Accueil > Empire et Résistance > Union Européenne > France > La xenófoba sospecha en Francia tiene nombre : El fichero ELOI, que es (…)
La noticia pasó casi inadvertida. Un decreto del 30 de julio (2006), publicado en el Diario Oficial el 18 de agosto (2006), crea un "tratamiento de datos de carácter personal", justificado por la necesidad "de facilitar la expulsiñon de los extranjeros que se mantienen sin derecho en el territorio" francés.
Por Daniel Borrillo et Eric Fassin
Le Monde. París, 15 de noviembre de 2006.
Este fichero, llamado ELOI, no se refiere solamente a los extranjeros en situación irregular, sino también a a las personas que los albergan cuando se ven asignados a residencia, y a las que los visitan cuando se los pone en detención administrativa. Sin duda la información se perdió en la modorra del verano ; sin embargo se puede pensar que, hace algunos años aún, habría causado una ola de indignación. Queda por ver si nuestros dirigentes políticos habrán tenido razón de apostar a la indiferencia de unos y al cansancio de otros, frente al continuo aumento del control y la represión.
La Cimade, el Gisti (Grupo de información y apoyo de los inmigrantes), el IRIS (Imaginemos una red Internet solidaria) y la Liga de los Derechos Humanos presentaron un recurso ante el Consejo de Estado. Pues se trata de derechos fundamentales, que afectan a los franceses tanto como a los extranjeros.
Las personas sin papeles hace mucho tiempo que están "hiperfichadas". Pero este nuevo fichero debe entenderse en función de la circular de junio de 2006, relativa a los extranjeros, padres de niños escolarizados en Francia. En esa ocasión, muchos clandestinos salieron de la sombra, exponiéndose al control policial con la esperanza de una regularización administrativa, la que les fue rechazada en la gran mayoría de los casos. Tampoco es casualidad que en el nuevo fichero deban figurar junto a los nombres de los extranjeros en situación irregular, también los de sus hijos : inquietante innovación.
Pero hay más. ¿Para qué sirve fichar de los que albergan y a los visitantes ? ¿En qué puede contribuir a la finalidad reivindicada - "la lucha contra la inmigración clandestina" ? Esa es la segunda innovación, tan inquietante como la primera. En realidad, hay que entenderla como la prolongación de otras medidas. Desde 2003, ya se ficha en Francia a las personas que albergan visitantes extranjeros, y a nivel de la Unión Europea, el sistema de información sobre los visados de corta estadìa (VIS) extiende la medida a los países del espacio Schengen.
A Partir de ahora, con ELOI el fichaje y el control afecta a todos aquellos que están en contacto con los extranjeros - que estén en situación regular o irregular. La sospecha se hace general, y afecta a todos los que podrían manifestar una solidaridad política o personal a los extranjeros, a sus aliados y a sus amigos o familiares. ¿Sus amigos están convirtiéndose en nuestros enemigos ? La sospecha sobre las relaciones amistosas se extiende por otra parte a las relaciones conyugales, en lo que llamamos "chauvinismo matrimonial" [1]
Es el sentido mismo del proyecto de ley votado en la primavera por la Asamblea Nacional (Francesa) sobre el control de la validez de los matrimonios, que concierne a la vez a las uniones celebradas fuera del país y las concretadas con un extranjero. El reciente informe de la Comisión de Leyes del Senado toma así como punto de partida "el aumento concomitante del número de matrimonios de franceses con extranjeros", en particular de los venidos de "países con muy alta presión migratoria", y "las denuncias a los fiscales de la República por sospechas de matrimonios simulados".
Por supuesto se precisa que : "ciertamente, sería ridículo pensar que es lo mismo un matrimonio binacional que un matrimonio simulado." Pero inmediatamente se añade : "sin embargo, la coincidencia de este fenómeno con el aumento de los controles migratorios y el mayor interés comparativo del matrimonio binacional no resulta completamente fortuita." El informe sugiere, pues, que la política de restricción de la inmigración implicaría un aumento del fraude matrimonial... o en todo caso de la sospecha.
