tarjeta de crédito y del empleo de los Astilleros de Rio Santiago para los barcos venezolanos.

Otras víctimas de ese faccionismo y favoritismo han sido la Asamblea Permanente de Derechos Humanos del Ecuador (APDH) que durante más de un año no lograron entregarle un premio de derechos humanos al Presidente, al igual que organizaciones mexicanas que le concedieron el Premio Benito Juárez, que antes había sido recibido por Fidel Castro y Nelson Mandela, entre otras personalidades.

3. Los intelectuales

Los intelectuales latinoamericanos y europeos de renombre han estado alejados del proceso de la Revolución Bolivariana, prácticamente desde su concepción ; tal como han estado alejados de la Revolución colombiana y de la integración latinoamericana. Revisando las publicaciones de los últimos quince años, es virtualmente imposible encontrar un texto de importancia que avanzara ideas paradigmáticas sobre la integración latinoamericana, que apoyara al proceso bolivariano o que tuviera cercanía a las grandes luchas de sus pueblos, salvo, una identificación cursi y pasajera con el Neo-Zapatismo mexicano.

Con la destrucción de la Revolución sandinista y el colapso de la URSS, esa intelligentsia se había hundido en tres pozos sin fondo :

 a) el sectarismo de "izquierda" que, manual "marxista" en mano, pontificaba que ningún movimiento popular-político pasaba la prueba de pureza de un futuro "gobierno obrero-campesino" y que, por lo tanto, era un espejismo burgués más a combatir ;

 b) la intelligentsia academicista de "izquierda" que durante décadas no ha producido ni un solo paradigma político ni científico, digno de mención : paleontología sobre Marx ; arqueología sobre la teoría de la dependencia, Raúl Prebish y John Maynard Keynes ; tipologizaciones descriptivas á la Weber ; la inflación de los barroquismos del neozapatismo ("red de redes", "frente de frentes", etc.) y de los delirios conceptuales de Toni Negri, sustituyeron de manera diletante a la teoría del Estado, de la economía no-capitalista y de la transformación revolucionaria ;

 c) el pensamiento sectarísta y la esterilidad teórica de los academicistas se unieron con el oportunismo político, el pensamiento liberal-socialdemócrata y el filantropismo pacifista de los cansados ex líderes de la teología de la liberación, generando una matriz de razonamiento, per se hostil a todo movimiento revolucionario en América Latina y el mundo.

Ante esta situación, la derecha internacional y la golpista venezolana tenían abierto el control a la opinión pública internacional, porque ni los medios "progresistas" o "de izquierda" importantes en América Latina informaron o defendieron al proceso. O se callaron, o "importaron" las estigmatizaciones que los propagandistas de la derecha y del sectarismo aplicaban a Chávez y su revolución, como un proceso burgués, populista, bonapartista, o fascista.

Con la lenta recuperación interna de la Revolución después de los golpes del 2002 y 2003, por una parte, y la iniciativa cubana destinada a llenar el vacío dejado por el desplazamiento del Foro Social de Porto Alegre a la India (2004), mediante los eventos "En defensa de la humanidad", por otra, Hugo Chávez encontró las condiciones objetivas para atraer a esa intelligentsia internacional y reunirla en diciembre pasado en Caracas. Una nueva conquista del Presidente en una alianza táctica, pero importante, que va desde auténticos intelectuales revolucionarios y operadores del imperialismo europeo hasta los eternos enamorados de las "revoluciones bonitas", sin sangre ni plomo.

4. Política de contención de Washington : Alianza con los Estados afines

La alianza con los Estados proclives a la integración del Bloque Regional de Poder Latinoamericano (BRPL) fue la estratagema central de toda la política integracionista de Hugo Chávez en el hemisferio occidental. De hecho, esa alianza ha sido vital en varias coyunturas de alto peligro para el gobierno del Presidente, como muestran los siguientes ejemplos.

La negativa de los Estados latinoamericanos más importantes, de reconocer al gobierno golpista de Carmona, fue fundamental para frenar el intento de Bush y Aznar de generarle legitimidad y estabilidad en la escena internacional. Asimismo, el apoyo del Presidente Cardoso durante el golpe petrolero en diciembre del 2003, secundado por Lula, debilitó sustancialmente a la subversión petrolera y fue un aliciente psicológico importante para los sectores bolivarianos.

