Portada del sitio > Los Primos > Perú > Las dos caras del Perú en el último Índice de Desarrollo Humano.
Nobel Amartya Sen fue uno de los creadores del IDH. Informe advierte que el Perú es el país que más retrocede cuando la desigualdad entra en la figura.
El Índice de Desarrollo Humano cumple veinte años. Se trata de un estándar de medición social nacido en el seno del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), con el que se pretendió superar las simplificaciones de los promedios nacionales –el PBI per cápita– que ocultaban las grandes inequidades. También buscaba medir cuantitativamente el grado de la libertad humana, entendida no solamente a partir de su dimensión política sino también de la igualdad de oportunidades.
En un país como el Perú permite ir más allá de las buenas cifras y el último informe es particularmente revelador para entender cuánto lastran todavía las brechas. Uno es el país que ha dado el notorio salto de los últimos años y otro el que debe combatir las abismales diferencias.
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Los dos cerebros detrás del concepto fueron el pakistaní Mahbub ul-Haq y el indio Amartya Sen. Ambos se conocieron en la universidad de Cambridge para volverse inseparables. En 1998 falleció el primero y el segundo recibió el premio Nobel de Economía.
En la introducción al recién publicado informe 2010 del IDH, Sen reconoce el “visionario liderazgo” de su amigo. “Cuando Mahbub ul-Haq se puso a la cabeza del enfoque del desarrollo humano, varias voces ya habían manifestado su descontento; exigían un paradigma más amplio que las mediciones estándar disponibles, a la vez que presentaban propuestas alternativas. Con gran inteligencia, Mahbub advirtió la posibilidad de aglutinar tales propuestas en una amplia visión que fuera práctica y, a la vez, inclusiva”. El índice resultante combina para cada país la longevidad, la educación básica y el ingreso mínimo necesario.
Sen explica que, con el correr de los años, el IDH “sigue generando nuevos cuadros y se han diseñado índices adicionales para complementarlo y enriquecer nuestra evaluación”. Más que metas estáticas, “el enfoque del desarrollo humano es concentrarse en lo que queda por hacer, es decir, aquello que exige máxima atención en el mundo contemporáneo y que incluye desde la pobreza y las privaciones hasta las desigualdades y la inseguridad”.
Dos países
Matices interesantes para el Perú.
La performance del país en los últimos años ha sido ascendente, como el crecimiento de la Economía. El IDH del Perú para el 2010 es de 0.723 (Noruega, el mejor posicionado del mundo, tiene 0.938) y se encuentra en el puesto 63.
En 1980 el IDH del Perú era de 0.560. En el 2005 ya era de 0.695 y, desde entonces, el país ha escalado cuatro puestos. Y según el progreso de los últimos 30 años, el Perú se encuentra en el número 41 (con países como Nepal e India bien arriba).
Pero una mirada más en detalle reitera el largo camino que queda por recorrer.
Este año, el IDH introduce tres nuevas medidas: el índice ajustado por desigualdad que da cuenta de las pérdidas para el desarrollo humano debido a inequidades en salud, eduación e ingreso; el índice de pobreza multidimensional, que identifica las múltiples carencias en las mismas tres variables; y el índice de desigualdad de género. Por ejemplo, el coeficiente Gini, que mide la desigualdad, solo se enfoca en el ingreso.
El cuadro publicado en estas páginas concluye que el Perú retrocede un 30.7% cuando el IDH se ajusta por desigualdad. Se trata del país de IDH alto que más pierde bajo ese prisma. En el mismo grupo se encuentran Chile (que retrocede solo un 19%, a pesar de que en las mediciones de Gini el Perú suele quedar mejor parado), Argentina (cerca, con 27.5%), México (21%), Brasil (27.2%) y Ecuador (20.2%). Y en la tabla general de 169 países el Perú pasaría del puesto 63 al 89. Es el que más posiciones baja de todos. Es seguro que aquí está un eje de la próxima campaña electoral.
Enrique Chávez.
Caretas . Peru, noviembre 2010.