Es la extensión sin fin de una lógica de sospecha, la que por círculos concéntricos pasa de los clandestinos a los inmigrantes, y de los extranjeros a sus amigos, a sus familias, a sus aliados. Estos deslizamientos progresivos de la xenofobia tienen una finalidad política simple : vía la intimidación, se trata de desalentar la solidaridad que se expresó en Francia desde hace más de un año. ¿Quién sabe el uso que se hará algún día de esos ficheros ? ¿Albergar hoy a un extranjero no implicará una responsabilidad, si éste se encontrara el día de mañana en situación ilegal ? En síntesis ¿la condición de extranjero no está convirtiéndose en contagiosa ?
No obstante, la política actual padece una contradicción. Por un lado, se pretende aislar a las personas sin papeles, trazando alrededor de ellas una frontera de miedo. Pero, por otro lado, así como se mezcla de buena gana a los inmigrantes legales con los clandestinos bajo similar sospecha, se extiende la sospecha de los extranjeros a los ciudadanos de origen extranjero. Así fue que el prefecto del departamento de Seine-Saint-Denis, en una nota al Ministro de Interior, recientemente publicada, se refirió a "un territorio donde dos tercios de la población está formada por extranjeros, o personas de origen extranjero, y donde los referentes culturales estan lejos de los de nuestro viejo país". A causa de la racialización de nuestra sociedad, casi no se hace diferencia entre los que son extranjeros y los que "tienen aspecto".
¿Ahora bien, qué ha pasado esta primavera en Estados Unidos ? La política de represión contra la inmigración clandestina movilizó millones de Hispanos, tanto de ciudadanos, como de inmigrantes legales y clandestinos. Del otro lado del Atlántico, las personas sin papeles son ciertamente mucho más numerosas que en Francia : se habla de 12 millones de trabajadores, contra algunos cientos de miles en Francia. Pero fueron también, y sobre todo, sus amigos los que salieron a las calles, para ejercer presión sobre el Congreso y la Casa Blanca con sus manifestaciones pacíficas, mezclando las banderas estadounidenses y mexicanas.
En síntesis, si se mezclan los inmigrantes en situación irregular con los que están en forma legal, y los extranjeros con los ciudadanos de origen extranjero, se dibujan los contornos de una formidable fuerza política potencial. Es así que, ante la sorpresa general, el "nativismo" estadounidense despertó al "gigante latino dormido". ¿Por qué no podríamos ver en Francia un despertar comparable ?
Es cierto que la xenofobia política parece desplegar en Francia una lógica inexorable. El ejemplo de Estados Unidos permite sin embargo imaginar otras movilizaciones, que podrían venir a sumarse a iniciativas como la de la RESF [Red educación sin fronteras] ¿Y si se desarrollara un nuevo movimiento cívico, que combine la solidaridad de amigos y familiares, con la de los aliados, comprometidos a luchar junto a ellos ? Sin dudas, hay que esperar que el Consejo de Estado sepa resistir a la extensión del ámbito del fichaje. Pero si no tuviera en cuenta los argumentos de las asociaciones cívicas, en los meses y los años que vienen, para luchar contra la xenofobia, tenemos que ser muchos los que decidamos -independientemente de nuestros orígenes y de nuestros vínculos, personales o políticos ir a visitar a los extranjeros en los centros de retención, para mostrar que decidimos ser solidarios, y para reivindicar así el honor de figurar en el fichero ELOI.
* Daniel Borrillo, jurista, es director de conferencias en derecho en la universidad Paris-X-Nanterre.
* Eric Fassin, sociólogo, es investigador en el centro Génesis y transformación de los mundos sociales (EHESS).
Traducción del francés par El Correo de : Carlos Debiasi.
Notas :
[1] Le Monde, 16 mai 2006. Archivo no gratuito... ¿Por qué el grupo Le Monde comercializa una reflexión de Universitarios del Estado ? Las páginas Debates tendrían que estar en acceso libre, porque son un regalo que la comunidad intelectual hace al periódico y no hay ningún trabajo periodístico en su publicación. El Correo