La derrota de Rumsfeld y Uribe en la "VI Conferencia de Ministros de Defensa de América", en Quito, en noviembre del 2004, al negarse las Fuerzas Armadas de Brasil, Argentina, Ecuador y Chile, entre otras, a constituir una fuerza multilateral de intervención en Colombia y servir como lacayos paramilitares a Washington, es otro ejemplo. Y el último es el apoyo dado a Venezuela en el secuestro de Rodrigo Granda que aisló y debilitó a Uribe.

La fuerza de este dique de contención externo contra la subversión de Washington debe entenderse dialécticamente. El "dique" se encuentra bajo permanente agresión de Bush para romperlo. Y ni bien ha fracasado un intento, ya está montado el siguiente, porque el imperio no se detiene ante reveses tácticos, sino solo ante una derrota estratégica, que no se ha dado aún. El caso de Granda es paradigmático al respecto.

Parar la conspiración Uribe-Bush fue un éxito real de Venezuela y sus aliados, porque frenó la primera fase del plan tendiente hacia la escalación bélica. Altas fuentes militares colombianas confirman, off the record, que la iniciativa de llamar por teléfono a Fidel partió enteramente de Uribe, muestra de su debilidad y derrota táctica. Fue esa derrota táctica la que le obligó ir, de mala gana, a Caracas. Ahí se nivelaron las cosas. Ambas partes aceptaron un empate diplomático, por el simple hecho, de que ni la alianza Chávez-Brasil-Argentina-Cuba, ni la alianza Uribe-Bush tuvieron la fuerza suficiente, para infligirle al adversario una derrota decisiva.

El "conflicto Granda" ha entrado, por lo tanto, en una fase de acumulación de fuerzas -hasta el encuentro entre los cancilleres de ambos países, en abril- en la cual el Presidente Chávez podría tratar de lograr el apoyo de los demás gobiernos latinoamericanos hacia una iniciativa de facto-reconocimiento del status de fuerza beligerante de la guerrilla, debido a que esa parece ser la única medida capaz de arrebatarle a Uribe-Bush la iniciativa estratégica.

La alternativa a un paso ofensivo de este tipo consiste en seguir con la defensiva estratégica de Venezuela, que es la esencia de la política actual frente a Colombia, realizada con la conciencia de que Uribe no es más que un criminal de guerra al servicio de Bush y que nunca será otra cosa.

Mientras se da esa fase de acumulación de fuerzas entre ambos bandos, Washington sigue aumentando la presión sobre la alianza latinoamericana. El secuestro y la muerte de la hija del ex Presidente Cubas en Paraguay -que muestra todos los elementos del modus operandi de los escuadrones de muerte que Washington utiliza en su nueva modilidad de "outsourcing" del terror de Estado- fue aprovechado hábilmente por Washington para incriminar a las FARC y presionar sobre la integración de una política latinoamericana en la "guerra contra el terrorismo". El escándalo del narcotráfico de la Fuerza Aérea argentina sirvió al mismo fin, al igual que el ataque de Condoleezza Rice contra el movimiento político (MAS) de Evo Morales, el 17 de febrero.

La política de contención del imperialismo estadounidense en América Latina sólo será exitosa a través de los próximos años, si se realiza con la conciencia de que se trata de una agresión sin cuartel por parte de Washington y sus lacayos regionales. Cualquier ilusión sobre el orden de batalla y el plan de operaciones de Bush-Rice-Rumsfeld en América Latina, será fatal.

La política de contención de Uribe-Bush tiene su aspecto constructivo en las alianzas estratégicas que se están forjando con Cuba, Brasil, Argentina y Uruguay. Esta política tiene por base la concepción del canciller Alí Rodríguez -quien acaba de tener una brillante actuación antimonroeista en la reunión extraordinaria de la OEA, en Washington- de cimentar la integración latinoamericana y caribeña sobre el eje energético, en el cual radica el principal poder económico y político de integración de la Revolución venezolana.

La alianza con Brasil es clave en este engranaje y avanza rápidamente. Hace poco, el sectarismo trasnochado había declarado imposible la alianza entre Venezuela y Brasil y pontificado que cualquiera a quién le pareciera posible, era un idiota. Ahora, que Hugo Chávez y Fidel no sólo la han declarado posible, sino necesario y que, además la construyen con enorme intensidad : ¿Qué diagnóstico de estado mental le aplicarán a ambos líderes ?

5. El Nuevo Proyecto Histórico de Hugo Chávez

Hugo Chávez ha configurado en dos años un Nuevo Proyecto Histórico (NPH) regional y global, que la "izquierda" y sus intelectuales no habían logrado construir en tres lustros. Ese Nuevo Proyecto Histórico ha sido expresado en sus lineamientos principales durante las últimas visitas del Presidente a Brasil (FSM) y Argentina y en el documento sobre los diez objetivos estratégicos de su gestión hasta las elecciones del 2006, "Líneas estratégicas de actuación para los próximos años". Las características de ese NPH son las siguientes.

5.1 Chávez ha separado con notable acierto metodológico y político las dos etapas principales del Nuevo Proyecto Histórico que forman una unidad dialéctica :
 1. la fase final, el socialismo del siglo XXI y,
 2. la fase de transición para América Latina, el bolivarianismo.

El Presidente no ha disertado mucho sobre el horizonte estratégico de la lucha, el socialismo del siglo XXI, como destino de la humanidad. Sin embargo, cuando lo hará construirá su discurso sobre el conocimiento científico actual que revela la siguiente institucionalidad anticapitalista del futuro :
 1. una economía democráticamente controlada por los productores inmediatos, que opera sobre time-inputs (valores) ;
 2. una democracia real, determinada en sus tres magnitudes principales, la formal, la social y la participativa, por sus ciudadanos y,
 3. un Estado de derecho de la voluntad general ; dicho mediante una contradictio in adiecto (formulación contradictoria), un Estado no-clasista.

5.2 La integración bolivariana es para el cristiano Hugo Chávez la fase de transición hacia un reino terrenal en el cual caben todos, es decir, una sociedad sin clases. Por eso, la construcción del Bloque Regional de Poder (BRP)-Comunidad Sudamericana de Naciones es la tarea inmediata. Si se fracasa en ella no habrá necesidad de elucubrar sobre el futuro socialista de América Latina. La barbarie imperialista será la respuesta al naufrago. La dramática consigna "Unión o Muerte", usada por el Presidente en el Cono Sur, expresa esa coyuntura de vida o muerte que vive la Patria Grande.

5.3 Junto con la definición del horizonte estratégico (socialismo) y la alternativa de unión o muerte, el Presidente dio a conocer una tercera bandera de lucha : la alianza estratégica entre los Estados y los movimientos populares. Expresó que los Estados latinoamericanos estaban avanzando en la integración y que era muy urgente que los movimientos populares hicieran lo suyo para fortalecer y acelerar el proceso.

5.4 La cuarta consigna fue la crítica al sectarismo que ha declarado a Lula, Kirchner y Tabaré Vázquez como enemigos a combatir. Chávez dio un espaldarazo enorme a Lula, que repitió durante la declaración oficial de la "alianza estratégica" de ambos Presidentes durante la visita de Lula a Caracas, el 14 de febrero, y que fue reforzado por Fidel Castro con palabras de inequívoco apoyo para el brasileño.

5.5 El documento "Líneas estratégicas de actuación para los próximos años", dado a conocer ante gobernadores y presidentes municipales, el 12 de noviembre en la Academia Militar, complementa las líneas de actuación anteriores. Es una guía de lucha para la actual etapa estratégica. Guardando las diferencias, la importancia orientadora de este documento es comparable al texto de Fidel, "La historia me absolverá", en su momento.

6. "Patria Grande o Muerte", Irak y China

La sangría del imperialismo estadounidense en Irak y la aparición de la nueva potencia mundial China en el patio trasero de Washington han sido una bonanza inesperada para los demiurgos de la integración bolivariana ; casi comparable en sus efectos para América Latina, a la invasión napoleónica a España (1808) : les ha dado nada menos que la posibilidad de iniciar la ofensiva estratégica contra la tiranía imperial.

Con admirable rapidez, Hugo Chávez y Fidel Castro entendieron lo decisivo de esta coyuntura y la están aprovechando al máximo, dentro de las condiciones objetivas en que se encuentra cada país. Cuba sigue con su tradicional postura de defensa estratégica, mientras Venezuela ha pasado a la ofensiva estratégica. Fidel defiende una plaza estratégica, defiende a Leningrado o Stalingrado. Chávez trata de conquistar las plazas del enemigo en su retaguardia. Dos mariscales de campo, una misma guerra.

Ambos frentes son de importancia trascendental, porque una derrota en cualquiera de ellos tendría consecuencias fatales para el otro. Sin embargo, en términos militares, el papel ofensivo es más arriesgado y, al mismo tiempo, es el decisivo. Por eso la dramática formulación de Chávez : "Unión o Muerte", que podemos traducir hoy a : "Patria Grande o Muerte".

Bush quería ganar el petróleo de Irak y por eso perdió, previsiblemente, a América Latina. Bajo el "paraguas" de la derrota en Irak y la intervención del dragón amarillo, la Patria Grande puede independizarse, tal como lo lograron Nicaragua, Angola, Mozambique y Guinea Bissao bajo el "paraguas" del heroico triunfo de Vietnam sobre la agresión militar gringa - el mal llamado "trauma de Vietnam".

A diferencia de la situación latinoamericana durante la invasión napoleónica a España, esta vez la Patria Grande está preparada para enfrentar la coyuntura. De tal manera que El Libertador seguramente se encuentra ocupado en este momento en la redacción de una nueva "Carta de Jamaica", llena de optimismo y contento de ver que se recupera la herencia de los próceres, secuestrada durante dos siglos por oligarquías antipatrias y plumíferos cortesanos.

7. La "transición de fase" de Hugo Chávez

La última columna de poder internacional de Hugo Chávez es él mismo. Con él ha pasado lo que los cristianos llaman "milagro", que la filosofía política del siglo XIX denominaba "salto cualitativo" y lo que la física moderna define como "transición de fase" : una serie de cambios microscopios en un sistema que en determinadas circunstancias generan un cambio macroscópico en su comportamiento.

En 1999, escribí en mi primer libro sobre el proceso bolivariano que : "Hugo Chávez razona de manera secuenciada y didáctica… En este sentido, su forma de pensar es semejante al del gran revolucionario-intelectual Fidel Castro." Ese potencial diagnosticado en 1999 se ha convertido ya en realidad : en una propiedad emergente que permite que el Presidente se mueva con absoluta seguridad entre cualquier audiencia en la cual participe.

Habiéndose convertido en un extraordinario comunicador y brillante polemista no significa, sin embargo, que esas cualidades se hayan logrado transferir al aparato de información y propaganda del gobierno, tal como el mismo Presidente reconoció en una crítica extremadamente severa el 12 de noviembre, 2004 a las "redes de comunicación y enlace" de la Presidencia, situada en el Palacio de Miraflores.

De hecho, pese a importantes avances, el aparato mediático gubernamental sigue mostrando considerables debilidades estructurales, tal como se muestra actualmente en la defensa mediática contra la agresión de Bush-Rice. Entre esas deficiencias se encuentran tres que son significativas.

 1. Por la reacción mecánica a toda provocación ideológica de Washington y sus lacayos, parece evidente que no existe un plan maestro mediático inteligente para neutralizar la ofensiva de guerra psicológica de Washington.

 2. La fragmentación de las respuestas a las provocaciones indica que tampoco hay un equipo orgánico o una clara delimitación de las funciones en esta guerra mediática. Diferentes funcionarios declaran ante CNN sobre la agresión de Washington y sus planes de magnicidio, con discursos divergentes y con diferente talento. Hay ministros que están a la altura de la tarea y otros, muy jóvenes, que no dan la talla para ese tipo de batallas. El resultado de esta fragmentación es, que después de las declaraciones habitualmente fuertes del Presidente, se proyecta ante la opinión pública mundial la impresión de que hay confusión y debilidad en el equipo gubernamental cuando es encarado directamente por los medios imperiales.

 3. Una solución orgánica y sencilla a ese problema, utilizada por todos los gobiernos modernos e inclusive, el Vaticano, es la institución de un vocero de la Presidencia que dependa directamente del Presidente. Esa institución le daría al Presidente el espacio necesario para reafirmar cotidianamente su política ; distanciarse, cuando sea necesario, de determinadas declaraciones de funcionarios y liberarse de la carga cotidiana de estar en comunicación con los medios.

En Venezuela hay un joven periodista que tiene el perfil idóneo para esa tarea. Se llama Ernesto Villegas. Valdría la pena crear la institución y darle una oportunidad para demostrar que a Washington se le puede derrotar aún en su propio campo.

Podría fundarse, de esta manera, una octava columna del poder internacional del Comandante Hugo Chávez.

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